32| Epilogo

-Padre, no creo que sea necesario esto- hablo Victoria mientras caminaban por los pasillos de San Mungo.

Su padre se había empeñado en querer una muestra de que su hija seguia siendo virgen, Victoria se aferró a una pared y su padre la jalo.

-Riddle- grito Hyperon corriendo detrás de ellos, este se recargo en una pared al llegar hasta ellos mientras maldecia la velocidad en la que manos iban- Victor, señor, suegro, no creo que sea necesario nada de esto, vera, Victoria y yo no hacemos cosas que usted está pensando.

-Entonces no tienen nada de que preocuparse- soltó el hombre y ambos, padre e hija dejaron al chico afuera en sala de espera, el rubio se paso la mano por el cabello  sabiendo que en menos de una hora el estaría en su tumba

                                    ***

Cuarenta y cinco minutos más tardes las puertas movibles se abrieron y detras de ellas apareció Victor Riddle, este apretaba los puños de lado y detrás de el Victoria le pedía que parará.

-¡Tu!- señaló Victor hacia Hyperon, el rubio dejo caer su batido qué horas antes había comprado para sentirse tranquilo, sin embargo, ahora que lo pensaba lo había empeorado todo.

Victor dió grandes zancadas hacia Hyperon y este comenzó a respirar con rapidez, estaba escrito, moriría ese día a manos del hombre en su tumba podía ver una descripcion que decía

"Murió por caliente"

Hyperon cerro los ojos esperando el golpe, podía arruinar su rostro pero jamás sus ojos. Los pasos del hombre pasaron a su lado y Hyperon abrió lentamente los ojos, dió media vuelta y luego un grito se escucho en el fondo.

-¿Por qué mes has golpeado a mi si yo no me acosté con tu hija?- grito Draco tocándose en cachete caliente que amenazaba con dejar un moretón muy grande.

-¡Todo es tu culpa Lucius!- soltó Victor señalandolo- Te pedí que los vigilaras y los dejastes solos, sabes cómo son las hormonas a esa edad y no lo evitaste.

-Ahora resulta que si mañana Harry sale embarazado también será mi culpa- soltó el rubio mirándolo.

Victor lo tomo del cuello y ambos salieron de San Mungo mientras se maldecia uno al otro.

-¿Se imagina a Harry embarazado?- rompió el silencio Fred y rio- Sin duda, tomaría una foto de eso

El elegido hizo una mueca de asco ante ello y siguieron a ambos primos que nos paraban de maldecirse, Hyperon entrelazó su mano con la de Victoria y juntos salieron de San Mungo escuchando a los lejos los gritos de ambos padres.

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