23| Perdoname
El frío aire de invierno golpeó el rostro de Hyperon al salió de la mansión Malfoy, camino entre la nieve mientras se hundia sin mirar hacia atrás.
Llegó hasta el pequeño lago congelado debido al frío y se sentó en la orilla de la nieve mirando atentamente el lago.
Escucho unos pasos detrás de el y saco la varita listo para cualquier cosa. Entre la oscuridad, Scabior y Greyback aparecieron.
-¿Que hacen aquí?- bajo la varita el rubio mirandolos.
-Su madre nos ha mandado joven Malfoy- contesto Scabior haciendo una pequeña reverancia ante el rubio- Ella teme por usted.
Hyperon miro hacia mansión sintiéndose realmente mal, había discutido con su padre por una tontería sin sentido y había hecho que su madre se preocupara más de lo que siempre estaba.
Se recargo en el árbol lleno de nieve y observo atentamente el panorama blanco que lo rodeaba
-Si me permite decirle...- hablo Scabior con cierto temor platandose al lado del rubio, este se giro a verlo- Draco Malfoy ha sido un gran padre para usted a pesar de haber sido un mortífago, siempre se ha preocupado por todos ustedes. Cuando cada uno de ustedes nació aquella frialdad y oscuridad comenzó a desaparecer, pero hubo una persona en especial que lo cambio por completo y no fue su madre.
Hyperon lo miro pero no hablo
-Fue usted Hyperon- el rubio frunció el ceño sin entender- De todos sus hijos usted saco algo distinto que agradeció, tiene una paz que lo tranquiliza y vio en usted un chico sin prejuicios con el cual jamás tendría problema. Usted más que nadie sabe cómo son sus hermanos sin ofender, claro- se explico- Son explosivos. Y usted siempre intentado sonar tranquilo ante cualquier circunstancia. Eso lo hace distinto de ellos y no quiero decir que sus hermanos son menos o más que usted. Su padre los ama tanto que a veces ya no sabe que hacer por ustedes todos lo días para que estén mejor que el.
Hyperon miro hacia la ventana que daba al estudio de su padre y sintió una punzada de culpa.
-Riddle- hablo Greyback haciendo una reverencia
Hyperon se giro y miro detrás de el a Victoria vestida totalmente de negro, sus ojos lo miraban con interés.
-Nos dan un momento por favor
Ambos hombre asintieron y se alejaron de los jóvenes caminando hacia la mansión. Hyperon la miro sin saber que decir, quito su mirada de ella al no poder sostenerla.
-¿Estás bien?
Hyperon nego con la cabeza.
-No debi actuar asi- soltó el rubio sin verla.
Victoria camino hacia el y se plantó delante. Alzo una ceja al percatarse que el rubio evitaba contacto visual con ella.
-Yo, sobre lo de Francisco...
-No tienes porqué explicarme nada- contesto el rubio mirandola al fin- Es tu vida Victoria, no voy a meterme en ella.
Victoria se había enterado gracias a Arya, su hermana, que en el momento que se vio con el chico Hyperon había visto todo.
-Yo...- Hyperon hablo atrayendo la atención de la chica- Yo no bese a Hannah, te lo juro.
Ambos se miraron a los ojos y sin poder evitarlo Victoria sonrió mirándolo.
Comenzaron a caminar en silencio hacia la mansión, al llegar el rubio busco con la mirada a su padre sin éxito alguno.
-¿Dónde está papá?
Serpents levantó la vista del juego de ajedrez que jugaba junto con James Potter y miro a su hermano.
-En el despacho.
Hyperon asintio y se quito el saco negro dejandolo en el mueble negro de la sala. Luego dió media vuelta y camino hacia donde se encontraba su padre antes de entrar la voz de su hermana Aerys la detuvo.
-Solo no explotes de nuevo por favor-pidio la chica- El gen Granger es muy explosivo y no sale nada bien después de eso.
Hyperon le sonrió de lado y asintio, luego entro al despacho oscuro dónde detrás de unos papeles su padre estaba.
-¿Puedo hablar contigo?
Draco alzo la vista mirandolo y asintio sin hablar.
-Lo siento padre- dijo de inmediato el rubio bajo la mirada plata de su padre- Yo no quería hacer eso, estaba enojado con cosas sin sentido y explote, se que fue una gran falta de respeto para ti y realmente te pido perdón.
Draco dejo la pluma sobre la mesa y sonrió levantándose, le era imposible enojarse con sus hijos, luego abrazo al muchacho y le sonrió.
-Claro que te perdono hijo- sonrió Draco mientras sentia los brazos de su hijo en el- Solo que debes contarme porque estás así.
Hyperon se separo de su padre e hizo una mueca.
-Es una historia muy larga que no creo que quieras escuchar. Además estás ocupado y no quiero quitarte tu tiempo.
Draco movio la silla frente a su escritorio negro y le sonrió.
-El tiempo siempre nos quita cosas hijo- le sonrió el rubio- Y escuchar a mis hijos no es tiempo perdido.
Hyperon se sentó en la silla, jamás había hablado un tema así con nadie, bueno solo con su madre quien ya hacia tiempo le había contado sobre ella.
-Es sobre Victoria Riddle.
Draco abrió mucho sus ojos ante la sorpresa y sin poder evitarlo sonrio imaginando de lo que se trataba.
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