Daphne cargaba al pequeño bebe en su brazos mientras que Neville al lado de ella le sonreía, estos estaban sentados en el pasto.

-Jamás crei que pasara esto- confeso la chica y le sonrió.

-¿Que cosa?- pregunto Neville.

-Estar asi. Juntos. Sin pelear, felices- le sonrió con dulzura al chico.

Neville rojo le sonrió, tampoco se imaginaba que una chica como ella se fijara en el.

-¿Que te atrae de mi?-pregunto el chico y observo los ojos azules de la chica, esta le paso con delicadeza su mano en la mejilla.

-Eres lindo conmigo, me caes bien y eres muy guapo Neville-contesto y sonrió la chica.

-Pero no soy como tu, yo soy pobre-contesto con tristeza el chico-Y tonto.

Daphne se acerco mas a el y le frunció el ceño.

-Neville, una persona no se enamora del físico o dinero de otra, se enamora de como eres y sobre todo de esto- puso su mano en el pecho del chico, este le sonrió - La gente debe aprender que el dinero no compra el amor ni menos la felicidad, nadie decide a quien amar y a quien no, la vida hizo que nos conociéramos y nos lleváramos mal en un principio, pero quiere algo distinto para ambos por eso estamos aqui, juntos-le sonrió.

Neville le paso una mano temblorosa en la tez blanca de la chica y le sonrió, el jamás imagino llegarle a gustar a una chica tan bonita y maravillosa, no solo en su exterior, si no en su interior.

-Pero somos distintos- contesto el chico y sonrió tristemente, pensando en el estatus de sangre y dinero.

-Neville- le sonrió- Somos distintos y ¿te digo algo?- pregunto y el chico asintio- Eso es bueno.

Neville sonrió y la abrazo, este le regreso el abrazo con alegria.

-Además, polos opuestos se atraen- le sonrió la chica y le dio un beso en la mejilla a Neville quien sorprendido sonrió con pena.