1| Malditos escuincles

"Si deseas ver la grandeza real de un hombre, observa la forma en la que trata a sus inferiores, no a sus iguales"
J.K Rowling

-¡Street, Malfoy!- grito Draco furioso, apenas habia pasado una semana de vacaciones y ya quería matar a ambos chicos.

Ambos salieron corriendo de la habitación del chico, este enojado corrio hacia el espejo donde su cabello rubio era rosa.

-¡Malditos hijos de Umbridge, mal nacidos,serán hijos de Voldemort! ¡Ni siquiera el mismo voldemort los soportaria!- grito mientras buscaba con desesperacion su varita.

Encontró su varita y salio de si habitación enojado, bajo las grandes escaleras y busco a su madre, esta estaba sentada en el sillón de su padre, el mas que nadie sabia las veces que ella lloraba por su padre, era su confidente y su compañero de vida, y que de un dia a otro no estuviera seria cruel.

Ambos habían sido separados pero el destino aún podía reunirlos.

-¡Madre!- hablo enojado entrando a la sala, esta alzo la vista y le sonrio a su hijo-¿Donde estan esos dos?

Narcissa sonrio con dulzura y rio, sabia que no los soportaba y estaba haciendo todo lo posible para no matar a ambos.

-Estan en el sótano escondido- le murmuro y sonrio, Draco sonrio con arrogancia y le agradeció a su madre.

Salio a paso rápido hacia el sótano, se paro en la puerta y observo hacia dentro, el lugar estaba oscuro, recordaba cuando era pequeño y el miedo que me le llenaba ese lugar. Bajo con lentitud y conjuro un Lumus para poder ver, se movió con lentitud con de un lado a otro iluminando el lugar, hasta que los vio, dos siluetas agazapadas debajo de una mesa.

Draco sonrio con malicia, y camino de nuevo hacia las escaleras, tomo las llaves del sótano que estaban colgadas en la pared y salio sonriente.

-¡Oh Madre!- grito Draco y se sonrio- El sótano esta abierto, sera mejor que lo cierre ¿no?

-Si Draco, pero apaga las luces- grito Narcissa, el rubio sonrio aun mas con maldad, apago las luces y cerro el sótano con seguro.

Se paro en el marco de la puerta y se sonrio.

-¡Draco, draco!- golpeo la puerta desde el otro lado- ¡Abre la maldita puerta huron!

-Disculpa, no te escucho, que yo sepa no hay NADIE en el sótano- contesto y solto una carcajada malvada y se retiro de ahí mientras que ambos muchachos golpeaban y maldecia al rubio sin parar.

                                  ***

Después de conjurar varios hechizos y que su cabello regresara a tu tono original, Draco estaba acostado en el pasto del patio de la mansión, la tranquilidad se sentía hasta en aire, era las única vez desde que llego a casa que se sentía tranquilo, respiro el aire y lo solto, este sonrio.

Cerro los ojos, el sueño le estaba ganando, no podía tener un sueño tranquilo,  siempre las pesadillas lo despertaban y no lo permitía dormir con tranquilidad.

Sintio que dos manos lo elevaban, alzo la vista topandose con su melliza y con Marcos quienes lo veian con tono burlón, este pataleo para que lo bajaran.

-¡Bajenme! ¡Bajenme!- ordeno,estos dos se sonrieron.

-¡Sus deseos son ordenes!-hablo Marcos y sonrio, ambos chicos tiraron al rubio en un charco de lodo .

Draco abrio la boca indignado, su traje negro ahora era café, miro a ambos chicos quienes sonreían con arrogancia.

-¡Yo les diría que corran, porque cuando me levante juro que los convierto en cucarachas!- grito, Agatha y Marcos se observaron y no tardaron mucho para salir corriendo a la casa.

Este se tiro en el charco, y cerro los ojos, puso su brazo en la cara para que no me diera el sol y suspiro con cansancio.

Malditos escuincles murmuro.

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