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—¿Viste eso, Jennie?

—Lo vi claro, JungKook. Este pensamiento está provocando mucho miedo en todos... Nunca sabrás lo que pueden llegar a hacerte si descubren tu orientación sexual.

—Tae tiene razón. Tenemos que decirlo, Jen, dejemos esta tontería de la pareja falsa…

—¡Estás demente, Jeon! ¿Sabes lo que pueden llegar a hacernos?

JungKook alzó una ceja ante la respuesta de la más baja, haciendo que esta se quedara pensando un momento.

Ella misma lo había dicho, y ella misma lo estaba expresando.
Pero ellos eran los que tenían que cambiar, la sociedad nunca iba a dejar atrás ese pensamiento algo retrógrado.

—No es el momento, JungKook.

—¡Nunca lo es, Jennie! No podemos ocultarlo toda la vida.

—Tal ves sí. Jeon, todo el mundo es asesino hasta que se demuestre lo contrario. ¿Viste las noticias de hace una semana? Mataron a una chica sólo por ser feminista ¿Qué será para nosotros? Me da miedo.

El chico corrió a abrazar a la menor, quien comenzaba a llorar. Y lo peor es que era verdad.
Todos eran asesinos hasta que se demostrara lo contrario, tal y como dijo Jennie.
Nunca sabes qué es lo que pueden hacerte si es que no entras en sus Estándares y/o creencias.

—Vamos a estar bien, Jennie. No te preocupes. Todos estaremos bien.

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—TaeHyung, tenemos que hablar.

El castaño volteó asustado hacia su pareja, esa frase no le gustaba para nada.

El mayor le hizo una seña para que se sentara junto a él en el sillón, cosa que él de ojos castaños entendió y obedeció.

—No es nada malo. No te asustes.

TaeHyung suspiró aliviado ante aquellos palabras de su pareja.

—Entonces, ¿De qué quieres hablar, Kook?

JungKook lo miró con expresiones que ni TaeHyung (que lo conocía muy bien) podía descifrar.
Su mirada estaba llena de ¿Lástima? ¿Dolor? Un sentimiento que no podríamos definir ni describir.

—Hoy con Jennie descubrimos a Lia y a YeJi platicar sobre el miedo que tenían de salir del armario. Creemos que esto llegó a su límite.

—Hoy con Lisa también descubrimos a Hani y a Jeong-Hwa. Nos confesaron que tenían miedo a lo que pasaría si las descubrieran.

—Todos tienen miedo de salir del armario por creencias o por miedo a qué les podría pasar después. Esto tiene que parar.

—¿Crees que es momento de decirlo?

—Tal vez no decirlo, pero sí hacer algo para evitarlo.

—¿No lo diremos? ¿Entonces que caso tiene?

—Tae, no quiero perderte, y aunque está mal que lo pensemos, es la realidad; no sabemos qué nos pueden hacer, y no pienso arriesgar tu vida. Te amo y no sé qué haría sin ti.

—Yo también te amo, JungKook.

Ambos sellaron aquella promesa verbal con un beso.
JungKook de levantó del sillón mientras pensaba qué podía hacer para evitar pensar en la triste realidad y poder expresarlo con los demás.
TaeHyung se quedó pensando.

Iba a comentar una locura, locura que posiblemente le costaría la vida. Pero no podía ocultarlo más.

Si JungKook no lo diría, lo haría él.

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