Lisa y TaeHyung caminaban hacia la cafetería de universidad. Iban escuchando todos los halagos hacia ellos de sus demás compañeros, diciendo lo linda pareja que hacían, haciéndoles sentir incómodos a ambos.

—Me estoy hartando de esto, Lili. No me siento yo mismo.

—Te entiendo, Tae, pero es necesario. No sabemos lo que puede llegar a pasar si descubren nuestra sexualidad…

El castaño suspiró sonaramente. Lo odiaba, de verdad odiaba lo que la sociedad imponía ante los prejuicios.

Era absolutamente ridículo.

—¿Acaso piensan que no tenemos corazón?

—Lamentablemente no, TaeTae. Es algo que está impuesto desde hace mucho tiempo, no vamos a poder cambiar a la sociedad de un día a otro.

Se adentraron a un salón solitario, el cual amaban para pasar el rato en sus horas libres. Pero abrieron los ojos en grande cuando vieron a dos de sus compañeras besándose.

—Lo podemos explicar, lo juro.

—No es lo que piensan.

Hani y Jeong-Hwa, un período menores que ellos.
La pelinegra y el castaño sonrieron y se acercaron a abrazarlas, abrazo que ambas pelicafé correspondieron.

—No tiene nada de malo ser quien eres.

Comentó TaeHyung mientras acariciaba los cortos cabellos de Jung-A.

—¿No nos verán como bichos raros e irán a contarle a todo el mundo?

Preguntó una paniqueada Hani mientras se abrazaba a la cintura de su novia.
Lisa negó con la cabeza antes de que ambos se separaran del abrazo.

—Claro que no… Porque nosotros también tenemos miedo. Como ustedes.

Ambas menores los miraron y corrieron a abrazarlos mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

Era obvio que nadie quería ser homosexual en la sociedad coreana, pero no era una elección.

Tú eres quien eres y debes estar orgulloso, por más que tu sociedad sea la más cerrada de mente.

><>♡<><