🌈 Capítulo 3 🌈

JungKook se encontraba en una habitación, era negra, sin luz, sin nadie.

Era bastante fría, pero JungKook la sentía cálida, segura, donde nadie podía hacerle daño. Aquella habitación era silenciosa, no había nadie, sólo soledad.

Lo único que el pelinegro lograba escuchar era su respiración y los latidos de su corazón. Se sentía muy extraño, pero reconfortante a la vez.

Pero ese sentimiento desapareció cuando varias imágenes llegaron a su cabeza.

—¿Qué nos quieres decir, Kookie?

Preguntó la progenitora de JungKook, mientras se sentaba junto a su esposo.

—Mamá, papá… Bueno, creo que es el momento de decirles.

—¿Decirnos qué, JungKook? Tengo que irme al trabajo.

Regañó el hombre de la casa.

Suspiró un par de veces y se mentalizó cosas positivas, estaba seguro de que sus padres lo aceptarían y aceptarían su relación con TaeHyung.

—Mamá, Papá… Yo-Yo

Estaba inseguro, pero las palabras de TaeHyung llegaron a su mente, recórdandole que todo estaría bien.

—Yo… Soy gay. Me gustan los hombres, y estoy en una relación con TaeHyung.

Ambos señores, al contrario de lo que JungKook esperaba, se enojaron entre sí.

—¡Te dije que ese chico era mala influencia para nuestro hijo!

—¿Y qué querías que hiciera?

—Yo te cuidé como se debía, JungKook. Ese maricón te pegó esa cosa, ¿Verdad? Pues te alejas en este momento de ese tipejo. No te quiero volver a ver con él.

—¡Pero papá! Yo-

—Te educamos bien, JungKook. Te dimos comida, techo, estudios, ¡Te dimos todo! ¿Y así nos pagas? ¿Qué van a decir de la familia Jeon ahora? Arruinaste el apellido, Jungguk. No mereces si quiera tener el apellido Jeon.

—Mamá…

El pelinegro tomo las manos de su madre, con la esperanza de que ella sí lo apoyara, pero ésta sólo alejó sus manos, y comenzó a darle la razón a su esposo.

—Es verdad, JungKook. Te eduqué bien, debí alejarte de ese chico desde hace años, así no serías esa abominación.

Las lágrimas no tardaron en salir para el de ojos castaños, no era posible que su propia familia le estuviera diciendo esto.

—No te quiero en mi casa, JungKook. No te lo mereces.

—¡También tengo corazón, ¿Saben?! ¡Me entristece saber que tipo de padres tengo!

Réspetanos, JungKook, somos tus padres.

—¡Ustedes deben aprendan a respetar a las personas y a su orientación sexual! ¡Mejor para mí si me largo! ¡No quiero seguir siendo parte de la familia que se quedó en los 60's.!

Más lágrimas comenzaron a pasearse por las mejillas del menor. Sólo recordar aquello le dolía en el alma. Nadie más de su familia o amigos quiso saber de él por su orientación sexual, y era bastante triste.

A lo lejos pudo escuchar una voz conocida. Le decía que todo estaba bien, y que sólo tenía que ir con él. Era TaeHyung.

Se levantó del frío piso y comenzó a caminar hasta lo que parecía la salida, la cual brillaba en un lindo tono blanco.
Estaba a punto de salir cuando varias manos lo tomaron por todas partes, evitando así que evacue.

—Te matarán.

—Te señalarán.

—Te juzgarán.

—No tendrás futuro.

—No tendrás empleo.

—No le podrás dar una buena vida a Tae.

Todas esas voces que susurraban en sus oídos le parecían irritantes. Sólo quería ir donde TaeHyung, pero aquellos se lo impedían.

—¡TaeHyung! ¡Ayúdame!

Todo estará bien.

Volvió a escuchar.

—Tae...

—¡JungKook! Despierta, amor.

El más alto abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama de una, tocando su pecho, justo en la zona de su corazón. Volteo a ver a su novio y lo abrazó como si este lo fuera a abandonar.

—TaeHyung, no me abandones, por favor. No sé qué haría sin ti. No me dejes solo por favor.

—Siempre estaré contigo, cielo. Tranquilo.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. Te amo, Kookie.

—Yo mucho más, TaeTae. Gracias por estar en mi vida.

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