Lección 45
Cómo sentirse confundido
YoonGi bostezó con flojera en la mañana de aquel fin de semana mientras salía de la habitación envuelto en un cubrecamas grueso, su ceño estaba un poco fruncido mientras buscaba a JiMin con la mirada. No demoró en conseguirlo sirviendo una taza de café junto con su desayuno y caminó lentamente hacia él como un pequeño insecto siendo atraído a la luz más brillante de todas.
—Hey, me dejaste solo en la cama —se quejó con su voz ronca. JiMin levantó la mirada, parpadeando con curiosidad—, ¿cómo te atreves a dejarme solo a merced del horrible frío?
—Oh, lo siento —lo miró con algo de culpa.
—No, nada de "lo siento", ven a compensarlo —refunfuñó con su nariz fruncida.
El rubio soltó una risita y rodeó el bar de la cocina para abrazar a YoonGi y él escondió su rostro en su cuello en búsqueda del calor ajeno mientras se acurrucaba contra el robot con todo y cubrecamas. JiMin apoyó con suavidad su cabeza al lado de YoonGi y el mayor suspiró gustoso por haber sido correspondido.
JiMin siempre sabía qué hacer para hacerlo sentir querido.
—No quería despertarte —explicó su ausencia—, pensé que se hacía tarde y debía preparar el desayuno —le dijo casi como arrullo, un ligero deje de culpa pero de responsabilidad bailando entre sus labios y se oía tan real, tanto, que YoonGi no pudo evitar apretar un poco más a JiMin entre sus brazos en un ligero intento desesperado de quién sabe qué.
"Te quiero" murmuró en sus pensamientos de nuevo, quizás por milésima vez.
—Habíamos acordado quedarnos un rato más en la cama juntos —dijo con su voz quejumbrosa haciéndose más baja por la pena; se sentía un poco tonto al darse cuenta de lo que estaba haciendo, quejándose como niño pequeño que quiere ser llenado de mimos.
—Lo siento, podemos regresar a la cama cuando termine de desayunar, pero no por mucho tiempo —lo último lo dijo un poco rápido a sabiendas de que el hombre refutaría esa decisión.
Obviamente YoonGi la refutó, saliendo de su escondite para mirarlo con una expresión de sueño. JiMin entonces ladeó un poco la cabeza y YoonGi le siguió hasta que el rubio sonrió y él no pudo evitar sonreír igualmente.
—No podemos quedarnos a dormir porque tenemos planes para hoy —le dijo el menor como recordatorio, sus manos subiendo a su cabeza para acariciar su cabello.
—¿Tenemos planes para hoy? —preguntó YoonGi un poco confundido al respecto, sus ojos medio cerrados a consecuencia de los mimos.
—Sí, Yoonie —le dijo mientras el hombre hacía un puchero—. Hoy debemos ir a buscar la ropa a la lavandería, luego iremos a casa de HoSeok Hyung porque nos invitó a pasar la tarde y... ¿NamJoon Hyung no ha llamado?
YoonGi se encogió de hombros, no había revisado su bandeja de entrada pero sabía que no había llegado ninguna llamada del hombre.
—Pues no —le dijo.
—Bueno, él había dicho que nos llamaría luego, pero no lo ha hecho, ¿no te parece extraño? —ladeó un poco su cabeza y miró al otro con curiosidad.
—Ni idea, la verdad no me molesta —bostezó y volvió a abrir sus ojos cuando las caricias se detuvieron, su mirada se encontró con la de JiMin y sin dudarlo lo abrazó con cariño de nuevo—. Debe haber sido algo realmente importante para que desapareciera así, seguro sigue ocupado con eso —explicó para que JiMin no se preocupara demasiado y lo apretujó un poco más.
—¿No quieres llamarlo? —el pelinegro lo pensó seriamente y siendo honesto consigo mismo, no estaba muy emocionado en ver a NamJoon ya que lo relacionaba con la inminente ida de JiMin de su vida.
Sin embargo, no podía negar que le daba un poco de curiosidad todo lo que había ocurrido en la cafetería aquel día, así como pensaba en cómo podría llegar a un acuerdo con el hombre con respecto a JiMin. Quizás podría comprarlo, después de todo JiMin no era el resultado final de los robots que KimTec planeaba hacer, así que valía la pena intentarlo de todos modos.
Cuando el desayunó terminó, YoonGi se fue a su habitación con la explicación de que trataría de llamar a NamJoon y a pesar de que JiMin insistió un poco en estar con él, igualmente se quedó en la sala de estar para esperarlo. El rubio no estaba seguro de por qué el hombre necesitaba privacidad, pero YoonGi realmente no quería tener una conversación de ese estilo frente a JiMin, es decir, hablar sobre él como si fuera un objeto y decir cosas como "comprarlo" sonaba un poco brusco. Igualmente, el plan no era ir en ese mismo instante a hablar con NamJoon sobre ese tema, sólo iba a tantear el terreno y ver qué opinaba al respecto.
YoonGi intentó conectar la llamada un par de veces sin mucho resultado, pero cuando estuvo a punto de desistir al respecto, el hombre contestó. Un holograma bien detallado de NamJoon se mostró sobre el celular, en su rostro reinaba una expresión de cansancio y su cabello ligeramente despeinado le daban un aire desordenado que jamás había visto en él desde que lo conoció, lucía un poco desesperado, quizás demasiado agotado. YoonGi no pudo evitar fruncir sus cejas un poco y sentirse arrepentido por hacer esa llamada.
—¿YoonGi?
—Ah... lo siento, creo que no es buen momento —fue lo primero que dijo, pero NamJoon negó con la cabeza, suspirando.
—No, estoy libre ahora, sólo... —pasó una mano por su rostro, peinando su cabello hacia atrás mientras parecía sentarse en algún lugar—. Dime, ¿qué sucede? ¿Quieres hablar sobre la próxima reunión?
YoonGi apretó un poco sus labios en incomodidad, el aura del hombre no lo hacían ver en su mejor condición y no se sentía correcto agregar alguna otra preocupación a su lista hablando sobre el rubio. El tema de JiMin podría tocarlo en otro momento.
—Sí... uh... —dudó—. Realmente era para saber cómo estabas —el hombre lo miró con algo de confusión—. Ese día te fuiste muy rápido, parecía haber sido algo muy malo, entonces... sólo quería saber si todo estaba en orden —de alguna manera sentía que se estaba metiendo en algo que no le incumbía—. JiMin preguntó por ti también así que...
—Oh... —NamJoon sonrió ligeramente—. Bueno, las cosas no están en orden pero... pero creo que de alguna manera están bien —YoonGi no entendió eso y NamJoon pareció darse cuenta de lo extraña que sonaba la frase ya que se rió con una voz cargada de agotamiento—. Es decir, sí, hay algo muy grande sucediendo ahora mismo y creo que me estoy volviendo loco, pero de alguna manera me siento... aliviado —decía un poco más lento—. Es algo difícil de explicar —agregó.
—Entiendo... —pronunció, aún estaba un poco confundido, pero suponía que el hecho de que el hombre le hablara con tan pocos detalles significaba que realmente no iba a hablar de eso con él—. Espero que las cosas mejoren pronto —consoló lo mejor que pudo, dejando la incomodidad de lado.
—Gracias —le sonrió sincero—. ¿Cómo está JiMin?
—Bastante bien, ¿quieres hablar con él?
A YoonGi le pareció bastante extraño que NamJoon negara con la cabeza; después de tantas veces en las que el hombre se había visto demasiado curioso con ver lo que hacía su creación, llevándolo al punto de ir él personalmente a corroborar su avance, esa negativa dejó un poco descolocado a YoonGi.
—No estoy seguro de que sea una buena idea —Min quiso preguntar por qué, pero no lo hizo—. Por otro lado, voy a aprovechar esta llamada para decirte que no creo que pueda ir a la siguiente reunión.
Ahora las cejas de YoonGi se fruncieron un poco más en duda.
—¿Por qué? —preguntó, esta vez estaba genuinamente sorprendido.
—Bueno... han ocurrido muchas cosas y no creo estar libre para entonces... —explicó vagamente—. Creo que enviaremos a alguien más y... —su mirada se desvió, sus ojos se fijaron en alguien que seguro había hecho acto de presencia fuera de la llamada y los murmullos de fondo lo confirmaron—. Dame un segundo... —le dijo a la persona antes de regresar su vista a YoonGi—. Bueno, gracias por llamar. Lo siento por irme así, pero debo regresar a trabajar —le dijo con algo de pena.
—No te preocupes, esas cosas pasan —le dijo con calma, esperando sonar como un ligero consuelo. El hombre quizás no le agradaba del todo, pero él no iba a comportarse como un desconsiderado si lo veía tan decaído.
NamJoon parecía haberse levantado de donde estaba, un suspiro de cansancio saliendo de entre sus labios.
—Ha sido lindo hablar con alguien que no fuera un doctor, gracias por eso YoonGi —le sonrió y YoonGi apretó sus labios en una sonrisa torcida.
—No hay de qué, quizás llame pronto de nuevo —agregó.
—Estaría bien, gracias de nuevo —asintió—. Si no te contesto las primeras dos veces es probable que no sea un buen momento, aparte de eso, una conversación siempre es bienvenida —le dijo, mirándolo con ojos agotados—. Hasta luego.
—Hasta luego —se despidió y colgó, sus ojos mirando fijamente el aparato luego de que el holograma desapareciera.
Su cabeza formuló cientos de preguntas en ese segundo, muchas podían ir dirigidas al aura que cargaba, al hecho de que se viera tan agotado, incluso al hecho de que no iría a la próxima reunión, pero había una duda que estaba brillando fuertemente en la mente del hombre, una que lo descolocó más que el hecho de verlo de esa manera y que hacía sonar un sinfín de alarmas en el pecho ansioso de YoonGi.
—¿Doctor? —preguntó al aire, sin entender qué significaba lo que acababa de escuchar.
No estaba seguro de lo que aquello significaba, tampoco si debería darle demasiadas vueltas, si bien podría tener una explicación bastante sencilla también podría tener un gran trasfondo que inevitablemente ponía nervioso a YoonGi.
¿Qué estaba sucediendo?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top