Lección 21
Cómo cuidar de un niño
JiMin miró al pequeño a los ojos, sus redondos orbes estaban fijos en los del rubio y su sonrisa pequeña estaba formada en sus labios, parecía como si estuviera admirando una obra de arte con sumo detalle, o como se pensaría desde las perspectiva de un niño: un gran y enorme juguete al que le podía sacar todo el provecho posible. En ese momento, JiMin hizo una mueca con los labios, sin saber qué tipo de reacción debía tener ante la mirada del niño.
—Pero... —levantó la cabeza hacia el mayor, viendo como YoonGi se colocaba la chaqueta gruesa perfecta para el clima que estaba empezando a bajar en la ciudad—, yo no sé cuidar niños.
YoonGi miró a JiMin de inmediato, el robot no supo cómo interpretar la expresión que este le dedicó, por lo que se mantuvo mirándolo con una cara de confusión que habrían hecho reír a YoonGi si fuera en otro momento.
—¿Qué? —HoSeok detuvo todo movimiento cuando escuchó al robot, fijando su mirada en YoonGi—, ¿no dijiste que tenía una aplicación de niñera? —encaró a su amigo, mirándolo con reproche.
—Tranquilo —respondió de inmediato, su pequeña mentira descubierta—, JungKook estará bien, el niño es muy inteligente —su amigo frunció un poco el ceño—. Ya Seok, no es la gran cosa, JiMin es seguro. Aparte, ya le borré ese pequeño chistecito que se te ocurrió hacer el otro día —enarcó una ceja mientras su amigo lo veía con duda, tratando de no reírse por el recuerdo de lo que ocurrió.
—No me has dicho cómo resultó eso —enarcó una ceja.
—Cállate.
Jung se rió.
—Igualmente, JiMin es un robot que no tiene aplicación de niñera —comenzó—, ¿sabes lo que me haría Tae si se entera? —lo miró casi con desesperación, el pelinegro hizo un ademán con su mano.
—Pues no tiene que enterarse —dijo sin complicarse mucho, y Jung entrecerró los ojos—. Además, si TaeHyung se entera diría algo como "¿por qué no me llevaste a conocerlo? Ah HoSeok eres tan cruel, debes preferir a JungKook sobre mí" —explicó aburridamente mientras imitaba la voz del susodicho, retomando su camino hacia la puerta principal.
HoSeok se quedó unos segundos en silencio y mientras YoonGi abría la puerta, su amigo suspiró.
—Lo peor de todo es que es exactamente eso lo que él diría —confesó y miró a JiMin con resignación—. No lo dejes comer dulces en exceso, no dejes que se lastime, ni lo lastimes, si algo le pasa terminaras hecho pedazos, ¿bien? No es nada personal.
JiMin asintió rápidamente, entendiendo que lo que había dicho el contrario era una amenaza y Jung se acercó para besar la frente del niño como despedida.
—Hasta luego, papá —movió su pequeña mano.
—Hasta luego, bebé —lo despeinó un poco, sonriendo—. Ya sabes que hacer en caso de emergencia —el niño asintió y levantó su pequeña muñeca derecha en donde reposaba un brazalete capaz de llamar a emergencias si era necesario—, muy bien.
—¿Se van a ir ya? —preguntó el robot con el entrecejo fruncido en preocupación, viendo como la puerta de la casa era abierta por YoonGi.
—Ya te lo dije JiMinnie, sólo tienes que cuidar a Kookie mientras Seok y yo salimos un rato, estarás bien, me cuidas bien a mi..
—Pero... —lo último que vio fue a YoonGi sonreírle completamente confiado antes de que cerrara la puerta.
[🐰]
El rubio había estado jugando con él unas cuantas horas a diferentes cosas, jugaron a las carreras con autos, peleas con espadas hechas de cartón y al caballito justo ahora, el niño estaba sorprendido ya que su papá se cansaba muy rápido y JiMin seguía exactamente igual a como había estado hacía horas.
—¿Aún no se cansa? —preguntó mientras estaba montado en la espalda de JiMin.
—No puedo cansarme, puedo jugar todo lo que quieras —le sonrió, dando brinquitos.
—Pero así no es tan divertido —dijo con un puchero y se bajó de la espalda del rubio, JiMin se giró para verlo y preguntarle a qué otra cosa quería jugar, pero el niño se adelantó—, es gracioso ver cómo papá Seok se queda dormido.
—Oh, ¿quieres que me vea agotado? —se sentó frente al menor para estar a su altura—. Puedo imitar jadeos y hacer parecer como si me estuviera quedando sin aire.
JungKook pareció pensarlo seriamente hasta que se le ocurrió una idea.
—¿Puede hacer todo lo que le pida?
—Puedo hacerlo, si entra en mis capacidades.
—Humm... ¿puede volar? ¿Cómo Iron Man? —cerró sus puñitos con entusiasmo y dio unos cuantos brinquitos.
—¿Quién es Iron Man? —ladeó su cabeza en duda, JungKook lo miró con sorpresa.
—¿No sabe quién es Iron Man? —JiMin negó—. ¡Es el mejor superhéroe del mundo! Puede disparar lásers, disparar misiles, puede volar y puede hacer pedazos a los hombres malos —movió sus puños como si estuviera golpeando a alguien—. ¿Puede hacer algo como eso?
JiMin procesó la pregunta.
—No puedo volar, tampoco puedo disparar misiles, mucho menos puedo hacer pedazos a una persona, eso estaría mal —el niño hizo un puchero—. Lastimar a las personas no está en mi código.
—¿Tampoco puede intentar volar? —preguntó ahora un poco desilusionado.
—Aunque lo intente no podría, no tengo propulsores o cohetes —explicó—, ni gasolina, ni nada como eso.
—Parece una persona común... —se cruzó de brazos.
—Sí, ese es el fin de mi diseño.
El pelinegro también se sentó frente a él.
—El punto de su diseño es aburrido... —le dijo con sinceridad—. ¿Por qué lo hicieron así?
—A mí me hicieron para estar con las personas —explicó.
—¿Por qué?
—Para ayudarlos en lo que necesiten —explicó—. Pero mi base de datos no tiene suficiente información como para relacionarme con ellos correctamente, tampoco estoy seguro de cómo se supone que deba cuidar a un infante. Aun así, espero estar haciendo un buen trabajo —le dijo, el pequeño pensó que el rubio hablaba muy raro, pero le pareció gracioso— ¿Y tú sabes por qué te hicieron así? —ladeó la cabeza, JungKook imitó la acción y se miró el cuerpo completo.
—No —soltó y miró al rubio—, pero papi TaeTae siempre dice que cada humano tiene una razón de existir... uh, su propósito en la vida es... "buscarla y divertirse en el camino mientras lo haces" —sonrió después de citarlo, porque seguramente su papi estaría orgulloso de lo que dijo.
—Pero... —JiMin analizó las palabras del niño—, yo desde mi creación sé para qué sirvo.
—Entonces esa es la diferencia entre usted y los humanos —razonó JungKook, dándole un par de palmaditas en las piernas como una especie de consuelo.
—¿Y la gran cantidad de materiales de los que estoy hecho?
—Sí... —lo pensó unos segundos, colocando su mano sobre su mentón—, eso también lo diferencia de nosotros. Aunque si existiera una persona mitad robot, tendría cosas en común con usted y con los humanos —agregó.
—Ya veo... —miró hacia el suelo, recopilando toda la información que había recibido del infante.
Kookie se inclinó hacía delante con curiosidad, detallando los rasgos finos del rubio.
—Usted es mucho más interesante que mis otros juguetes —JiMin miró al pequeño pelinegro, él no se consideraba un juguete, era más avanzado que eso—, también que mi "perro", papi sólo lo compró porque sabe que no se morirá.
—Pero eso es lo bueno, así no te quedas solo —razonó JiMin.
—No es lo mismo —se encogió de hombros, tomando un carrito entre sus manos y tocándolo con curiosidad.
—No te entiendo.
—No sé cómo decirlo... —frunció un poco su ceño—. Los animales y las personas son reales, los robots no, se siente diferente —dijo simple, pensando que con eso era suficiente.
—¿Diferente? —lo miró con curiosidad.
—Sí, porque las personas están vivas, los robot no están vivos —se encogió de hombros, haciendo rodar lejos al pequeño carrito.
—Supongo que tiene sentido —y JiMin miró sus manos artificiales con detalle.
Su expresión se tornó confusa porque se suponía que debía ser lo más real posible, se empeñaba en reaccionar como lo haría una persona normal y en interpretar lo que los demás expresaban, ¿entonces aun así, las personas pensarían que es falso? Aún si fuera la copia perfecta de una persona, ¿los demás lo verían como "algo" y no como "alguien"? Su razón de existir estaba puesta en prueba por cómo lo veían los demás, por lo que, ¿todo eso era en vano?
De repente, una especie de gruñido resonó suavemente y JiMin vio como el pequeño se tocaba el estómago con su mano derecha, reacción que captó enseguida.
—Tienes hambre —se levantó y el contrario también lo hizo.
—Sí... ¿Qué sabe cocinar? —levantó su cabecita para poder ver al robot y este le sonrió como respuesta.
Quizás JiMin no podía volar, pero algo bueno sacó de los programas de cocina.
[🌃]
—Te dije que no sería la gran cosa —le comentó una vez estuvieron frente a la puerta.
Eran las ocho de la noche, TaeHyung había terminado de trabajar y HoSeok tenía que regresar a casa.
YoonGi se sentía realmente satisfecho, el plan de la salida había sido porque quería compensar todas las veces que su mejor amigo lo ayudó monetariamente, además que le pagó en efectivo todas las deudas que tenía con el mismo. HoSeok se empeñó en decir durante toda la velada que no era necesario, pero YoonGi insistió por lo que su mejor amigo estuvo sonrojado toda la noche.
Tampoco iba a negar que la cena y la visita a un bar que solían visitar fueron realmente divertidas, ambos la pasaron bien como en los viejos tiempos y se olvidaron de todo un rato.
—Sí, sí, admito que estuvo genial, pero te mataré si algo le pasó a JungKook —lo miró con un rostro que se veía que no lo decía tan en serio, al menos porque estaba seguro de que nada malo había sucedido o eso esperaba.
—Estuve viviendo con JiMin dos meses, ¿crees que no sabría si fuera peligroso? —dijo con confianza y abrió la puerta de la casa.
Una vez entraron, se encontraron con las luces apagadas y caminaron cautelosamente por el lugar hasta que llegaron a la sala y vieron la televisión encendida, había varios platos de comida alrededor y el pequeño JungKook estaba recostado sobre el pecho de JiMin, ambos yacían acurrucados sobre el sofá. El rubio era el único despierto y cuando cruzó miradas con la de YoonGi, pintó una sonrisa en su rostro.
—Hey —lo saludó YoonGi, JiMin lo saludó moviendo su mano y seguidamente puso su dedo índice sobre sus propios labios.
—Shhh~ —el pelinegro asintió.
—Supongo que hiciste un buen trabajo, JiMin —HoSeok se acercó al niño y lo cargó, recostando su cabeza sobre su hombro. El pequeño no hizo más que murmurar cosas sin sentido—. Es hora de irnos, Kookie.
YoonGi miró divertido como un niño relativamente grande era cargado como un bebé, no se sorprendía en absoluto de que el mocoso fuera un mimado.
—Todas las cosas de Kookie están en su mochila —dijo JiMin, HoSeok le sonrió en agradecimiento y se colgó la mochila en el hombro libre.
—Ah... ChimChim —el pequeño extendió su manito hacia el rubio, abriendo y cerrando su puño—. Vámonos a casa...
—HoSeok, tienes que sentarte un día con tu hijo y hacerle entender que JiMin no es suyo, ¿está bien? —sonreía mientras JiMin se despedía del infante, tomando su mano y moviéndola de un lado a otro.
—Sí, sí —separó al niño del rubio y este empezó a murmurar más cosas, se avecinaba el llanto del pequeño—. Me voy, no quiero que explote frente a ustedes, ¡adiós~! —se fue lo más rápido que pudo y lo último que se vio fueron los ojos llorosos de Kookie.
Se quedaron solos y al instante JiMin empezó a recoger lo que había alrededor.
—Perdón por el desorden, lo arreglaré ensegu...
—Tengo sueño JiMin, ¿tú no? —bostezó y se quitó la chaqueta para dejarla sobre el sofá.
JiMin hizo una mueca. Al principio (y como de costumbre) estuvo a punto de decirle YoonGi que no era posible aquello, pero pensó en la pregunta unos segundos más y, teniendo en cuenta que había estado junto con el pequeño todo el día mientras lo cuidaba y hacía todo lo que le pedía, se supone que debería estar agotado, ¿cierto?
El mayor en ese momento se dio cuenta de la tontería que había soltado, pero antes de arrepentirse, JiMin soltó un bostezo y se estiró. El pelinegro juraba haber podido escuchar los huesos del rubio tronar.
—Sí, Hyung, estoy muy cansado —se acercó a YoonGi quien lo miraba con sorpresa y tomó su muñeca para ambos encaminarse al cuarto—, vamos a dormir —canturreó con una perfecta voz cansada, como si se estuviese muriendo de sueño.
YoonGi no entendió bien lo que pasaba, pero sonrió y ambos compartieron una tranquila noche.
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