capitulo 57

Capítulo 57

Caminaba por una especie de valle. Todo era extremadamente verde. Miró al suelo y vio sus pies descalzos, sintiendo cada roce del césped en su piel. Suspiró y dejó que la brisa la envolviera de pies a cabeza, sacudiendo su cabello, y cosquilleándole cada centímetro de su piel. El sol se imponía en todo su esplendor. Todo lucía tan perfecto, deseaba quedarse para siempre allí. Se sentó en el césped, dejando que su hermoso y delicado vestido reposara con ella. Dirigió su vista al cielo, inspiró el aire puro y se lanzó de espaldas, acostándose y cerrando los ojos. No tenía la menor idea que hacía ahí, pero le gustaba el lugar.

-_______ -una voz muy familiar la sobresaltó. Abrió los ojos aunque no veía demasiado con el sol. Puso su mano cubriendo la fuerte luz del astro. Ojos verdes y cabello rizado. Sonrió como una niña pequeña, se puso de pie y se lanzó sobre él. Sus labios se encontraron en ese instante.

-¿Dónde estabas? –preguntó ella riéndose. Harry sonrió pero no respondió -¿y adónde estamos ahora?

El muchacho le regaló otra dulce sonrisa, y la rodeó con sus brazos.

-Quisiera estar aquí para siempre… -susurró ella.

-Debo irme –murmuró él soltándola y levantándose.

-¿Dónde vas Harry? –preguntó desconcertada –Harry… -susurró viéndolo desvanecerse entre la luz solar y el bosque.

Despertó agitada. Miró a su alrededor, estaba en la habitación de Harry. Respiró y sintió el alivio correr por sus venas. Pero de pronto, todo ese alivio se fue al recordar lo que había pasado con Rob y Harry. Se levantó de golpe, pero un mareo la dejó de nuevo en la cama.

-Dios… -susurró. Las náuseas se apoderaron de ella. Se tumbó en la cama y respiró profundamente.

Luego de un rato, logró levantarse y caminó hasta el pasillo. Antes de bajar las escaleras, sintió ruido abajo. Voces.

-Quizás debemos llevarla otra vez al hospital. –la voz de un muchacho. Quizás Zayn.

-No sé, el doctor dijo que el shock a veces había durado semanas. Hoy cumplirá dos días así. –esa voz era inconfundible. Su mejor amiga, Jess.

-Además, puede que la mejor opción para ella en este momento sea esta. ¿De qué sirve que esté despierta con todo lo que está pasando? –preguntó Liam. Sí, su voz también le era familiar.

-En algún momento sabrá que Harry… ya saben –musitó Louis sonando algo molesto.

-¿Qué Harry qué? –ella bajó justo en ese momento exigiéndoles que hablaran. Todos callaron. Solo Jess atinó a pararse e ir a comprobar si su amiga seguía del todo bien –Estoy bien, Jess –dijo fríamente -¿Qué pasa con Harry? ¿Está bien?

-Harry… -todos se miraron cuando Liam quiso hablar. Pero la voz no le salía.

-Harry está en coma, ______ -dijo Louis finalmente. Todos lo miraron en silencio. _______ sintió el pecho apretado. ¿Realmente era cierto? Sintió que se desvanecía otra vez, pero luchó contra eso. No, necesitaba estar consciente, necesitaba ver a Harry.

Tomó su bolso y corrió. Los chicos se pararon para seguirla, Louis la detuvo de inmediato.

-No sirve de nada que vayas ______, Harry no tiene visitas en este momento –murmuró Louis. ______ lo miró directo a los ojos. El color azul de sus ojos estaba acompañado de un color rojo alrededor de ellos. Louis había estado llorando.

-Lou… -susurró -¿qué tan malo es?

Louis la observó por un momento y tomó una gran bocanada de aire. Miró a ______. La adorable y bonita novia de su amigo. Sus ojos marrones llenos de lágrimas esperaban por la respuesta. Lo peor, es que el no podía darle una respuesta que le devolviera en cierta forma la esperanza. Los pronósticos eran terribles. Era un milagro que hubieran reanimado al muchacho cuando llegó sin signos vitales al hospital, era milagroso que estuviese vivo.

-Harry… está mal _____ -dijo por fin. Sintió otra vez aquel maldito nudo en la garganta. –es un milagro que respire.

______ soltó el brazo de Louis, y cerró fuertemente los ojos. Su mano fue a su boca, como si quisiera gritar y contener el grito. Miró a Louis, a quien se le habían cristalizado los ojos. Las cosas no se veían para nada bien.

Finalmente el muchacho se acercó a ella y le ofreció sus brazos. ______ se lanzó sobre su amigo, y lo abrazó, lanzándose a llorar. Louis la abrazó con fuerza, ambos compartían el dolor. Él, tenía miedo de no volver a ver a su mejor amigo con vida, y ella de no volver a besar a su novio otra vez. Louis y _____ se habían hecho buenos amigos, pero nunca habían tenido algún contacto más que saludos cordiales. Era la primera vez que lo abrazaba. Realmente se sentía bien, era uno de sus mejores amigos.

-Gracias… -susurró ella –necesitaba eso. –ambos se sonrieron unos segundos. Louis abrazó a _____ y entraron a la casa de Harry. Quizás era mejor ir al día siguiente y calmar un poco su ánimo.

Llamó a su padre y le contó lo que había sucedido. No pudo evitar sollozar pegada al teléfono mientras le contaba lo que estaba pasando en su vida y la de su novio. Su padre prometió viajar lo más pronto posible. Debía estar con ella. Así que ____ se dispuso a buscar apartamento esos días, por lo menos para alojar a su padre y su hermana.

A la mañana siguiente, se levantó con un ánimo terrible. Las pesadillas no la habían dejado en paz. Se encontró con Anne en la cocina, quien lucía peor aún. Sus ojos estaban hinchados, mezcla de no haber dormido nada y de el llanto, y su aspecto cansado era imposible de ocultar. Estaba también Gemma, la hermana de Harry, quien tomaba un café sin mirar nada más que su taza.

-Buenos días –apenas murmuró _____. No tenían nada de buenos.

-_______ -susurró Gemma. Se levantó y abrazó a su cuñada. _____ sintió que se lanzaría a llorar otra vez, pero no era el momento. -¿Cómo estás?

-Normal –susurró. Gemma asintió, comprendiendo enseguida. -¿y tú?

-Normal –musitó. Ambas sonrieron. _____ fue y le dio un cálido abrazo a Anne. La mujer sonrió, aunque la felicidad no llegó a sus ojos. _____ intentó sonreír también.

-¿Y a qué hora llegaron? –preguntó ______.

-Hace media hora –dijo Gemma. –No podía venir sin saber nada de Harry.

-¿Y qué ha sucedido? –preguntó _______.

-Nada, todo sigue igual. –musitó la muchacha. –bueno, según el médico, existen algunos estímulos a los que responde, por lo que no es un coma del peor grado. Es posible que despierte, aunque el riesgo de muerte sigue ahí –lo último fue solo un susurro –además… dijo que por el golpe en la cabeza que se dio contra el cemento, se había producido un traumatismo, que estaba entre el nivel moderado y grave. Solo un 6% aproximadamente de los pacientes que tienen un TEC grave se recuperan –Anne había salido de la cocina, no quería seguir escuchando. –y hay posibilidades altas de secuelas.

______ asintió. Todo parecía volver a darle vueltas. La culpa se la comía desde dentro hacia afuera. No podía creer que Harry estuviera luchando contra la muerte por lo que había sucedido, por ella.

Ese día lo dedicó completamente a la búsqueda de un apartamento. El ánimo no la acompañaba, y todo parecía desagradarle. Finalmente, le llamó la atención uno que estaba en el cuarto piso cerca del centro de Londres. Desde la ventana del dormitorio principal, se veía el London Eye.

El trato estaba hecho. Ese era su apartamento.

Volvió a casa de Harry. Gemma se había ido al hospital otra vez. Anne estaba durmiendo, así que lo mejor era por fin ir a ver a Harry. Tomó las llaves del auto de Harry, y manejó hasta el lugar. Llegó a la recepción y consultó por el nombre de su novio.

-Cuarto piso –dijo la mujer. Ella asintió y fue hasta allí. En la sala de espera, estaba Gemma charlando con Zayn y Louis. _____ los saludó.

-Aún quedan unos minutos de visita _____, ve enseguida. Ese pasillo –indicó. –dile al gorila que cuida que eres su prometida.

La muchacha caminó y le dijo al guardia que era la prometida de Harry Styles. Le indicó la habitación y ella se internó por el vacío y frío pasillo. Una sensación extraña le recorrió el cuerpo. Miró el número de la habitación y entró, tomando una gran bocanada de aire.

Creyó haberse equivocado de habitación. Pero miró unos segundos a la persona que estaba rodeada de tubos y máquinas, y efectivamente era su novio. Pitidos y ruidos constantes de las máquinas llenaban el ambiente. En la boca de su novio, habían dos tubos largos que conectaban a otra máquina, además de todos los cables de su brazo y su pecho. Su cabeza estaba vendada. La manta le llegaba hasta el abdomen, donde podía ver otra venda que probablemente era la que cubría la herida del cuchillo. Un chillido se escapó de sus labios al ver a Harry. Se acercó con temor a él. Su rostro tenía muchos cortes, más de los que recordaba de la noche en que todo pasó.

-Harry… -susurró. No pudo evitar llorar. ¡Todo era su culpa! Si Harry… si el llegaba a morir, ella no se lo perdonaría jamás. Probablemente se suicidaría o algo así. No podría vivir con el remordimiento. Acarició los dedos del muchacho con suavidad. Los latidos del corazón del rizado eran registrados por una máquina que hacía un horrible pitido. –no puedo creer lo que te hice…

Miró otra vez su rostro. Moratones a lo largo de su piel. No, no se lo perdonaría.

Salió corriendo del lugar. Sintió la voz de Lou y Zayn llamarla, pero corrió.

Era peor de lo que esperaba. Nunca creyó que ese golpe en la cabeza fuese tan grave. Más que la propia herida. Si Harry vivía, podría tener secuelas. Eso significaba… quizás perderlo en otro sentido. Nadie sabía. Era un pronóstico complicado.

Estacionó el auto en frente de la casa de Harry y se echó a llorar, apoyándose en el volante. El dolor desgarrador del pecho comenzaba a expandirse. Su pecho se agitaba al intentar respirar después de cada sollozo.

-¿Por qué? –susurró. –Harry… No quiero que se muera –hablaba consigo misma en voz alta -¡No puede irse! ¡No puede dejarme sola! –apoyó la cara en el volante, dejando que las lágrimas humedecieran su rostro. Sus manos temblaban. No podía concebir que después de todo, tuviese que seguir sufriendo. Salió del auto y entró corriendo a la habitación de Harry. Sacó una camiseta de su armario y se abrazó a ella. Olía a él. Respiro su aroma, mientras la mojaba con sus lágrimas. Se sentó en el suelo a llorar. ¡Era tan injusto! Quería a Harry, lo necesitaba.

Cerró los ojos. Casi podía sentirlo allí, como siempre. Abrazados en su cama, charlando tonterías. Apoyó su mejilla contra la camiseta.

Harry podía salir de esta, podía. Eso era lo único que podía creer. Lo único que necesitaba creerse.

Se lanzó a la cama y se quedó profundamente dormida. La camiseta permaneció junto a ella todo el tiempo. No, no era hora de un adiós. No podía ser hora del adiós.

Abrió los ojos y se encontró con la mirada de Gemma.

-¿Quieres que te traiga desayuno? –preguntó la muchacha. _____ negó –debes comer algo cariño…

-No tengo hambre… -susurró ella. Cerró los ojos y las lágrimas otra vez corrieron por su rostro. Gemma se acercó y le dio un abrazo. La muchacha sollozó como una niña pequeña.

-Lo sé cariño, también me siento así –susurró Gemma –pero él saldrá de esta, lo hará. Mi hermano es más fuerte de lo que parece.

-Es mi culpa –sollozó fuertemente –yo tengo la culpa de esto.

-¡No! Claro que no _____, fue ese bastardo. La policía ya lo tiene -_____ sintió una pizca de alivio. Pero aún asi, Gemma no sabía toda la historia.

-Pero lo hizo por mí… -susurró ella. Gemma frunció el ceño –Harry quería matarlo.

-Aún no entiendo ¿por qué? –los ojos azules de la chica la miraron profundamente. _____ suspiró.

-Él… -recordar eso le partía más el corazón –ese hombre abusó de mí. –Gemma abrió los ojos de par en par. Primero intentó digerir la información, para luego abrazarla con fuerza.

-¿Le dijiste eso a la policía? –ella negó –ahora iremos allá y lo haremos. Se pudrirá en la cárcel.

Gemma la llevó hasta la policía junto con su madre. Anne se enteró de toda la historia. No dijo nada, pero su rostro denotaba lo mucho que repudiaba a ese hombre.

La declaración tardó un par de horas. Quedó hecha la denuncia. Lo que probablemente agravaría la infracción.

Fueron al hospital, pero nada parecía cambiar. El pasar de los días era igual, aunque los doctores decían que las cosas mejoraban un poco, Harry seguía en coma. Eso comenzaba a desanimar a todos.

El padre de _____ llegó un par de días después. Su hermana estuvo con ella, intentó hacerla comer, pero solo consiguió que tomara un sorbo de café.

Días después, su madre fue a visitarla. Ella la mandó al demonio, sin escuchar los ruegos de perdón que ella casi gritó en la calle. Quizás era muy tarde para pedir perdón.

Algunos días se la pasaba en su cama, mirando el techo. Nicole, su hermana intentaba distraerla. Pero claramente nada funcionaba. Comenzó a perder peso rápidamente. No comía casi nada, y se la pasaba durmiendo, ya casi ni iba al hospital, todo seguía igual.

Un Martes por la mañana, recibió una llamada de Gemma.

-¡_______! –sonaba desesperada –ha habido un cambio.

Esa palabra bastó para que en menos de veinte minutos estuviera allí. Al parecer Harry había respondido a más estímulos. Pero no se le permitían visitas.

Una pizca de esperanza. Era todo lo que necesitaba. El brillo en sus ojos volvió lentamente. Visitaba a Harry a diario, estaba cinco minutos nada más, pero todo valía. El rostro del muchacho lucía mejor, las heridas desaparecían poco a poco.

El 21 de Marzo, el día de la entrada a la primavera, _____ visitó a su novio, quien tenía visitas más largas. Los chicos no estaban, pues se habían tomado un día para ellos, luego de que durante casi dos meses estuviesen día a día con Harry. La herida de Harry estaba casi cien por ciento curada, su costilla rota estaba a medio camino. Solo quedaba que su cerebro se recuperara, aunque las probabilidades seguían siendo bajas. A pesar de eso, ya no salían tubos de su boca, solo permanecía con un respirador de mascarilla.

-Amor, he terminado de decorar nuestro apartamento –susurró ella mientras se sentaba en un banquito junto a él. Le tomó la mano con cuidado –creo que te gustará. Además, la vista en la noche desde nuestro dormitorio es hermosa… -se quedó callada unos minutos. –¿Sabes quien fue a visitarme otra vez? Mamá… bueno, esta vez le di 5 minutos. ¿Puedes creer que se arrodilló a pedirme perdón? –Se rio irónicamente –bueno, ahora que su *beep* ex novio está siendo enjuiciado por violación e intento de homicidio se da cuenta de lo que sucedió. –silencio otra vez. Miró a Harry. Sus rulos ahora estaban cerca de sus ojos, aunque una parte de su cabello estaba bastante corta. El lugar del golpe. –dios, deberías volver pronto a casa. Sé que tu mamá te llevara con ella hasta que estés bien, pero no puedo esperar a que estemos juntos. Además Gemma se encargó de comprarte una Xbox para nuestro apartamento. Dijo que probablemente estarías muy feliz. Además, tu colección de discos está con nosotros. Sé que te hará inmensamente feliz. –Le tomó la mano otra vez. –Te amo mi amor… vuelve pronto ¿quieres? –cerró los ojos. Todo había cambiado un poco, ella dejó de culparse, intentó ser positiva aunque los médicos no daban tan buenas expectativas luego de dos meses de coma. Suspiró, aún así creía en que todo estaría bien. Pasaran diez años, seguiría creyéndolo.

Entonces, su mano recibió un leve apretón. Su corazón palpitó con tanta fuerza que parecía doler. Su sangre corrió rápido. La emoción parecía querer hacerla desmayar.

-¿Harry? –preguntó. Recibió otro apretón en respuesta. -¡HARRY! DIOS MÍO.

Comenzó a llamar desesperadamente a los médicos. Llegaron corriendo, y antes de que la echaran de la sala, captó un destello verde. Aquel que tanto había extrañado.

Los ojos que la habían enloquecido.

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