7.
Aquella noche, Rysu y Akutagawa estaban hablando – Ezra Pound. Tiene 18 años, rubio, estadounidense
― ¿y que debes hacer Rysu?
― Eliminarlo para siempre
― Exacto, pero Chutsu no debe enterarse
― ¿Cómo puedo hacerlo?
― Leíste libros de asesinatos toda tu vida, ¿no se te ocurre nada?
― Colgarlo con una soga hasta su muerte y simular un suicidio
― Tu padre lo pensaría, ¿Por qué un suicidio? Piensa como tu padre, no puedes hacer cualquier suicidio
― Aaag, ¡maldito Ezra!
Dazai suspiro con su libro de suicidios en mano, podía escuchar a su hijo y esposo planear la muerte del amigo de Chutsu. Miro a su pequeño Ropu aun en cuna y sonrió – espero que no seas tan mezquino, se más inteligente como yo – Dazai se levantó y fue contra ambos azabaches. Les miro serio – si quieres a Chutsu, matarlo no será la forma
― Osamu, hablamos de un suicidio fingido
― Lo mejor – sonrió Dazai – es que Ezra saque lo peor de si, y Chutsu no quiera verlo más.
― ¿Cómo hago eso?
― Has que Ezra sea malo contigo, y Chutsu no lo perdonará
― Suena lógico
― Intentémoslo
― La familia Dazai ganará está partida.
― Trabaja rápido mi querido Rysu o ni sacando lo peor lo salvaras... - pensó Dazai mientras miraba a su joven hijo sonreír victorioso.
Después del día de la pelea. Rysu competía por la atención de Chutsu, el joven rubio se quedaba en casa de los Nakahara, así que Rysu se escabullía a la habitación por las noches. El rubio comenzó a tomarle mala cara a Rysu, sus insultos lo pasaban, ambos chicos peleaban o discutían por cualquier cosa por no dejar a Chutsu en medio.
Aquellas peleas comenzaban a arruinar el buen ambiente de la casa Nakahara. Hasta que Chuuya tomo el cuello de Dazai un día normal entre callejones – Bastardo, ya no soporto a tu hijo, se mete a la habitación del mío como juan de las pitas
― Chuuuuya ~ - canto Dazai - ¿no es este tu problema? Tú fuiste quien trajo un enemigo para mi hijo, ¿cuanto tiempo simularas que nuestros hijos no estan hechos el uno para el otro?
― Tu hijo bastardo olía la almohada de mi hijo
― Y mi hijo jamás hizo nada malo, tu simplemente decidiste llevártelos a una misión donde estarías mejor solo
― Tu hijo aborto
― Si te lo conté fue porque en mis cálculos traerías a Chutsu de vuelta
― ¡no quiero a mi hijo con tu hijo!
― ¿Por qué? ¿Por qué tuvo un desliz y no pudo cuidarse? ¿Por qué tomo la decisión de abortar? ¿Cuántos omegas mandaste a abortar Chuuya? ¿Atsushi-kun sabe de tu pasado?
― No hables del pasado con mi esposo
― Entonces no saques de quicio a mi hijo o mejor aun ¡deja ir a Atsushi-kun a la agencia! ¿no vez lo enfermo que se ve?
― Tu hijo es un obsesivo, no puedo dejar a Chutsu solo
― Mi hijo ama a tu hijo. Entiendelo Chuuya, ellos estaran juntos. ¿Que no vez a Chutsu feliz a su lado?
― Maldito bastardo
― Enano de mierda
...
― Chutsu ~ - le llamo feliz el azabache
― Oh Rysu, hoy vienes más tarde
― Es por que Ezra dijo que iría a ver cosas para su mamá
― Cierto, fue repentino ¿no crees?
― Oye Chutsu
― ¿si?
― ¿no hace calor hoy?
― Si, algo
― Vamos por un helado
― ¿helado? ¿quieres?
― Sí, quiero salir por un helado contigo, y hablar mucho; como antes...
― Umh, claro – sonrió Chutsu
Ambos chicos salían juntos como los viejos tiempos, Chutsu y Rysu habían ido a la heladería del vecindario, habían ordenado un helado de tutifruti y uno de arándanos azules. - ¿combinamos? – sonrió Chutsu
― Me ofendería si no
Aquello era de ellos, Chutsu tomaba del helado de Rysu y Rysu del helado de él. Así hasta que lenguas quedaban moradas por combinar los sabores, reían de aquello. – nada cambia
― No, nada cambia – respondió sonriente Rysu.
A pesar de todo, Chutsu no pudo evitar escuchar algunos vecinos susurrar al verlos, más Rysu solo le pidió que se adelantaron al parque cercano. Chutsu sonrió recordándole el parque, se subió a los columpios y Rysu sonrió al verlo jugar como antes – Chutsu, ¿no sabes lo que es crecer?
― ¿ja? Intentas insultarme niño
― No – menciono alegre – es grandioso que no cambies.
― Hey – miro un árbol al lado de ellos - ¿no era más alto?
― Es por que creciste idiota
― Siempre me gusto subir en ese árbol
― Y a mí dejarte atrapado
― Idiota
― Oye Chutsu, aquí dijiste que traerías a la primera persona que te gustará, por un helado ¿recuerdas?
― Si – dijo entre risas – pero solo te he traído a ti Rysu
― Si... - sonrió Rysu y se sentó en el columpio de al lado – sobre la mafia...
― Rysu, habíamos dicho que no hablaríamos de eso
― Simplemente quiero ayudar. – le miro fijo – déjame tomar tu lugar en la mafia
― ¿Qué? no, claro que no
― Vamos, mis dos padres fueron mafiosos, prometi protegerte ante todo. lo haré
― No entres a la mafia Rysu, ¿no vez como está mi madre?
― Si, ¿Por qué volvió a recaer? Mi mamá va a seguido a ver a tio Atsushi, pero no logra sacarlo de la cama...
― ¿crees que lo sé? Rysu, no hablemos de esto
― Chutsu, escucha... si yo entro a la mafia podría investigar más sobre Ezra
― ¿Ezra? ¿ahora qué pasa con Ezra?
― ¿no te parece extraño? Incluso a mi padre le parece extraño, Ezra es un chico raro, apareció de la nada y ahora es un chicle en nuestra familia
― Rysu, Ezra es mi amigo
― No, yo soy tu amigo
― Rysu, ¿Por qué te pones así con Ezra?
― ¿es que estás ciego? ¿no tienes ojos de tigre? Mira bien lo que pasa – Rysu tuvo una idea fujas. Miro fijo a Chutsu, serio, aquellos ojos sin vida de su padre – Chutsu... y ¿si Ezra es el malo?
― ¿de qué hablas Rysu?
― ¿no él te convenció de salir? ¿y si estaba todo planeado?
― Rysu, no quiero escucharte más hablar de Ezra
― ¡CHUTSU! ESCUCHAME
― ¡CALLATE RYSU!
Rysu lo miro y suspiro profundo, Chutsu suspiro y se levantó – volveré a casa, no quiero seguir peleando contigo
― Solo era discusión, debes entender lo que te digo Chutsu
― Rysu, para por hoy – pidió marchándose
Rysu golpeo el piso con su pie. Chutsu se había marchado y no podía comprender que le ocurría. Pero esa idea navegaba por su mente, no tenia dudas y solo alguien podía resolverlo todo.
Rysu llego corriendo a su casa, se topó con su madre – ¡mamá! ¡Tengo sospechas! ¿y papá?
― ¿sospechas? – pregunto el azabache mayor mientras arrullaba a Ropu
― Creo que Ezra podía estar envuelto en todo lo que le paso a tío Atsushi
― ¿Por qué lo piensas?
― Ezra es quien se llevó a Chutsu antes del secuestro, es por eso que se sentía culpable. Lo convenció de salir sin avisarle a tío Atsushi y después se llevan a tío Atsushi ¿no es raro?
― Investigaré entre mis contactos pero no prometo nada pronto
― Rápido mamá, Tío Atsushi podría morir. Le preguntaré a papá también
Rysu tenía ese presentimiento, sabía que lo de Ezra no era común, estaba nervioso, y ello se aceleraba por los días, Rysu apenas podía ver a Ezra, y si lo miraba solo era para analizarlo, ¿Qué hacia allí como si nada? ¿Por qué era así? ¿Y sus padres? ¿Qué estaba pasando?. Rysu había dejado el tema de Ezra pero aun así, estaba nervioso, su tío estaba en problemas. Su mamá no encontraba información y su papá seguia investigando, su frustración y miedo crecia.
Fue hasta un día, Atsushi y Chutsu estaban reparando una habitación, Ezra había ido por agua para Atsushi y Chutsu le pidió a Rysu que le ayudará. Lo vio en la cocina, fue el momento preciso que vio a Ezra echar unas gotas - ¡¿Qué rayos haces?! – cuestiono molesto
― Oh Rysu, es la medicina de tío Atsushi
― Tío Atsushi no toma medicamentos
― Oh my... ¿no lo sabes? Toma depresivos
― Eso no es verdad ¡no es verdad! – estampo al chico contra la pared - ¿Qué le estas dando al tío Atsushi? – cuestiono molesto.
Los gritos alteraron a Chutsu, dejo a su madre, fue a ver qué pasaba aunque Rysu no lo veía, Ezra opto por ignorar su presencia, sacaría partido con un par de palabras – Rysu, no sé qué es lo que te ocurre, quizá... ¿hormonas?
― ¿hormonas? ¿de qué hablas? Tú estabas
― Es solo que... - el tono de Ezra fue serio – escuche que los omegas que abortan pierden más feromonas
― ¿tratas de chantajearme?
― No, para nada. Estoy preocupado por ti, tu aborto aún debe ser doloroso ¿no es así?
― ¿eso que te incumbe?
― Rysu – la voz que escucho hizo a Rysu temblar.
Volteo a verlo, su tono de piel habían palidecido, sus ojos se habían agrandado, Chutsu lo miraba preocupado, más también estaba confundido – Tú... ¿tu tuviste?
― Oh por dios, Chutsu ¿no sabías? Lo lamento tanto, creí que lo sabias... como sus padres peleaban por eso el otro día...
― ¿Qué nuestros padres peleaban? – pregunto Chutsu - ¿Que está pasando?
Rysu estaba congelado, no sabía que decir o que hacer – Rysu, di – un estruendo saco de aquel momento a los chicos. Chutsu corrió al cuarto, Atsushi había caído al suelo inconsciente. - ¡MAMÁ!
...
Estaban todos reunidos en la agencia, Chuuya había aparecido corriendo, fue detenido por Dazai de momento – espera
― Pero Atsushi, ¿Cómo está?
― Estable hasta ahora, Yosano-sensei está con él
Dazai escucho por un microfono y miro a Chuuya – el presidente autorizo tu entrada. Estas siendo vigilado, tú y Akutagawa.
― ¿Akutagawa? ¿está aquí?
― ¿Que esperabas? Akutagawa es su compañero, está preocupado por Atsushi-kun, todos lo estamos
― Gracias...
Chuuya entró, los miembros de la agencia estaban allí mirándole mal, le recordaba a su boda con el albino. Akutagawa tenía a Rysu en su pecho, lo presionaba sin dejarlo. Chutsu solo miraba a la puerta donde se encontraba su madre – yo... - estaba incomodo pero fue peor cuando Akutagawa tomo un libro y se lo lanzo al pelinaranaja a la cara - ¡hey!
― ¡¿en que estabas pensando?! – grito el mafioso
― Oi, oi – pidió Dazai, quería relajarlos
― ¿Qué te pasa maldito perro?
― ¿sabes que me pasa? Que causaste todo esto ¡cómo te atreves!
― Akutagawa
― Dazai-san, ¡él causo todo esto! Rysu, Jinko, Chutsu ¡TODO ESTÁ MAL POR TU CULPA!
― Chuuya, ¿podemos salir un momento?
En el pasillo Chuuya no paraba de ver hacia la puerta, quería ir a ver a su esposo pero Dazai lo tranquilizo con un buen puño en su estómago. Chuuya desprevenido tosió y lo miro mal - ¿Qué te pasa maldito?
― ¿sabes por qué esta así mi hijo?
― me vale madres tu hijo, quiero ver a mi esposo
― el amigo de tu hijo nos escuchó peleando, y le dijo a tu hijo que mi hijo aborto
― ¿Qué? pero... eso
― Y luego entre la discusión Atsushi-kun colapso ¿no vez que es lo que pasa?
― Yo...
― Chuuya ¿no vez? – suspiro cansado – deja tu egoísmo ya, si no... nos mataras a todos.
Dazai se marchó, Chuuya apretó los puños, era lo peor.
...
Les tengo una noticia... Una que no se esperaban...
La verdad...
¡EL PROXIMO ES EL CAPÍTULO FINAL!
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top