Antes de comenzar quería decir lo siguiente:

Está es una historia que cree hace tiempo, estuve editandola para que el borrador ahora fuese publicado. A pesar de que habra un poco de ChuuAtsu y DazAku está realmente basada en sus hijos, Chutsu y Rysu. 

Espero que igual puedan disfrutarlo.

CAPÍTULO 1. Asesino y Bastardo

― Chutsu ¿Por qué siempre necesitas meterte en problemas? – preguntaba aquel chico de cabello negro

― Rysu, ¿Qué problema tienes? Puedo bajarme – respondió Chutsu

― ¿así? Bájate – ordeno burlón

― ¡Rayos! – se cruzó de brazos – bien, no puedo bajarme

― ¿y sabes por qué no puedes?

― ¿Por qué? – respondió mientras reviraba los ojos

― Porque tengo un pedazo de venda agarrado a ti

― ¡MALDITO HIJO DE PUTA, TU Y TU PUTA HABILIDAD! ¡SUELTAME MALDITO! ¡MAL NACIDO! ¡BASTARDO! ¡TE VOY A MATAR!

― Niños ¿Qué está pasando?

― ¡MAMI! EL MALDITO DE RYSU ME ATRAPO EN EL ÁRBOL

― No es cierto tío Atsushi, Chutsu se subió y yo solo lo aseguré con mi venda

― Tan astuto como tu padre – suspiro Atsushi – Rysu por favor desactiva tu habilidad y deja a Chutsu bajar

― Claro ~ - canto burlón. Desactivo su habilidad y Chutsu bajo del árbol con un salto. Abrazo a su madre contento

― Gracias mami

― Vamos, regresemos al picnic, los demás esperan

― ¡si~! – dijeron ambos niños.

Así era la vida de aquellas parejas con sus hijos. Años atrás, Osamu Dazai había aceptado su amor por Akutagawa Ryunosuke, sin más pensar los chicos unieron sus vidas y con ello, llego Dazai Rysu, un chico temperamental y demasiado burlón. Era idéntico a su padre Dazai con rasgos de su madre Ryunosuke, como su cabello era negro oscuro y sus ojos grises, tenía algo en particular pues el chico vivía con la obsesión de matar a su padre de forma limpia y digna; aunque pensándolo bien... Rysu era un chico con muchas obsesiones.

Su habilidad consta de una tela que puede llegar a cualquier lugar, eliminar a sus enemigos así como desactivar habilidades, pero el chico solo puede usar las telas de vendas para esto.

Mientras en el proceso de aceptación de la pareja anterior, Nakahara Chuuya y Nakajima Atsushi se conocieron, entre ellos no hubo ningún desacuerdo, sus días estaban llenos de sonrojados rostros y tiernas palabras, con ello, dieron vida a Nakahara Chutsu un chico alegre y algo torpe, de cabello naranja y ojos azules, que... amaba decir groserías, de hecho era lo que más hacia pero era peor si se enojaba.

Su habilidad consta de un tigre gravitacional, el chico posee las habilidades de cualquier felino más aún puede usar la gravedad en sí mismo para hacer más grandes sus saltos, tener mayor velocidad, sus puños más pesados, etc.

Aquel era un día de picnic entre ambas familias, aunque entre ellos no discutían más, sus hijos eran diez veces ellos, pues Chatsu y Rysu vivían para confrontarse todo el tiempo ¿en que se ponían de acuerdo los dos niños? En un profundo amor por el albino, Nakajima Atsushi, pues una de las obsesiones de Rysu era que Atsushi le felicitará todo el tiempo por su trabajo, aquello ponía de muy mal humor a Akutagawa, y a Dazai le mataba de risa ver como su hijo era idéntico a él en el aspecto de admirar a alguien. Mientras Chutsu, intentaba siempre ser como su madre Atsushi, ser alguien amable y tranquilo, pero se le salía lo de su padre, vivía obsesionado con ganar a Rysu aquel respeto de su propia madre.

― Atsushi-kun

― ¿si Dazai-san?

― ¿Por qué el par de demonios solo te obedece a ti?

― No lo sé Dazai-san

― Mamá, no somos demonios – se quejó Chutsu

― Podrías serlo, te falta poco para llegar a eso, es decir, estas tan cerca del suelo – dijo burlón Rysu

― ¡MALDITO HIJO DE PUTA! – grito Chutsu yéndosele encima

Atsushi había suspirado, miro a Chuuya pero este solo ignoro el momento para tapar su rostro con su sombrero – aunque Chuuya llegaría más rápido – menciono Dazai burlón

― Ahora si hijo de puta, ¡bastardo! – dijo Chuuya yéndose encima de Dazai

Akutagawa y Atsushi se vieron fijamente – podrías decirle a tu hijo pulgoso que deje a mi hijo – pidió Akutagawa con la sonrisa más fingida

― Tu hijo insulto al mío, deberías educar mejor a tu hijo

― Tu hijo es el que insulta

― Tu hijo es demasiado burlón

― Tu hijo no respeta

― El tuyo menos

― Jinko

― Akutagawa

Aquella batalla de miradas fueron fulminadas cuando ambas madres voltearon a ver a sus parejas e hijos - ¡YA CALMENSE! – gritaron ambos y con ello, los cuatro se quedaron sentados y nerviosos, de eso, comenzaron a reír el primero fue Chutsu, siguiéndole Rysu y Atsushi, todos terminaron riendo, comieron, jugaron y para el atardecer el picnic terminó, las familias se separaron y cada quien fue a su respectivo hogar... La verdad es que vivían en el mismo edificio departamental, solo que los Nakahara vivían en el área norte y los Dazai en el área sur, había un jardín de por medio, pero eso no impedía que Chutsu y Rysu se vieran desde sus cuartos

...

Mientras... una noche en la casa Nakahara era...

― Chutsu arregla tu ropa – se quejaba Chuuya mientras levantaba todo del suelo – no quiero ver nada de ropa sucia o limpia en el suelo, y tus libros los arreglas – le regañaba

― Pero papá, es mi espacio, mi territorio

― No es territorio si lo tienes lleno de basura – dijo Atsushi mientras se quedaba fuera del cuarto – rayos apesta horrible Chutsu

― Mami use mi esencia en todo

― Es un demente – se quejó Chuuya – educa a tu alfa interno o tendrás problemas – señaló a Atsushi – mira como tienes a tu madre sin poder respirar, ni siquiera se atreve a entrar a tu cuarto

― Pero papá – se quejaba Chutsu – quiero tener mi espacio

― Papá nada, piensa en tu madre, eres un alfa menor de edad, te aplacas o te aplacaré – se quejó Chuuya

― Apresúrate, debo ir a ver a Dazai-san

― Aun no entiendo por qué trabajas con el bastardo de Dazai – se quejó Chutsu

― El vocabulario jovencito, Dazai es tu padrino, aunque lo odie – menciono molesto Chuuya, pues si, era de cierta forma desagradable, solo de pensarlo, se cruzó de brazos

― Estas más demente tu papá

― Hijo de puta

― Hijo de ¿qué? – pregunto Atsushi molesto mientras les miraba molestos a ambos alfas

― Na-nada – dijeron los dos con miedo, así es, le temían al omega

― Felicidades, haces enojar a mamá ahora – le regaño Chutsu a su padre

― Tu bastardo... - Chuuya miro a Chutsu desafiante

― ¡¿y así es cómo quieres decirle que no diga groserías?! – le regaño Atsushi

― ¡Con una...!

En la casa Dazai era...

― Papá, papá – decía Rysu

― ¿Qué? – pregunto Dazai mientras leía su libro de suicidios

― Deja ese libro, encontré una forma de asesinarte

― Ya te dije que no quiero que me asesines, me suicidaré

― Pero el asesinato es mejor

― No lo es

― Lo es

― No lo es

― Lo es

― A Atsushi-kun no le gusta el asesinato ¿sabes?

Rysu se quedó petrificado, ya no sabía que más decir – deja de nombrar a Jinko en esta casa – pidió Ryunosuke molesto

― Oooh cariño, deja de alegar – decía Dazai mirando su libro – Atsushi-kun sigue siendo Atsushi-kun, es normal que Rysu lo admiré tanto, es un omega que ha logrado mucho

― He hecho las mismas cosas... y hasta más – se quejó el de ojos grises

― ¡Papá! Cuéntame más cosas que hizo el tío Atsushi contigo

― Claro, te contaré – sonrió Dazai – pero olvídate de asesinarme

― ¡Jamás!

― Maldito Jinko – dijo Akutagawa mientras salía de la sala

Mientras que en la casa Dazai habían dos omegasasesinos pero tranquilos que Dazai podía controlar fácilmente... en la casaNakahara había dos alfas dementes y groseros que causaban jaquecas al pobrealbino en medio. 

...

Espero que les halla gustado, así como los demás borradores, ire subiendo poco a poco, pero si logro terminar alguno antes pues será publicado.

Quiero decir algo más: Ultimamente he recibido mensajes diciendome que debería ser más "famosa" o "popular". Lectores, agradezco mucho su cariño, y en verdad me hacen sentir especial. No es que no me gustaría ser más reconocida, claro que si. mi sueño es un día publicar un libro con mis historias originales. Ultimamente me dicen tanto sobre mi talento al escribir que me siento llena de amor. Se los agradezco mucho. Escribir es mi pasión, aunque realmente soy más una poeta. 

En verdad que no podía tener mejores lectores que ustedes, son grandiosos y jamás me cansaré de dejarselos bien escrito, si algun día puedo decirselos, me encantará

¡Gracias por leer!