Pov. Adrien:

— Hola gatito, ¿Ya te cambiaron el cascabel? — De nuevo aquella voz irritante que venia de la ventana.

— Nathanaël... No es un gusto verte de nuevo. — Lo ignore por completo mientras le daba la espalda y seguía jugando con un juguete.

— Que lindo. ¿No quieres salir a jugar? Conmigo. Solos. Ya sabes. — Su voz sonaba con muchas intenciones como siempre a lo cual no le conteste, como siempre. — Oh vamos, no puedes quedarte en esta mansión para siempre, sal a explorar.

— No soy un gato callejero como tu, lo siento.

— Yo preferiría el término libre. — Dijo entonando la ultima palabra ofendido. — Como sea.

Y sin mas se fue, esta vez no era como todas las anteriores, esta vez no había ni durado cinco minutos conmigo en lugar de toda la tarde coqueteando.

No fue hasta que se fue que me di cuenta que lo apreciaba un poco... Solo un poco.

Después de todo no me dejan juntar me con animales callejeros.

La ventana como siempre estaba abierta pero no me atrevía a salir siquiera al tejado pues nunca lo había considerado necesario.

¡Vamos, no podía ser tan difícil!

Como pude y con dificultad logre subir al tejado ensuciando me un poco, pero valió la pena, después de todo ahí estaba el.

Se encontraba pintando, me acerque por la espalda y mire su hermoso dibujo del atardecer.

— Es hermoso. — El me sonrió agradecido provocando que me sonrojarse.

— No tanto como tu.— Dejo sus cosas para pararse y acercarse a mi.

Tomo mi mano con delicadeza y la beso haciendo una inclinación.

— No soy una chica. — Me sonroje pero no me aleje, después de todo muy en el fondo le quería.

— Eso puedo notarlo .... También que cambiaste de opinión acerca de salir.

— Solo quería ver el atardecer. — Me senté en la orilla del tejado y lo invite a hacer lo mismo a mi lado cosa que le agrado pues empezó a ronronear.

Poco a poco se acercaba a mi, yo no lo alejaba, todo lo contrario lo animaba a hacerlo pues su presencia me agradaba, ya al estar muy juntos nuestras colas se entrelazaron.

Yo solo solté un suspiro y el sonrió mientras también pasaba su brazo por mi espalda y me abrazaba.

— Se que ya lo e dicho un millón de veces pero... Te amo gatito de casa. — Murmuro en mi oreja provocando que me estremeciera.

— Creo que apenas me di cuenta que yo también te amo... — Murmuré.

Nathanaël sonrió y me abrazo con mas fuerza, se acerco a mi y beso mi mejilla.

— ¡Genial, ya podemos fornicar sin que te enojes!

...

Si, algo corto xd pero era lo mas que podía con un Adrien Uke :'v .