A veces me desvelo solo para recordar, tratar de aferrarme a esos sentimientos que solo vos podías lograr en mi. Pero jamás me miraste, no pudiste ver lo que tanto te quería dar de mí.

No pudiste ver como me hundía en un mar de palabras que solo me herían, esas palabras dichas por otros y otras de entre mis labios. Porque jamás te quedaste lo suficiente como para escucharme, yo te necesitaba.
No un hombro para llorar y no alguien quien secara mis lagrimas, pero alguien que me viera. Más allá de mis defectos, de mis errores y de todas mis barreras.
Quise que fueras esas persona, tal vez vos necesitabas a alguien también. Pero he de decir, que yo estaba rota y no podía armarme solo por ti.
En mi mente sigo pensando, que he perdido un pedazo de mi cuando te fuiste. Que robaste una parte esencial de mí y no vas a devolver. Pero tampoco sé si quiero.
Porque deseo ser parte de tu vida, de tu historia. Y si ese pedazo de mí era lo que necesitabas, llevatelo; aunque me hubiera gustado que me dieras algo de ti, solo para saber que te importaba.
Hoy te vi mirarme, quise dejarte entrar una vez mas en mi mente, en mi vida. Pensé que lo había logrado, sacarte de mi ser. Pero otra vez mas, me desperté en el medio de la noche con tu rostro en mi mente y con la sensación de tus labios en mi piel.
Cierro los ojos, pero tu recuerdo invade mis sentidos; quiero dejarte ir, aun cuando mis recuerdos parecen estar atados a ti.
Espero encontrarte alguna vez, que nuestros caminos se vuelvan a encontrar. También se que no te olvidare, que tu esencia marcada en mi alma está. Que todo lo que soy, en parte te lo debo a ti.
Pero solo te pido una cosa, si nos volvemos a encontrar: no me dejes recuerdos tuyos, si de mi lado te iras.

Porque cuando te fuiste, descubrí que estoy sola y que dentro mío hay demonios que tú has despertado. Y que el único enemigo que me impedía ser feliz, habitaba dentro mío.