¿Qué esperas de la vida? ¿Qué esperas de ti mismo? ¿Dónde están las ganas de vivir, de experimentar?

Demasiadas preguntas para gente que vive contra el tiempo, que no tiene lugar en su mente para cosas tan absurdas como vivir para ser feliz, cuando lo único que importa es como los demás te ven o lo que se supone que está de moda. Cuando tener tu propio ritmo en la orquesta armada y de plástico que es nuestra sociedad, es ser un ser raro; pero nadie sabe que en realidad la vida debería ser un carnaval.

Yo espero que todos nos caigamos, tropecemos. Que toquemos tan fondo hasta quedarnos sin aire en los pulmones, hasta que no veamos una luz al final. Pero que todos aprendamos que levantarnos y mantener la esperanza en nosotros mismos; que dejemos de esperar y ver pasar la vida.

Espero que nos rompan el corazón, la mente, el cuerpo pero nunca nuestra esencia. Que tengamos la voluntad de volver a juntar esos pedazos que quedaron¸ que volvamos a hacerlos encajar y comenzar de nuevo. De cero. Cuantas veces sea necesario.

Espero que encontremos aquello que nos apasiona, sea lo que sea, y que tengamos los huevos para alcanzarlo. Que no nos dejemos estar, dejar de decir que hay tiempo de sobra cuando la vida tiene una fecha de vencimiento.

Espero que todos encontremos a la persona que nos entienda, que este con nosotros, aun cuando toquemos fondo. Y que nos ayude a ser mejores, también espero que sepamos detectarla en nuestras vidas y no dejarla ir.

Espero que aprendamos a no dejar ir oportunidades y personas que valen la pena, pero que sepamos irnos cuando no hay nada para nosotros. Que nos alejemos de eso toxico, y que lo saquemos de nuestras vidas.

Espero que encuentren sus ganas de vivir: en una persona, en un sueño, en una oportunidad, en sus realidades. Que sepan que no todas las personas que nos rodean van a estar siempre, que no todas merecen a una persona como ustedes.

Espero que perdamos el rumbo, que nos dejemos llevar por los pasillos que conforman la vida. Que nuestras risas y llantos, gritos y lamentos sean nuestros soundtracks; que encontremos nuestra propia melodía. Pero aún más importante, espero que nunca nos conformemos con menos; que siempre busquemos más.

Porque la vida no es una película en blanco y negro, sino una llena de color; con momentos improvisados y muchos bloopers. No hay reglas de cómo hacerlo bien, no hay una manual o instrucciones que puedas aprenderte.

Espero que nunca dejemos que otros nos definan, que nunca nos perdamos en nosotros mismos, que nunca dejemos de reconocernos en el espejo.