Capítulo XXI: Esta puta ciudad me pertenece [Parte 4]
Cr. img: A quien corresponda
ATENCIÓN
Esta parte contiene uso de drogas.
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Ante esto, los dos oficiales se quedaron quietos y en silencio, aparentemente sorprendidos por sus palabras. TaeHyung pudo ver que ambos estaban sin palabras y durante casi un minuto no hubo ruido, excepto por el zumbido del tráfico que pasaba y las ocasionales gaviotas graznantes. Luego hubo una explosión de sonido y ambos comenzaron a exclamarle cosas, gesticulando salvajemente. En circunstancias normales hubiera sido divertido, pero en este momento le dolía demasiado la cabeza y le resultaba más irritante. Después de unos segundos, ambos parecieron darse cuenta de esto y HoSeok dejó de hablar para permitir que NamJoon se hiciera cargo.
—¿Discos duros, hay discos duros? ¿Los has visto con tus propios ojos?
—No, no puedo entrar a la oficina de JungKook, pero ahí es donde están...
—¿Cómo sabes con certeza que estos discos duros son reales? ¿Cómo puedes estar seguro de que...? JiMin, ¿verdad? ¿Que no te mintió?
—Confía en mí, él no estámintiendo —respondió TaeHyung—. Tengo a JiMin en mi polla, no está mintiendo. —Ante esto vio los labios de HoSeok contrayéndose en las esquinas, pero logró mantener una expresión seria—. Los discos duros existen, confía en mí. Usé la jodida computadora portátil de JungKook cuando estaba demasiado herido para trabajar correctamente, JiMin me la trajo de su oficina y faltaba un disco, así que le pregunté por qué y él me dijo. Dijo que había unos pocos, ¿tal vez cinco? No puedo recordar la cifra solo que me dijo que había algunos de ellos. ¿Por qué me diría eso si fuera una mentira? —Estudió a los otros dos oficiales para ver que no tenían respuesta a esto—. Al igual que JungKook, él me dijo porque confía en mí.
—Bien, entonces tienes que sacar los discos duros del apartamento —dijo HoSeok—. No puede ser tan difícil de hacer, ¿verdad?
—No, no, no lo entiendes, no... —TaeHyung se agachó con un fuerte gemido para poder enterrar su cabeza en sus manos—. No hay manera de que pueda sacar esas cosas de la suite. JiMin siempre está en la suite como un perro guardián, no puedo entrar a la oficina de JungKook sin que él me vea. Si él no está en la suite, es porque JungKook y yo estamos fuera y él con nosotros, solo entonces. No hay forma de que pueda sacarlos ahora mismo.
—Entonces necesitas entrar —sugirió NamJoon—, y esa entrada parece ser a través de JiMin.
—Acercarte a JiMin... eso sería útil —comentó HoSeok cuando comenzó a tocar los labios, pasando el pulgar sobre el labio inferior—. Podrías lograr que te haga algunos favores. Es un esclavo sexual, ¿verdad?
—Era —corrigió TaeHyung—. No bajo JungKook, él era un esclavo sexual bajo Nam.
—¿Estás seguro de que todavía no es uno? —preguntó HoSeok con voz suave, levantando las cejas lentamente.
TaeHyung sostuvo su mirada por unos segundos antes de darse cuenta de que tenía que mirar hacia el asfalto. Sabía que debía negar sus palabras nuevamente como lo había hecho hace un momento, pero había un sentimiento molesto en el fondo que le decía que HoSeok le estaba diciendo la verdad. ¿JungKook no se lo había ofrecido literalmente como recompensa? Le dijo que podía follarlo sin siquiera decirle si JiMin había querido algo de eso. Y había ido directamente hacia él, había ido directamente hacia la cara bonita y el cuerpo flexible que haría exactamente lo que había querido sin hacer preguntas. Fue suficiente para que una oleada de disgusto lo atravesara.
JiMin era un ser humano y, sin embargo... lo había usado como una puta muñeca sexual, y en este momento estaba planeando usarlo mucho más.
—Apuesto a que podrías prometerle muchas cosas y él ayudaría —dijo HoSeok mientras volvía la cabeza para mirar a NamJoon—. Asistir a la operación así, dar testimonios, considerando su situación que podría resultar en un perdón. Podría alejarse de esto sin un solo cargo, estoy bastante seguro de eso.
—Cooperación total con la policía. —NamJoon hizo un ruido suave en voz baja y luegoasintió—. Estoy bastante seguro deque nuestro departamento podría tirar de los hilos a cambio de una denuncia de irregularidades* por parte de JiMin.
—Creen o saben, no hago tratos con meras suposiciones —dijo TaeHyung en un tono bastante rápido—. ¿Puede él estar libre de cargos o ir a la cárcel? Necesito saberlo.
—...Creo que puede —dijo HoSeok después de un momento de reflexión—. He visto a hombres salir en libertad por denuncia de irregularidades una docena de veces, confiscan sus bienes y tienen que ir a la corte y toda esa mierda, pero la información que poseen es mucho más importante que una condena. Creo que, teniendo en cuenta su situación, podría salir sin problemas.
—Está bien, está bien —murmuró en voz baja, con los dedos todavía frotando su cabeza. En su posición actual, podía sentir que le temblaban las piernas y la idea de estar de pie le parecía demasiado difícil en este momento. Aquí empezaban las sacudidas. ¿Alguno de ellos lo notaría? ¿NamJoon comenzaría a ver su comportamiento y pensar en las similitudes con su adicción pasada?—. Es bueno, puedo usar ese conocimiento si lo peor llega a ser peor.
—¿Has estado tratando de acercarte a JiMin también? —preguntó NamJoon, haciendo un gesto cortés de preguntar si lo estaba follando—. ¿O el enfoque principal ha sido El Chico?
—Estoy... estoy trabajando en ello —explicó TaeHyung mientras bajaba las manos de su rostro y los miraba a ambos—. Estoy trabajando tan duro como puedo, pero JiMin es inteligente y es impredecible. Dice que confía en mí, que cree en mí, pero tiene el ojo puesto en alguien, en el hijo del Loco Min. Han estado juntándose unas pocas veces y tengo miedo de que se equivoque y se lo diga, y luego mi trasero se vuelva hierba.
—¿El hijo de Loco Min? —preguntó HoSeok sorprendido—. Estás bromeando, ¿verdad?
—No. —TaeHyung sacudió la cabeza ante esto—. Él y JiMin tienen algo en este momento, piensan que son amigos o algo así. Tal vez, maldita sea, no sé... —Pensó brevemente en YoonGi ese día en la oficina, la mano de color rosa brillante en su mejilla y la forma en que había temblado de miedo—. No creo que lo sean.
—Me imagino que El Chico no lo aprobaría —comentó NamJoon.
—Pfft, estás bromeando, ¿verdad? JungKook lo grabaría, probablemente se uniría —replicó—. JungKook usó a JiMin como... una especie de recompensa ¿verdad? Primero me recompensó con esto. —TaeHyung buscó dentro de su abrigo y debajo de su chaqueta para agarrar el mango de su Cz75 y la sacó. Ambos oficiales miraron el arma con los ojos muy abiertos—. Lo cual fue útil porque he tenido que matar como media docena de hombres con ella.
—¿Recuerdas cuando dijiste que ni siquiera te acercarías a un arma? —dijo HoSeok con una sonrisa irónica.
—Estaba equivocado y me he equivocado sobre muchas cosas. —Asintió TaeHyung con un movimiento de cabeza y la metió de nuevo en la funda—. Después del arma, me dio a JiMin, quiero decir que literalmente me llevó a la suite y... y hubo sexo. —Lo cual ya sabían, por supuesto, gracias al sitio web que fue tumbado por el escuadrón cibernético—. También hubo drogas, inhalé coca y perdí el control, pero a partir de ese momento creo que JungKook comenzó a abrirse. A través de JiMin dedujo que yo era bueno, que era seguro confiar. JungKook podría pensar que fue él, pero no, fue JiMin. Si JiMin hubiera encontrado algo en mí en aquel entonces, creo que mi cadáver habría sido arrojado a un río hace mucho tiempo, digámoslo así.
—El Chico no es una persona muy abierta, ¿verdad?
—No, NamJoon, es como una maldita almeja que esconde una perla. Realmente tienes que curiosear para abrirlo, pero no es a él a quien necesito abrir ahora. Es JiMin.
—No puede ser tan difícil abrirlo, ¿verdad? —comentó HoSeok—. Si llegaste al Chico, puedes llegar a La Perra.
—No es tan fácil, ¿de acuerdo? —Gimió TaeHyung—. Estoy demasiado cerca de la cima ahora mismo y una palabra equivocada y podría terminar jodidamente muerto. JiMin es una perra, sí, pero es literalmente la persona más importante en la vida de JungKook. Todavía no sé con certeza dónde están sus lealtades. Claro que me puede decir lo que sea, pero eso no significa que me elegirá sobre JungKook si tuviera que hacerlo. JungKook es todo lo que JiMin necesita en su vida en este momento, ¿por qué se opondría a él?
—Porque él es un jodido esclavo, Tae —replicó HoSeok— ¿y tal vez está harto de eso?
—Oh, ¿sí? Bueno, tal vez yo también estoy harto de esta mierda —TaeHyung le espetó, con una voz mucho más fuerte y palabras más agresivas de lo que pretendía. Se las arregló para ponerse de pie, pero tuvo que apoyarse contra la pared para apoyarse—. Tal vez estoy harto de despertarme todos los días y preguntarme si es el día de mi muerte. Tal vez estoy tan cansado de esperar que otra bala me dé y termine con otra cicatriz para agregar a la lista. Tal vez yo...
—Oye, cálmate, hermano —dijo NamJoon en un tono apaciguador mientras levantaba las manos hacia él—. Entendemos que es difícil, que es jodidamente aterrador, pero a ti te va muy bien, TaeHyung. Lo estás haciendo tan bien que tanta gente en esta ciudad se caerá de culo.
—Es solo que... —TaeHyung respiró hondo y soltó el aire lentamente, el sonido escapó en un suspiro desigual—. Sigo teniendo estos pensamientos, ¿sabes? Este tipo de pensamientos realmente abrumadores y no me gustan.
—¿Qué tipo de pensamientos? —preguntó HoSeok—. Cuéntanos sobre los pensamientos, Tae, esa es una de las pocas cosas que puedes contarnos.
—Solo tengo estos pensamientos y sentimientos y yo solo —Se mordió el labio inferior y antes de que pudiera controlarse, comenzó a llorar—. Me siento tan jodidamente culpable, siento que estoy haciendo algo, pero... malo y eso me asusta. Tengo miedo de que me vaya a la mierda. JungKook... no es el maldito monstruo que pensé que era cuando comencé esto. Fui ingenuo, fui estúpido. Pensé que, si seguía mirándolo como una criatura un poco inhumana, no sentiría nada, pero estaba equivocado. Estaban tan jodidamente equivocado. Mierda, solo siento estas cosas hacia él, hacia JiMin, u no puedo detenerlas. —Su compañero le pidió que fuera más específico—. Como jodidamente amor, HoSeok. Estoy bastante seguro de que amo a ambos.
¿Fue el silencio el resultado de puro horror y disgusto ante la idea de que uno de los suyos ame al Chico? ¿O era algo más, algo así como la resignación? TaeHyung estaba demasiado ocupado tratando de ahogar los sollozos para saber, estirando la mano para frotar sus ojos bruscamente. Le temblaban los dedos.
—No es amor, TaeHyung, entiendes eso... ¿verdad? —dijo NamJoon con voz suave, y junto a él HoSeok hizo todo lo posible por mantener su expresión neutral—. Estás confundiendo la gratificación sexual y la dependencia con algo genuino, algo seguro.
La gratificación sexual no hacía que su pecho casi le doliera cuando JungKook le daba un casto beso en la esquina de la boca y le decía "buenos días". La satisfacción sexual no explicaba esa calidez encantadora que parecía extenderse a través de él cada vez que JiMin lo miraba a los ojos desde el otro lado de la suite y sus labios abultados se curvaban en una sonrisa suave.
—No, no, sé lo que siento y es amor. No tiene sentido fingir que no es así porque sé que lo es, y estoy jodidamente... jodido —se quejó TaeHyung, sintiendo las comisuras de sus labios tirando hacia abajo—. Estoy tan jodido chicos, no puedo... no puedo huh-hacer esta mierda mucho más tiempo. Siento que voy a morir y... —NamJoon extendió la mano para agarrarle la parte superior de los brazos y TaeHyung dejó caer la cabeza para no tener que mirarlo—. Nunca había sentido algo como esto, me duele tanto, pero no puedo respirar en este momento.
—Respiraciones profundas, vamos. Respira hondo, hermano.
—Se suponía que era un monstruo, pero él es... —TaeHyung respiró hondo y dio un respingo, con los ojos punzantes cuando sus lágrimas comenzaron a caer—, él también es una persona y yo no.
—Tae, deja de hablar y respira —sugirió HoSeok con voz suave.
—No me dijeron que era una persona —continuó con una voz sin aliento—. Cómo puedo... es, es una puta mierda... —NamJoon soltó sus brazos y en su lugar agarró su cabeza, sujetándola con fuerza para que TaeHyung dejara de hablar por un momento para intentar controlarse—. Jeon JungKook es... es un monstruo que a-ama a sus padres más que a nada en el mundo y él...
—TaeHyung. —NamJoon lo regañó en un tono suave, tratando de que dejara de hablar sobre el hombre más joven.
—Es un monstruo con una gran cantidad detrastornos muh-mentales y emocionales y está bien, está bien —repitió TaeHyung antes de soltar una carcajada—, porque soy exactamente lo mismo en este momento. Es un puto niño, NamJoon. Tiene dieciocho años y va a caer por mí y eso es mucho. No sé si puedo dormir sabiendo eso, me ha estado comiendo desde hace semanas.
—Tae, te lo voy a decir de la manera difícil —dijo HoSeok mientras se estiraba para frotar su frente—. O lo derribamos o sus propios hombres lo hacen. Sabes qué va a suceder, es solo cuestión de tiempo hasta que El Chico reciba una bala también y luego toda esta operación haya sido un jodido fracaso. Pusimos todo este arduo trabajo, te has vuelto un puto escurridor y te han pulverizado. ¿Quieres que se desperdicie? ¿Quieres ir con él?
HoSeok tenía un punto, un gran punto que había estado demasiado cegado por sus propias emociones como para darse cuenta. JungKook había tenido un intento de asesinato y ciertamente no iba a ser el último. Incluso si JinWoo quedara fuera del mapa, siempre habría otro hombre en la fila esperando para continuar donde lo había dejado, y en este momento JungKook no estaba en condiciones de lidiar con tales asuntos. Ni siquiera se le había dado suficiente tiempo para purgar a Haedogje Pa y elegir a sus propios hombres, sus propios súbditos leales, por lo que habría tantos partidarios de Jeon que lo despreciaban. JungKook estaba en peligro, lo que a su vez lo ponía a él y a JiMin en el mismo peligro, si no más.
Era un mundo de matar o morir en este momento para Haedogje Pa y JungKook era un objetivo como el resto de ellos.
—...No, no, tienes razón —estuvo de acuerdo con un movimiento de cabeza, olfateando con fuerza—. JungKook está desahuciado, no puede hacer esto. Él mismo sabe que está jodido, ¿cuál es el punto? Hundirse con el barco, pero ¿qué tiene de noble morir así? —TaeHyung extendió la mano para agarrar las manos de NamJoon, alejándolas ligeramente de su cabeza—. O lo derribamos y aniquilamos a este jodido imperio con su información o él es asesinado.
—Una es una solución, la otra causaría más problemas —agregó NamJoon.
—Supongo que tienes que usar un monstruo para atrapar a un monstruo, ¿eh? —sugirió TaeHyung en voz baja mientras estiraba la mano para frotar sus mejillas húmedas. NamJoon le dijo que no era un monstruo en absoluto y soltó una carcajada—. Si JungKook lo es, entonces soy exactamente lo mismo: soy un monstruo ahora. Ya lo he aceptado, la gente no puede hacer la mierda que hacemos, ¿no?
Por una vez, ninguno de los oficiales lo contradijo y se alegró de ello.
—Me pondré en contacto con ustedes tan pronto como tenga una novedad de los discos duros —dijo cuando terminó de secarse las mejillas—. Esperen por una llamada telefónica pronto, no puedo permitirme desperdiciar la oportunidad que nos presentó la muerte de Jeon.
TaeHyung dejó el lote para regresar calle abajo, notando que los otros dos hombres se quedaron atrás para que no los pillaran en un grupo. Tenía que volver a la guarida y esperar a que JiMin llamara, y supuso que simplemente se acurrucaría en la parte trasera del auto alquilado y no se movería por unas horas al menos. Eso sería una bendición, pero primero tenía que hacer algo. TaeHyung caminó varias cuadras antes de encontrar lo que consideraba un lugar seguro donde nadie lo viera. Así que entró en un lugar entre los edificios y se quitó el abrigo y la chaqueta tan rápido que cayeron al suelo. Se dejó caer sobre sus piernas temblorosas y rebuscó dentro de la chaqueta para encontrar el estuche y comenzó el ritual habitual.
Después de enrollar la manga de la camisa y colocar el torniquete sin apretar, TaeHyung volvió su atención al frasco para ver que no quedaba mucho. Miró la aguja para ver un punto de corte máximo de 100 ml y fue entonces cuando perforó el vial y tiró del empujador hacia atrás para extraer el líquido hacia la jeringa. Superó su dosis de 60 ml ahora básica y comenzó a acercarse a 70... luego 80... luego incluso más. Observó cómo el líquido transparente subía hasta 95 ml antes de que no quedara nada más que un chorrito dentro del vial y luego sacó la aguja y miró la jeringa. TaeHyung echó la cabeza hacia atrás para apretar el torniquete, esperando que apareciera una vena, pero tardó demasiado, demasiado tiempo.
—Vuhmu —murmuró entre dientes, el sabor del caucho pesado en su lengua—. Vuhmu Vuhmu... joder... —TaeHyung dejó la banda y cerró los ojos, apretando involuntariamente la jeringa. Había visto a sus compañeros hace solo unos minutos, los había visto por primera vez en meses y, sin embargo, allí estaba: acurrucado en un callejón sucio listo para inyectarse de nuevo—. Joder, joder, joder, no solo... —TaeHyung sintió todas las lágrimas de antes derramándose una vez más por sus mejillas y un sollozo agrietado escapó antes de que pudiera agarrar el torniquete nuevamente y sostener la aguja justo sobre su codo interno.
Él necesitaba esto. En verdad que lo necesitaba y no tenía sentido fingir que no cuando el torniquete se apretó fuertemente y las lágrimas le cayeron. Necesitaba esto y no importó lo que se dijera a sí mismo porque era inútil. Pero había una vergüenza repugnante en su interior que le decía que tenía que detenerse. Su equipo ya se había metido en tantos problemas debido a él y las estúpidas grabaciones sexuales.
¿Pero importaba algo de eso? ¿Importaba algo cuando sus manos temblaban tanto que apenas podía sostener la jeringa con firmeza y podía sentir gotas de sudor rodando por la línea del cabello?
La morfina no lo lastimaba como todo lo demás. Como su equipo, como JungKook y JiMin. La morfina detenía el dolor, entonces ¿por qué trataría de resistirlo? No le había traído más que paz: la herida de bala, sus propios pensamientos aterrorizados, las pesadillas y los malos sentimientos.
—Yo suh... quhro defah suhntir dohor —TaeHyung logró gruñir alrededor de los extremos de la banda de goma—. Puh... Puhfavoh.
Debido a sus manos temblorosas, en realidad terminó hiriendo accidentalmente su piel varias veces con la punta de la aguja, goteando sangre sobre su piel hasta que logró deslizarla y sintió esa maravillosa picadura antes de soltar el empujador e inyectarse. TaeHyung deslizó la aguja libre y arrojó la jeringa sobre el callejón con fuerza y golpeó la pared, el vidrio se rompió al caer al suelo. Ahí, eso era todo. No tenía aguja para inyectar ahora, ni vial. Se desplomó a un lado y aterrizó en la pila de ropa arrojada con un golpe suave. TaeHyung dejó escapar el aliento en un suspiro sibilante y justo así sintió que la necesidad de llorar había desaparecido por completo, por lo que se quedó en su lugar durante unos minutos para dejar que ese maravilloso calor inundara su sistema y lo hiciera olvidar lo que había sucedido entre NamJoon, HoSeok y él. Justo cuando sus párpados comenzaban a cerrarse, un pensamiento cruzó por su mente.
Mierda, tenía que ir a buscar a JiMin pronto. A la guarida de drogas.
La idea fue suficiente para que volviera a sentarse y se estiró para apoyarse contra la pared y ponerse de pie. Al menos ya no le temblaban las piernas. TaeHyung agarró el abrigo y la chaqueta, pero no se los puso, sino que simplemente los dobló sobre su brazo para cubrir el hecho de que la manga todavía estaba enrollada. Salió del callejón, asegurándose de pararse en la jeringa para escuchar un crujido satisfactorio, y luego comenzó a caminar de regreso a través del distrito en ese estado maravillosamente adormecido. Para cuando llegó a la guarida, el calor se había desvanecido a una sensación normal, pero todavía estaba deliciosamente insensible al mundo. El conductor ni siquiera lo miró cuando abrió la puerta trasera y entró. El sueño lo llamó y entonces se movió para acostarse en el asiento trasero, doblando el bulto de ropa para usarla como almohada. Antes de que terminara cayendo en esa maravillosa negrura, TaeHyung logró arreglar su manga y tirar de ella hacia abajo para cubrir las punzadas sangrantes en su codo interno.
La sensación de algo húmedo contra su rostro lo devolvió a la conciencia y TaeHyung levantó la cabeza a tiempo para que la lengua áspera de Wangbi le golpeara la nariz. Se sorprendió, y se limpió la cara antes de abrir los ojos. Lo primero que lo golpeó fue el hecho de que estaba oscuro, muy oscuro porque el resplandor naranja de las farolas iluminaba la vista fuera de la ventana. TaeHyung levantó la vista de Wangbi cuando ella se arrastró sobre su regazo justo a tiempo para ver a JiMin subirse al auto a su lado.
—Buenos días, dormilón —dijo con una sonrisa mientras cerraba la puerta.
—Te dije que llamaras, ¿por qué no llamaste?
—El auto estaba estacionado afuera, Tae —argumentó—. ¿Qué sentido tenía llamarte si podía verlo a través de la ventana? —TaeHyung levantó la mano para frotar sus pesados párpados, murmurando al conductor que los llevara de vuelta al bloque de apartamentos—. No seas tonto. Oh, pero, Tae, tengo algo para ti. Algo importante —dijo JiMin con voz suave mientras buscaba dentro de su abrigo y sacaba una botella bastante grande de algo. TaeHyung vio que era de color verde brillante y sus ojos se clavaron en él. ¿Qué demonios era esa sustancia?—. Sabes lo que es esto, ¿verdad?
—Nuh... no —respondió con un movimiento de cabeza, el auto moviéndose.
—Es metadona* —explicó JiMin con esa misma voz suave—. Le pedí a YoonGi que la consiguiera y él lo hizo, porque queremos ayudarte.
—¿Meh... metadona?
—En lugar de la morfina, se usa en clínicas para combatir la adicción y, antes de preguntar, porque sé que lo harás, se siente exactamente igual, Tae.
—¿En... en serio? —preguntó TaeHyung sorprendido mientras retiraba los ojos de la botella.
—Sí, Tae, te prometo que sí —dijo JiMin con una sonrisa mientras lo deslizaba dentro de su abrigo fuera de la vista—. Entonces, comenzarás a usarlo, porque de esa manera podemos alejarte de la morfina. ¿No crees que es una buena idea, mmm? —La boca de TaeHyung estaba demasiado seca para responder, así que decidió asentir con la cabeza—. Te vamos a ayudar, Tae.
—Sé que sí, lo sé —coincidió TaeHyung—. ¿JiMin?
—¿Sí, Tae?
—Sabes que yo... que te amo, ¿verdad?
—Por supuesto —dijo JiMin sin el menor indicio de vacilación—. Por supuesto que lo sé.
—Desearía poder ayudarte también —dijo TaeHyung en voz baja mientras miraba a la ventana, observando las calles oscuras pasar en un borrón de colores. Ante esto, el otro hombre mostró una ligera confusión, frunciendo el ceño—. Pero yo... creo que ahora puedo.
—Okay, creo que necesitas dormir un poco más —bromeó JiMin con una sonrisa. TaeHyung suspiró y se movió para usar su regazo como almohada, molestando a una Wangbi bastante cómoda y obligándola a apretarse en el pequeño espacio al lado de la otra ventana. Los dedos de JiMin fueron directamente a su cabello y comenzó a acariciarlo ligeramente—. Hoy tienes mucho sueño, Tae.
—Mmm —ronroneó de acuerdo, todo el tiempo pensando que la morfina lo había causado en gran medida—. Pero puedo hacerlo, JiMin, puedo ayudarlos a ambos... confía en mí.
—Claro que puedes, bebé —coincidió JiMin en un tono suave y sus dedos frotaron ligeramente círculos concéntricos en su frente—. Puedes hacer cualquier cosa, ¿recuerdas?
—¿Porque soy un... un Dios? —preguntó TaeHyung antes de sentir sus labios levantarse en un flojo intento de sonrisa—. A veces pienso que... que soy un monstruo, JiMin.
—Los dioses no son más que monstruos —dijo el otro hombre mientras jugaba con su cabello—. Un dios no puede ser humano después de todo.
—Solo soy un maldito monstruo... —dijo TaeHyung con una voz apenas por encima de un susurro cuando sus párpados se cerraron sobre él nuevamente. Antes de hundirse en la oscuridad, escuchó a JiMin murmurar algo en respuesta a sus palabras.
—¿No lo somos todos, bebé?
~*~*~*~
Oigan, tengo una pregunta, ¿les gustaría que trabajara en una versión para e-book?
No, no se los voy a vender, simplemente para que tengan en PDF(?) esta trad, pero así bien bonita y todo :B ¿No?
Lo he venido pensado desde la semana pasada que publiqué el cap 20~
Bueno, espero les haya gustado~
Nos leemos el próximo sábado ^^)/
Cuídense~
AliPon fuera~*~*
*Denuncia de irregularidades: Una línea de denuncia de irregularidades es un servicio que permite a los empleados y a los proveedores externos informar acerca de malas prácticas y conductas ilícitas o poco éticas en el entorno laboral.
*Metadona: se usa para aliviar el dolor fuerte en personas que se espera que necesiten medicamento para el dolor todo el tiempo durante un período prolongado y que no puedan recibir tratamiento con otros medicamentos. También se usa para evitar los síntomas de la abstinencia en pacientes que hayan sido adictos a los medicamentos opiáceos y estén inscritos en programas de tratamiento para dejar de tomarlos o continuar no tomando los medicamentos. La metadona pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos). La metadona funciona al tratar el dolor al cambiar la manera en que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor. Funciona para tratar a las personas que eran adictas a los medicamentos opiáceos al producir efectos similares y evitar los síntomas de abstinencia en las personas que dejaron de usar estos medicamentos.
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