#84 [La Casa del silencio]
El mayor peligro para mis hijas por encima de cualquier villano terrenal era Akenatón, el dios de la guerra y combates egipcios que vino al mundo seis siglos antes de Cristo, pues Él buscaba vengarse de los humanos por haberlo exiliado y humillado en manos de sus padres Amenhotep III y la reina Tiy, por eso ahora, con su regreso inesperado al mundo, robó el alma de Sarah para asesinar a Alice con toda la intención tras saber que mi abuela no era pura de corazón y su pasado la arrastraba hacia el infierno, empero, ese ente era nuestro más fuerte adversario porque fue quien me dio el maldito collar del sol y la luna años atrás cuando estaba embarazada de Katherine.
Él era un ser malvado e insensible por el simple hecho de que podía ir y venir del Campo de Ciénagas cuando se le antojara, pues pertenecía al inframundo y era completamente inmortal, además, para nuestra desgracia, nos enteramos de que el dios "Ankh", es decir, el fabricante original de las cruces simbólicas de Anubis, o sea el dios de los muertos en realidad era SU ABUELO y por lo tanto, con dichos amuletos era casi invencible e insuperable aún y con la nueva Elegida de por medio o el propio Seth, pues Él tenía el poder más grande de todo universo en sus manos tras reclamar su posición en el trono.
Evidentemente, sus terribles y escalofriantes ojos rojos, los colmillos largos que poseía, las serpientes venenosas a su lado y sus muchos accesorios lúgubres provocaban una serie de escalofríos inimaginables que recorrían todo el cuerpo al parecer un verdadero demonio capaz de asesinar a cualquiera con un simple chasquido, además, como parte de su arcenal, portaba rayos potencialmente mortales que lanzaba hacia quienes quisieran atacarlo en alguna clase de combate para quitarles el alma y transformarla en maligna a su antojo, tal como lo hizo la pobre de Sofia Danae quinientos años atrás para poder salvar el mundo.
Sin duda, ya era conocido que mi madrina Sophia fue una de las tantas Elegidas por Anubis mucho antes que mi abuela Sarah y yo, por lo tanto, luchó contra Él hasta donde pudo con tal de cumplir con su labor en el universo, sin embargo, terminó muy mal al acabar convertida en esclava de Ra y siglos después transformada en una fría estatua de piedra por largos años gracias a los poderes protectores de Eddie hasta que yo volví a la Casa de Anubis y la liberé de su castigo por ser la Elegida más reciente, aunque en realidad, era a mí a quien tanto buscó el perverso de Akenatón al ser la descendiente más cercana y vulnerable de Sarah FSM.
Durante casi tres mil años Akenatón persiguió y extinguió interminablemente a TODOS los Elegidos por Anubis hasta obtener lo que deseaba, pues no cualquiera era capaz de tener ese gran poder especial en su sangre gracias a la línea sucesoria que tenía dentro de la esfera real del Antiguo Egipto y ahora eso lo convertía en un ser diabólico que podría destrozar el mundo en cualquier momento al tomar su puesto como faraón desde el infierno, además, siglos antes había logrado vencer fácilmente a todos los antiguos elegidos debido a su notoria debilidad frente a las amenazas de otros villanos, empero, la tormentosa noche en que mi madre nació, Akenatón supo que a partir de ahí tendría que cuidarse de ella al ser una mujer muy peligrosa para su reinado del terror luego de notar una intensa luz en sus bellísimos ojos turquesa que deslumbraba como millones de soles.
Más por ende, Él permaneció oculto en la Tierra de los vivos hasta que vine al mundo muchísimos años después, es decir, la niña a la que habían separado de sus padres biológicos por culpa de una mala decisión que terminó por liquidar el linaje Frobisher Smythe, así que, el cruel demonio tomó la ventaja tras ver la fragilidad existente y juró destruir a cada descendiente de nuestra controversial familia, incluyendo a mis dos hijas, a quienes escogió para que fueran el sol y la luna de su macabro eclipse de sangre porque era parte del plan, no obstante, cuando Alice, mi segunda hija nació, su sed de venganza se incrementó mil veces más al sentir en ella un enorme poder destructivo capaz de debilitarlo por completo gracias a que heredó el don de la Elegida y parcialmente la inmortalidad.
Lamentablemente, pude comprender muy tarde que, esa era la verdadera razón por la que tanto los familiares Frobisher, mi abatido padre, los maestros y la sociedad secreta protegían al Elegido a toda costa e implementaban la cruel estrategia de enviarlo lejos de casa como a Joy alguna vez en el pasado, pues si Akhenatón llegaba a tomar la vida de esa persona al ser un blanco fácil, el universo entero tendría que esperar otros doscientos años para volver a encontrar al nuevo protector, liberarlo de la terrible prisión en que se encontraba y salvar a todos los seres vivientes del mal una vez más, aunque las consecuencias de esto fueran realmente catastróficas.
Sin embargo, la suerte de mi hijita Alice estaba maldita y profanada desde que fue concebida, pues el obstinado de Akenatón había logrado salir de su prisión eterna en lo más profundo del Campo de Ciénagas gracias a que mis confundidos padres cruzaron dicho paraje en contra de las reglas naturales cuando fueron advertidos de sus posibles riesgos en el cause vital, por lo tanto, ahora todos estábamos en grave peligro a menos de que nuestra delicada niña luchara contra ese vil demonio.
Históricamente, los motivos y resentimientos de Akenatón para destruirnos eran lógicos y en parte razonables, pero, se metió con niños inocentes que no tenían la culpa de lo que sus incomprendidos antepasados hicieron, entre ellos, mi abuela Sarah, quien no fue tan débil como sus predecesores porque ella alguna vez lo logró vencer parcialmente gracias a su don de Elegida cuando solamente tenía seis añitos de edad y sus padres aún no fallecían, por eso, esa criatura infernal odiaba a todos los pequeños descendientes de los Frobisher Smythe tras haber sido derrotado por una cría insignificante al hallarse distraído en ese momento, así que, juró vengarse con lo más preciado que ella tenía en la vida, es decir, su familia, la cual, se rompió años más tarde cuando todos murieron y fue dejada en manos de los Rodenmaar.
Aunque Akenatón pensó que todos los Frobisher habían desaparecido de la faz de la Tierra, se equivocó rotundamente, pues mi abuela escapó con gran valentía de los Rodenmaar y los Zeno para ocultarse durante mucho tiempo, por eso, cuando aquel demonio se enteró de que su misión había fallado nuevamente gracias a la misma niña que lo venció, tomó cartas en el asunto y envío a Rufus como su peón con tal de desquitar su desbordante ira contra ella, de tal forma que, con el cuerpo y alma poseídos, Akenatón fue el responsable directo de la violación que Sarah vivió aquella noche cuando se quedó sola en casa y Rufus, mi abuelo no reconocido, terminó por ser el único culpable de todo tras convertirse en el padre biológico de la próxima niña Frobisher Smythe, mi madre.
Para su infortunio, el que la abuela Sarah fuera lastimada terminó en sepultar su plan inicial, pues Akenatón jamás esperó que ella quedara embarazada producto de su violación extra corporal que Él causó, así que, nuevamente maldijo a la bella niña sin que se diera cuenta para que nunca lograra ser feliz y así sucedió luego de que con ella, los Frobisher Smythe fueran "borrados del mapa" cuando la familia fue dividida por el odio y el dolor, pues de la misma forma que Seth, Él amaba las discordias y tras ver el declive de sus enemigos humanos, creyó que había ganado, no obstante, mi hermana Kara y yo aún vivíamos y eso sería el punto final de su venganza al tener sangre FSM, por ello, quiso lastimarnos con nuestras peores pesadillas al lado de mamá.
Cuando Él descubrió que a Kara no podía dañarla por ser una humana ordinaria, se ensañó conmigo, la última Frobisher en ese momento al encontrarme muy frágil por mi enfermedad, empero, tampoco pudo tocarme un solo cabello gracias a la protección de Senhkara, y cuando quedé embarazada de Katherine, supo que a partir de ese día mi bebé sería maldita con la responsabilidad de proteger a su pequeña hermanita, su némesis principal del eclipse final al poseer los poderes de la Osarian luego de que Alice, la nueva Elegida, se sacrificara por el bienestar del universo cuando ni si quiera habían logrado conocerse mejor por culpa de Evelin, Joy y su deseo de ver sangre correr en nuestra casa.
Lo que no sabía Akenatón ni ningún otro dios egipcio, era que, aunque mi hijita Alice pareciera súper frágil y solitaria debido a su arduo pasado, en realidad poseía poderes increíbles y mil veces más fuertes que todo nuestro árbol genealógico luego de que la propia sacerdotisa Amneris le otorgara su protección divina mucho antes de nacer a pesar de la maldición que yacía en ella porque como yo, mi pequeña era su descendiente directa, así que, tomó todos los riesgos y la bendijo sin que alguien lo supiera tras ver en sus ojitos multicolor una fuerza sobrehumana que superaba cualquier expectativa o pronóstico.
...
La mañana antes de partir hacia la escuela, mi sobrinita Alina Rossy se levantó normalmente hacia la cocina para ir por su habitual gran desayuno matutino tal como su glotón padre, no obstante, en lugar de sonreír y devorarse las salchichas untadas de huevo, terminó por gritar, llorar y pedir ayuda desesperadamente por toda la Casa de Anubis tras el horror que vio frente a ella en ese momento, pues como era conocido, Akenatón prometió asesinar a cualquier Frobisher Smythe que estuviera cerca y para esta ocasión, decidió venir hasta la casa de manera física para llevarse a mi hija Alice con Él mucho antes del sangriento eclipse.
Así que, con un nivel de furia indescriptible, los ojos sobresaltados, las manos brillantes,una fuerza destructiva y un peligroso cuchillo entre sus manos que tomó, se acercó rápidamente a la primera persona que vio despierta esa mañana a través de la cocina de la Casa de Anubis al ser casi las seis en punto tras creer que que todos los integrantes de casa eran de apellido Frobisher y mi sobrina Alina le recordaba a alguien cercano a su grandes enemigas, es decir, la abuela Sarah y mi madrina Sophia Danae, su antiguo peón para Ra.
Desde luego, en ese preciso instante tanto mis padres, amigos y todos los de la Casa de Anubis corrieron a ver qué sucedía con la desgraciada de Alina debido a su difícil pasado por culpa de la niña loca llamada Ekatherina, pues podría volver a meterse en problemas con alguien más y el Señor Sweet no iba a perdonar otra falta, no obstante, quien entró primero fue papá y para su desagradable sorpresa, los gritos de mi sobrina eran lógicos al estar frente a frente con el maldito dios egipcio que tanto daño nos había causado porque ahora tenía un cuerpo físico con el cual logró atravesar la barrera al mundo real únicamente para cumplir su juramento en contra nuestra, así que, sin pensarlo mucho, atacó a la pobre de Alina a pesar de que ella era una chica completamente inocente como todos los demás.
-¿Hola? ¿Qué es ese ruido?, papá, ¿Eres tu? ¿En serio vienes por comida a estas horas del día al igual que yo? ¡uff!, hay que escondernos de mamá o si no, ella va a... ¡AHHH! -gritó Alina tras ver como una figura fantasmal de rostro negro, ojos azul brillante, accesorios extraños y garras afiladas estaba frente a ella aquella mañana junto a un cuchillo que le apuntaba en la garganta.
-¿Alina?, hija mía, ¿Qué sucede? ¿Por qué gritas? ¡AH! -preguntó Amber con una mueca de desagrado tras despertarse recientemente, sin embargo, su expresión cambió de golpe al ver a aquel ser infernal frente a ellas.
-¿Qué sucede? ¡Ohhhh! ¡NO! ¡Es imposible! ¡Aún no estamos listos para esto! -exclamó mi viejo padre luego de escuchar los notorios gritos de Amber y Alina en la cocina de la casa.
-Vaya, vaya "pequeño" Rodenmaar... Nos volvemos a ver después de más de ciento veinte años, pero esta vez yo ganaré, pues mi diabólico batallón ya está listo para destruir todo lo que conocen hasta el día de hoy. -afirmó el dios Akenatón con una sonrisa macabra mientras dibujaba una cruz egipcia con el cuchillo en la mesa del comedor luego de amenazarnos sutilmente.
-Víctor, cariño mío, dime, ¿Él es quién creo que es? -preguntó mi madre Eloisa tras estar muy preocupada, pues entró en pánico en ese preciso momento.
-Sí mi amor, ¡Él es Akenatón!
-¡Ay no! ¡Ay no! ¡Ay no!
-Eli, vamos, ¿Qué esperas? ¡Corre a advertirle a Nina para que oculte a nuestras nietecitas! ¡Akenatón no puede verlas aquí o las asesinará!
-¡Ohhhh!, mi amor, creo que estás equivocado porque nuestro destino como elegidas es luchar contra este ser aunque podamos morir, ¡No hay salida!
-Eloisa, ¿Estás loca? ¿Sabes cuánto tiempo he intentado mantenerlos a salvo? ¡Ustedes son mi vida entera y no permitiré que vuelvan a irse!
-Tienes que hacerlo, ¡Alice y Katherine están en la obligación de protegernos!
-... Bien, ¿Y si las perdemos?
-Es un riesgo muy grande que hay que correr y tú lo sabes, ¡Es hora!
-Okey, entonces avísale a Nina para que nuestras nietas nos protejan y a Kara para que mantenga a todos los residentes de la Casa de Anubis a salvo, pues esta será nuestra última y más larga batalla en siglos. -dijo mi padre con lágrimas en sus ojos al hallarse desesperado y muy asustado por aquel desafiante escenario pos apocalíptico.
-Padre, ¿Qué su... -dije súbitamente cuando de pronto vi a aquel ser infernal frente a todos nosotros.
-Nina, hijita, ¡No te muevas! ¡Él huele el miedo a kilómetros de distancia!, y sí, esto no es una pesadilla, ¡Akenatón ha regresado para cumplir su venganza, así que ya sabes qué hacer!, nuestras vidas dependen de ti y tus hijas.
-¡Ohhhh!, claro, ¡No! ¡SENHKARA! ¡Madrina Sophia! ¡Vengan ahora! ¡Las necesitamos urgentemente, por favor! ¡Ha llegado la hora! -grité de inmediato al pensar que esa sería la mejor opción, sin embargo, pude sentir la maldad dentro de aquel demonio.
-¡Wow, wow! ¿Pero qué rayos sucede aquí? ¿Están todos bien?, Sofy, linda ahijada, ¿Qué pasa? ¿Quién lo está atormentado? ¡Ay no, no! ¡IMPOSIBLE!, esto es malo. -preguntó mi madrina Sophia con una expresión lúgubre y nerviosa cuando de repente vió cómo Akenatón estaba justo detrás suyo, a lo cual, contraatacó con desactivar sus poderes, inclinarse y bajar la cabeza como si le tuviera extremo terror a aquel maldito demonio.
-Sofy, mi amor, ¿Por qué gritas y me llamaste así de desesperada? ¿Qué carajos sucede con ustedes ahora? ¿Acaso es por tus hijas? ¡Ohhhh!, no, no, no. -exclamó Senhkara de pronto al encontrarse realmente asustada tras ver cómo aquel ser estaba de vuelta en el mundo como juró siglos atrás.
-¡Espectacular, querida Sophia Rose Danae!, no te veía desde que trataste de "vencerme" con tus sucios poderes para salvar al mundo hace más de trescientos años, ¡Ah!, pero quiero recordarte que yo te vencí a tí. -mencionó Akenatón con la misma sonrisa macabra del principio mientras veía cómo nuestros rostros se paralizaron al saber esa verdad del pasado de mi pobre madrina.
-¿QUÉ? ¿Cómo que trataste de vencerlo con tus poderes, eh?, madrina Sophia, dime algo importante por favor, ¿A caso tú también fuiste una de las tantas Elegidas por Anubis como mi antepasados Frobisher?, déjame recordarte que Olivia FSM, la bisabuela Louisa, la abuelita Sarah, mi madre Eloisa, mi segunda hija Alice y yo tenemos ese don desde que nacimos porque es un gen específico.
-Lo sé, mi amor, ¡Akenatón no está mintiendo!, por desgracia, ese fue mi tan difícil pasado, solo que a mí no me sucedió como a tus otros ancestros debido a que yo fui LA PRIMERA Elegida en existir sobre la Tierra.
-¿Tú qué? -exclamó mi madre.
-Así es... Tal como todos los otros Frobisher, yo quise proteger al mundo de las crueles amenazas de Akenatón porque en ese siglo aún no existía el Osarian, así que traté de vencerlo por mis propios medios mientras usaba la poca fuerza restante en mi interior pero, obviamente no lo logré y desde entonces, me obligó a ser esclava de Ra como castigo al convertirme en parte de su ejército del mal para acabar con todo descendiente Frobisher Smythe que viniera al mundo a partir de ahí, por eso, ataqué a tu hermana Kara y a todos los de la Casa de Anubis sin querer cuando iba a resucitar a Ra con la piedra y la medalla hace treinta años.
-¡Ohhhh!, Sophia, ¿Entonces eso quiere decir que tú no solamente eres mi madrina sino que también eres una más de nuestros familiares? ¡Por Dios!
-Sí mi niña, ¡Yo soy tu tía tatarabuela y tu madre Eloisa me escogió para también ser tu madrina porque cuando ella se quedó sola por culpa del accidente en el sótano con el Elíxir de tu abuelo Víctor al tener diecisiete años de edad, encontró la manera de comunicarse conmigo gracias a sus increíbles dones de nacimiento aunque desconociera completamente que compartíamos sangre.
-¡Oh por Dios! ¿SIEMPRE fuiste de mi familia y no me lo dijiste?
-Sí Ely, perdóname.
-¿Y por qué no? ¡Pudiste hacerte cargo de mí cuando mi mamá me despreciaba o cuando separaron a mis hijas!
-Escucha... No hice nada por ti porque el hecho de que una bella jovencita como tú hablara sola con las paredes de la casa y escuchara las voces de sus ancestros muertos en aquella época, podría provocar que te internaran en una fea clínica psiquiátrica, ¡Tu madre Sarah era capaz de eso y muchísimo más!
-Eh, pues gracias, ¡Ahora veo que no me equivoqué en confiar en tí para ser la madrina de mi hija Nina! ¡Te lo agradezco, querida abuela!
-¡Es increíble! ¡Jamás me imaginé algo como esto en toda mi vida! ¿Entonces quiere decir que el alquimista vengativo también fue uno de mis antepasados tal como el bisabuelo Roberth?
-Así es, aunque Sophia no me dijera nada, en su momento ella y yo fuimos súper cercanas cuando no tenía a nadie más para consolarme por mi estupidez con el Elíxir, por eso, la nombré como tu futura madrina al confiar en ella.
-¡Ay Sofy! ¡No te imaginas lo mucho que sufrí cuando nos separamos tu mami y yo por culpa de tu abuela!
-¿Por?
-Eloisa y yo fuimos amigas durante dos largos años hasta que Sarah, tu abuela malhumorada nos descubrió y obviamente le prohibió a tu madre hablar conmigo de cualquier forma a pesar de que yo era de su mismo árbol genealógico y la quería mucho.
-Definitivamente no conocía a mi abuela Sarah para nada, ¡Creo que merecía todo lo que le pasó!
-Nina, ¡Sarah lo hizo por su bien porque aunque no quería mucho a Eloisa, ella se preocupó por la seguridad de su hija debido a que para ese entonces, yo ya era malvada y ocultaba mis verdaderas intenciones con tu madre para sacarle información crucial!, creo que ahora lo entiendes porque eres madre.
-¿Y por qué no siguieron hablando?
-Para asegurarse de que tu mamá no desobedeciera sus órdenes, Sarah mandó a clausurar la cripta Frobisher donde estaba enterrado su padre Roberth al ser desde ese momento un área restringida, sin embargo, cuando ella y yo cortamos comunicación, Eloisa ya estaba embarazada de tu hermana Kara y juró
que su segundo hijo, o sea tú, serías mi ahijada junto a Senhkara, pues nunca se destruyó mi conexión con el mundo físico como tu rara abuela afirmó al notar que mi presencia e influencia eran muy poderosas, pero, siempre dejó la cripta intacta para evitar cualquier maldición, lo demás, ya lo sabes.
-¡Por Dios! ¡Ohhhh!
-¡YA BASTA! ¡Esto es toda una novela dramática! ¡Yo solo les digo que si no cumplen con lo que les ordeno, pagarán muy caro por esto! ¡Ya nada ni nadie podrá salvarlos de mi venganza!
-A ver bicho raro, quiero que sepas que ya antes varios de nosotros estuvimos bajo el dominio de un dios llamado Seth que nos guió con un sexy pero malvado faraón hace treinta años en el Antiguo Egipto, así que ya estamos más que preparados para tus supuestas amenazas, además, llamaré al ejército inglés y a la armada estadounidense de inmediato al ser la Presidente del país porque tú eres una potencial amenaza para el todos en el universo.
-¿Cómo así que Seth los castigó? ¿Qué dices mujercita? ¿Y cuál faraón los esclavizó antes que yo, eh?
-Galék, el faraón... Él quiso ser mi esposo por la fuerza en el Antiguo Egipto hace treinta años cuando viajé con varios de mis amigos gracias a la divina intervención de Seth y la sacerdotisa Amneris, quien
nos dio la oportunidad de volver a casa sin daños o recuerdos alterados, ya que, cuando mi repentino prometido se enteró que yo era probablemente la primera Elegida de la historia, nos lanzó al abismo, por eso mi antecesora nos otorgó la libertad junto a un deseo, siempre y cuando entre nosotros nunca más hubieran discordias u odio.
-¿Pero qué rayos? ¿Qué cosa? ¡Ohhhh!, por favor dime que ese tipo no te tocó antes que yo, Nina, ¡Júralo por tus hijas!, no podría soportarlo. -dijo Eddie con una expresión de asombro y ego, pues temía perder su supuesta hombría.
-Nina, mi amor, ¿Qué? ¿Por qué no nos dijiste nada de esto antes, ah? ¡Somos esposos y tenemos confianza!
-Hija, ¿En serio viajaste al Antiguo Egipto con tu padre, Mara Jeffrey, Willow Jenks, Patricia Williamson y Jerome Clark? ¿Cuándo pensabas contarme?
-Ely, Ely, no te alteres... Yo les ordené que guardaran el secreto.
-Víctor, ¿Por qué?
-A ver todos, ¡Ya basta de preguntas absurdas!, eso fue hace muchos años y el pasado ya quedó atrás!, juré que nunca iba a revelar esto por nuestro bienestar.
-¡Ushh! ¡MALDITOS SEAN Galék y Seth! ¡Yo tuve que ser el único dios que los desterrara y destruyera!, pero no se preocupen, idiotas, ¡mi venganza se llevará a cabo finalmente y esta vez no seré piadoso con ustedes como lo fue la débil de Amneris, mortales!
-¿Qué? ¡AHHH! ¿Qué es lo que haces tú aquí, eh monstruo? -preguntó mi hermana Kara al estar realmente furiosa, sorprendida y preocupada por todo, pues Akenatón era "invencible".
-Busco a una chiquilla malcriada que últimamente me ha causado muchísimos problemas, de hecho se llama ALICE NORAH RUTTER, ¿O no? -dijo Akenatón mientras señalaba a mi pobre hija con rabia y rencor absoluto.
-¡Oh no! ¡Claro que no te llevarás a mi nieta pequeña! ¡Tendrás que pasar por mi cadáver para poder hacerlo!, lo juro, maldito. -afirmó mi temblorosa madre tras estar muy alterada por las palabras de Akenatón, ya que ella juró proteger a mis hermosas hijas luego de volver a encontrarnos a pesar de los años.
Lamentablemente, al ver directamente a los ojos de mi madre, aquel dios llamado Akenatón la reconoció como la principal víctima de su venganza, pues ella era la única hija de Sarah FSM, y ni qué decir cuándo me vio a mí abrazar a mi hija Alice con fuerza para protegerla de Él aunque ya no tuviera poderes, pues logró identificarme como la antigua Elegida al igual que a Katy, la Osarian actual, quien no sabía de su presencia hasta que entró a la cocina, y a mi segunda niña como la nueva parangón que le estaba dando dolores de cabeza en este siglo, así que, se rió en señal de regocijo y burla tras notar que ella era una insignificante humana con probabilidades de morir sin esfuerzo y yo no podía protegerla más.
...
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