#78 [La Casa de la asesina]
Desde luego, tras escuchar que una de mis hijas me despreciaba hasta el punto de preferir morir hizo que mi corazón sufriera como nunca antes a causa de esto, pues ella alguna vez formó parte de mi al tenerla dentro de mi cuerpo durante nueve largos meses, por eso, la amaba demasiado pero al parecer, ella todavía no debido al gran resentimiento y rencor que nos tenía a causa de lo poco que pudo investigar en el orfanato francés acerca de su familia biológica.
Mientras tanto, en la Casa de Anubis todo iba normal por la mañana cuando los chicos y adultos desayunaban tranquilamente como cualquier otro día, sin embargo, la locura volvió a desatarse en la nueva niña suiza, quien se despertó sonámbula mientras gritaba incoherencias sobre "las perlas de Ammuth y los sacrificios hechos para salvar a la sacerdotiza Amneris del Campo de Ciénagas", lo cual, resultaba realmente aterrador y se le sumaba el hecho de que ella vestía con un antiguo traje sacado de la edad media y su voz parecía agravarse.
-¡Las perlas de Ammuth serán reveladas muy pronto en este lugar para salvar a la sacerdotiza Amneris! ¡La masacre más grande de historia no podrá ser evitada y todo lo que creyeron vivir será destruido en nombre de RA! ¡Albustherio Liberus Ra! ¡Albustherio Liberus Ra!
Desde luego, esto causó que todos los chicos y adultos dudaran aún más de la tal Ekatherina, pues no era nada normal que alguien gritara sobre ese tipo de cosas con su apariencia física totalmente cambiada y en estado de sonambulismo, ya que en ese terrorífico momento dio la impresión de que ella provenía del pasado al ser una auténtica viajera del tiempo que venía a casa por venganza del lado del dios egipcio Ra, otra vez.
-Ekatherina, ¡Wow, wow!, espera niña, ¿Estás bien? -preguntó Patricia al estar muy asustada y preocupada, pues nunca creyó que esa "infensa" niñita fuera capaz de hacer daño.
-¿QUÉ?, espera niña, ¿A caso dijiste "las perlas de Ammuth y el sacrificio de la sacerdotiza Amneris"? ¡Ay no, no, no! -preguntó mi pobre y afligido padre Víctor mientras estaba realmente confundido, pues Él sí sabía perfectamente lo que eran.
En realidad, la pequeña padecía de una grave Esquizofrenia, la cual la dejaba sin aliento y estabilidad debido a los genes dañados de su trastornada familia y el violento pasado con su tía, por eso, actuaba y decía cosas sin sentido al nunca ser examinada por un médico especialista en neurología infantil, sin embargo, su comportamiento era perseguido por algunos enemigos que deseaban su supuesto poder, entre ellos, la nueva profesora, quien vino hasta la Casa de Anubis para deshacerse de la chiquilla así como de sus futuros descendientes al creer que era la nueva Elegida, por lo tanto, ardió en celos e ira cuando la logró ver feliz como alumna y llegó al límite con esa pobre niñita enferma.
Esa misma mañana en que la niña profesó aquellas extrañas cosas de la nada, mi padre decidió salir de ahí discretamente como si ocultara algo, pues su rostro se tornó tan pálido como un papel cuando logró descifrar lo que Ekatherine había dicho gracias a su amplia experiencia lectora en libros egipcios, así que, inmediatamente corrió a encerrarse en su estudio aún cuando mi madre le suplicó que se quedara a la vista, empero, mi padre se puso manos a la obra ante aquel nuevo descubrimiento que vendría a obstaculizar el eclipse final.
Sin embargo, gracias a que mi increíble hermana Kara estaba terminando de estudiar para convertirse en doctora a pesar de todo y había hecho una compleja tesis en neurociencia logró diagnosticar la enfermedad de Ekatherina justo a tiempo, ya que la niña tenía rasgos psicóticos y por esa razón la llevaron de emergencia a un especialista, el cual, lo confirmó casi de inmediato y la sometieron a un difícil tratamiento con píldoras entre comidas, las cuales debía de tomarse por la fuerza si no quería ir a un hospital psiquiátrico mientras era monitoriada e investigado gran parte del día.
Como nadie quería acercarse a Ekatherina por sus antecedentes de demencia, Trudy fue la única que le dio sus medicinas para evitar otra crisis como la anterior durante aquella noche tormentosa, ya que a pesar de su edad avanzada ella aún tenía un enorme corazón y no iba a dejarla solita con su problema, no obstante, al salir de su habitación nunca se imaginó que aquel sería su último adiós en esta vida, pues esa madrugada, la profesora Samira entró para asesinarla con un filoso cuchillo de la cocina, el cual, acabó con ella de una sola vez de manera sangrienta y cruel como tanto deseó desde que llegó al internado.
-¿Creíste que podrías seguir engañando a todos, eh Ekatherina?, pues no, ¡hasta aquí llegó tu juego! ¡Larga vida a Ammuth! -dijo la profesora con un tono de voz ronco y firme mientras clavaba el puñal en el corazón de la pobre niña mientras dormía en su propia cama.
La indefensa niñita solo alcanzó a ver cómo su enemiga mortal la había liquidado al fin con una maquiavélica risa y el cuchillo ensangrentado, pues apenas pudo despedirse de este mundo mientras agonizaba sonriendo luego de recibir seis cuchillazos, sin embargo, ella no estaba sola aquella noche porque compartía habitación con Alina Rossy, la única hija de Amber y Alfie, quien a la mañana siguiente gritó desesperadamente al ver que su nueva compañera estaba muerta y desangrándose en su cama.
-Buenos días Ekatherina, ¿Dormiste bien anoche?, es que esas pastillas deben de ser espantosas, pero no te preocupes, ¡Yo sí te apoyaré y prometo ser tu amiga para que te sientas mejor!, lo juro, voy a cuidarte como a Karine. -preguntó Alina tras despertarse por la mañana con una gran sonrisa y los ojos entre abiertos, no obstante, nunca obtuvo respuesta de parte de su nueva compañera.
-Ah, Ekatherina, querida niña, ¿Estas bien? ¡Ohhhh! ¡AHHH!, no, no, no, ¡Ayuda! ¡Que alguien nos ayude, por favor! -gritó fuertemente la traumatizada de Alina al hallarse desesperada e impresionada luego de ver el lastimado e inerte cuerpo de su nueva compañera de habitación, lo cual, llamó la atención de todos.
-
Alina, hijita mía, ¿Qué te sucede? ¡Ohhhh! ¡AHHH! -exclamó Amber mientras corría por el pasillo, sin embargo, de igual forma gritó al ser testigo de aquella escena y esto trajo como consecuencia de que todo el mundo se enterara del crimen.
Casi de inmediato, los encargados de la Casa de Anubis llamaron a los cuerpos de emergencia, incluídos medicina forense e investigadores criminológicos, quienes hicieron análisis exhaustivos para saber cómo y cuál fue la causa de aquel cruel acontecimiento que sucedió justo a una hora en la que nadie pudiera reaccionar con el asesino de una niña indefensa, a quien habían liquidado a sangre fría mientras dormía.
-No, ¡Todavía no puedo creer que le hicieran algo así a una niña como ella! ¿Pero quién fue? -mencionó el Señor Sweet mientras lloraba mucho y se cuestionaba todo luego de ver que el mutilado cuerpo de Ekatherina estaba en la Casa de Anubis.
-Por desgracia así es, Erick, pero ahora todos ustedes son sospechosos de su muerte y hasta que no haya un informe oficial de los forenses, permanecerán aquí en la casa sin poder salir. -dijo el policía a cargo tras encontrarse realmente indignado y preocupado por la seguridad.
-Víctor, ¡Hey! ¿Tú sospechas de alguien en particular? -preguntó el Señor Sweet tras ver como mi padre estaba muy pensativo.
-... Sí Erick, sí sospecho de alguien, es más, casi puedo asegurarles que la asesina de Ekatherina fue la nueva profesora Samira, yo lo sé. -afirmó mi padre mientras daba vueltas en círculo y fruncía el ceño tras hallarse algo triste por lo sucedido.
-¡Ohhhh! ¡Esa es una acusación muy grave, Víctor! ¡Tú no puedes afirmar nada hasta que sea descubierto o haya pistas suficientes sobre el caso!, así que, hasta entonces tú también eres un sospechoso. -respondió el Señor Sweet tras encontrarse muy preocupado, conmocionado y nervioso, ya que la buena reputación de la escuela estaba en riesgo.
-¿Y cómo por qué rayos yo asesinaría a una pequeña niña que perfectamente podría ser mi nieta, ah Erick?, no, ¡A mi no me veas!
-Pues sí Víctor, eso que dices suena lógico porque tú amas con locura a nuestra nieta Kathy, pero piensa, ¿Qué motivo tendría esa rara mujer para ser la asesina de una niña?
-No lo sé, Erick pero Alina Rossy, la hija de los Lewis también sospecha de ella porque estoy enterado por nuestra nietecita Kathy que esa mala mujer la amenazó con algo, y es tu obligación investigarlo a fondo.
Sin embargo, a pesar de todas las investigaciones que se alargaron durante semanas la policía no encontró nada específico para culpar a alguien por lo sucedido, pues la niña estaba loca después de todo y llegaron a la hipótesis de que ella misma se lo hizo en un brote psicótico que acabó con su propia vida, así que, la profesora asesina andaría libre, tranquila y segura por las calles al saber que absolutamente nada la podría culpar tras haberse desecho de sus huellas, o al menos por ahora.
...
Datos importantes.
▪Aryana Engineer (niña) como: Ekatherina O. Slatt.
▪Jennifer Morrinson como: Profesora Samira.
▪Amanda Seyfried como: Alina Rossy Lewis Millington.
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