Aquellos emotivos reencuentros fueron de gran alegría para todos, pues ni Fabián o mi madre podían creer que yo estuviera viva, y aunque ella no me hubiera visto todavía, algo en su corazón se lo gritaba, sin embargo, dadas las circunstancias actuales, su única preocupación era la de proteger y velar a la que sería su salvadora debido a su delicada salud, pues ahora yo era como cualquier mujer, la cual, solo serviría de guía para mis dos poderosas hijas.

-¡Ohhhh! ¡Hijita mía! ¡Lo sabía!, sí, no me equivoqué de persona... Mi amor, no puedo creer esto, ¡Al fin has regresado a la vida y nuestro sacrificio valió la pena!

-¿QUÉ? ¿De qué sacrificio estás hablando, mamá? -cuestioné con severidad y miedo, pues sabía que mis padres eran capaces de todo.

-¡Santa Isis! ¡No estoy soñando como las otras veces!, Nina, mi bebé, ¡Sí estás aquí!, te extrañé demasiado.

-Madre, ¡Responde a mi pregunta porque lo que hicieron puede ser muy grave! ¡uff!, prometo decírtelo todo, pero porfavor habla conmigo.

-Eh bueno... Tu padre y yo tuvimos la idea de cruzar al Campo de Ciénagas mediante un portal especial para poder traerte de regreso y mírate, ¡Las profecías sí se cumplieron! -dijo mi afligida madre con miles de lágrimas en sus ojos mientras corría a abrazarme tras creer que aún estaba dormida, ya que, acarició mi rostro para asegurarse de que fuera cierto.

-¡Uff!, espera Nina, ¡Yo ya quiero saber toda la verdad!, creo que me volveré loco si no consigo una respuesta convincente.

-Fabián, yo... Yo no puedo, ¡Todavía no, mi amor! -respondí.

-¡NO MÁS! ¡Esto es imposible hasta para tu abuelo Roberth Frobisher Smythe! ¿Cómo es que regresaste de la muerte, eh Nina?, dime, ¿fue por esa peligrosa y estúpida idea de abrir el Campo de Ciénagas que tus padres tuvieron hace días? -preguntó Fabián tras hallarse muy confundido y desesperado por mi súbito retorno a la vida, el cual, era improbable.

-... No lo sé Fabián, ¡No tengo ni idea sobre eso porque aún desconozco cómo fue que logré burlar a la propia muerte y seguir viva ante ti!

-Nina, ¡Dime la verdad! ¿A caso te aliste con Akenatón u otro dios pagano para vengarte?

-¿Cómo, Fabián? ¿Me creerías capaz de hacer algo tan horrible como eso? ¿A caso no me conoces, eh?

-Nina, ¡Entiéndeme!, no es fácil verte aquí, frente a mi, solo quiero estar seguro de que esto sea real con una explicación científica o mágica.

-Enserio, enserio...Te juro que solo desperté junto con otras personas sin memoria tal como yo en este frío hospital, pero si mis padres cruzaron el Campo de Ciénagas de manera física significa que algo muy malo sucederá y los dos deberán de pagar un alto precio porque supongo que yo... Que yo siempre estuve con vida pero en una especie de coma.

En ese momento de cuestionamientos y emociones reencontradas, mi inigualable amiga Amber descubrió mi paradero al igualmente acudir a una corta visita para Karine, pues ella la quería muchísimo luego de descubir que era la nueva yo, sin embargo, al entrar a su habitación se llevó grandes sorpresas tras enterarse primero sobre su repentina crisis y después, lo de mi actual estatus de persona viva al verme de frente mientras le hablaba normalmente, lo cual, era comprensible, pues para todos mis conocidos fue impactante conocer toda la verdad.

-Hola querida mía, ¿Cómo amaneciste hoy, preciosa muñequita?, mira, te traje flores y... -decía mi amiga Amber con bastante ternura y empatía cuando de pronto, al abrir la cortina me vio frente a ella junto a un médico que le informó sobre la delicada condición de Karine.

-Disculpen, ¿Hay algún pariente o responsable legal de la chica Zoe Karine Etersson? -preguntó de la nada un doctor que se encontraba de guardia y que atendía a mi hija.

-Sí, ¡Soy yo! -respondimos Amber y yo al mismo tiempo mientras corríamos la cortina que nos separaba, lo cual, fue de impacto.

-¿PERO QUÉ RAYOS? ¿Nina? ¿Eres tú? ¿estás viva? ¡Ohhhh! -cuestionó Amber tras hallarse en shock luego de verme junto a Fabián, mi madre y el doctor a cargo de Karine.

-Señoras, creo que no es momento para jugar con algo tan delicado como esto... Necesito a algún responsable o pariente de Karine Etersson porque ella se encuentra en el quirófano debido a un severo infarto y debe ser operada de emergencia.

-¿Qué dijo, doctor? ¿La chica tuvo un infarto? ¿Pero cómo? ¿Qué le sucedió para que su corazón colapsara? ¡Oh no! ¿Puedo verla? ¡uff!, dígame cómo está ella, ¡Por favor!, yo... Yo soy su encargada.

-No, ¡No puede venir con ella, Señora Millington!, pero la chica está muy delicada de salud y necesita de absoluta tranquilidad, es muy importante para su sanación.

-¡Ohhhh! ¡Se lo suplico, doctor! ¡Déjeme verla aunque sea un breve momento!, necesito ayudarla.

-La única forma que tiene para ayudarla es dejarla sola, ¡No se preocupe, por favor!, ella está en excelentes manos, compermiso.

-¡NO!, juro que voy a... -gritó Amber al sentirse impotente ante la pobre de Karine, ya que solo quería acompañarla en ese momento.

-¡Tranquila, Amber!, según lo que me dijo Fabián ella es muy fuerte y logrará recuperarse de este problema, ¿Cierto? -hablé por primera vez después de aquel reencuentro.

-¿Ah? ¡Ohhhh!, no, ¡Esto es un error Amber! ¡Despierta ahora!, no puede ser verdad porque solo se trata de una muy fea y triste pesadilla, ¡uff!, vamos, recuerda que tu mejor amiga Nina está descansando en paz, ¡Tú misma la viste morir hace diecisiete años, así que, es imposible!

-¡Tú no eres la única que cree estar dentro de una simulación con cámaras escondidas por este escalofriante descubriento!, créeme amiga mía, yo también lo estoy y aún siento que voy a explotar por saber lo que en verdad sucedió hace ya tantos años y que todos obviamente ignorábamos hasta ahora.

-Amber, ¡Oh amiga mía!, ven, ¡Abrázame fuerte!, te necesito cerca de mi para recuperarme mejor, ¡uff!

-Ni-na, ¿E-res tú?

-Sí, estoy viva gracias a un extraño milagro al que aún le busco explicación, pero calma, ¡Prometo que no duermes y ahora estamos juntas otra vez en la vida real!

-NO, ¡Esto no puede ser verdad!

-¿Qué sucede contigo? -pregunté.

-¡Ya basta! ¡Mi amiga Nina sigue muerta y ahora es un bello ángel del cielo junto a su hija pequeña! ¡Ah!, sí, ¡No caeré en tu vil trampa, maldito Akenatón porque juro que esta vez no sufriré más por tu culpa!

-¿Amber? ¿De qué hablas? ¡Soy yo, Nina, tu mejor amiga!, estoy aquí.

-¡Cállate Akenatón! ¿Qué a caso no te bastó con maldecirme para que fuera una mujer infertil por estar cerca de mi amiga Nina en el pasado, ah? ¡Ja!, pero al final perdiste porque mi única hija Alina es mi más grande regalo en esta vida y no voy a creerte absolutamente nada! -dijo Amber con fuerza y ansiedad extrema mientras daba vueltas en círculo y lloraba mucho al confesar una verdad que desconocíamos, no obstante, en lugar de quedarse ahí, salió corriendo de la habitación casi a punto de colapsar por mi presencia.

-¿QUÉ? ¿Qué dijiste Amber? ¿Te maldijeron por mi culpa otra vez antes de que naciera mi hermosa sobrina Alina? ¡Oh no, no!, espera un momento amiga mía, ¿Entonces el maldito de Ankhenatón también está de regreso en el mundo?, ¡Por todos los dioses! ¡No te vayas así!

Por otro lado, Karine estaba muy delicada en la UCI, ya que su vida se estaba esfumando, sin embargo aún debía de luchar para salvar al universo al avecinarse lo que sería el fin de los tiempos y esta vez no tendría la ayuda incondicional de Ra ni de la misma Senkhara o Sophia Danae para defendernos del eclipse, pues aunque fuera la nueva Elegida ellos no confiaban del todo en su lealtad y tampoco podían arriesgarla ante una amenaza como esa.

Evidentemente, mi padre aún no se había enterado de mi retorno a la vida porque permaneció en su oficina día y noche descifrando los misteriosos mensajes escritos en el libro de Isis, los cuales Louisa Frobisher Smythe le había obsequiado debido a su amor y entrega total a la Casa de Anubis, ya que, su corazón se encontraba purificándose gracias a su familia y en aquellos textos se encontraba el último ingrediente para completar el Elíxir, nuestra dicha o perdición.

En uno de los nuevos jeroglíficos sin investigar, se describía un pasaje algo extraño, pues decía que en el segundo túnel de la cámara Frobisher se encontraba el mayor de los secretos que la humanidad podría conocer pero permanecía oculto tras una de las catacumbas empolvadas y solo funcionaría con una palanca secreta, la cual, mi padre desconocía por completo, así que, como era de esperarse, corrió tras esa supuesta leyenda al tener la inminente necesidad de saber a qué tipo de secreto era al que nos enfrentaríamos luego de hallarse oculto ante todos.

Al llegar ahí, se dio cuenta de que sus lecturas habían sido acertadas, pues gracias a la guía del Libro de Isis logró encontrar un antiguo pergamino en donde estaba la palanca secreta, la cual, producto del tiempo permanecía herrumbrada y desgastada, sin embargo, se activó exitosamente luego de varios intentos fallidos de mi padre, y había un compartimiento secreto que hablaba sobre el lugar y la hora exacta en que eclipse vendría a acabar con el mundo si el Elegido no terminaba su tarea, pues esa era su obligación, no obstante, Karine estaba muy delicada para pelear y no iban a someterla a esa clase de estrés para salvarse.

Empero, las órdenes eran claras y aunque no quisiera debían de necesitar a la chica aunque sufriera, pues ya no tenían otra alternativa al mi padre descifrar que justo en el bosque, detrás de la Casa de Anubis más o menos a unos cuantos pasos del evento con Sophia y la piedra de Ra habían unas antiguas ruinas estructurales de lo que fue el carcomido templo de la sacerdotiza Amneris pero, nunca se descubrió al ser cubierto con magia oscura hasta que el eclipse regresara a la Tierra.

Según los escritos, ese siniestro sitio en donde el aire parecía pesar más de lo normal, la naturaleza ocultaba su estructura y los animales silvestres no lo tocaban por instinto, hacía diez mil años fue el sangriento epicentro donde sucedió el primer eclipse, pero gracias al Elegido de aquella época que vino varios siglos antes de Sophia Danae y que probablemente era de nuestro mismo linaje, fue que lograron detener la diabólica masacre y salvaguardar al mundo.

Dado aquel descubrimiento, ahora era cuando mi pobre padre más me necesitaba para acabar con todo aquello de una sola vez, no obstante, desconocía que ahora yo no tenía poderes en lo absoluto, exceptuando la inmortalidad, el cual, era un gen imborrable de nuestras generaciones, y como la que se suponía era la nueva Elegida se la habían llevado aquellas personas, seguía pensando de que la chica no sería de ayuda al estar "encerrada" fuera de ahí durante un tiempo, así que, nuevamente ignoró que ella era su segunda nietecita a quien tanto lloraron años atrás por ocupar su mente en mi regreso.

Según el antiguo pergamino, esas ruinas eran el centro de poder más grande de todo el universo y estaban ubicadas cien pasos después de lo que sería la tumba de mi bisabuelo Roberth Frobisher Smythe y otros cincuenta en línea recta hacia la piedra de Ra, pues así lo dispuso la sabia y joven Amneris una vez que el fragmentado mundo se quisiera acabar cuando el primer Elegido de la historia acabara con aquel mal.

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