#67 [La Casa de la luz]

Lo que le sucedió a Katherine aquella madrugada dejó atónita a la pobre de Karine, quien por cierto, no logró dormir en paz durante varios días después de lo que vieron, pues desde esa aterradora noche de luna llena, las tres chicas no volvieron a ser las mismas de antes tras haber sido testigos en carne propia de un evento tan escalofriante como ese.

No obstante, Karine tuvo que decidir entre su club de misterio o regresar a su búsqueda original por sus propios medios, pues la Casa de Anubis le traía algunos recuerdos borrosos de su primera infancia y quería averigüar su motivo, no obstante, pensó que estaban incrustados en su mente por ser la nueva Elegida y hablar con los muertos en sus pesadillas, lo cual, aumentó considerablamente luego del incidente de su amiga tras comenzar a soñarse con una extraña señora mayor, de vestuario color negro, ojos turquesa, dijes grandes en el cuello en forma de estrellas, cabello tan blanco como la nieve y un siniestro cuervo vivo que posaba en su hombro derecho con mirada diabólica que despertaba a cualquiera.

Desde luego, al principio Karine estaba muy asustada por aquella mística señora en sus sueños, pero luego de ver mejor su panorama decidió acercarse a ella lentamente, pues la mujer la llamaba con gran alegría al tener inmensas ganas de hablar con ella en sus rara imaginación, ya que, era una especie de guía universal en su labor como Elegida y debía de obedecerla.

Sin embargo, cuando Karine finalmente estuvo a unos cuantos pasos de ella porque confió en su mirada pura, la señora de aproximadamente quinientos años de edad la tomó bruscamente del brazo mientras intentaba arrastrarla de ahí como a método de tortura una vez que logró lastimarla, pues la empujó causándole una severa herida que marcaría su vida para siempre porque, segundos después, esta fue sanada como si nada después de aquel golpe, lo cual, dejó sin aliento a Karine al jamás haberle sucedido algo tan fantástico y horrible a la vez.

-¡Ohhhh! ¿QUÉ? ¿Dónde estoy? ¿Katherine?, amiga, ¿Estás conmigo? ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

-¡Hola, mi encantadora niña!

-¡AHHH! ¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? ¿Y por qué carajos luce como si fuera una bruja real? ¡Ay no!

-¡Oh!, claro, mira KARINE, mi nombre es Sherry Arancci, soy tu guía espiritual y tengo mil cuatrocientos años de edad, ¿Tienes alguna otra pregunta? ¡te estoy escuchando!

-¡Ay por Dios! ¿Enserio tiene esa edad?, no, ¡Eso es imposible! ¿Cómo sabe mi nombre si yo jamás se lo mencioné? ¡Ashh!

-Porque sí soy una bruja. -¿Okey?

-¡Mierda! ¡Ya no quiero más situaciones como estas! ¡Estoy cansada de ser acosada por fantasmas y demonios! ¡Quiero volver al orfanato aunque sufra!, sí, ¡Renuncio a ser la nueva Elegida por Anubis!

-¡Ja, ja, ja!, mi niña, ¡Tú no puedes renunciar a algo que naciste siéndolo!, lo siento mucho pero tu madre fue como tú alguna vez y por lo tanto, ahora deberás de salvar al mundo junto al "Osarian".

-¿Osarian? ¿Qué es eso?, y dígame una cosa, ¿Usted sabe quién fue mi madre real? ¿De verdad?

-Sí pero no puedo decírtelo porque tú misma lo descubrirás muy pronto, pero sí te diré algo, ¡Eres muy poderosa y tengo que hacerte esto para que puedas darte cuenta!, de antemano lo siento, sé que te dolerá un poco pero pasará muy rápido.

-¿Ah? ¿Qué? ¿Qué me hará? ¡AHHH! ¿Pero qué cree que hace?, yo confié en usted!, y solo me tra...

-¿Lo vez? ¡Eres muy, muy poderosa querida niña! ¡Nadie puede herirte nuevamente y yo seré quien te guíe en esta difícil etapa, lo prometo!

-¡Ohhhh! ¿Pero qué rayos es esto? ¡Mi brazo! ¡Se sanó solo! ¿Y estas lágrimas doradas? ¡AHHH!, no.

La señora se rió después de ver lo que le causó, pues esa era su principal intención tras hacerle saber a la nueva Elegida que ella era inmortal de nacimiento aunque estuviera muy enferma como Nina alguna vez en el pasado, sin embargo, como "solo" era una horrible pesadilla, Karine trató de despertar lo más rápido que pudo porque ya se estaba tornando realmente aterrador, pero antes de irse, la señora le advirtió que su peor enemiga regresaría por venganza al mundo y sería nada más y nada menos que Sarah Frobisher Smythe transformada en un espíritu maldito, y para evitar cualquier anomalía, ella la visitaría todos los días en sus sueños para guiarla hacia su destino final, uno totalmente doloroso.

Después de mucho intentarlo, la pobre de Karine finalmente logró despertar de aquella vívida pesadilla en medio de su fría cama y para su desagradable sorpresa, aún tenía la herida del golpe en el brazo tal cual y lo había soñado minutos atrás con la señora ancestral, lo cual, la dejó sin aliento y con absoluto miedo, pues no le quedó de otra más que gritar con gran intensidad al sentirse presionada, observada y acosada.

-¡Ohhhh! ¡Ay no!, no puede ser cierto, ¿Entonces nunca fue una pesadilla como creí? ¡Dios mío! ¿Pero a clase de tortura fui a dar otra vez? ¡AHHH! ¡AYUDA!, por favor, ¡Quiero irme para siempre! -gritó Karine fuertemente mientras veía el techo de su habitación al despertarse, pues estaba muy mareada y le dolía la marca de la extraña herida que le dejó la señora inmortal en su brazo.

Por increíble que sonara, no solamente Karine estaba teniendo terribles pesadillas todas las noches, pues Katherine también al nuevamente tener el mismo sueño con la dulce bebé llorando que salía de una habitación oscura, sin embargo, esta vez fue mucho más claro para ella porque pudo ver mejor a una mujer de rostro familiar que alejaba de casa a la niña con la intención de lastimar a todas las personas que lloraban por alguna razón fuera de su alcance, así que, resultaba muy aterrador para ella.

-¿Hola? ¿Hay alguien aquí? ¿Dónde estoy? ¡Ohhhh! ¡Ayuda!

-... Nuestras condolencias, señores, ¡Ya no sufrirá más y podrá descansar!, ahora, llévense el cuerpo lejos de la casa. -mencionaron unas voces que parecían venir desde un escondite, pues se escuchaban con eco.

-¡Ja!, ¡Al fin tendré mi venganza contigo, estúpida niña!, ya nada ni nadie podrá salvarte de estar lejos de casa. -volvió a sonar otra voz algo cercana que venía de una mujer cargando a la misteriosa bebé.

-¡HEY! ¡Suelta a la niña! ¿Qué a caso no me escuchaste? ¡Déjala, bruja inmunda! -gritaba Katherine desde la lejanía tras intentar hacer algo por aquella inocente, no obstante, casi no vio nada a excepción de la figura de su sombra en la pared y su voz.

-¡Rayos! ¡Otra vez tuve esa confusa pesadilla! ¡Por todos los dioses! ¿Pero qué quiere decir?, porque sí, ahora lo sé, ¡Es una linda niña recién nacida que se aleja de aquí!, pero, ¿Por qué llora tanto y soy yo quien lo ve todo? ¡uff!, debe de ser porque vivo demasiadas aventuras con Karine últimamente, sí, aunque temo que sea real, ¡mierda!, no es normal que lo sueñe todas las noches, ¡Debo decírcelo a alguien adulto cuanto antes o enserio me volveré loca!

...

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