#66 [La Casa de las profecías]
Los ojos de Katherine seguían igual de extraños y como no querían que nadie más los viera, las tres chicas decidieron hacer como si ella estuviera enferma de repente a causa de una severa alergia por culpa del cambio climático al siguiente día en la escuela, pues lo menos que deseaban era llamar la atención con algo tan terrorífico como eso y si alguien ajeno a la Casa de Anubis llegaba a ser testigo de aquello, podrían estar en graves problemas con todos.
Como era obvio, la traumatizada de Alina observó todo lo que sucedió aquella noche y desde luego quiso gritar lo más fuerte que pudo, sin embargo, Karine la logró tranquilizar a tiempo gracias a su previa amistad cuando ella había llegado a la casa, además, aunque le pesara hacerlo, desde ahora Alina Rossy también formaría parte de aquel grupo junto a Katherine únicamente para evitar a toda costa de que no hablara con los adultos sobre lo que vio, pues si las llegaban a descubrir con las piezas, jamás podrían volver a ser amigas y las separarían para siempre.
Tal como Nina alguna vez, Karine no quería que nadie más se involucrara porque Joy iba a lastimarlos a todos si alguien más supiera de la verdad, no obstante, también analizó la situación rápidamente y tras deducir de que Alina tenía sangre Frobisher Smythe al igual que Katherine, no dudó en sumarla a su pandilla, siempre y cuando no se metiera en problemas o ahondara más de lo necesario en su misión, por lo tanto, a partir de ahora Karine no estaría sola tras tener el apoyo y lealtad incondicional de dos inteligentes chicas, quienes juraron proteger cada uno de los secretos del misterioso club de adolescentes que surgió gracias al destino, el cual, se empeñaba en reunirlos a todos tal como antes en sus días de gloria con los Sibuna originales.
—A ver si entendí, ¿Realmente estamos siendo invadidos por alienígenas camuflados entre nosotros? ¡Wow! ¡Qué cool!, mi papá tenía razón toda la vida.
—¡ALINA! —gritó Karine con más desesperación al ver a su otra amiga frente a ellas a mitad de la noche.
—¡Ashh!, Karine, ¡Cierra la puerta y échala de aquí!, Alina es demasiado inmadura como para entender todo esto, además, en ella no podemos confiar, créeme... Una vez hace años me mintió y traicionó vilmente con todos los adultos de la Casa de Anubis y por eso las dos dejamos de ser amigas inmediatamente.
—¡NO! ¡Kathy!, por fis espera.
—... ¿Qué quieres?, recuerda que tú y yo habíamos quedado en nunca volver a hablarnos, así que, pierdes el tiempo, ¡Es de madrugada!, ya vete.
—¡Yo NUNCA te mentí, vendí o traicioné como crees!, lo que hice lo hice por tu propio bien.
—¿Es enserio? ¿De verdad? ¿Y entonces cómo llamarías a gritarle a medio mundo mi más profundo secreto mientras yo confiaba en ti ciegamente, ah?, de donde yo vengo eso se llama traición y lo reitero, ¡nunca voy a perdonarte!
—¡No! ¡Lo prometo!, Kathy, ¡Tienes que creerme!, en aquel entonces no pude explicártelo bien por nuestra seguridad, pero mi intención jamás fue exponerte con los adultos, ¡Nunca podría lastimarte porque ambas somos como hermanas y tú lo sabes muy bien! ¡crecimos juntas!
—Ajá, sí, como sea, al parecer tú fuiste quien lo olvidó primero, ¡uff!, basta, ¡Ya déjame tranquila!, es muy tarde y no quiero alterarme más o si no esta mierda en mis ojitos empeorará, ¿Eso quieres, cierto? ¡Vas a destruir mi imagen y reputación cuando todos sepan de mi nuevo secreto junto a Karine! ¿Cómo no lo vi antes?, sí eres capaz de hacerlo.
—¡No! ¡Juro que no es así!
—Bueno, sigo sin creerte nada y me niego a seguir dándote motivos para hundirme más mientras finges lealtad, así que vamos, continua mintiéndole a tu abuela porque yo ya no caeré en tus juegüitos.
—¡Katherine! ¡Yo no miento! ¡Digo la verdad! ¡Por favor créeme!, eres mi única esperanza, ¡AHHH!
—A ver Alina, te expondré de una sola vez frente a Karine para que ella la clase de víbora que eres... Dímelo tú, ¿Cómo carajos explicas de que todos en la Casa de Anubis se enteraron sobre mi descubrimiento privado, ah?, es obvio, ¡Tú les dijiste!, ya es hora de que lo aceptes, ¡Me clavaste un puñal por la espalda y aún no tienes el carácter para confesarlo!
—Ah, okey... Esto no me incumbe.
—No Karine, te equivovas, ¡Claro que te incumbe!, voy a liberarte de esta hipócrita porque si sigues siendo su amiga, terminarás muy mal.
—¡Katherine! ¡ESCÚCHAME!
—No, no quiero, ¡Yo confiaba en ti cuando te mencioné que había descubierto que mi pobre madre murió hace años y no se fue de viaje como me hicieron creer durante todo este maldito tiempo! ¡Ashh! ¡Yo te veía como a una hermana pero tú me traicionaste, y eso, querida, no se perdona tan fácil, lo siento!
—¡No Kathy! ¡Esa no es la verdad!
—¿Y cuál es, según tú, ah? ¿Qué vas a inventarte esta vez para justificar tu hipocresía y toxicicidad, ah?
—... Mira, yo tuve que confesárselo a mi madre porque esa noche tuve pesadillas con tu secreto, pero la tía JOY me escuchó delirar mientras dormía y no tuve de otra más que decirlo todo porque en ese momento, ella me amenazó fuertemente para que me quedara callada, o si no, lo iba a pagar muy caro con la vida de mis seres queridos, sin embargo, mi perfecta madrecita llegó en ese momento y me defendió de esa mala mujer porque ella logró sentir su maldad contra mi, no obstante, tu doloroso secreto se reveló y no fue mi culpa, ¡Lo siento! ¿de acuerdo?
—¡Ohhhh!, Alina, ¿Entonces la Señora Joy también te amenazó? ¡Dios mío!, no puedo creer la clase de escoria que resultó ser, ¡Yo sabía que ella era perversa y ocultaba su lado demoniaco en un disfraz de ángel desde que la conozco en el orfanato francés! ¡uff!, sí, sus maltratos ya no parecen tan sin razón, ¡Es obvio que esconde algo muy grave!
—¿QUÉ? ¿Qué dijiste? —cuestionó Katherine tras escuchar semejante confesión, pues nunca se esperó algo tan horrible como eso.
—... Estaba aterrada, ¡No se imaginan cuánto sufrí por perder a mi mejor amiga, pero ahora será diferente!
—Lo sé, Alina, ¡Ella me ha aterrorizado desde que tengo memoria y gracias a sus amenazas de muerte opté por fingir mi identidad y ocultarles la verdad!, perdón.
—Espera Karine, amiga, dime algo muy importante, ¿El orfanato en que creciste durante todos estos años es propiedad de los Mercer?, estoy muy confundida y no sé qué pensar.
—Sí Kathy, así es... Ese es otro de los muchos secretos que llevo callando desde que llegué aquí, ya que el Señor Frederick y la Señora Claribel Mercer son los directores del orfanato en donde fui a dar hace años, pero como siempre viajan por el mundo, en su lugar queda su inhumana hija Joy, quien nos maltrata cada vez que quiere, sin embargo, conmigo se desquita con mucha más fuerza y por eso tengo las heridas que viste.
—... OH POR DIOS, ¡Es cierto!, la primera vez que te vi aquí en casa pude notar que tenías algunas cicatrices en los brazos pero creí que eran marcas antiguas de la infancia y no te pregunté nada, ¡Mierda!, debí hacerlo. —exclamó Alina mientras tomaba aire y recordaba.
—Efectivamente, esto es muy impactante para cualquiera y más cuando para ustedes ella era todo un "ángel bondadoso", ¡Ishh!, todos estos años en el orfanato fueron un legítimo infierno, ¡Quiero gritar!, ya no puedo más con esta pena.
—Amiga, ¡Tranquila!, cuéntanos.
—Cada navidad, fiesta patria, cumpleaños o año nuevo los juguetes viejos que nos donaban otras instituciones por caridad ella misma se encargaba de destruirlos o desaparecerlos y si alguna se atrevía a recuperarlos, era castigada sin comida durante casi un mes o cosas aún peores, por eso, me alegré demasiado cuando supe de la beca en este lugar, sin embargo, no tenía ni idea de que me volvería a encontrar frente a frente con esa bruja.
—¡Imposible! ¡Fuimos engañados!, sí, ¡La tía Joy es una maldita rata mentirosa!, pero, ¿Por qué rayos nos ocultó algo tan terrible como eso e hizo que tú, Alina, te quedaras callada con lo de mi secreto? ¡No lo puedo creer! ¡Qué brutal! ¡Ella es una legítima bestia! ¿Cómo pudo ser capaz de quitarles los juguetes, regalos y alegría a un montón de niñitas inocentes además de maltratarlas y negarles alimentación por simplemente nada? ¡Ashh!
—¡Wow! ¡Impresionante! ¿Entonces yo no soy la única persona a la cual ella amenazó? ¡uff! ¡Gracias al cielo!, ya me siento más libre al saber eso aunque tú, Karine fueras herida.
—¡Oh!, Alina, mira, yo enserio lamento muchísimo este gran malentendido aunque no quisiera escucharte hace años, pero si me hubieras dicho que ella te amenazó así desde un principio yo nunca...
—¡Nunca me hubieras creído y me seguirías llamando mentirosa!, sí Katherine, ¡Así eres tú!, una chica muy egoísta, vanidosa y egocéntrica como la tía Joy, ¡son tal para cual después de todo!, pero yo, tuve que cargar con tu odio durante estos años a pesar de que te insistiera.
—¿Pero cómo te atreves a hablarme en ese tono, ah?, te detesto y así será por siempre hasta que...
—¡YA BASTA!, ambas son mejores amigas aunque se peleen y creo que ya es tiempo de que se perdonen porque nada de lo sucedido fue culpa de ustedes o mía, solo de esa mujerzuela, además, Alina, déjame decirte que a partir de ahora voy a confiar en ti, pues desde hoy eres una "Sibuna" más, lo prometo.
—¡Vaya!, es cierto, Karine, ¡Pero qué estúpida he sido! ¡La tía Joy nos separó a propósito, Alina!, ella sabía que seríamos imparables, pero ahora, nosotras le daremos una lección de su propio chocolate, ¡ya lo verá!, no sabe con quienes se metió porque juntas somos un gran equipo y la vamos a desenmascarar muy pronto.
—¿Sibu qué? ¡Perdón!, no sé de lo que están hablando.
—¡Ashh! ¡Sibuna, Alina! ¡uff!, mira, tienes el cerebro de una ardilla y por eso no entiendes nada, pero vas a captarlo pronto, o eso espero.
—¡Ya por favor dejen de pelear!, y cálmate Alina, te explicaré brevememente... Sibuna es un club secreto de misiones y secretos que involucran la Casa de Anubis pero solo nosotras tres podemos saberlo porque es muy peligroso, ¿bien?
—¡Genial!, y sí Karine, sí... Mantendré el gran secreto de Anubis solo porque enserio deseo volver a ser amiga de Kathy, pues ambas somos como hermanas y la extrañé demasiado aunque sigamos peleando.
...
Por otro lado, Víctor y Eloisa seguían arriesgando sus vidas en el bosque con tal de lograr su cometido mientras ella cruzó el Campo de Ciénagas en búsqueda de su hija y segunda nieta a media noche debido a su sangre Frobisher, sin embargo, toda aquella pesadilla infernal fue en vano, pues para su desagradable sorpresa, Nina NO se me encontraba en el paraíso ancestral tal como creían, incluyendo a Alice, y para acabar de empeorarlo, varias fuerzas del mal lograron penetrar la realidad accidentalmente gracias al grave descuido de Víctor, lo cual, ponía al mundo en inminente peligro.
—¡Ohhhh!, hijita mía, ¡Mamá ya está contigo!, vamos mi amor, ¡Regresaremos a casa junto a mi pequeña nietecita Alice porque la queremos conocer y revivir! ¿quieres? ¿Nina? ¿Dónde estás? ¿Por qué no te veo? —preguntaba Eloisa con desesperación y miedo tras estar algo confundida, pues trató de encontrarlas a como pudo.
—A quién buscas, Eloisa FSM? ¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó de pronto una extraña mujer vestida completamente de color blanco con cabello negro, largo y lacio, piel lechosa, ojos azul profundo, alta estatura, expresión seria y joyas egipcias en el cuello de decoración.
—¡AHHH! ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre y apellido, ah?
—Soy parte de este lugar, por eso sé todo y tú tienes mucho poder, pero, te pregunto de nuevo, ¿Qué buscas?
—Yo... bueno, vine hasta aquí porque quiero "volver a ver" a mi hija Nina Sofía, la Elegida por Anubis y a mi segunda nieta, de hecho, ella se llama Alice Norah Rutter Rodenmaar, ¿Por casualidad las has visto por aquí?, y perdón pero no quiero dar más detalles a alguien que acabo de conocer en este sitio. —dijo Eloisa mientras alzaba la mirada hacia el horizonte por si lograba verlas acercarse con su llamado.
—¡Tranquila!, tú puedes confiar en mi siempre porque yo soy la sacerdotisa Amneris, la descendiente directa de tu amada hija Nina Sofía.
—¡Oh vaya! ¡Lo lamento mucho!, yo no sabía quién eras y ahora probablemente me vas a expulsar de aquí por tu ira hacia mi, ¡Rayos!
—Calma, no me molesta que hayas interrumpido mi descanso eterno o que no me conocieras, ¡Puedes estar segura de que eres parte de mi y nunca te dañaría!
—¿Y cómo conoces a mi hija Nina?, supongo que ella es muy famosa aquí por su relación con Anubis y contigo, ¡uff!, quisiera estar aquí o volver a verlas por última vez.
—La conozco como a la palma de mi mano porque fui yo quien le dijo toda la verdad a tu hija Kara hace más de veinte años y quien llevó a varios chicos hasta el Antiguo Egipto por un castigo mortal del dios Seth...
—¡Oh Amneris! ¡Muchas gracias! ¡Te debo la vida porque tú permitiste que mi familia volviera a unirse!
—De nada, mi divina niña pelirroja.
—¿Y entonces? ¿Me llevarás con ella y mi nieta Alice? ¡Quiero verlas!
—Mm, no querida Eloisa, me temo que yo no puedo hacer algo como eso, ¡Discúlpame!, es imposible.
—¡Por favor! ¡Te lo suplico!
—No, no insistas más.
—¿Y por qué no? ¿Tan difícil es?
—Escucha, no puedo hacerlo porque ni mi poderosa descendiente Nina Sofía o tu segunda nieta Alice están aquí descansando, así que, lo más probable es que ambas aún estén VIVAS en su mundo, ¡Ah!, suerte con eso, ¡De verdad la necesitarán! —dijo Amneris con una gran sonrisa y las manos inclinadas hacia el firmamento, ya que, desapareció súbitamente como el polvo.
—No olvides que siempre los cuido desde aquí, amada Ely, ¡Su tristeza desaparecerá muy pronto! —volvió a hablar Amneris desde su forma espiritual mientras que Eloisa intentaba tranquilizarse y huir, pues debido a esa confesión, una gran parte el Campo de Ciénagas se destruyó gracias a que una persona viva estaba pisando el paraíso.
—¿CÓMO? ¿Sacerdotiza Amneris? ¿Dónde está? ¿Qué fue lo que dijo?, no, ¡Eso no puede ser cierto porque todos nosotros vimos como ambas murieron hace diecisiete años! ¡Oh no, no! —exclamó Eloisa mientras llorando de preocupación y angustia absoluta, pues de la nada recordó el rostro rosado de Alice en el cunero unos cuantos minutos antes de ser declarada como muerta.
Sin embargo, a pesar de la nostalgia, la duda y la culpa aquella intromisión en el Campo de Ciénagas trajo graves consecuencias para todos en el mundo real, pues miles de entes fantasmales de aspecto oscuro y demoniaco habían logrado cruzar al otro lado del portal sin que nadie se diera cuenta tras aprovecharse de la grieta temporal que se causó en el espacio-tiempo, así que, cuando finalmente Víctor y Eloisa se percataron de su terrible error se vieron obligados a salir de ahí urgentemente, ya que varios espíritus malignos habían invadido la Tierra.
Obviamente, los dos se quedaron perplejos y aterrados al instante en que reflexionaron acerca de su estupidez, pues si Nina no estaba ahí junto a su hija y el nuevo Elegido aún no renacía, era muy probable de que aquellos demonios hicieran muchísimo daño en la Tierra, no obstante, segundos antes de salir del portal mágico, Eloisa pudo hablar frente a frente con Louisa Frobisher Smythe, quien se le acercó y consoló sinceramente una vez que supo acerca de su gran preocupación por el paradero de Nina y Alice.
Empero, lo que la Señora Eloisa jamás se imaginó fue que ella también le asegurara de que Nina vivía junto a su segunda hija en la tierra de los vivos, ya que, ella era la nueva Elegida y siempre había estado dentro de la Casa de Anubis sin que nadie supiera absolutamente nada.
—¿Qué? ¿Abuela Louisa? ¿De verdad eres tú? ¡Ohhhh! ¡Por favor ayúdame!, estoy perdida y temo enloquecer muy pronto, ¡Gracias a los dioses que estás aquí! —exclamó Eloisa tras hallarse aún desconsolada, confundida e impactada por lo sucedido con Amneris.
—¿Eloisa?, cielo, ¿Qué haces aquí? ¡Tú eres inmortal! —preguntó Louisa con una mueca de asombro al estar igualmente preocupada por ella.
—Lo sé, pero vine... Vinimos a buscar a mi hija Nina Sofía y a mi segunda nieta Alice pero, según "la sacerdotiza Amneris" ellas dos no están aquí aún, ¿Tú las has visto? —preguntó Eloisa nuevamente mientras apretaba sus manos contra el pecho, ya que no creyó nada al principio.
—Pues no, mi linda Ely... Nina y Alice jamás cruzaron hacia acá, pues ambas están VIVAS en alguna parte del mundo de los vivos tal como Amneris te dijo, ¿Por qué mejor no las buscas allá en lugar de arriesgarte aquí tú sola? —aseguró Louisa encontrándose bastante extrañada y dudosa, no obstante, fue a abrazar a su nieta Eloisa mientras la pobre lloraba como loca.
—¡AHHH! ¡NO! ¡No es posible!
—Sí lo es, ¡Créeme!, los han estado engañando todo el tiempo.
—¡Santos soles! ¡No lo puedo creer! ¡uff!, abuela Louisa, ¿Puedo hablar con mi madre Sarah aunque sea por un breve instante?, es que quiero verla a los ojos por última vez después de tantos años. —volvió a preguntar Eloisa con una expresión pálida y decaída, pues estaba a punto de desmayarse tras saber la verdad.
—¿Ah? ¿Tu madre?, pero querida, Sarah, mi única hija, también está viva porque bebió del Elíxir en secreto alguna vez en el pasado, ¿Qué a caso no lo sabías? ¡Ella ahora es conocida como "La Señora de la oscuridad" en su mundo, creo que en una tienda de budú hippie, pues ya tiene más de cien años de edad y está completamente sana. —afirmó Louisa mientras apuntaba hacia el portal, no obstante, con su revelación provocó que la piel de Eloisa se erizara.
—¿QUÉ? ¿Perdón? ¿Entendí mal? ¿Mi madre es la Señora de la oscuridad en una tienda budú hippie? ¡No puede ser verdad! ¿Pero qué rayos hemos estado creyendo vivir todos estos malditos años? ¡Por los dioses! ¡Mamá sigue viva como yo y no me ha buscado! —preguntó Eloisa con algo de jaqueka, pues estaba bastante confundida mientras lloraba mucho.
—¡Tranquila niña mía!, aún existe una manera fácil y rápida para que Nina y su hija Alice despierten porque no están del todo vivas, ven, ¡Acompáñame!, es necesario que sepas algo muy importante antes de que salgas de aquí. —dijo la anciana mientras tomaba de la mano a Eloisa y la dirigía hacia un camino.
Con su largo ropaje blanco, la Señora Louisa señaló una lujosa cama egipcia en forma de sarcófago, la cual, funcionaría efectivamente para traer de regreso a Nina al mundo real junto a su segunda hija Alice, pues según ella, "ambas" estaban encerradas en distintos lugares sin saberlo porque una yacía en un oscuro trance entre la vida y la muerte y la otra vivía entre ellos en la Casa de Anubis sin percatarse aún de ese milagro.
No solo eso era lo aterrador, pues Louisa les reveló que la única manera que la libraría del hechizo de Anubis únicamente funcionaría con el sacrificio de quien tuviera los signos del místico eclipse total de la luna y el sol, y estos signos incluían cambios extraños en la visión, visiones del pasado, personalidad extrovertida, y ojos brillantes multicolor en quienes fueran las presas de Akenatón, por lo que, evidentemente eso aterrorizó aún más a Eloisa y Víctor, pues ni a Eddie, su yerno lograron encontrar ahí, por lo tanto, significaba que todos ellos aún vivían.
—Amor, ¿Qué te sucede? ¿A caso viste algo traumatizante? ¡Pero claro!, eso es obvio, estás muy pálida.
—... Sí, ¡Ohhhh!, ni te lo imaginas.
—¡Uff!, perdóname, ¡Es mi culpa!
—No, mi amor, ¡Yo insistí!, no te preocupes, creo que mejoraré.
—Bien, entonces vamos, ¡Debemos destruir el portal cuanto antes para evitar esta clase de situaciones!, pero, ¿Dónde está nuestra Nina y su hijita Alice? ¿se adelantaron? —preguntó Víctor con una mueca que mostraba algo de preocupación y duda, pues aún no sabía nada al respecto.
—Víctor, mira... Hay algo muy importante que debes saber cuanto antes porque es muy serio y nos involucra a todos. —dijo suavemente la pobre de Eloisa tras encontrarse completamente en shock, pues no podía hablar del todo bien.
—Eloisa, mi vida, ¿Qué te sucede, ah? ¿Viste algo malo? ¡No me asustes más, por favor!, ahora no es el momento.
—... Es que aquí NO hay nadie a quien conozcamos excepto mi sabia abuela Louisa FSM, pues hemos sido vilmente engañados por alguien o algo que quiere volvernos locos.
—¿Cómo dices? ¡No entiendo!
—Escucha, nuestra hija Nina Sofía y nuestra nieta Alice Norah siguen vivas en algún lugar del mundo real, incluyendo a Eddie Sweet, el padre de nuestra hermosa Katherine y mi multifacética madre, "La señora de la oscuridad en un campamento hippie" según lo que me dijo la abuela Louisa hace unos cuantos minutos antes de que se desapareciera junto a la sacerdotiza Amneris. —aseguró Eloisa mientras temblaba debido al frío y el miedo, ya que aquellos descubrimientos fueron demasiado para su estabilidad mental.
—¿QUÉ? ¿Qué estás diciendo?, no, ¡Eso es imposible, Ely! ¡Todos nosotros las vimos morir hace diecisiete años!, así que, no lo puedo creer y menos lo de tu madre, ¡Qué locura! ¡Ella ya estaba muy vieja y cansada como para no morir! ¿O no? ¡uff! ¡Por el ojo de Ra! —aseguró Víctor una vez que escuchó a Eloisa, pues también negaba lo que evidentemente estaba sucediendo mientras se colocaba las manos en la cabeza en señal de confusión.
—¡No, Víctor!, parece que todas estas locuras son posibles, pues la sacerdotiza Amneris y mi abuela Louisa me lo confirmaron hace poco, y mira, ¡Estoy comenzando a dudar de absolutamente todo y esa posibilidad ya no me parece tan absurda como antes! ¡hay señales!
—¿Eso crees, mi amor?
—Sí, ¡Tenemos que buscarlos a todos, incluyendo a nuestro primer yerno Eddie! ¡Él también sigue con vida y puede estar perdido!, además, no creo que se encuentren muy lejos y deben de volver a casa cuanto antes, ¡no podría soportarlo!
—¿Y cómo se supone que lo haremos? ¿Por dónde hay que comenzar?
—... A diferencia de antes, esta vez ya sé bien cómo hacer para que todos ellos despierten finalmente como debería de ser. —afirmó Eloisa con una expresión seria y marcada, pues, le mostró la cama egipcia a Víctor gracias al internet de su viejo celular mientras que el corazón le latía con mucho más fuerza al saber que sus seres amados aún estaban vivos.
—¡Imposible!, Eloisa, ¿Esa es la cama legendaria de Anubis que fue maldita por Akenatón hace cinco mil años?
—¡Así es!, con ella haremos un sacrificio humano, ¿Bien?
—¿Ah?, Eloisa, ¿Estás loca?, no, ¡No podemos cometer un crimen!, recuerda que ya no estamos en el siglo pasado y nos pueden encarcelar si se llegara a descubrir esto.
—Ya no nos quedan más alternativas... Es eso o si no jamás recuperaremos a Nina y su hija.
—¿Cómo se procede?
—La que tiene que morir por la salvación del universo es una linda chica con ojos brillantes y multicolores, ¡uff! ¡Debemos encontrarla cuanto antes o será muy tarde para todos! —aseguró Eloisa con algo de emoción mientras que se secaba las lágrimas de la mano de su esposo Víctor en medio del bosque.
—¡Pero claro que hay que encontrarla! ¡Ella será nuestra heroína y la de todo el mundo aunque tenga que morir! ¡ishh!, vamos mi amor, creo saber dónde y quién es esa chica tan peculiar de la cual Amneris y Louisa te dijeron, podría jurarlo, ¡mi intuición no falla! —afirmó Víctor algo serio tras hallarse algo pensativo y dudoso junto a su esposa Eloisa una vez que cerraron el Campo de Ciénagas para regresar a la Casa de Anubis con algo de esperanza.
...
Nota importante.
▪La imagen que recrea a la sacerdotiza Amneris fue diseñada a partir de la IA (inteligencia artificial) de Microsoft Bing [02/12/2023].
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