#57 [La Casa de los ojos].
Narrador protagonista.
Casa de Anubis.
Inglaterra, año 2043.
En el momento en que mi adorada niñita regresó a casa, sus ojitos bicolor se tornaron tan brillantes como dos zafiros frente a un espejo, lo cual, le dio bastante miedo al saber que algo como eso no podía ser imposible en un día tan soleado, no obstante, optó por ignorarlo e intentar buscar paz interior antes de que alguien la viera en ese estado aunque obviamente ignorara por completo de que ya había logrado encontrar a su amada familia, entre ellas, su triste hermana mayor con quien al fin volvió a unirse.
Como era de esperarse, ella llegó cordialmente a presentarse como Karine, la nueva chica que estaría en la Casa de Anubis como estudiante de intercambio durante los próximos cuatro años que correspondían al ciclo escolar, por lo que, entró a la sala con muchísimo entusiasmo afín de que los demás la conocieran a pesar de repetir cientos de veces de que era extranjera y quería hacer muchas amistades para cambiar el rumbo de su absurda vida, sin embargo, no mencionó que era huérfana, que fue maltratada durante años o que creía ser una bruja juven debido a sus traumas pasados cuando se mostraba tal y como era.
La primera persona con la que Karine se encontró en casa fue Katherine, su hermana mayor, la cual, la ignoró al principio pero cuando notó que su tía abuela Trudy la estaba llevando hacia su misma habitación, entró en pánico tras pensar que, indudablemente ella le quitaría su lugar, lo cual, dio como resultado que su reencuentro no fuera para nada agradable.
-Eh... ¿Quién eres tú?
-¡Oh! ¡Hola!, soy Zoe Karine Etersson, soy de Paris, Francia y creo que vamos a ser roomis, ¡Genial!
-¿QUÉ? ¿Qué dijiste? ¿A caso no sabías de que esta es solamente mi habitación, eh chica?
-No lo sé, la Señora Trudy me guió hasta aquí, por cierto, ¿Ya te conté de que soy de Francia, hablo tres idiomas y amo los croissants?
-¡Silencio!
-¿Qué sucede aquí? -preguntó Víctor de la misma manera que con Nina y Patricia en el pasado.
-¡Ay, Señor Rodenmaar!
-Víctor, Víctor, espera. -dijo Trudy mientras intentaba subir las escaleras muy deprisa con su bastón.
-¡Ashh!, yo mejor me voy de aquí o mataré a esta chica. -mencionó Katherine con una mueca de desagrado y desinterés.
-Las cosas de Karine ya llegaron,
a partir de hoy dormirá con Kathy!
-Perfecto, niña... La cena ya está lista, pronto deberás de bajar.
Al cabo de unos minutos, todos estaban a punto de disponerse a cenar en el gran comedor mientras Katherine contaba sobre la gran sorpresa y decepción que tuvo al conocer a la nueva que había llegado a casa, pues había algo en ella que le llamó demasiado la atención y juró averigüar qué era debido a esa extraña corazonada que sintió, sin embargo, siguió diciendo las mismas palabras que su tía Patricia en el pasado tras asegurar que la pobre chica pretendía algo muy malo e intentaba lavarles el cerebro con su estatus de estudiante francesa.
-¡Ishh!, no se imaginan lo tedioso que fue soportar a esa loca hace poco, ¡Ella ESTÁ OBSECIONADA con eso de ser extranjera!, pero bueno, yo espero que abuelo Víctor no se atreva a ponerla en mi habitación o si no, habrá III Guerra Mundial, ¡uff!, no la soporto y apenas la conozco.
-¡Wow! ¿De verdad es extranjera? ¿De dónde proviene? -preguntó la hija mayor de Willow con una expresión llena de emoción.
-Paris. -mencionó Katherine mientras intentaba guardar la calma, pues el que ella viniera de Francia podría significar el fin de su popularidad en la la escuela.
-¡Ay por Dios! ¿De verdad? ¿Es francesa? ¡AHHH!, seguramente es hija de alguien muy importante como nosotros y por eso, ella será mi mejor amiga. -mencionó Alina Rossy.
-... Sé que tú y yo no nos llevamos bien desde hace años, pero te recomiendo alejarte de ella, Alina.
-¿Por?
-Siento algo muy raro con esa chica.
-¿Cómo dices Kathy? ¿Y algo como qué? -preguntó Mara con curiosidad.
-Aún no lo sé, tía Mara, pero creo que ella trama algo siniestro u oscuro y su rostro de ángel nos va a engañar a todos, ya verán... Ella resultará un serio problema en casa y yo no planeo facilitarle las cosas, ¡voy a hacer que se vaya por donde vino!
-... Katherine, espera, espera, ¿Qué acabas de decir? -preguntó Patricia de un sobresalto. -¡Repítelo!
-Tía Trixy, ¿Qué sucede? ¿Por qué te alteras así?, yo solo dije que esa chica no me cae bien y haré todo a mi alcance para expulsarla de aquí.
-¡Patricia!, querida amiga, ¿Estás bien? -preguntaron Fabián y Amber luego de ver su notoria palidez.
-Ahm sí... Solo se me bajó un poco la presión, creo que me iré.
En ese preciso momento, Karine llegó al comedor y con una gran sonrisa se presentó formalmente ante todos para irse acoplando a su nueva vida, no obstante, ahí estaba Katherine y de nuevo fue recibida con desprecio.
-¡Hola!, mi nombre es Zoe Karine Etersson y soy de Francia. -dijo mientras agitaba sus manos en señal de saludo ante aquellas personas.
-Ajá, como sea. -susurró Katherine junto con una mueca de desagrado que la imitaba en mal sentido.
-¡Ohhhh!, no, no, no. -exclamó la maldita de Joy al ver llegar a Karine a casa, ya que jamás se imaginó que ella podría volver, así que, se escondió de la vista bajo su propia seguridad, pues Karine la conocía perfectamente por ser la mujer que más la maltrató cuando vivía en el orfanato.
-¡Wow!, chica nueva... Katherine tenía toda la razón cuando dijo que tú eras diferente y muy extraña, ¡uff!, ya puedo entender porqué ella se puso así de intensa y preocupada, ¡Eres absurdamente perfecta!, por Dios, no puedo creerlo. -mencionó Alina de pronto al notar algo en Karine.
-¿Disculpa? -cuestionó Karine.
-¡Rayos!, por favor perdona mi indiscreción pero debo decirte la verdad, ¡Tú eres demasiado hermosa para ser real!, creo que es porque naciste en esa tierra de ensueño.
-En realidad, soy de Suiza pero crecí en Francia durante diecisiete años.
-¿Cómo? ¿A caso tus padres son de doble nacionalidad? ¡Maravilloso!
-Ah... Sí, sí lo son. Viajo mucho.
-¡Eso es perfecto!, ahora, querida, prepárate porque sé que tú puedes llegar a ser una increíble modelo profesional que conmocionará a todo el mundo por tu belleza y tendrás grandes oportunidades en esta industria gracias a tu adinerada familia, de eso yo me encargo.
-Ehm, okey, pero no te conozco.
-Espera un momento, ¿Si se supone que viajas tanto como dices gracias a tus familiares millonarios, por qué no conoces a Alina, eh?, su mamá es la mejor diseñadora de modas aquí en Londres y su papá es un importante empresario de talla internacional, ¿no los has visto en tu país? ¿A qué se dedican tus padres? -preguntó Katherine con malicia al comenzar a dudar de ella por completo.
-Yo... -titubeó Karine al verse descubierta en su propia mentira.
-¡Ya déjala!, yo sé que ella dice la verdad y no nos conoce porque probablemente sus papás viven muy ocupados y a Karine no le gusta la moda, pero yo haré que se convierta en toda una reina, ¡Ah!, por cierto, mi nombre es Alina Rossy Lewis Millington, ¡Bienvenida!, a partir de hoy, eres mi mejor mejor amiga y conmigo estarás bien. -dijo Alina tras encontrarse realmente sorprendida y feliz al ver que Karine era de buena posición social.
-Alina, por Dios, ¡No seas tan ingenua! ¡Ella está mintiendo!
-Tú mejor cállate, ¡No sabes de lo que estás hablando por celosa!
-Bien, pero no llores cuando esta mosca muerta te traicione como tú hiciste conmigo, ¡Yo te lo advertí!
Por desgracia, Katherine ya tenía sentimientos negativos en contra de su hermana, pues no quiso conocerla mejor y cuando vio que podía destronarla como reina de la casa se encargó de hacerle la vida miserable mediante sus más oscuros secretos y la verdad de que no era nadie importante como creyeron todos.
Ahora, tal como antes, habían los suficientes chicos como para que iniciara nuevamente el ciclo escolar, pues Karine había llegado justo a tiempo cuando pretendían cerrar la escuela por motivos de un número incompleto de alumnos para concretar las lecciones así como los pagos mensuales, por lo que, la llegada de aquella misteriosa chica fue un verdadero milagro para todos, así que, evidentemente ahora era muy popular debido a su identidad falsa como hija de padres famosos y la indiscutible belleza que poseía.
-A ver chicas, a ver, ¿Por qué dicen que esta niña es tan única y especial si es como cualquiera de nosotros?, okey, si puede ser un poco linda pero no tanto como para considerarla una gran modelo. -preguntó Amber tras hallarse un poco dudosa y curiosa.
-¿CÓMO? ¡Mamá! ¿Qué a caso no ves sus impresionantes ojos?
-Sí Alina, sí los veo y son marrones, nada especiales, ¿Por qué?
-¡Oh por Dios! -exclamó Katherine con una expresión de asombro y absoluto miedo.
-¿Qué?, no mamá, ¡Sus ojos son de dos colores! ¿A caso no los ves?
-¿De qué hablas, hija? ¡Tu madre tiene razón!, todos aquí vemos sus grandes ojos marrones. -mencionó Alfie tras hallarse confundido.
-Sí bueno, yo... Puede que yo tenga una pequeña peculiaridad con respecto a mis ojos pero no es importante, ¡olvídenlo! -sugirió Karine mientras le temblaban las manos, ya que no quería ser vista como un fenómeno ahí.
-¡Ah no! ¿Están ciegos o qué? ¡Karine tiene un ojo azul y el otro verde!, creí que por eso la estaban tratando diferente, ¿Qué sucede? ¿Por qué solamente yo siento que ella es demasiado rara y nos terminará asesinando a todos porque es una psicópata o ladrona experta?
-¡Hey niña!, por favor compórtate, esas no son maneras de tratar a tu nueva compañera de habitación y de clase, ¡Sé cordial! -afirmó Mara.
-¿Qué? ¿Cómo que compañera de habitación y de clase? ¡NO! ¡Yo no quiero estar cerca de ella!
-Muchachita, ¡Ya basta!, te ruego que no seas tan dramática, por favor, ¡Solo deja de ser tan infantil y ayuda a tu nueva compañera a instarlarse aquí! -mencionó Kara.
-Tía Kara, ¿Qué a caso no sienten nada raro? ¡Es muy evidente de que si solo Alina y yo podemos ser capaces de ver su espantosa heterocromía es porque oculta algo realmente malo que nos dañará muy pronto!
-Mira... Juro que si vuelves a decir mentiras en contra de la pobre chica nueva en complicidad con mi imaginativa hija Alina, ambas estarán en serios problemas, eh jovencitas, ¡Es enserio! -afirmó Amber.
-¡Ashh!, bien, pues castígame con lo que sea, tía Amber, ¡Ya no me importa nada!, ahora, adiós, me iré hacia donde sí me puedan entender.
Desde luego, aquella situación de la más reciente compañera puso a Katherine demasiado furiosa y eufórica, ya que ella estaba acostumbrada a ser el centro de atención desde que tenía memoria y cuando vio con sus propios ojos de que esa chiquilla había venido para "robárselo todo", incluída a su familia luego de que que la trataran como a una niña avariciosa por mentir y culpar a Karine siendo inocente en compañía de Alina, optó por salir corriendo indignada de la Casa de Anubis porque estaba absolutamente celosa de la belleza, favoritismo y rápida popularidad de Karine, su peor enemiga desde ahora.
Kathy era una chica demasiado vanidosa y egocéntrica, pues toda su vida fue tratada como una legítima princesa por parte de sus tres abuelos y todos sus tíos cuando se quedó sin padres, así que, ahora no soportaba la idea de que hubiera otra jovencita influyente, extranjera, muy hermosa y mucho mejor que ella en cualquier aspecto, la cual, además tenía la protección inmediata de su familia tras creer que el mofoso asunto de los ojos bicolor era un invento que usaron ambas primas para generar polémica, y sumado la idea de que a partir de ese momento compartirían espacio en la casa de Anubis, causó que Katherine estallara de ira y no pudiera controlarse más tiempo.
Dos días después.
03:33 PM.
Hora de descanso.
-¿Sabes algo, hija? -preguntó Amber mientras diseñaba unos nuevos vestidos de alta costura.
-¿Sí, madre? ¿Qué sucede?
-Estoy considerando tu ofrecimiento con respecto a Karine, la chica nueva... Creo que ella sí tiene clase, abolengo y prestigio para ser modelo, mi modelo, ¿Quieres llamarla?
-¡Oh mamá! ¡Te lo agradezco tanto!, sé que mi amiga será feliz al saberlo, es más, mírala, ¡ahí está!, Karine, querida, ven acá por favor.
-¿Sí? ¿Sucede algo? -preguntó Karine mientras caminaba por los pasillos de la casa en búsqueda de unas toallas para el baño.
-Ven, ven, no temas, niña, ¿Te gusta la moda y ese mundo del diseño?
-Claro que me gusta mucho, Señora Millington, ¡Siempre fue mi sueño!
-Muy bien, entonces ya he tomado una decisión... Tú Karine lucirás todos estos nuevos ejemplares que estoy preparando porque también siento en ti algo muy especial y creo que es porque naciste para destacar y triunfar, ¿quieres hacerlo?
-¡Oh!, gracias Señora, ¡Se lo agradezco demasiado!, no sé cómo pagarle tanta amabilidad.
-¿Saben qué? ¡Me apunto en esto!, yo también moveré mis influencias para que tenga la nacionalidad británica muy pronto y pueda entrar o salir del país cuando desee... Solo espero que como Presidente pueda ayudarla y ella pueda cumplir su lindo sueño. -dijo Willow al sumarse a la conversación, ya que también sintió una gran conexión con ella desde que todos la conocieron.
-Y yo, preparé sus documentos legales en... -decía Mara cuando de pronto, Katherine interrumpió.
-¡NO! ¡Aquí no puede haber otra chica más bella, importante y popular que yo! ¡Esta es mi casa, así que no lo permitiré!, obvio no. -gritó Katherine tras hallarse furiosa y llena de celos, pues Karine era una potencial amenaza para ella.
-Ahm... ¿Y ella quien es, amiga Alina? ¿La conozco?, ya nos hemos encontrado aquí varias veces y creo que no le caigo bien aunque hasta ahora nos veamos. -preguntó Karine un poco indignada y pensativa.
-Bueno, mira, esa chica es Katherine Milagro Sweet Rodenmaar y debo advertirte de que fue mi mejor amiga por casi doce años hasta que decidió enfadarse conmigo por motivos que solo ella conoce. -dijo Alina con un tono de voz algo triste, sin embargo, sonreía como su madre Amber.
-¿QUÉ? ¿Dijiste Sweet Rodenmaar? ¿A caso es familia del director y del propietario de Anubis? -preguntó Karine algo sorprendida.
-Sí, de hecho es nieta de los dos, del Señor Víctor por su mamá y del Señor Sweet por su papá, además, es la niña consentida por los maestros y todos aquí en la Casa de Anubis, así que no compitas o pelees con ella por razones innecesarias porque siempre vas a perder aunque también seas de una buena posición social, ¡Créeme!, lo sé mejor que nadie. -afirmó Alina con algo de pena, resentimiento y temor, pues Katherine la seguía odiando y ahora, el recordarlo, la hacía llorar.
--¡Ohhhh! -exclamó Karine con una expresión de sorpresa, ya que nunca creyó que el señor de la entrada y el director de toda la escuela fueran los abuelos de la chica malcriada que se creía superior a todos los demás.
Mientras tanto, después de que Katherine le gritara cosas realmente horribles a la pobre de Karine porque se vio frente a una feroz competidora, ella sorpresivamente solo sonrió y minutos después estalló de la risa tras escucharla hablar mal a sus espaldas con los demás solo para crearle mala fama en su primer día, pues según su humilde opinión, necesitaba atención psicológica urgente por ser una chiquilla completamente mimada e insoportable que no era tomada enserio ni por su propia familia.
-¿Estás considerando irte de aquí, verdad que si?, sé que no podrás soportar el hecho de que todos aquí en casa y la escuela sepan la clase de víbora mentirosa que eres gracias a mi, y cuando te odien o te hagan la ley del hielo, correrás de regreso junto a tus supuestos padres, ¡Ya he comenzado!, buscaré pruebas contra ti de donde sea y como sea.
-¡Ja! ¿Enserio piensas que al decirme todas esas cosas me estás haciendo daño o que contándole chismes falsos a los demás sobre mi me hieres?, bueno querida, ¡uff!, lamento decepcionarte pero no, ¡Tú no me haces ni cosquillas a la par de mis siniestras ex compañeras o monjas cuidadoras! ¿entendiste?
-¿Ah? ¿Cómo que no te lastimo con mis amenazas?, y a ver, ¿Tenías monjas cuidadoras? ¿Por qué tus padres te harían eso?, no, ¡Llamaré a mi tía abuela Trudy y les exigiré respuestas por ti!, eso no es bueno.
-¡No! ¡No los llames!
-¿Qué pasa, Karine? ¿A caso no quieres que ellos respondan a mis preguntas?, no entiendo porqué tenías monjas cuidándote si evidentemente tú no eres de la realeza. -afirmó Katherine con malicia y regocijo, pues lo había hecho a propósito.
-¡Uff!, yo.. Es que yo en realidad no tengo papás, o bueno, nunca los llegué a conocer porque provengo de un ORFANATO en Francia, ¡Lo siento!, no quería mentirles así, pero he vivido cosas realmente horribles que no le deseo ni a mi peor enemigo.
-¡Ajá!, vaya vaya, entonces resulta que solamente eres una sucia huérfana que quería aprovecharse de nosotros cuando nos descuidaramos, pero, ¿Cómo es que mi Tito Erick te aceptó así de fácil dado tu origen? ¡Ja! ¿A caso también le mentiste a Él?
-... ¡Ya déjala tranquila, Katherine!, no te lo repetiré más. -gritó Alina de pronto al hallarse agotada y seria.
-¡Alina! ¿Seguimos siendo amigas? ¡Oh no, no!, perdóname.
-Sí Karine, sí lo somos, ¡Relájate o si no te provocarás arrugas!
-¿CÓMO? ¡Alina! ¡Ella te engañó con su supuesta vida perfecta! ¿Enserio vas a perdonarla?, pensé que eras más inteligente, pero ya no.
-¡Ashh!, parece como si no me conocieras, Katherine... Yo siempre supe que ella en realidad venía de un orfanato al igual que todos en casa gracias a la misericordia y bondad de Trudy hace unos días, pero en mi caso, no la juzgué y pude reconocer a simple vista de que podía llegar a ser alguien muy especial y reconocida en la moda dada su innegable belleza, ¡eso sí es verdad y lo sabes!
-¡Alina! ¡Gracias por esto!, jamás había tenido a una amiga como tú.
-Enserio no puedo creer esto, ¿Solo yo era la idiota que no sabía nada?, increíble, ¡Esto es ridículo!, no puedo aceptar que ahora la vean como "la niña buena" y a mi como la villana o la bruja de la historia, ¡NO!
-¡Ushh!, de verdad necesitas ayuda psicológica cuanto antes porque estás enferma de envidia y egoísmo, es más, podría jurar que no eres normal debido a que alguien sensato no haría lo que tú haces... Parece que sigues sin madurar a pesar de tu edad. -dijo Karine con una actitud firme y fuerte ante el intento de burla que Katherine quiso hacerle, pues solo se rió de ella y el daño terminó al contrario.
-¡Ohhhh! ¿Pero quién demonios te crees tú como para hablarme así, eh?, la verdad no me importa que todos aquí te vean como una blanca palomita porque les lavaste el cerebro, ¡Recuerda muy bien que esta es mi casa y ellos son mi familia!, además, solamente eres una rata huérfana que nadie quiso cuando naciste y jamás tendrás a nadie.
-Eso tampoco me afecta, Katherine, ¡No tienes ni idea de lo que es un insulto de verdad!, créeme.
-¡AHHH! -gritó Kathy tras estar realmente furiosa y desesperada por lo que la chica nueva le dijo, sin embargo, algo terrible sucedió producto de eso, ya que, debido a que no pudo controlar sus emociones adecuadamente, todo su cuerpo se tornó de color naranja encendido cuando estuvo cerca de Karine.
-¡Katherine! ¿Qué te sucede? ¿Estás bien? ¿A caso yo te causé esto?, dime la verdad. -preguntó Karine de pronto al encontrarse muy preocupada de ver como la chica malcriada podría estar muy enferma o que ella le lanzó algún hechizo.
-Ah... Sí, claro que me causaste muchísimo daño solo por tu maldita llegada a mi casa y mi escuela, pues ciertamente me causas náuseas, lástima y repulsión al saber que ni si quiera tienes una identidad propia y por tus viles engaños que yo no pienso pasar por alto.
-Enserio, enserio, ¿Necesitas ayuda? ¡Ohhhh!, no, no, ¡Discúlpame!
-Excelente, ¿Ahora sí te sometes ante mi? ¿Dónde quedó la fuerza interior que tenías hace unos minutos? ¿Al fin pude herirte, verdad que sí?
-No, ¡No es eso!, Katherine. -dijo Karine mientras la tomaba de la mano en señal de arrepentimiento.
-¡Ohhhh! ¿Qué te pasa? ¡Ya suéltame! ¡Tú no tienes derecho a tocarme! ¿lo oíste?, no somos amigas o compañeras y si vuelves a hacer algo como esto, juro por Dios que verás de lo que en realidad soy capaz cuando me enojo. -dijo Katherine con normalidad al desconocer de su estado físico anormal.
-¡Uff, Katherine!, la "Reina perfecta de la Casa de Anubis" esta vez se exageró un poquito con el bronceador, ¿no crees? -mencionó Alina Rossy con una ligera risa de burla, pues la dejó en ridículo.
-¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Un espejo! ¡Necesito de un espejo! ¡Rápido!
-Toma querida... La próxima vez procura moderar el uso de las camas bronceadoras, no creo que quieras ser una modelo rostizada. -volvió a decir Alina tras estar aprovechándose de su debilidad para vengarse.
-¡AHHH! ¿Qué me pasa? ¡Dios mío! ¡Ohhhh!, no, no, no. -exclamó la pobre de Katherine al encontrarse muy triste, avergonzada y algo mareada, pues salió corriendo a toda velocidad luego de ser humillada frente a Karine y Alina sin querer.
En lugar de llorar y esconderse como solía sucecer con Nina algunas veces, Karine demostró muchísima fortaleza, madurez y valentía para sobrellevar la situación, por lo tanto, hizo nuevos amigos ahí dentro a pesar de haber mentido con ser una persona completamente diferente, pues Alina la comprendió a tiempo y entre ellas hubo una bonita relación amistosa tal y como alguna vez soñó tener, además, después de ver cómo ella solita había derrotado a Katherine tras reírse de sus ofensas, no dudó ni por un instante en acercarse más, sin embargo, Karine sabía muy bien que la depresiva de Katherine no estaba para nada bien, así que decidió tomar el riesgo y mostrarle abiertamente que era peculiar al igual que ella aunque hubiera intentado destruirla.
9:50 PM.
Jardín de la Casa de Anubis.
-¡Ohhhh!, mira, sé que no quieres hablar conmigo pero yo...
-Exacto, efectivamente no quiero hablar ni verte cerca de mi, ¿Qué a caso no estás feliz por haberme ridiculizado en frente de mis amigos? ¡uff!, mira, hazle un grandísimo favor al mundo y ya piérdete en los Alpes suizos porque no te soporto.
-Katherine yo... -exclamó Karine.
-Ya, lo acepto, tú ganas, ¡Yo solamente soy una maldita rara y quise desquitarme contigo para sentirme mejor! ¿Contenta?, ahora vete de mi vista y no regreses.
-¡No!, Katherine, ¡Solo mírame de frente y ya!, lo juro, seré muy breve en esto, sé que te agradará.
-¡Ashh!, bien, ¿Qué es lo que...
-¿Ya? ¿Me entiendes?
-¡Wow! ¡Esto es imposible! ¡No!
-¿Lo ves?, yo también soy una maldita rara como tú, así que, bienvenida al club, de hecho, mi apodo en el orfanato era ese, "rarita" o "fenómeno" porque no cualquiera puede ver mis ojos bicolor, sin embargo, esto ya es de otro nivel, así que relájate, ¡Aquí no eres la única con poderes misteriosos, los cuales aún no entiende ni jamás lo hará!
-¡Es que no lo puedo creer!, Karine, ¡Eres igual de peculiar que yo!
-Sí Katherine, mis ojos brillan intensamente cuando hay luna llena o alguna clase de evento astral y justo hace días al llegar a este lugar, sentí que ardían como si fueran dos bolas de fuego y no sé la razón, es más, mi heterocromía no puede ser grabada ni fotografiada porque ante los demás, solo son marrones, así que, también es toda una inquietud para mi desde que tengo memoria.
-Gracias por esto, Karine, enserio significa mucho para mi... Por cierto, tu belleza resalta con la luna y no debes de llorar tú tampoco.
-Eh, okey, gracias a ti también, y tranquila, ya viste que una bruja huérfana como yo también puede tener corazón... Kathy, solo cuídate, y olvídate de este percance, prometo que nadie te molestará.
Realmente Karine había ayudado un poco a la inquieta de Katherine, pues alivió su vergüenza al verse rodeada por una chica tan extraña como ella, sin embargo, las cosas paranormales no se detuvieron ahí, ya que, cuando llegó la media noche, Karine aún no podía descansar en absoluto tras seguir pensando en los súbitos poderes de Katherine y cómo habían surgido por su culpa, empero, el sueño le ganó por completo y cayó rendida después de tantas horas de viaje y los gritos de una chiquilla mimada apenas llegó, así que, se durmió como un angelito aunque aún pensara de que le debía una disculpa sincera a su pobre compañera.
No obstante, minutos después Karine entró en un sueño muy profundo luego de que su agotado cuerpo le exigiera descansar debido a aquel gran día lleno de emociones, más por ende, no acabó durmiéndose del todo, ya que una enorme bola de extrañas pesadillas comenzaron a llegar de la nada a su alterada cabeza cuando nunca en su corta vida le habían afectado tan evidentemente.
Karine subía las escaleras principales al sótano una por una, se vio completamente vestida de blanco, descalza y con una bella mujer al frente de apariencia familiar, pues ella tenía cabello marrón claro y ondulado a la altura de los hombros, sus ojos eran de tonalidad verde y portaba un notorio relicario antiguo con la forma de un ojo rojo, la cual, al momento de verla de frente, corrió a abrazarla fuertemente como si ya se conocieran de toda una vida.
-¡Ohhhh! ¿Qué rayos sucede aquí? ¿Dónde estoy? -preguntó Karine con una expresión de confusion al verse en la Casa de Anubis pero en un sueño que se estaba tornando demasiado escalofriante y oscuro para ella.
-¡Ohhhh!, hijita, ¡Por favor acércate a mi!, necesito decirte algo muy importante que no puede esperar más tiempo. -afirmó la joven mujer con una gran sonrisa, pues de la nada, le extendió su mano en señal de confianza para que pudiera mostrarle su próximo destino como un alma en pena que rondaba aquel sótano.
Aquella figura era Nina, es decir su esencia, la cual, jamás se marchó de la Casa de Anubis ni de los recuerdos más profundos que tenía Karine, pues el amor triunfaría sobre la mentira y el odio, empero, aquella misma noche también le advirtió sobre los grandes peligros que enfrentaría en el camino si decidía afrontar la realidad.
Ahora ella ya no tendría escapatoria tras haber vuelto a casa y sus próximas tareas no serían para nada sencillas al tener que encontrar nuevamente la Copa de Ankh, la real Máscara de Anubis en el museo, las místicas piedras de Ra, la medalla del sacrificio, la fotografía de los descendientes, el último diario secreto de Roberth Frobisher Smythe, el pergamino con la leyenda de Sophia Danae y Senkhara así como los cuatro relicarios coloridos antes que la maniática de Evelin Martin o Joy lo hicieran y lo destruyeran todo.
Muy a su pesar, esas eran las difíciles tareas que debía de hacer ahora al ser la nueva Elegida por Anubis, pues por sí sola era demasiado poderosa y tenía que cumplir con cada paso para así mantenerlos a salvo de cualquier intruso que los quisiera para fines del mal, ya que la vida de todos y el destino del universo estaban en sus manos desde el día en que nació.
-¿Tú quién eres? ¿Por qué me llamas "hija" en mis sueños? ¿Y por qué me pide que haga todo eso a escondidas como si fuera una ladrona?, no, apenas llegué y no quiero perder a los pocos amigos que he hecho... Lo lamento, señora, pero yo solamente soy una simple chica y no puedo hacerlo dadas mis circunstancias.
-Ya lo verás cielito mío, ya lo verás... Tú eres más fuerte de lo que crees, sin embargo, por ahora solo debes jurarme de que cumplirás con tu promesa, enserio lo necesito, ¡El destino del mundo y del propio universo está en tus manos!
-¡Uff!, bien, no sé cómo haré pero voy a intentarlo con la única condición de que se vaya de mi cabeza y deje mis sueños en paz.
A la mañana siguiente, Karine se despertó realmente atónita, agotada y a la expectativa de su alrededor, pues nunca le había sucedido algo así de extraño y menos en estado "inconsciente", sin embargo, sintió que aquello no había sido solo una pesadilla tras vivirlo como si de verdad hubiera ocurrido ahí y tanto fue su impacto psicológico que, sin querer, comenzó a hablar y gritar sola durante todo aquel instante, a tal grado de despertar a Katherine en la madrugada, pero, en lugar de ayudarla, ella dejó que sufriera en sus propios sueños mientras se burlaba con bastante placer de su angustia.
Por desgracia, la incomprendida de Katherine se volvió tan cruel y despiadada que hasta ella misma se desconocía, pues de manera muy aterradora, le dijo exactamente lo mismo que su tía Patricia a su madre Nina veinticinco años atrás según ella para vengarse de la terrible humillación anterior con respecto a su piel naranja aunque ya hubieran dialogado acerca de sus poderes.
-¿Dormiste bien, nueva? -preguntó Katherine con una risa burlezca, pues la estaba molestando mucho mientras desayunaba cereal en hojuelas.
-¡Oh! ¡No me deje sola, señora misteriosa! ¡Regrese! ¡No le entendí bien lo que me dijo! -dijo sarcásticamente uno de los chicos que ahora convivían con ella, ya que también se burló de ella tal como Alfie y Jerome alguna vez.
-¿No que muy perfecta, eh "niñita modelo"? -preguntó la tonta de Katherine mientras se reía burlezcamente de Karine en el momento menos adecuado, pues se aprovechó de su notoria debilidad para fortalecerse a sí misma.
-¡Ohhhh! -exclamó la pobre de Karine con una expresión de sorpresa, pues finalmente lloró al sentirse humillada por ella.
-¡Karine! ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que soñaste? -preguntó Alina Rossy tras estar preocupada por su amiga luego de verla sufrir.
-Alina, ¡Juro que fue tan real!, no lo sé, me dio demasiado miedo.
-¡Ay por Dios! ¡Coff, coff! -exclamó Patricia nuevamente de un sobresalto y el rostro pálido, pero esta vez, casi se ahoga con el cereal al hallarse en estado de shock luego de revivir las mismas escenas que con Nina cuando ella había llegado a la Casa de Anubis por primera vez en el pasado.
-¡Tía! ¿Estás bien? -preguntaron Katherine y Alina al mismo tiempo.
-¡Oh querida!, Patricia, ¡Toma un poco de agua!, ese cereal es demasiado seco y no apto para el desayuno... Creo que le diré a Víctor de inmediato para que no vuelvan a comprarlo. -sugirió Trudy mientras la ayudaba a recuperarse.
-No es nada, ¡Tranquila!, solo comí demasiado rápido y ya. -dijo Patricia cuando intentaba volver a hablar.
Y así fue la primera mañana que convivió Karine junto con Katherine en casa, pero, como la situación se estaba tornando algo molesta para los presentes, la misma Patricia detuvo a su consentida sobrina para que no le hiciera mucho más daño a la chica nueva tal como ella alguna vez le causó a Nina, ya que sabía muy bien que muy pronto ambas terminarían siendo mejores amigas así como compañeras de aventuras.
...
Datos importantes.
•Casi todas las imágenes de este capítulo (sobre todo las de Karine o de eventos imposibles) fueron creadas por la IA (Inteligencia Artificial) de Microsoft Bing.
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