#27 [La Casa del secuestrador]

Desde luego yo no pensaba aceptar nada que proviniera de la envidiosa de KT, pues ella me había lastimado muchísimo más que Patricia al principio de mis días en la Casa de Anubis, ya que gracias a sus "mentiras" me convenció de que debía DEJAR la Casa de Anubis, esta vez para siempre y sin dar vuelta atrás en mi decisión aunque la vieja Evelin Martin hubiera muerto y ya no tuviera a nadie más que me estuviera esperando en los Estados Unidos con los brazos abiertos y té caliente.

No obstante, antes de partir hacia los Estados Unidos y sin que nadie me viera destrozada anímicamente por culpa de KT, subí al ático por más de tres horas mientras apretaba mi relicario rojo contra el pecho y lloraba a solas lo más lejos posible de quienes según yo me habían lastimado a propósito, sin embargo, al hallarme casi lista para dejarlo todo atrás una vez más mientras bajaba a empacar mis pertenencias, logré ver de reojo la percudida imagen de Olivia Frobisher Smythe que estaba ubicada en dirección a mi espalda nuevamente.

Aquello fue baste duro para mi porque al fin pude darme cuenta de que efectivamente sí me parecía muchísimo a ella cuando era joven tal como me habían dicho Fabián, Amber y Sarah años atrás cuando todo comenzó, por eso, me asusté mucho más de lo usual al sentirme impotente y vigilada secretamente.

En ese momento, escuché la suave voz de una mujer en la sucia oficina de Víctor justo debajo de mi, la cual extrañamente me era familiar, pero para mi sorpresa, hizo que mi corazón latiera con muchísima más fuerza que antes como si aquella dulce melodía me diera energía suficiente para seguir luchando, así que, me puso los pelos de punta al imaginar lo peor, pues podría significar que lo dicho por KT y la Señora Andrews nunca fue una mentira para destruirme tal como creí aquella inolvidable tarde.

El nombre "Eloisa" no me era desconocido para nada, pues la difunta Evelin Martin lo decía cada vez que se enojaba conmigo, sobre todo antes de internarme en el psiquiátrico, por eso, me hacía pensar que así se llamaba mi madre o algún pariente cercano, lo cual, fue sorpresivamente verdad, pero aún lo dudaba por la existencia irrefutable de los documentos legales estadounidenses sobre mi rápida adopción en el año de 1992, y estos no podían mentir tan fácilmente.

De la nada, simplemente decidí salir del ático lo más rápido que pude luego de estar largas horas encerrada y alucinar estupideces, ya que con un centenar de lágrimas de oro en mi maltratado rostro decidí salir fuera de los límites permitidos de la escuela y de la finca de Anubis solo para poder despejarme un momento de todo lo sucedido con KT, la Señora Andrews y el retrato de Olivia FSM, la tatarabuela de Sarah pero, para mi desgracia esta resultó ser la peor decisión apresurada que pude haber tenido en muchísimo tiempo.

Para mi infortunio, mientras caminaba por el bosque algo agitada por correr como loca, una pesada figura negra cubrió todo mi cuerpo con sus anchos brazos tras sentir de pronto como una mano helada estaba sobre mi hombro izquierdo, por eso, me obligué a gritar lo más alto que pude, pues sabía que estaba en grave peligro al imaginar a Denby o Vera, ya que ambas locas juraron vengarse gracias a mi atesorado don.

Aquella siniestra sombra para mi gran sorpresa resultó ser la de un hombre bastante alto en estatura, con cabello rubio y voz muy ronca, el cual, con ayuda de un pañuelo humedecido de una sustancia extraña cubrió mi nariz hasta hacerme caer inconsciente entre sus brazos sin saber más sobre lo que me pasó después de ahí, pues esa persona fue mucho más lista que yo y probablemente me estaba persiguiendo desde que salí de la escuela con el alma destrozada.

Luego de como cinco minutos de ser sedada sin saber nada, me medio desperté estando dentro de una camioneta vieja color roja, lo cual, me permitió darme cuenta de que el secuestrador era nada más y nada menos que Rufus Zeno, quizá mi peor enemigo mortal, y el cual ya sabía a la perfección que yo era la Elegida, por lo que imaginé que ahora anhelaba mis poderes solo para Él debido a su gran codicia, pues esas eran sus intenciones cuando creían en la pobre de Joy por error.

Lamentablemente Rufus continuaba igual o peor de su demencia, pues después de salir de la Máscara de Anubis junto a Senkhara, su trastornada cabeza y maldad pura se incrementaron mucho más que antes, por eso, me puse en problemas al estar a solas con Él, ya que nadie en la Casa de Anubis se enteró sobre mi secuestro gracias a que ahora estaba completamente sola y dejé los cajones de mi habitación vacíos tal como si hubiera escapado de nuevo.

-¡Ohhhh! ¿Dónde estoy? ¿Quién rayos es usted? ¿Qué quiere de mi, eh rata? -pregunté estando algo mareada y confundida tras haber permanecido drogada en medio de una sucia bodega durante horas.

-¡Vaya, vaya Elegida!, sí mira, soy yo, ¿Me recuerdas? ¡He vuelto a la vida y mi venganza contra ti al fin será cumplida como quería!, es más, puede que "derrotaras" a Senkhara dos veces, pero a mi no, ya que te quedarás aquí sola hasta que yo decida, niña rara. -aseguró Rufus con una mirada cargada de absoluto odio mientras me amarraba por la fuerza en un húmedo rincón.

-¡Ohhhh! ¡Rufus! ¡AHHH! ¡Ayuda! ¡Por favor! ¡Necesito de alguien cerca! ¡Dios mío! -grité desesperadamente mientras las asquerosas cucarachas subían por mis piernas y el frío cubría todo mi cuerpo como si se tratara de la misma muerte, pues Rufus Zeno quería dañarme.

-¡No pierdas más el tiempo, Elegida!, escucha, ¡NADIE aquí te puede escuchar porque esta vez yo sí le gané al maldito de Víctor al no tenerte bajo su protección, y como la gran hora elegida está nuevamente cerca, yo tengo la ventaja sobre esos estúpidos miedosos! -afirmó Rufus con malicia mientras me acariciaba el cabello lentamente de arriba hacia abajo y respiraba sobre mi cuello.

-¡No me toques! ¡Hey! ¿A caso dijiste la hora elegida?, vamos Rufus, eso fue hace años... Tú lo sabes, pues nos amenzaste con moscas venenosas mientras tomaste del falso elíxir que Fabián colocó, así que dime, ¿Qué planeas hacer ahora eh? ¡Ya no te sirvo para nada más que estorbar hasta dentro de otros veinte largos años! ¿recuerdas? -pregunté encontrándome bastante preocupada y alterada tras tener que esconder mi antiguo relicario rojo discretamente con tal de que no me lo quitara.

-Mira niña tonta, al Roberth Frobisher Smythe estar vivo durante más de lo usual, el reloj de la vida se invierte, es decir, la maldición Frobisher continua y son veinte MESES lo que la sociedad de Víctor tiene para lograrlo nuevamente, por eso te rapté sin pensarlo porque ellos lo harían contigo tras traicionar tu confianza para llevarte con los Mercer, ¿O me vas a negar que no lo intentaron hacer ya, eh?

-¿Qué? ¡Ay no! ¡ishh!, la verdad es que ya nada me sorprende, pues hoy ha sido un día de locos, literalmente, y tú eres uno de ellos, pero sé que mis amigos no van a tardar en notar mi ausencia y me buscarán hasta por debajo de las piedras, ¡Ah!, sí, principalmente los maestros, mis fieles protectores... -aseguré estando un poco más tranquila al imaginar la angustia de Víctor y los demás, no obstante me equivoqué gravemente y caí como una ingenua.

-¿Qué amigos, si se puede saber? ¿son esos que jamás se comunicaron contigo en otro país? ¿Y dijiste que tus maestros gastarían su limitado tiempo de vida solo para rescatarte porque son tus supuestos protectores? ¡Oh no!, no lo creo.

-¡No! ¡Ellos me van rescatar! ¡Yo sé que Víctor, Andrews y Sweet van a destrozar la escuela solo para buscarme!, sí Rufus, ¡Ni ellos o mis amigos van a dejarme sola!

-¡Ja!, chiquilla ingenua, pero a ver, dime algo más, me inquieta, ¿Cómo fue que confiaste en los miembros de la sociedad de Víctor tan fácilmente cuando ni la propia Sarah no lo deseaba, eh?, no entiendo y tampoco creo que hagan nada por ti, pues te quedarás conmigo para siempre o hasta que mueras. -afirmó Rufus mientras se burlaba de mi y acariciaba nuevamente el cabello en señal de deseo y codicia.

-¿Con que nadie, eh? ¿Estás seguro, Rufus? ¡Pues no! ¡Ya no me encuentro sola en este mundo y ahora mismo lo verás! ¡SENKHARA! -grité estando completamente desesperada, pues recordé que esa mujer me protegía del mal y por eso le rogué al cielo para que ella acudiera a mi llamado y no me dejara sola como con los chicos y Víctor en el Antiguo Egipto.

-¿Pero qué? ¿Para qué rayos llamas a esa mujer fantasma? ¿No era ella tu peor enemiga? -dijo Rufus estando algo confundido por mi súbito grito de ayuda, pues se quedó esperando una reacción o algún evento milagroso que de verdad me fuera a suceder en ese momento.

-¡Ay no! ¡Senkhara! ¡Por favor no me dejes sola ahora!, vamos, ¡ven a rescatarme de este demente! ¡Te necesito muchísimo y ahora es verdad! ¡uff!, no, ¡Aún tengo muy mala suerte! -dije tras encontrarme completamente asustada mientras cerraba los ojos al pensar en mis padres con el alma entera.

-¡Ohhhh! ¡Sofy! ¡Mi niña! ¡Santas cucarachas! ¡Enserio pudiste sobrevivir al dios Seth! ¿Cómo lo hiciste, ah? ¿Te lastimaron?

-¿dios Seth? ¿Qué? ¿De qué hablan? ¿Cuándo sucedió eso?

-... ¡SENHKARA! ¡Ayúdame!

-¡Ah, claro!, ya veo, ¡Eres tú, Rufus!

-¿Tanto tiempo, Senhkara? ¿Has bajado de peso?, luces tan decrépita como si fueras un fantasma, ¡Ja!

-¡BASTA! ¡No voy a permitir que te burles de mi, eh insecto maloliente!, es más, ¡Vas a dejar ir a la Elegida, mi niña ahora mismo, o si no, sabrás lo que es el terror real en carne propia porque esta vez no la dejaré sola, y menos contigo! -aseguró Senkhara estando realmente furiosa y sorprendida por mi reciente secuestro, pues comenzó a lanzar rayos mortales de color violeta oscuro para intimidar a Rufus.

-¿Tu qué? ¡NO!, créeme que nunca permitiré eso, y mira, ¡Ya no me asustas en lo más mínimo, tonta mujer!, recuerda que ambos estuvimos encerrados durante varios años en un mismo lugar y por eso, no representas una amenaza para mi, ya que solo eres un débil fantasma, ¡Ah!, Nina "Martin" es de mi propiedad y nadie, ni si quiera tú lo impedirás, o si no, ella lo pagará muy caro, ¿Cierto muchachita rara? -dijo Rufus con una expresión de demencia absoluta, pues sus ojos estaban teñidos de un tono rojo vivo y tenía un cuchillo cerca de mi para intimidarme aún más, ya que sus actitudes eran enserio espantosas y monstruosas.

-¿Solo un fantasma dices?, muy bien... Anda mi amor, ¡Respóndele a Rufus lo que pasa cuando alguien a quien acoso me desobedece o reta sin saber las consecuencias! -dijo Senkhara con seguridad tras estar convencida de que al intimidarlo nuevamente, el muy idiota caería en su juego y al fin me dejaría libre mientras ella acababa con Él.

-... ¡Sí Rufus!, Senkhara es el ser más malvado y siniestro que existe cuando se enoja, ¡Créeme!, ella puede hacer lo que quiera en este mundo como si nada, además tiene poderes sobre naturales capaces de alterar a cualquiera física y emocionalmente, así que anda, suelta ese cuchillo, déjame ser libre y prometo que no te lastimará. -dije mientras temblaba de pies a cabeza, pues ya comenzaba a entumirme y sofocarme.

-¿Enserio creen que yo soy tan estúpido como para dejarte ir así de simple?, no, ¡Ninguna de ustedes me puede causar miedo!, quiero que lo sepan muy bien. -aseguró Rufus con una risa sarcástica mientras me continuaba lastimando al darme una fuerte cachetada por tratar de engañarlo junto a Senkhara.

-¡AHHH! -exclamé encontrándome atónita al sentir la pesada mano de ese hombre sobre mí sin razón, lo cual, me enfureció demasiado porque Él no tenía derecho a tocarme.

-¿Qué? ¡NO! ¡Ashh! ¡Maldita rata infeliz!, de verdad que no puedo creerlo, ¡Acabas de golpear, amenazar, manosear y humillar a tu propia nieta! ¡Idiota! ¡Me das muchísimo asco! -afirmó Senkhara mientras causaba una tormenta cerca tras encontrarse muy alterada al verme sufrir nuevamente, pues explotó con la verdad que tanto me aterrorizaba al frente nuestro.

...

Por otro lado, en la Casa de Anubis las cosas estaban normales y a pesar de que ya llevaba largas horas desaparecida, parecía ser que solo a KT, Alfie, Fabián, Amber, Jerome, Mara, Willow y Patricia les importaba de verdad como Rufus me aseguró esa horrososa mañana, pues nadie más decidió tomarme en cuenta al ser una desconocida para ellos.

Kara estaba llorando muchísimo, Amber no podía comer nada, Patricia tampoco dormía, Alfie se aturugaba de comida chatarra, Jerome hablaba incoherencias, Willow se comportaba aún más infantil que antes, Mara estudiaba compulsivamente y Fabián solo veía por la ventana con la intención de esperarme, por eso, cada una de esas actitudes despertaron el inmediato interés del Señor Sweet, quien se preocupó por su salud física y metal, así que decidió investigar e intervenir por su bienestar, pues no podían continuar así.

-Okey muchachos, necesito saber qué sucede con ustedes... KT, tú solo lloras en estos últimos días sin razón alguna y me estás preocupando por lo de tu último desmayo.

-¡Ohhhh!, mire, sabe que me apena muchísimo el haber descubierto mi adopción hace años, así que lloro por eso, no se preocupe, ¡ya pronto me pasara! -dijo KT con una expresión cargada de tristeza y dolor.

-Mhm... Amber, tú no estás comiendo nada y sabes que es muy peligroso para ti por lo de tus dietas anoréxicas, ¿Cómo explicas eso?

-¡Ay Señor Sweet!, mi apariencia física importa mucho en este lugar y no planeo descuidarme, pero eso no es de su incumbencia, ¿cierto?

-... Patricia, ¿Qué hay sobre ti?, no estás descansando casi nada y te duermes en todas las clases o durante los exámenes más importantes.

-¡Buagh!, ex suegro, ¡Relájese un poco!, créame que no duermo porque su insensible hijo rompió mi corazón y eso no puedo superarlo tan fácil.

-Bien... Alfie, vas tú, ¿Por qué estás comiendo chatarra y golosinas en grandes cantidades? ¿Estás enfermo?

-¡No!, no para nada, usted sabe que yo soy un fiel amante de la comida, y tal como Dexter, podría devorarme todo el refrigerador... Creo que es estrés por la universidad.

-Ajá, ¿Y tú, Jerome? ¿Por qué murmuras solo, no te has bañado en los últimos días y quisiste tomarte un frasco entero de pastillas somníferas? ¡Tú no puedes darme ninguna excusa porque enserio estás trastornado psicológicamente!, vamos, habla.

-... No, ¿Yo? ¿Quién dijo eso, ah? ¿Fuiste tú, verdad? ¡uff!, no se preocupe, Señor Sweet, pienso que se confunde porque yo amo la vida, además, solo quería dormir un poco más de lo usual, ¿Es malo?

-Hhm, a ver... Mara, ¿Por qué no has descansado nada durante estos días tal como Patricia pero tú lo haces solo por ponerte a estudiar?

-¡Ay ya!, usted sabe que la universidad es lo más importante para mi porque quiero una buen trabajo como abogada... Por eso no planeo distraerme con nada más.

-Okey, ¿Y tú, Willow? ¿Por qué te comportas como si fueras una niñita de seis años de edad?

-... Muy simple, ¡Aún soy joven y deseo revivir mi infancia! ¿Está mal?

-¡Aghh! ¿Y tú, Fabián? ¿Qué tienes que decir, ah?, solo miras por la sucia ventana de la Casa de Anubis día y noche como si estuvieras esperando por algo o alguien desde ahí según lo que me reportó Trudy.

-... No lo sé.

-¡BASTA! ¿Qué les sucede esta vez, eh? ¿Puedo ayudarlos?, es claro que no están bien. -preguntó el Señor Sweet con una expresión de preocupación absoluta, pues se acercó a ellos con la intención de ayudarlos o aconsejarlos sinceramente.


Para esta ocasión, Fabián decidió no callar más tiempo como con el tablero de Sennet años atrás tras estar nuevamente preocupado por mi integridad, así que habló con la verdad a pesar de haberse negado antes cuando el Señor Sweet le preguntó con sinceridad, pues yo era su prioridad y no iba a volver a dejarme sola en medio de algún posible peligro inminente.

-¡Ay Señor Sweet! ¿Sabe qué? ¡Ya no puedo más con esta angustia!

-¡Ajá! ¡Victoria! ¡Yo sabía que algo los estaba torturando!, pero a ver, Fabián, ¡Confia en mi, por favor!

-... Nina está desaparecida desde hace dos días y parece como que nadie más lo ha notado además de nosotros, pues ustedes, que son los maestros, deberían estar buscándola por todos los rincones, ya que son sus supuestos "protectores", ¿O a caso son los responsables de que ella fuera borrada del mapa debido a su don como la Elegida? -dijo Fabián con bastante angustia tras estar frente a una muy fuerte crisis nerviosa, pues lloraba desesperadamente.

-Sí, ¡Por lo que más quiera! ¡Salve a nuestra amiga Nina porque ahora sé que enserio le sucedió algo realmente malo como para que ella no regresara a casa o a la facultad! -dijo la pobre de Amber tras hallarse igualmente pálida mientras lloraba mucho al preocuparse muchísimo por mi.

-Señor Sweet, estamos confiando la vida de Nina en sus manos, ¡Por favor no nos vaya a fallar! -afirmaron Patricia y Jerome con seriedad.

-¿Ah? -exclamó el Señor Sweet mientras se atragantaba con una galleta y leche luego de preocuparse realmente por mi seguridad.

-Chicos, ¿QUÉ? ¿Nina está perdida?, vamos, ¡Respondan! -preguntó Eddie con una expresión genuina de angustia luego de entrar a la oficina de su padre completamente pálido.

-... ¡Oh! ¡Hijo! ¡Eres tú!, y a ver, Fabián Rutter, ¿Qué rayos sucedió con Nina? ¿Saben algo de ella o a dónde pudo haber ido? -cuestionó el Señor Sweet tras encontrarse muy alterado, pues se levantó rápidamente de su escritorio mientras llamaba a Víctor por teléfono casi que de inmediato.

-¡NO! ¡Ayuda! ¡Algo terrible ha sucedido! ¡Es una desgracia fatal para todos nosotros! -gritó la Señora Andrews de la nada después de entrar abruptamente a la oficina del Señor Sweet mientras lloraba como loca.

-¡Amor! ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así de mal? ¡No me asustes!, estos chicos me tienen con mucho estrés y los nervios de punta, ¡uff!, por favor dime que no se trata de algo más serio con lo que tenga que lidiar.

-¡Oh sí! ¡Claro que es algo muy serio que si no resolvemos a la brevedad, se pagará con una vida!, mi amor, ¡La pobre de Nina fue secuestrada hace tan solo unas cuantas horas!

-¡Ohhhh! -exclamó Kara casi a punto de desmayarse, pues la Señora Andrews trajo una bolsa plástica con mi relicario, un anillo verde y unos mechones de cabello pertenecientes a mi persona, los cuales les fueron enviados esa misma mañana.

-... ¿Kara qué sucede? ¿Otra vez te sientes mal, querida? -preguntó el Señor Sweet con angustia, ya que parecía que ocuparíamos de ayuda intensiva de las autoridades luego de ese trágico evento conmigo.

-¡Solo existe una sola persona en este mundo que entrega las cosas raptadas en bolsas plásticas sin ninguna explicación! -mencionó Patricia con plena seguridad de lo que hablaba, pues su semblante cambió de un pronto a otro luego de que eso fuera una gran luz que iluminó sus mentes para poder rescatarme.

Rufus Zeno! -gritaron Amber, Alfie, Patricia y Fabián al mismo tiempo mientras daban vueltas en círculo debido al aumento de su preocupación, pues sabían que ahora yo corría muchísimo peligro al estar a solas con ese maniático hombre.

-¿Rufus Zeno?, no, ¡Eso es imposible y ridículo! ¡Él fue encerrado en la vieja Máscara de Anubis junto a la bruja despiadada de Senkhara porque yo lo hice como su antiguo Osarian, ¿Recuerdan? -dijo Eddie encontrándose muy alterado por lo sucedido, pues se acercó a su padre con mucho miedo y ansiedad.

-¡Tal vez si le hubieras creído a Nina como todos nosotros desde el principio NADA de esto estuviera pasando, eh Eddie! ¡Toda la culpa es tuya!, lo juro. -aseguró Amber con una mueca de preocupación tras tener emociones reencontradas, pues al principio, Eddie fue muy cruel conmigo luego de verme como una amenaza latente para ellos.

-¡Oh sí Eddie! ¡Esta vez Amber tiene toda la razón porque por tu maldita culpa Nina tuvo que recurrir a nosotros cuando decidiste darle la espalda! -aseguró Mara una vez que me defendió de Él, pues ahora ella muy cercana a mi debido a nuestra linda amistad y unión gracias al dios Seth en el Antiguo Egipto.

-Yo... -Titubeó Eddie tras avergonzarse muchísimo, pues bajó la cabeza en señal de arrepentimiento y auténtica vergüenza.

-Rufus Zeno fue liberado junto a Senkhara de la Máscara de Anubis y misteriosamente ahora protege a mi he... A mi hermosa amiga Nina en lugar de atacarla junto a Sophia Danae, quien también se descongeló gracias a ella y su enorme bondad, pero okey, ¿Qué clase de Sibunas y amigos son que ni si quiera sabían esto, eh? ¡Me decepciona su nefasta actitud! -aseguró Kara a punto de llorar nuevamente, pues estaba mucho más alterada que cualquiera porque al final yo era su hermana.

-¡Ohhhh!, ¿QUÉ?, KT, ¿Qué Nina hizo qué cosa? ¡Eso es imposible! ¡Ay Dios!, no, ¡No! -preguntaron todos los chicos ahí dentro luego de encontrarse realmente impactados al saber lo que yo había logrado sin ayuda de nadie hace unos meses atrás donde solo KT se enteró y desde ese día se convirtió en mi mejor amiga.

...

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