#16 [La Casa de las máscaras]

La tragedia una vez que Vera volvió a la Casa de Anubis mientras lucía una hipócrita sonrisa tras fingir que nada había sucedido en el pasado estaba causando grandes estragos, pues ninguno de mis amigos o estudiantes de la escuela se acercaban a ella, ni si quiera el propio Víctor, quien al verla de regreso comenzó a deprimirse al amarla mucho, por eso, ella aprovechaba cada oportunidad que tenía para ganarse su perdón, lo cual, sí resultó porque Él no pudo olvidarla y decidió darle una segunda oportunidad a pesar de su maldad, así que, a partir de ese momento, en la Casa de Anubis reinó el caos.

—Trudy, ¿Podrías pasarme mi camiseta negra con cuadros violeta, por favor? —preguntó Patricia en la lavandería con un tono de voz sarcástico mientras se comía un panqueke de mantequilla luego de molestar a Jerome y Alfie.

—¡Ohhhh!, perdóname mi cielo pero ahora no me siento nada bien... ¡AHHH! —gritó Trudy de la nada al estar teniendo una muy fuerte hackeka en presencia de Patricia, pues se desmayó debido al intenso dolor de cabeza que tuvo.

—¡TRUDY! ¡Ay no! ¡Ayuda, por favor!, ¡Ohhhh! ¡Tú no, Trudy! ¡Despierta!

—... ¡Tranquila mi niña! ¡uff! ¡creo que ya estoy mucho mejor!

—¡Ay Trudy! ¡Me alegra que hayas recobrado la consciencia! ¡Ya me tenías con los nervios de punta!, pero dime, ¿Qué te sucedió? ¿Por qué te desmayaste? ¿Te sientes mal o algo así? ¿Necesitas ayuda?, por Dios, sí, ¡Le informaré a Víctor! —dijo la pobre de Patricia tras estar realmente desesperada y casi a punto de ahogarse con su comida mientras evitaba que Trudy se cayera, ya que no le dio tiempo de colocarla en un mejor lugar apenas se desplomó.

—¡Patricia, espera! ¡No le digas nada a Víctor, por favor! ¡ishh!, mira, el pobre ya tiene suficiente con la pobrecilla de Nina, ¡Ah!, mi amor, ¡Gracias por siempre apoyarme!

—¡Ni lo menciones! ¡Tú eres muy importante para todos! ¡No lo olvides!, pero, ¿Enserio me prometes que ya no te sientes mal y volverás a desmayarte de la nada? ¡Me intriga saber porqué te desvaneciste!

—Sí, seguro fue la presión alta, pero, ahora que lo pienso mejor, tienes razón, pues la verdad no sé bien lo que me sucedió, ya que solo soñé o vi algo muy extraño y ridículo.

—Tranquila, ¡Yo te escucharé atentamente porque puedes decirme lo que quieras!, sabes que te quiero.

—Mira, en esa pesadilla que mi mente ilustró estaba Vera con un hombre muy extraño de ojos claros, cabello rubio y rostro serio, el cual, tenía una bella casita de muñecas igual a la Casa de Anubis que brillaba mucho, pero luego, se destruyó por culpa de un viejo tractor verde, el cual, conducía Alfie solo para rescatarme de ellos, ¡uff! ¿Suena loco, verdad?, en fin, debo olvidarlo porque al final eso jamás sucedió. —aseguró Trudy mientras despertaba de su súbito desmayo algo pálida, ya que ahora se encontraba mucho mejor de ánimo gracias a sus recuerdos perdidos.

—¿CÓMO? ¿Estás segura?, eh, Trudy, ¡Tranquila!, ese sueño que tuviste de seguro fue por el fuerte golpe que te diste en la cabeza hace días, pero no te preocupes, quizá por eso te desmayaste también, así que no te apures en lavar nuestra ropa, ¡yo lo haré por ti con todo gusto porque debes descansar! —sugirió Patricia estando sorprendida, atónita y bastante nerviosa al saber que los feoe recuerdos pasados de la pobre de Trudy al fin estaban regresando.

—De acuerdo, sí, debe ser por causa del golpazo que tuve, pero enserio no te preocupes tanto por mi, ¡solo ve a tus clases, cariño!, recuerda que no debes faltar por mi culpa, pues como te dije, ya estoy mucho mejor y a la que debemos cuidar entre todos es a la desafortunada de Nina, no a mi, ya que ahora solo soy una vieja quejumbrosa. —aseguró Trudy con una gran sonrisa mientras continuaba con sus labores cotianas como si nada le hubiera pasado, pues ella era bastante fuerte, no obstante, también estaba muy asustada por todo lo sucedido en su raro sueño.

...

Al cabo de unas cuantas horas tras haber regresado de la escuela nos encontramos cara a cara con la triste sorpresa de que Trudy nuevamente estaba mal, pero esta vez se encontraba muy segura de que Vera era la verdadera responsable y culpable de todo y recientemente de su accidente en casa, pues Víctor descubrió que las escaleras principales estaban resbalosas con una misteriosa sustancia de color azul semejante a slime pegajoso, lo cual, terminó en que se enojara aún más con cada uno de nosotros al imaginarse un sabotaje intencional contra alguno de ellos en casa.

—¡Vaya! ¡Hasta que al fin se dignan en llegar, mocosos malagradecidos!

—Víc, creo que te levantaste de mal humor hoy porque tu novia robot, o sea, la loca de Vera te lavó el cerebro para que nos adoctrines. —dijo el idiota de Dexter con la intención de molestar a Víctor, más por ende, terminó por arrepentirse.

—¡Niño insolente! ¡Vas a tener un castigo ejemplar!, sin embargo, no ahora, pues todos me van a tener que explicar algo... Hoy descubrí que alguien de ustedes saboteó nuevamente las escaleras para que Trudy o yo nos cayéramos a propósito, así que les daré una última oportunidad para redimirse, ¿Quién fue esta vez, eh? —cuestionó Víctor al encontrarse muy enojado por lo sucedido mientras que se cruzaba de brazos y su voz era algo afónica.

—¿Y cómo sabes que fue uno de nosotros, ah? ¡Todos aquí literalmente amamos a Trudy como una segunda madre y a ti te respetamos por devolvernos nuestro hogar, así que seríamos incapaces de hacerles algún daño! —aseguró Fabián con calma al estar cerca de mi, pues temía que Víctor nos culpara a ambos por ese estrepitoso accidente.

—¡Sí, así es!, ¡Fabián tiene razón!, escucha, Víctor, lo que sucedió pudo ser culpa de cualquiera porque sabes bien que aquí entran otras personas además de nosotros cada día de la semana, ¡Ah!, lo olvidaba, ¡En Anubis nadie le haría eso tan cruel a Trudy o a ti! ¿Verdad que sí, Alfie, Dexter y Jerome? —mencionó Mara estando igual de sorprendida y un tanto sarcástica con ellos tres, pues podría ser uno de sus tantos juegos lo que causó esa incómoda conmoción.

—¿Qué buscaban esta vez en la casa ah? ¿Serán nuevamente las piezas de otra copa egipcia junto a una máscara mística llora diamantes que todos desconocemos? ¿O quizá solo fue para molestarnos? ¿Y bueno? ¿Alguien va a hablar? —preguntó Víctor encontrándose realmente furioso por el accidente de Trudy, pues quien lo hizo le causó muchísimo daño.

—No... —exclamamos todos sin decir casi ni media palabra, ya que ninguno de nosotros sabía nada al respecto.

—De acuerdo, Nina Martin, ¡Tú me dirás lo qué sucede y si no me obedeces como te digo ya sabes las consecuencias de retarme así, ehm niñita insolente!, responde, ¿Por qué lo hicieron ahora? —gritó Víctor estando muy enojado y nervioso, pues me veía con absoluto despecho sin razón alguna como si yo fuera alguna clase de una adivina o chismosa.

—¡Hey, hey Víctor! ¡No le hables así de mal a Nina, por favor! ¡Ella no fue quién me hirió ni tampoco sabe nada al respecto porque jamás traicionaría a sus compañeros!, además, sabes muy bien que aún está algo enfermita y sería incapaz de lastimarme con tanta precisión. —afirmó Trudy poniéndose nuevamente en mis zapatos al defenderme como una fiera ante Víctor y los demás, pues ella sí me quería como una mamá.

—¡Así es, Víctor! ¡Te juro por mi vida que no sé nada sobre esto ni porque quiera proteger a mis amigos!, pues acabamos de entrar a casa después de la escuela y sabes que yo no podría dañar a alguien, pero además, todos hemos estado sin hacer nada interesante últimamente, y tú no puedes amenazarme así si no quieres que Senhkara o Sophia Danae lleguen de sorpresa. —dije firmemente alterada tras hallarme muy sorprendida de su absurda reacción conmigo tal como Fabián temía.

—¡Vaya vaya Nina! ¡Creo que esta vez sí te irás de aquí para siempre y yo no hice nada malo! ¡Fuiste tú solita quien metió la pata, pues como te dije hace tan solo unos meses, solo eres una maldita mentirosa! —dijo Vera sarcásticamente mientras lavaba los platos de la cena a nuestras espaldas, ya que ella también me odiaba.

—¡Tú no te metas, vieja bruja! —dijo Alfie encontrándose furioso ante esa inoportuna intromisión, pues me defendió valientemente.

—¡Ya basta! ¡Todos están castigados! ¡Sus provilegios de salidas serán estrictamente controlados de ahora en adelante hasta que hablen!

—¡No Víctor! ¡No los culpes a ellos!

—Trudy, ¡No seas tonta! ¿Qué no ves que te estoy defendiendo de estas asquerosas pestes?

—No, no lo haces, ¡Quien hizo todo esto para que todos estuviéramos mal fue ella!, sí, VERA, ¡Ese monstruo culpó a Mara injustamente cuando decía la verdad años atrás, también, el raro pastel de chocolate pesadilla para Gustav Sistak del concurso por la reapertura de la biblioteca Frobisher fue comprado por esa víbora en una pastelería a propósito, sin mencionar que lastimó a Nina y tú lo sabes.

—¡AHHH! —gritamos todos en coro tras ver cómo ella estaba diciendo una verdad que ya sabíamos pero que ocultamos para protegerla.

—¡Oh no!, no he terminado, ¡Vera me secuestró e hizo mucho daño junto a un hombre apodado RZ porque finalmente pude recordarlo todo!, sí, ella trabajó junto a un tal "coleccionista" en el momento en que supe del robo del oxidado cencerro, no obstante, eso no fue suficiente para ellos y me encerraron en una bodega abandonada, ¡Ah!, sí, pero gracias a Dios, los chicos, Nina, Fabián, Alfie, Amber, Patricia y Jerome me rescataron de esos malditos mientras arriesgaban sus vidas solo por mi bienestar, sino, me hubiera muerto de miedo y hambre, así que nunca estuve soñando, fue real.

—¡TRUDY! ¡No! —exclamé con muchísimo temor por la posible reacción de Víctor y Vera, pues ese secuestro nunca debió ser revelado.

—¡Shh!, Nina, ¡esto lo hago por ustedes, pues por desgracia, Vera y ese hombre llenaron mi mente con recuerdos tontos de unas supuestas vacaciones al tener el descaro de hacerse pasar por mi terapeuta!, así que Víctor, la única culpable de todo aquí es Vera, pues la Señora Andrews nunca se equivocó con que ella es un fraude y por lo tanto, Mara nunca mintió sobre sus verdaderas intenciones en el famoso periodico escolar hace años. —aseguró Trudy estando muy alterada y un poco adolorida al decir aquello tan grave, pues la pobrecilla temblaba como una hoja al estar muy asustada.

—¿QUÉ?, Trudy, ¡me sorprendes con tus mentiras! ¡ishh!, creí que éramos "amigas", ¿Cómo te atreves? ¡Yo no fui quien te hizo todo eso! ¡soy incapaz de secuestrarte o lastimar a alguien más, ¡oh Víctor!, dime, ¿Me crees a mi o a ellos?, recuerda que solo son sus estúpidas fantasías juveniles alimentadas por una amaducha de llaves se se cree la dueña de la Casa de Anubis, ¡Ella también merece ser duramente castigada por esta fea ofensa hacia mi persona así como Mara!

—Vera yo... Yo lo lamento mucho, pero ahora les creo a ellos dada tu reputación, y escucha, aunque yo realmente sintiera contigo lo que era el amor "por primera vez" estoy convencido que mientes, además, por culpa del evidente daño que le causaste a Trudy debo expulsarte de aquí otra vez, pues te aliaste con el enemigo y eso nunca te lo perdonaré por más que te diera una segunda oportunidad, ¡N9 puedo!, discúlpame, querida. —aseguró Víctor encontrándose muy triste al tener que mostrar su carácter ante ella, su supuesto amor aunque por dentro estuviera destruido por echarla de su vida una vez más.

—¿Eh?, Víctor, ¿Por qué dices que nunca te has enamorado? ¿Y tu esposa?, sí, a ella debiste de amarla muchísimo más que a esta arpía roba recuerdos, entonces, ¿qué sucedió con tu pareja al final de todo así como de sus dos hijitas? —pregunté de la nada sin la intención de lastimar a alguien aunque fuera indiscreta debido a la ira que sentía contra Vera, pero, en ese momento mi salud empeoró al nuevamente sentirme muy mareada cuando mencioné sobre la vida pasada de Víctor.

—¿QUÉ?, ¿Tu qué?, espera, ¿Enserio te casaste alguna vez? ¿Pero cómo pudiste engañarme así de cruel mientras intentabas conquistarme, eh? ¿Y tras de todo tienes hijos en común con esa mujer? ¡Oh!, no, ¡Dios mío! ¡Esto es inaudito! ¿Quién es ella? vamos, dime, ¿La conozco? ¿Y tus hijos? ¿Dónde están ocultos?

—¡Vera!, yo no... —exclamó Víctor mientras se ponía tan pálido como un papel cuando dije aquel secreto.

—¡Ni me dirijas la palabra, maldito infeliz! ¡ishh! ¡no sabes cuánto te desprecio, Víctor Rodenmaar! ¡Jugaste con mis sentimientos más profundos cuando jurabas amarme para siempre con flores y animales disecados! ¡Idiota! ¡nos engañaste a todos durante años! —afirmó la loca de Vera encontrándose muy enojada y completamente en shock al saber esa gran verdad que Víctor aún no podía ser capaz de recordar del todo.

—¡Esto no nos lo esperábamos nunca, ehm Vick! —exclamó nuevamente el tonto de Dexter luego de burlarse sarcásticamente de Él, pues por su culpa inició una oleada de risas y bromas pesadas contra su pasado.

—¿Qué? ¡NO! ¡Yo jamás me casé con alguien o tuve hijos! ¡Eso es ridículo!, ustedes saben bien que yo soy soltero y solitario tal como Courvier, pues Nina Martin solo miente para dañarme y de hecho, ahora mismo está castigada indefinidamente, ¡Ohhhh!, Vera, ¡Por favor escúchame!, esa chiquilla quiere separarme de ti, te lo juro, ¡Regresa! —decía Víctor con desesperación al encontrarse cegado por esa manipuladora mujer, pues salió corriendo para seguirla como si fuera a ella quien Él le debía disculpas o explicaciones de sus acciones.

—No, un momento, ¡Yo no miento! ¡Tú me lo dijiste cuando estabas encerrado en el sótano!, sí Víctor, estoy segura, de hecho, hasta me confundiste con ella durante unos minutos bastante aterradores y mencionaste que tu hija primogénita se llamaba K... —decía estando muy asustada y tratando de hacer que Víctor me escuchara a como diera lugar cuando de pronto reuní algunas piezas en mi atolondrada cabeza.

—¿Nina? ¿Qué sucede? ¿Por qué te callaste de pronto? ¡Sigue contándonos! ¡Ay no! —preguntó Kt hallándose algo nerviosa luego de acercarse a mi para darme apoyo al igual que Amber, pues ambas chicas me vieron mal de salud otra vez.

—¡Ay no, no! ¡Esto no puede ser cierto! ¡Imposible!, Kt, tú eres la... ¡Ohhhh! —exclamé estando completamente débil y casi sin respirar mientras lloraba muchas lágrimas de oro, pues en el sótano, Víctor identificó su nombre como el de su primera hija con su esposa.

—Amiga, ¿Soy la qué?, vamos, ¡Termina de hablar! —seguía preguntando Kt al encontarse un tanto desconcertada e incómoda debido a mis inconclusas palabras.

—Nada, ¡Solo olvídenlo, por favor!

—¿Solo olvidarlo, dices? ¡Oh no! ¡Esto es una gran primicie para el chismorreo en la uni! —dijo la inmadura de Cassie con una sonrisilla malévola, pues destruiría a Víctor públicamente en compañía de su mejor amiga Erin.

—Yo... Yo les prometo que digo la verdad, pues Víctor me lo dijo hace días y tanto el Señor Sweet como la Señora Andrews son testigos porque también lo escucharon delirar, ¡lo juro por mi vida porque yo jamás mentiría con algo así de grave.

—Nina, no lo dudamos, de hecho confiamos en tu palabra, ya que sabemos bien que Víctor es un hombre muy extraño y algo psicópata, ¡Creéme!, yo lo sé mejor que nadie después de vivir a su sombra las veinticuatro horas del día, pues su codicia a la vida eterna es más grande que el poco juicio que aún le queda. —aseguró Joy mientras se acercaba a mi, pues me tomó de la mano en señal de lealtad.

—... Puede que Él sí tuviera una esposa pero de eso a dos hijas está muy difícil de creer, ¡uff!, lo lamento mucho, Nina pero yo NO te apoyaré esta vez, pues en primer lugar, tú no debías regresar a casa, ya que yo te lo advertí muchas veces años atrás, no obstante, ahora no hay nada más por hacer, solo esperar a que las consecuencias de tu inoportuna decisión no sean terribles para todos nosotros. —afirmó cruelmente Eddie con un tono de voz tosco y furioso, pues se marchó de ahí nuevamente poniéndose en mi contra como si la culpable de todo fuera yo.

—¡Eddie! —gritaron Alfie y Patricia tras estar muy sorprendidos por su incómoda reacción mientras intentaban hacerlo entrar en razón con respecto a sus crueles palabras.

—Yo... Yo debo de buscar algo, ¡uff!, esto no es para nada fácil de creer, Eddie, y te comprendo, pues yo tampoco lo haría si alguien más me lo dijera así, pero por esa misma razón buscaré la manera de probarlo y sé que Mara me ayudará, pues al final ella también es una Sibuna y muy inteligente. —dije tras encontrarme muy triste y decepcionada de Eddie, ya que Él jamás me había hablado o dado la espalda de esa manera.

...

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