NamJoon

El castaño caminaba por la casa con un fierro en su mano mientras miraba hacia todos lados con temor. Había escuchado los gritos desesperados del menor del grupo, y cuando éstos se detuvieron pensó en lo peor.

Aunque él no lo decía, se sentía de alguna manera como el padre o el mayor del grupo, ya que siempre buscaba el bien de los demás, los cuidaba, intentaba que no haya peleas, entre otras cosas. Igual a un padre.

Tal vez tenía ese comportamiento a causa de que su verdadero padre apenas estaba presente en su vida. Sí, vivía con él bajo el mismo techo, pero apenas cruzaban palabras y la mayoría de veces era para formar una pelea. Nunca había estado para NamJoon, y eso le dolía, aunque se haya acostumbrado.

Y cuando conoció a Minnie se hicieron más unidos porque a ella le pasaba lo mismo pero con su madre, a ambos les faltaba ese cariño de madre y padre, capaz esa fue la razón por la cual se refugiaban uno en el otro y se querían como hermanos.

Pero Kim no era tonto, sabía de los repentinos ataques de ira que podía llega a tener su amiga, así que por el bien de todos casi siempre le daban la razón o estaban de acuerdo con ella para no salir lastimados. Aunque habían veces en las que eso terminaba siendo peor ya que ella les reclamaba diciendo que pensaban que estaba loca.

Tal vez sí lo estaba.

Pero aún así, NamJoon la amaba.

Siempre se había sentido afortunado de que ninguno de los dos haya mezclado los sentimientos y siempre se hayan querido como amigos o hermanos, hubiera sido una situación muy difícil si alguno estaba enamorado, podía verlo en YuNa y JiMin.

A decir verdad, NamJoon no se había sorprendido cuando el padre de la chica lo llamaron el sábado para preguntarle la ubicación de la misma, él sabía que habían veces en las que Minnie después de una pelea con su madre desaparecía por unas horas y después volvía, pero cuando pasaron más de veinticuatro horas y todavía no volvía comenzó la verdadera preocupación.

Ahora se preguntaba si verdaderamente su amiga estaba ahí, y si estaba, ¿por qué estaba en esa casa?

A NamJoon nunca le gustó ese lugar, siempre tenía escalofríos cuando pasaba para ir a la casa de su abuela, y podía jurar que alguien lo veía desde adentro. Sabía la historia de lo que había pasado pero no le gustaba recordarla, no era alguien de creer en fantasmas o algo así, pero ciertamente cuando tienes miedo piensas en cualquier cosa.

El chico se dió vuelta asustado cuando estaba en el patio trasero, el pasto había crecido muchísimo y le llegaba hasta casi las rodillas, había visto a lo lejos unas hamacas hechas de madera que se movían a causa del viento, también una pequeña casita de un perro al parecer. Al escuchar pasos detrás se dió vuelta con temor, tomando mejor el fierro entre sus manos para defenderse en caso de ser necesario.

Visualizó a su amiga, con un largo vestido de color blanco, guantes transparentes cubriendo sus delicadas manos, el cabello suelto como acostumbraba a llevar y en los pies llevaba las botas especializadas para hacer el deporte que más amaba; equitación.

⎯ ¿Minnie qué...?⎯ balbuceó el chico. La nombrada no se movió ni un poco, el leve viento causaba que su vestido y cabello se muevan hacia atrás, como en una película o videoclip.⎯ ¿Cómo llegaron aquí?

⎯ No importa eso ahora, ¿No crees? Al fin nos encontraron.⎯ sonrió levemente inclinando la cabeza hacia un lado.

NamJoon suspiró soltando su "arma", se acercó a la chica y la abrazó con fuerza siendo correspondido al instante. La cabeza de Minnie quedaba justo en el pecho de él, podía escuchar los latidos de su corazón a la perfección.

Minnie era la más racional del grupo, por así decirlo, no estaba del todo de acuerdo de seguir con el plan que habían ideado las demás chicas, ni siquiera sabía por qué habían retenido todo ese odio hacia el grupo de amigos que siempre las ayudaron. Pero tampoco podía negarse, ella sabía que NamJoon no era tonto, y si lo dejaba salir era más que obvio que terminaría en la cárcel.

Y por mucho que quiera a NamJoon, ella no quería terminar en la cárcel.

⎯ Nam...tengo que confesarte algo...⎯ murmuró. El chico la despegó de él para verla.⎯ Lo logré. La saqué de mi vida.

NamJoon frunció el ceño ante sus palabras. ¿A quién sacó de su vida? ¿De qué forma?

⎯ »Asesiné a mi madre, Nam.

El castaño se alejó unos pasos hacia atrás con cierto temor, si la chica fue capaz de matar a la persona que le dió la vida, ¿Qué le quedaba a él que era su simple amigo?

Siempre supo que Minnie detestaba a su madre, aunque no le haya hecho nada grave por así decirlo, nunca le pegó o abusó de ella, solo que era más una madre ausente que presente, nunca le dió la confianza para hablar de ciertos temas, le daba vergüenza decir que era su mamá, y a veces la amenazaba con echarla de la casa, aunque era obvio que gracias a su marido Minnie no se quedaba sin hogar.

Pero no llegó a pensar que era capaz de matarla por eso.

⎯ ¿Minnie, por qué lo hiciste?⎯ preguntó atemorizado. La chica por su parte se veía tranquila, pero de vez en cuando se volteaba para ver dentro de la casa, como si alguien la estuviera espiando.⎯ Minnie responde, tú no eres así.

⎯ Lo hice porque ya no aguantaba, NamJoon.⎯ confesó.⎯ Sus tratos, el poco amor que me tenía, siempre quería que fuera lo que ella no llegó a ser por fracasada, ¡Pero no era mi culpa!⎯ soltó unas lágrimas recordando todo. Su progenitora no había terminado la secundaria, estudiado una carrera o hacer algún deporte, por eso mismo fue que siempre obligó a su hija a hacer todo eso, sin saber que ya no daba para más.⎯ ¡Me cansó tanto! No fue mi culpa que ella no haya hecho todo lo que quiso, lo peor era que siempre justificaba su falta de cariño hacia mí porque sus padres no fueron cariñosos con ella...⎯ bajó la mirada.⎯ parecía que para lo único que me quería era para que vaya a comprarle los malditos cigarrillos.

NamJoon estaba y a la vez no estaba al tanto de todo eso, lo de los estudios pensó que era de todos los padres que querían que sus hijos triunfen en la vida con una buena carrera académica, pero no pensaba que Minnie se veía tan obligada a estudiar a causa de su madre.

La chica era inteligente por sí sola, todo lo que estudiaba lo memorizaba a la perfección y la información podía durarle hasta años en el cerebro. Pero algo en lo que todos siempre se percataban era que se auto-obligaba a sacarse la nota máxima en los exámenes, cuando se sacaba un punto menos hasta corría al baño a llorar.

Los chicos junto a las chicas se reían de eso y decían que ojalá se hubieran sacado esa nota, porque siempre los desaprobaban a los exámenes, pero la diferencia era que sus padres no eran como la madre de Minnie. Ella verdaderamente se enojaba y hasta podía dejarla sin comer hasta que tenga otro exámen y se saque la nota máxima.

Capaz esa era la razón detrás de sus ataques de ira, todo el odio que le tenía a su madre no podía descargarlo en ella así que lo hacía con los demás cuando no compartían la misma opinión.

Pero aún así, por mucho odio que se tengan mutuamente, NamJoon no le encontraba justificación a que haya matado a una persona, fuera del hecho de que sea su propia madre de quien estaban hablando. Era un delito, terminaría en la cárcel y eso era más que seguro. Si él no había matado a su padre cuando pasaba por una situación similar Minnie tampoco tendría que haberlo hecho.

⎯ Minnie, lamento que hayas sufrido todo eso, pero no es justificación para asesinar a alguien.⎯ le dió sus más sinceras palabras y la chica asintió con la cabeza baja.⎯ Tienes que ir a la policía, aunque no quieras, mereces estar en la cárcel.

La chica levantó la vista asustada y negó con la cabeza, ella no quería ir a la cárcel, no. Su padre era lo único que le quedaba y que verdaderamente la hacía feliz, no se podía permitir perderlo a él también.

Aunque...NamJoon iba a tener el mismo final que los demás chicos, no habría problema si le dice lo que las demás planean, ¿Verdad?

⎯ Bueno en realidad, también hay otra cosa que quiero confesarte.⎯ suspiró nerviosa, sabía que detrás de ella había alguna de las chicas verificando que Minnie no ayude a NamJoon a escapar y delatarlas con la policía.⎯ Todas planean matar a los chicos.⎯ Kim abrió los ojos sorprendido y asustado.⎯ Ya sabes, la más cercana a cada uno lo matará...Wheein a Seokjin, YuNa a JiMin, Lisa a JungKook y...yo a tí...⎯ dijo lo último con la voz rota.

NamJoon se alejó un poco y con la vista buscó el fierro que llevó en todo el camino hacia ese patio, pero estaba demasiado lejos, y cuando quiso correr para tomarlo Minnie lo sujetó con fuerza del cabello, obligándolo a arrodillarse frente a ella.

⎯ Minnie tú...tú no quieres hacer esto.⎯ le dijo con los ojos llenos de lágrimas, y tenía razón, pero si ella no quería ser la muerta tendría que matarlo.⎯ Ellas te están obligando, ayúdame a salvar a los demás y escapamos todos para denunciarlas.

⎯ ¿Y cómo sé que tú no me denunciarás a mí por asesinato y cómplice del mismo?⎯ consultó.⎯ Estoy segura que al menos uno de ellos ya murió, por ende nos hace cómplices de asesinato a todos los demás. Todos terminaremos tras las rejas.

⎯ No diremos nada, lo ju-

Lo interrumpió un fuerte dolor en su nariz, Minnie lo había golpeado con sus duras botas que usaba para equitación, rompiéndole así la parte de su rostro.

NamJoon se preocupó cuando notó la sangre que caía y como el dolor se hacía cada vez más intenso, tanto que hasta le costaba abrir los ojos. Minnie se acercó a él y tuvo el impulso de ayudarlo pero miró hacia atrás y se encontraba NaYeon con una pistola apuntandole en la cabeza a ella, obligándola a que siga lastimando a quien consideró un amigo único.

Minnie sí lo amaba a NamJoon, suplantaba el papel de madre de alguna u otra manera, o tal vez el de algún hermano mayor que nunca tuvo. Sentía un mimo al alma cuando el castaño se preocupaba por ella, le preguntaba cómo le fue en equitación y siempre la tenía en cuenta para sus planes.

Minnie quería a todos, incluyendo a las chicas, aunque estén bastante mal de la cabeza como para hacer todo esto. Ellos se juntaron con ella cuando la notaron sola, aún recuerda cuando un pequeño TaeHyung de doce años le curó unas heridas que le habían hecho unos niños de grados más altos.

Siempre los quiso y no iba a poder perdonarse nunca haberlos matado, porque aunque ella solo asesine a uno, le va a quedar en la conciencia saber que los demás morirían y ella no pudo ni ayudarlos. Sabía el plan de todas, todo lo que harían, y no pudo causarle más asco, pero ya había matado a su progenitora y ellas la amenazaban con que la delatarían si no las ayudaba.

⎯ Lo siento tanto, Nam.⎯ volvió a golpear con su bota el rostro del chico.

Y así lo hizo incontables veces, golpeándolo en el rostro, costillas, piernas, cuello. Hasta que por último puso la suela de su bota en la tráquea de NamJoon y pisó con fuerza, cuando el chico dejó de intentar defenderse se dió cuenta que lo llevó a la muerte.

Sintió pasos detrás de ella para después recibir un beso en la mejilla de parte de NaYeon.

⎯ Muy bien. Ahora entra que solo quedan tres.

Las dos entraron en la casa nuevamente, una contenta porque faltaba poco para su turno y la otra con el corazón partido por todas las muertes que estaba ocultando. No quería eso para ella.

Pero ninguna se dió cuenta que NamJoon tenía un celular grabando todo, JiMin le dió la idea apenas entraron en la casa y él se molestó porque estaba dudando de las chicas, pero después de escuchar los gritos de sus amigos decidió que era mejor tener una evidencia, solo en caso de que pase algo.

"No me voy a poder perdonar nunca lo que te hice, y tampoco espero que tú me perdones a mí. Lo único que quiero es que uno de los chicos salga libre para que tengas justicia."

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