《 20 》

Hoy era Miércoles once de Febrero, hoy era mi cumpleaños, hoy cumplía dieciocho años y me estaba haciendo más vieja cada segundo que pasaba, hoy mi mamá insistió en que podía hacerme una fiesta, pero para ser sincera, todos en la preparatoria (excepto Niall y Julie) me caen mal, bueno no me caen mal pero no convivo con los demás. Así que al fin dijo que podría ir a un restaurante y comprar cualquier cosa, y eso haría.

Le avisé a Niall y Julie que al salir de la preparatoria podríamos ir a un Mc Donals o a un Burguer King. Ellos dijeron que sí,  aunque no los vi en la preparatoria ya que ellos fueron a hacer un examen de una olimpiada de historia.

Cuando llegué a casa me duché y me vestí presentablemente, puse a cargar mi celular y comí una manzana mientras esperaba que mi par de amigos anormales llegara. El timbre sonó y bajé las escaleras hasta la entrada, mí mamá estaba en la cocina y cuando estaba a punto de decirle que ya me iba me detuvo.

—Tu no te vas hasta que partamos este pastel —Me dijo — Dile a tus amigos que pasen, pueden comer también.

—Está bien —Le dije, no negaría el comer pastel.

Abrí la puerta esperando encontrarme con una cabellera rubia y otra pelirroja, pero en su lugar, una cabellera castaña y ondulada apareció en frente de mí.

—¡Harry!

—¡Nereida!

Me dio un abrazo y un beso no muy largo.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunté confusa.

—Tenía que venir por un proyecto de la Universidad, ya te había comentado que la sede de la empresa donde trabajaré está en Manchester, así que vine —Me explicó — Además, no podía faltar en tu cumpleaños, ¿quién se hizo más vieja hoy?

—Que bonita forma de felicitarme — Le dije y él rió.

—¡Felicidades, cariño! —Dijo dándome otro abrazo.

Le agradecí y él me entregó una cajita un poco grande.

—Vi que te gusta leer, ya que tienes muchos libros en tu cuarto, así que espero que te guste —Me dijo.

—Oh, yo no te regalé nada en tu cumpleaños —Le dije.

—Tu me das todo con sólo respirar —Me dijo en voz dramática.

Solté una carcajada.

—Cállate, Edward —Le dije —Robar líneas de peliculas es ilegal.

Él sonrió y me miró de pies a cabeza, luego levantó una ceja.

—¿Esperas a alguien?

—Sí, esperaba a Niall y Julie.

—¿Julie?

—Es una amiga —Le respondí.

—Oh —Dijo él — ¿Y Drew no irá?

—¿Acaso te enamoraste de Drew? —Le dije sonriendo y él sólo rió.

Hubo un corto silencio y el aclaró su garganta.

—¿No me invitas a pasar? —Me preguntó.

—Oh, claro, lo siento —Le dije abriendo más la puerta, el entró y lo conduje hasta la cocina —Mi mamá hizo pastel, así que puedes comer si quieres.

Mi mamá sacó su cabeza de la alacena y nos miró.

—Hola Harry —Le saludó —No sabía que vendrías.

—Yo tampoco sabía — Le dije a mi mamá.

—¿Quieres un poco de pastel? —Le preguntó ella.

Harry asintió entusiasmado y nos sentamos en la barra de la cocina.

—¿Puedo abrir mi regalo? —Le pregunté a Harry.

—Claro, es tuyo, dah.

Abrí la cajita y dentro de ella estaba el libro de La Divina Comedia. Nunca lo había leído pero tenía unas ganas inmensas de hacerlo. Harry sonrió al ver que me gustó su regalo.

—Vi tu librero y pensé; ¿cómo diablos no tiene este tesoro? —Me dijo —Tienes que leerlo cuanto antes.

Yo asentí emocionada, obvio que lo leería lo más pronto posible.

—Hay más — Dijo —Mira en la caja.

Habia una bolsita de seda con un llavero, lo abrí para ver mejor que decía. Cuando lo leí me reí tanto que mi estómago comenzó a doler.

—¿Enserio esperas que use esto? —Le pregunté.

—¿Qué tiene de malo llevar un llavero que diga "Mi novio es el mejor"? —Preguntó —A mi me parece genial.

—Debería de llevar uno que dijera "Mi mamá es la mejor" —Opinó mi mamá dándonos una rebanada de pastel— Después de todo yo le di la vida.

—Ni siquiera tengo llaves —Le dije

—Puedes ponerlo en tu mochila —Dijo él.

Me encogí de hombros y asentí. Ya vería después si lo ponía ahí o no.

—Wow —Exclamó Harry —¿Hizo usted éste pastel, señora Keaton?

Mi mamá asintió orgullosa.

—Está delicioso —Dijo él.

—Solamente lo dice para quedar bien —Le dije a mi mamá —Sabe mejor el de...

—Cállate o no sales —Me dijo ella.

Nos comimos el pastel y justo cuando acabamos el timbre sonó. Fui a abrir y Niall y Julie me dieron un abrazo grupal felicitandome, me dieron un globo de helio y les dije que iba por mi suéter.

—Harry, vamos a ir Niall, Julie y yo a un restaurante ¿quieres venir?

—Claro —Contesté inmediatamente.

Me despedí de mi mamá y salimos, Niall y Harry ya se conocían pero no Julie y Harry así que los presenté y luego fuimos a un Mc Donals. Cuando nos trajeron lo que ordemos Harry abrió los ojos exageradamente.

—¿Todo eso cabe en tu estómago? —Me preguntó viendo mi Big Mac, mis papas grandes, mi postre y mi gran vaso de agua de Jamaica.

—Y eso no es nada, deberías de ver cuando come pastel —Dijo Niall.

—¡Oye! —Me queje —Yo no tengo problemas con el pastel.

—He oido hablar sobre ello, su primo me contó que...

—¡Harry!

Él levantó sus manos inocentemente y Julie río pero su risa cesó más pronto de lo.normal en ella.

—¿Qué pasa? —Le preguntó Niall.

—¿No es ese Louis? —Dijo ella.

—¿Tomlinson? —Preguntó de nuevo Niall y ella asintió.

—¿Qué pasa con él? —Preguntó Harry curioso.

—El típico chico presumido de la preparatoria —Le respondí.

—¿Lo conoces?

—Sólo de vista, ninguno de nosotros ha hablado nunca con él — Respondí.

—¿Por qué está viniendo hacia acá?

Louis llegó a nuestra mesa y sonrió. Harry puso un brazo alrededor de mi cintura.

—Escuché que cumples dieciocho años hoy, así que quería felicitarte —Dijo Louis.

—Pues hazlo —Le dijo Harry.

Louis lo miró y fruncio su rostro.

—Ojalá que te la pases bien —Dijo Louis —Un año menos para cumplir veintiuno.

—¿Cuántos años tienes? —Le preguntó Julie.

—Veinte.

—¿Y sigues en la preparatoria? —Preguntó Harry, era obvio que no quería que estuviera aquí.

—Sí — Respondió Louis —No tengo que dar explicaciones ni hablarte, vine a hablar con Nereida, no contigo.

—Pues resulta que soy su novio y...

—Ow —Dijo Louis —No me importa, pero bueno, veo que no soy bienvenido aquí por personas que ni conosco, nos vemos en la preparatoria.

Después de que Louis se fue a una mesa más apartada junto con otro chico que no conocía, el silencio se hizo presente.

—Eso fue raro —Dijo Niall.

—¿Cómo sabía que cumplía años?

—No lo sabemos, pero dejemos eso a un lado, sigamos disfrutando, aún no empezamos a comer —Dijo Harry.

Estuvimos comiendo más tranquilos y a decir verdad quería comerme diez hamburguesas más, y lo haría si no fuera imposible. Pedí otro postre y seguimos charlando todos. Harry se llevaba muy bien con Julie y Niall, como si se conocieran desde tiempo atrás.

Cuando acabamos de comer fuimos a el parque y estuvimos un momento en los columpios, sí, nunca se es grande para subirse a un columpio. Una hora más tarde Niall y Julie dijeron que tenían que seguir estudiando para la Olimpiada de Historia, así que se fueron a sus casas y nos dejaron sólos.

—¿Y cuándo regresas a casa? —Le pregunté.

—¿Por qué? —Preguntó —¿Quieres que ya me vaya?

Arquee una ceja.

—No, simple curiosidad.

—El sábado catorce —Me respondió.

—Te siento cortante —Le dije sin rodeos.

—Tal vez me molestó que ese tipo se acercara y hablara de esa forma.

—Él sólo llegó de buena manera y tu le hablaste mal —Le dije.

—¿Ahora yo soy el que está mal?

—¡No, pero es la verdad!

—Osea que te pones de su parte aún cuando no lo conoces —Me dijo.

—A ver a ver, ¿qué pasa?

—¿De qué?

—En este momento no eres el Harry que conosco, ¿que pasó? —Le pregunté —No eres mujer como para que te pongas así como si te hubiera llegado el periodo, ¿o los hombres también tienen etapas así pero sin periodo?

Él suspiró.

—Lo siento, yo sólo estaba...

—¿Que? —Le pregunté.

—Nada.

—No, ahora me dices.

—Celoso —Dijo.

—¿Celoso por qué si nisiquiera lo conozco?

—No lo sé.

—Ay Harry, eres un tonto —Le dije dándole un beso en la mejilla y el sonrió.

—Lo siento, creo que los hombres sí tenemos "etapas" —Dijo.

Lo miré entrecerrando los ojos.

—¿Qué más pasa?

—¿Qué? —Preguntó él confundido.

—Te pasa algo más, lo sé.

—No me pasa nada —Dijo.

—Mi instinto de mujer me dice que sí, ¿qué pasó?

Sorprendentemente Harry comenzó a llorar. Me quedé sin saber que hacer por unos segundos.

—Santo cielo Harry, ¿qué ocurre?

—Le... le detectaron cáncer a mi abuela y al parecer lo hicieron muy tarde y las posibilidades de que se cure... son más bajas.

Me quedé sin habla.

—Viví con mi abuela la mayor parte de mi infancia, mis papás, Gemma y yo vivíamos con ella cuando era pequeño, le tengo un cariño enorme y esa noticia simplemente es horrible —Me explicó.

—Oh Harry, lo siento mucho —Le dije — De verdad.

—Lo siento yo, quería desquitarme con alguien — Dijo aún llorando.

—No te preocupes, está bien.

—¿Estás loca? No está bien que me desquite contigo —Dijo.

—Claro que sí, obviamente no de manera violenta pero puedes desahogarte siempre conmigo —Le dije abrazandolo un poco más fuerte.

Él paró de llorar y sonrió, se separó de mi y tenía una mirada insinuadora.

—Tengo una idea perfecta para desahogarme —Dijo.

—¿Y cuál es?

—Nosotros podríamos ir a un hotel y...

—Harry, sé que también tienes frustración sexual pero controla esos pensamientos ahora por favor —Dije —Es increíble que estabas llorando y sales con eso.

—Lo siento.

—Está bien.

—¿Está bien? —Preguntó —¿Entonces si podemos ir a un hotel y...?

—¡No!

—Sólo suponía —Dijo.

Cuando Harry se tranquilizó un poco me dejó en casa y se marchó, fui a mi habitación y tomé el libro que me había regalado, lo abrí y en la primer página estaba el título La Divina Comedia. Me emocioné y luego vi que tenía una nota debajo del título.

"PARA MI DIVINA NOVIA, felíz cumpleaños cariño, ojalá que te guste y lo disfrutes tanto como yo disfruto estar contigo, es mi libro favorito, así que espero que de verdad te guste o voy a odiarte hasta la eternidad,

El mejor novio del mundo, (no tengo que poner mi nombre porque sabes quién lo es)
Todo el amor, H xx.

Y ese era Harry siendo Harry.

***

Harry había estado ocupado los dos días siguientes con su proyecto pero el catorce, el día que se iba, fue a visitarme por la mañana. Cuando abrí la puerta me sorprendí de verlo ahí.

—Harry, son las ocho de la mañana y es sábado —Le dije aún medio dormida —Seguro que me veo horrible despeinada y recién levantada.

—Te ves malditamente sensual así — Dijo —Mi vuelo sale en una hora y media así que aproveché para venir a despedirme.

—¿Tan temprano? —Le dije haciendo que pasara.

—Suelo levantarme temprano aún en fin de semana —Me dijo.

—Eres raro.

—Gracias — Dijo.

—¿Qué es eso? —Le pregunté al ver que traía algo en la mano.

—Oh, casi lo olvidaba —Dijo.

Era un mochila, de la cual sacó una caja pequeña de chocolates con nuez y una pequeña margarita.

—No sabía a qué hora abren las florerías, así que corté una de tu jardín —Me dijo.

—Muchas gracias, pero ¿por qué todo esto?

—¿Cómo que por qué? —Preguntó —Hoy es catorce de Febrero.

—¿Y...?

—¿No sabes que se celebra hoy?

—No...

—¡Hoy es San Valentín! —Dijo.

—Sshh, mi mamá está dormida —Le dije — Claro, lo siento, no acostumbro celebrarlo.

—¿Por?

—No tenía novio cuando era San Valentín.

—¿Y no tienes amigos o amigas? —Preguntó.

Asentí.

—Como sea, no tengo un regalo para ti —Le dije haciendo una mueca.

—No te preocupes, puedes darme un largo y apasionado beso y estamos a mano —Dijo.

Me reí y así lo hize, no tan "apasionado" pero si largo.

—¿Qué pasa aquí? —Dijo mi mamá prendiendo la luz de la sala de estar.

—Oh, siento despertarla señora, en una hora regreso a mi casa y venía a despedirme —Le dijo Harry.

—Oh, está bien.

—Tengo algo para usted —Dijo Harry sacando otra caja de chocolates más pequeña.

—Oh, estos me encantan —Dijo mi mamá mirando que eran chocolates con relleno de cereza —Muchas gracias, Harry.

—No hay de qué —Dijo él — Ojalá que tengan un lindo San Valentín.

—¿Quieres quedarte a desayunar? —Le pregunté.

Él negó con su cabeza.

—Tengo que estar media hora antes en el aeropuerto, tal vez la próxima vez, ahora me tengo que ir —Dijo.

—Está bien, ve con cuidado —Le dije y él asintió —Suerte con tu proyecto —Le dije y asintió de nuevo —Espero verte pronto.

—Yo también espero eso —Dijo él.

Salimoa de la casa y nos despedimos, le di un abrazo y un beso y después se subió en su auto y se fue. Entré a mi casa de nuevo y guardé mis chocolates y puse la margarita en agua, cuando baje vi a mi mamá ya estaba comiéndose sus chocolates.

—Que yo sepa primero se desayuna y después el postre —Dije.

—Podría acostumbrarme a comer esto de desayuno —Dijo —Está delicioso.

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Quiero chocolates akdiaickwof.
Hi:)

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Subo muy pronto, las adoro, nos leemos xx.

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