Séptima Llamada. Una Cita para Ace, Parte 2


holo!!

al fin AL FIN pude actualizar uwu muchas cosas han pasado, pero no duden en siempre volveré, muajajaj!! >:D ok ya, les dejo este nuevo capi que espero disfrutn, nos vemos abajo <3

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Séptima Llamada. Una Cita para Ace. Parte 2

- Abre la puerta Ace-ya. Comienza a hacer frío...¬- de inmediato, el pecoso corrió a la puerta de su departamento y se recargó de espaldas en ella; sabía bien que no había manera que el moreno entrara sin llave pero tenía el presentimiento que, si no obstruía la puerta, algo malo pasaría- no tienes que temer Ace-ya, sólo soy yo

- [¡Es por eso que tengo miedo, idiota!]- sus manos le temblaban tanto que le era difícil sostener su teléfono, ¿y si ese sujeto encontraba la manera de entrar a su hogar?- vete.... Por favor...-la manija se sacudió violentamente al mismo tiempo que sentía a sus espaldas cómo tiraban de la puerta; no sabía si la cerradura resistiría, o bien, el tipo se cansaría y buscaría entrar por otro sitio- por favor... ¡sólo déjame e iré a una cita contigo!- esa última frase pareció tranquilizar a la bestia pues las fuerzas del intruso fueron menguando- haremos lo que quieras, pero por esta noche sólo... sólo déjame en paz, por favor...

- mañana puedes pedir el día, ¿cierto?- habló al fin el moreno, esta vez sin utilizar el teléfono- pasaré por ti después de clases- después de ello se escucharon las pisadas de ese sujeto alejándose hasta que todo volvió a quedar en silencio. Se había ido.

El pecoso se deslizó por la puerta hasta quedar sentado en el suelo con las manos aun temblorosas al igual que su respiración. Lo primero en que pensó en hacer apenas la lucidez volvió a su mente fue llamar a Smoker y contarle lo sucedió... pero el mayor jamás respondió el teléfono.

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A pesar de su fama como dormilón y glotón de primera, Ace no pudo ni comer ni dormir después de eso. Ni siquiera tuvo el estómago para encender el teléfono de la hotline aun sabiendo las consecuencias que su falta de "ética profesional" podría ocasionarle. Y después de la horrible noche que pasó, todavía tenía que ir al colegio... quizá podía fingir estar enfermo para evitar el suplicio de los estudios y de lo que pasaría después de ello, pero, de alguna manera, sabía que si intentaba esconderse ese médico lunático se las ingeniaría para encontrarlo.

Antes de salir de casa intentó ponerse en contacto con su amado bombero una vez más, era el único que podía salvarle... y nada; su héroe simplemente no respondía. Una corazonada comenzó a nacer en el pecho del pecoso; si bien Smoker no era un fanático del celular, al menos le regresaba las llamadas y mensajes que no respondía al momento, sin embargo no tenía noticias de él desde que lo dejó plantado la tarde anterior...

- ¿Ace-kun?- la voz de Vivi le hizo saltar en su escritorio. Oh, era verdad, estaba en el colegio- Ace-kun, haz estado distraído toda la mañana, apenas probaste bocado en el almuerzo y no paras de mirar tu celular, ¿sucede algo? ¿está bien tu tío?

- hace poco salió del hospital, pero no responde mis llamadas...- volvió a mirar su teléfono. Nada. Simplemente no había rastros del peligris- voy a ir a verlo- su decisión estaba más que tomada; aunque a Smoker no le gustara que fuera a su departamento en días de escuela, iría y se plantaría ahí hasta verle la cara al mayor. Lo bueno de esa tormentosa mañana era que el tiempo corrió tan rápido que ni siquiera lo sintió; el timbre de salida acababa de sonar y sólo le faltaba guardar sus cosas para marcharse

- jeje, ok. Avísenme si todo está bien- la chica se despidió con una gran sonrisa antes de marcharse con sus amigas y perderse entre la multitud de alumnos que en esos momentos salían de clases.

-...- tardó unos cuantos segundos en notar que algo de lo que acababa de decir su amiga no cuadraba- ¿avísenme?- se suponía que estaba solo, ¿por qué le habló como si fueran varias personas? Ahora que recordaba, la ventana del salón de clases no estaba muy lejos de su pupitre. Giró la mirada con miedo hacia esa ventana y comenzó a sudar frío... entre todos esos alumnos que iban de un lado a otro pudo distinguir a la perfección al médico de pie cerca de la entrada con una expresión relajada y su mirada fija justo en su dirección- [estás bromeando, ¿cierto? No creo que pueda verme a esta distancia...]- bueno, él podía verle así que probablemente sí podía verlo, lo que daba miedo era que el moreno sabía exactamente a dónde mirar.

Ya no tenía escapatoria.

Se echó la mochila al hombro y salió del salón arrastrando los pies, como si no quisiera irse y así era; la poca seguridad que la escuela le brindaba se agotaba a cada paso que daba... tenía miedo, mas aun cuando esa intensa mirada grisácea parecía querer traspasarlo

- deja de mirarme así- fue lo primero que dijo Ace al estar frente a ese hombre; quizá estaba asustado pero eso no le ayudaba a cerrarle la boca- date prisa y vámonos

- alguien parece ansioso, ¿es tu primera cita?- respondió sarcástico mientras comenzaba a caminar, sabiendo que el pecoso lo seguiría- tranquilo, la pasarás muy bien

- jódete- miraba a todos lados tratando que alguien notara que algo entre ellos dos no estaba bien, que estaba siendo llevado contra su voluntad a un lugar desconocido para quién sabe qué fin... y luego desaparecería, saldría en las noticias y con el tiempo pasaría ser otro archivo de misterios sin resolver en algún estante del departamento de policía.

O eso creyó.

Las voces de cientos de pláticas opacaban la música de ambiente, las filas que no dejaban ver más allá de dos metros a la distancia, el inconfundible aroma a palomitas con mantequilla en el aire... ¿estaban en el cine? Sí, sin duda era el cine ¡Y en fechas de uno de los más esperados estrenos! Había tanta gente que ni siquiera se podían ver las taquillas. Estaba claro que iban a ver una película pero a ese paso la función empezaría antes de poder comprar una entrada

- por aquí- sintió cómo le tomaban de la mano con firmeza justo antes de entrar a esa marejada de gente. Entre empujones e insultos fueron abriéndose paso hasta llegar directamente a la sala V.I.P., en la cual no había tanta gente como en las otras. Igual estaba seguro que no podrían entrar...

- adelante, disfruten su función

- ¿ah?- Ace parpadeó un par de veces sin poder entender cómo habían pasado tan fácil; quizá los había comprado en preventa pero era imposible; él mismo intentó conseguir entradas sencillas para esa función y estaban agotadas- ¿por qué me trajiste aquí?- no pudo contenerse a preguntar, ni siquiera porque estaban ya en la sala, con las luces apagadas y los cortos transmitiéndose en la pantalla.

- querías ver esta película, ¿cierto?- la luz de la proyección le dejaba ver claramente su rostro con esa expresión indescifrable que ya comenzaba a conocerle- no parabas de hablar de ella

- ¿me estabas escuchando?- recordaba haberle mencionado lo mucho que esperaba esa película y todo lo que tuvo que esforzarse para intentar conseguir una entrada sin éxito; jamás creyó que le tomase importancia. Si le hubiese mencionado eso a Smoker, las cosas hubiesen sido diferentes- se supone que haríamos lo que tú quisieras, ¿por qué me traes a ver una película que yo quería ver?

- me gusta verte contento- ante su respuesta Ace no pudo hacer otra cosa que sonrojarse; ese lado cursi del moreno no lo conocía- también te gustan las golosinas, ¿cierto? Lamento no haber podido comprarte algo

-... e... eso...- ya estaba acostumbrado a no comer nada en el cine, a Smoker le molestaba sentir sus manos pegajosas cuando intentaba tomarla en la oscuridad del cine... y ahora que recordaba, el moreno seguía sosteniéndole la mano, provocando que el calor en su cara fuera cada vez más intenso- ¡oye!

- shh, está por comenzar...- el pecoso tiró de su mano para liberarse pero el otro era más fuerte de lo que parecía; estaba por soltarle un golpe a puño cerrado cuando el diálogo de la película comenzó, capturando toda su atención en menos de cinco segundos.

La película tuvo de todo; un comienzo estrepitoso, peleas épicas, momentos de humor, entrañables personajes, lágrimas y sonrisas, encuentros inolvidables... y un final que removió sentimientos en más de uno de la audiencia. Durante poco más de dos horas, Ace se olvidó del tipo sentado a su lado y de cómo éste le tomaba la mano con fuerza, incluso entrelazando sus dedos con los de él. Mientras pasaban los créditos se escucharon quejas, suspiros, sollozos y una que otra teoría de algún fan. El pecoso se tomó un tiempo para procesar la película y de paso limpiar unas esas lágrimas que lograron escapar de sus ojos pero algo impedía que moviera su mano, ¿qué era? Oh, sí. Ese sujeto no sólo seguía sosteniendo su mano, ahora también la acariciaba con una extraña suavidad. Esta vez sí que logró soltarse; bueno, en realidad el médico la soltó por las buenas, así que ni siquiera se esforzó

- fue... una buena película- murmuró el pecoso, pues las luces seguían apagadas ya que esperaban la última escena después de los créditos

- lo fue, pero los cómics son mejores

- ¿lees los cómics?- eso sí que le sorprendió. El semblante del médico era tan rígido que, para empezar, ni siquiera parecía alguien interesado en ese tipo de películas, mucho menos en los cómics de superhéroes

- conozco un sitio de cómics no muy lejos de aquí, ¿quieres ir?- apenas había terminado su pregunta cuando un gruñido los interrumpió; fue tan fuerte que las personas más cercanas a ellos comenzaron a chistar para que los demás guardaran silencio pues pensaron que la escena post-créditos estaba por comenzar- quizá sea mejor algo de comer primero- el otro sólo asintió avergonzado mientras regresaba su mirada a la pantalla para no verle a la cara.

Después de unos minutos, finalmente terminó la función y la sala empezó a desalojarse. Algunos todavía estaban confundidos por lo que acababan de ver; sin embargo el más confundido entre todos ellos era Portgas D. Ace, quien no se terminaba de creer que estuviera acompañando a ese sujeto, esta vez por voluntad propia, a comer. No tenía idea de a dónde se fue su miedo o por qué, a cada acción que el moreno hacía, terminaba comparándolo con algo que Smoker hubiera hecho en una situación similar.

Odiaba admitirlo, pero estaba pasándola bien en compañía de ese médico. Quizá era por la diferencia de edades entre su pareja y él que no lograban tener mucho en común... por supuesto que se divertía con su querido bombero, sobre todo cuando se trataba de "calmar llamas" entre las sábanas; pero con ese sujeto se sentía algo distinto... estaban rodeados de un ambiente relajado, una tarde casual que ambos podían disfrutar.

- realmente no entiendo qué era ese logo al final de la película- comenzaba el pecoso quien, en compañía de su inesperado anfitrión, esperaba en uno de los tantos restaurantes que había cerca de la zona a que llegase la orden a su mesa- ¿será un nuevo superhéroe?

- en verdad... creo que deberías leer los cómics- el moreno apenas y sonrió ante su respuesta, o al menos eso le pareció a Ace- la historia es más rica, aunque verlo en la pantalla grande también es impresionante

- no he leído mucho últimamente. Smoker dice que no debería gastar mi dinero en cosas innecesarias- por algún motivo desconocido el pecoso sintió algo pesado caerle directo al estómago al mencionar al peligris. El lado positivo era que su comida acababa de llegar, ayudándole a romper ese tenso momento. Ace se frotó las manos con gula mientras veía su mesa llenarse con todo lo que había pedido... y del lado del moreno tan sólo había un plato de ensalada y algo de pasta- ¿seguro que sólo vas a comer eso?

- es más que suficiente para mí- y siguió comiendo su insípida ensalada como si fuera un gran manjar... un manjar a base de hojas y aceite de oliva, no muy diferente a lo que comería un conejo

- ¡es imposible!- el pecoso se exaltó tanto que Law tuvo que dejar de comer para mirarlo- eso es algo que sólo comería un anciano, ¿cuántos años tienes? ¿cincuenta?

- tengo 26

- entonces come como si tuvieras esa edad. Si eres tan joven y con esos pésimos hábitos alimenticios, dejarás de ser un buen doctor en poco tiempo

- tuve que estudiar el triple que los demás para llegar a donde estoy, no voy a permitir que todo por lo que me he esforzado se arruine por un plato de ensalada

- no dejes que lo haga- de entre tantos platillos que tenía el pecoso frente a él, deslizó uno hasta el lado contrario de la mesa... una hamburguesa regordeta que escurría jugo de carne y aderezos. Para el pecoso era la comida ideal, mas su acompañante no parecía opinar lo mismo pues su rostro rápidamente cambió de color- vamos, pruébala

- no, gracias- sus manos rápidamente cubrieron su boca, tratando de contener las arcadas que las náuseas le provocaban

- vamos Law, te aseguro que te encantará. Tiene doble carne y...- y lo sintió de nuevo. Sintió esa pesada mirada clavada en él, con intensiones que no entendía del todo bien- ¿y ahora qué?- el otro no respondió, sólo seguía mirándole con los ojos bien abiertos y... ¿acaso estaba sonrojado? Era algo difícil saber por su color de piel, pero estaba seguro de alcanzar a ver ese característico tono carmín en sus mejillas- ¿qué... pasa?

- es la primera vez- el moreno quitó la hamburguesa de su camino para atrapar sus manos de nuevo, sonriendo de una forma que hizo que su corazón se acelerara- te he escuchado tantas veces gemir mi nombre en la hotline, pero es la primera vez que lo dices cuando estamos juntos...

-yo...- en su rostro sí que se notaba la vergüenza y en ese momento lo que más deseaba era esconderse debajo de la mesa para que esos intensos ojos grises dejaran de mirarlo. Aunque lo que más le inquietaba era la forma tan cariñosa en que sus manos tomaban las suyas, justo como en el cine - ¡me engañaste para decirlo!- sí, eso debía ser. Le había hecho sentir tan cómodo que su nombre le salió en reflejo. Debía hacer algo para romper esa atmósfera, huir, por ejemplo, era una buena opción. Ace no se consideraba una persona con suerte, pero el que su teléfono sonara en esos momentos fue lo mejor que pudo pasarle en la vida- ¡debo responder!- soltó con rapidez sus manos y se levantó para ir cerca de los baños a atender el teléfono- Ni siquiera le importaba que fuera un número que no conocía, lo único que deseaba era una excusa para alejarse de ese tipo- ¿hola?

- ¿Ace? Qué bueno. Pensé que no responderías

- ¿Smoker?- su voz se escuchaba con un poco de eco pero estaba seguro que esa era la voz del peligris- ¿por qué me llamas desde otro número?

- no sé en qué momento pasó, pero perdí mi teléfono poco después de salir del hospital, quizá en el transporte público

- ¡eso es imposible!- el miedo regresó a su pecho; justo el día anterior estuvo recibiendo mensajes desde el celular del mayor, si él no lo tenía, ¿quién le había respondido?

- lo sé. Lamento no haberme comunicado ayer, recibimos muchas llamadas de emergencias por toda la ciudad, pero la mayoría eran falsos. Estuvimos bastante ocupados que no me dio tiempo llamarte hasta este momento, te hablo desde el teléfono de un compañero, pero en cuanto consiga otro celular serás el primero en tener el número nuevo

-...- en algún punto de la conversación el pecoso dejó de escucharle; ¿qué demonios estaba pasando? Juraría por su vida que los mensajes que destrozaron su corazón fueron enviados desde el celular de su amado y nadie más sabía de sus planes del día de San Valentín... por más que le dio vueltas en su cabeza, sólo hubo una respuesta que le parecía medianamente lógica- Law...

- ¿Quién?

- ¡Smoker, hay algo...!- trató de mirar hacia la mesa donde estaba el moreno pero no pudo pues, sin percatarse del momento exacto, el médico se había puesto de pie y se acercó a él de forma sigilosa para arrebatarle el teléfono y cerrarle la boca; no de la manera tradicional, sino de la forma en que dos amantes se callarían el uno al otro- <¿qué...?>- algo suave y húmedo chocaba contra sus labios tan insistentemente que terminó por atravesarlos y entrar a su boca casi a la fuerza- <¡Me está besando!>- antes de hacer siquiera el intento de apartarse, el otro le sujetó por la nuca con ambas manos mientras le empujaba poco a poco contra la pared más cercana.

Al médico no parecían importarle las miradas y cuchicheos de las personas que pasaban a su lado pero a él sí, por lo que cerró los dientes y mordió la lengua invasora sin tentarse el corazón por hacerle daño. Sin embargo, ni el dolor ni el sabor metálico inundando ambas bocas fue suficiente para apartar al moreno; su lengua herida siguió explorándole tan a fondo que sentía que en cualquier momento llegaría a su garganta...

- ¡oigan! ¡Éste es un restaurante familiar!- al fin uno de los tantos comensales que eran testigos de la escena tuvo el valor de reprender a los dos animados chicos- ¡si van a hacer esas cosas vayan a un motel!

- fufufu-el moreno soltó una suave risilla al separar sus labios del joven pecoso y relamió los rastros de sangre que quedaban todavía en sus labios- no se preocupe, ya lo había considerado- no esperó a que Ace ni nadie más dijera algo, simplemente sujetó al otro de la muñeca y fue arrastrándolo fuera de aquel restaurante

- ¡espera, espera!- el pánico se apoderó de Ace apenas salieron del restaurante; miró a todos lados buscando ayuda, pero los demás lo veían tan sólo como una travesura pícara de un par de muchachos. Si nadie iba a ayudarlo se libraría por su cuenta; dejó de caminar de pronto y tiró de su brazo para zafarse. Estaba a punto de gritar cuando el médico se giró a verle y colocó el dedo índice de su mano desocupada sobre sus labios, indicándole que guardara silencio. Era verdad, se estaba divirtiendo tanto que olvidó por completo que esa cita fue forzada a base de amenazas. No deseaba que ese tipo lo delatara en la academia, con su familia o amigos pero tampoco estaba dispuesto a tener sexo con él sólo para que se mantuviera en silencio. Si en ese momento no había nada qué hacer, al menos podía entretenerlo mientras pensaba en algo para salvar su trasero- los cómics... al menos vamos a los cómics primero. De verdad... quisiera ese nuevo número...

- por supuesto. Lo había olvidado- el médico giró sobre sus talones y cambió de dirección- si se trata de mantenerte a mi lado, haría cualquier cosa -el pecoso no supo si sentirse aliviado o aterrado por esas palabras, pero al menos logró ganarse algo de tiempo.

Lo que el médico le dijo era verdad, sí había una tienda de cómics lo suficientemente cerca como para llegar caminando en unos de diez minutos, y era tan grande como para perderse entre sus pasillos llenos de revistas, mangas y hasta figuras de colección. El que hubiese bastante gente le dio la confianza para alejarse de él fingiendo revisar los estantes; todos los chicos y chicas ahí parecían estar enfrascados en sus propios mundos de fantasía, quedaba claro que si buscaba ayuda no la obtendría de ninguno de ellos, lo único que le quedaba era llamar a Smoker y... un momento

- <¡no me regresó mi teléfono!>- gritó mentalmente Ace mientras escondía su rostro entre las páginas de un cómic. Ese tipo no era sólo una cara atractiva, también era astuto- <debo quitárselo...>- engañar a alguien como el médico sería una tarea titánica, y si bien el pecoso no era de las personas más brillantes, estaba convencido de poder planear algo para recuperar su teléfono. Estaba planeando alguna especie de distracción cuando un par de brazos le rodearon por la cintura mientras una intimidante presencia se pegaba a su cuerpo

- aquí estás Ace-ya...-el susurro sobre su oreja le estremeció por completo; lo tenía acorralado entre el estante de cómics y su propio cuerpo, y el que lo sostuviera de esa manera también le impedía correr

- suéltame ahora mismo si no quieres perder los dientes- en cuanto a fuerza, Ace estaba seguro de poder ganarle a ese medicucho tan demacrado a la vista. Pero antes de poder golpearlo sintió su mano deslizarse desde su cintura hasta su vientre, y de su vientre seguir bajando hasta su entrepierna, en donde ni siquiera dudó para sujetar "todo" lo que su mano pudiera abarcar- ¡o-oye!- apenas y pudo contener su jadeo y ese grito de reclamo, lo que menos deseaba era llamar la atención de otros. Intentó quitar la mano del moreno pero estaba bien aferrado a esa sensible parte de su anatomía

- todavía me debes una, Ace-ya...-

Continued...


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ojalá que la espera haya valido la pena; una vez más una disculpa por tardarme milenios, estoy dispuesta a leer todas sus quejas al respecto (?)

gracias por seguir leyendo!! nos vemos pron.... bueno, nos vemos a secas xD

bye bye~

P.D. espero que hayan entendido las referencias e.e


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