Decimosexta Llamada. Una Vida unto a Ti

hooola a todos!!! no, aun no me he olvidado de esta historia ni de ustedes, he estado bastante ocupada con el trabajo y con problemas amorosos que aun no logro resolver del todo (?) pero en esta época de cuarentena, pude aprovechar para despejarme y escribir

espero que este pequeño escrito logre entretenerlos un rato y les ayude a pasar la cuarentena, así que se los dejo y... nos vemos abajo!!

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Decimosexta Llamada. Una Vida Junto a Ti

- Buenos días, caballero- le habló cordial uno de ellos- ¿Es usted Trafalgar Law?- Law analizó a las dos personas frente a él con una rápida mirada; un anciano y una mujer con demasiadas curvas para ser alguien mayor, quizá más que el hombre a quien acompañaba.

- Quizá lo sea- a pesar que esos ancianos no eran precisamente alguien a quien temer, Law habló precavido pues sus intenciones no eran claras todavía- no puedo responderle a la ligera a alguien que no tiene la educación de presentarse primero- pese a tener cuidado, el moreno no pudo ocultar su mordaz lengua

- ¡hee hee hee! Este muchacho me agrada- el hombre de bata blanca se quitó las lágrimas de los ojos provocadas por su escandalosa risa y tomó una gran bocanada de aire como si su vida dependiera de ello; ese sujeto era estrafalario y extrovertido, quizá demasiado para ser alguien con el cabello totalmente cano- soy el doctor Hiruluk y ella es mi colega, la doctora Kureha- presentó a la anciana de estética figura, quien sonrió prepotente ante el muchacho mientras se llevaba los puños a su marcada cadera- somos médicos en el hospital de Drum, hemos recibido muy buenas referencias sobre ti de parte de tu facultad y del hospital donde eres practicante

- ¿Bien muchacho? ¿No vas a invitarnos a pasar?- la mujer era menos educada que su compañero, pero Law no le dio mucha importancia y se hizo a un lado para dejarles pasar; después de todo eran sus superiores- Esto es una pocilga- la doctora ni siquiera se molestó en ocultar su mirada curiosa que repasaba cada rincón de aquel departamento- pareciera que pasó por aquí un huracán, me recuerda tanto a cuando era estudiante...

- no se puede negar que has nacido para ser médico, hee hee- el doctor le dio la razón a su colega mientras asentía y caminaba graciosamente hasta la sala junto a los otros dos- ¡Oh! ¡Recuerdo haber leído esos cuando era joven!- habló nostálgico, señalando una de las tantas pilas de libros acomodadas en las esquinas de la habitación

- voy por algo de beber, pueden ponerse cómodos- Law señaló el sofá con la mirada antes de ir a la cocina. Estaba seguro de haber escuchado de ese par de ancianos de alguno de sus superiores; se suponía que eran una eminencia de la medicina no sólo de Drum, sino de las ciudades limítrofes incluyendo la propia; si habían hecho un viaje tan pesado sólo para verle debía ser por un asunto muy importante. Por un segundo la idea de haber sido descubierto hurtando drogas del hospital pasó por su mente pero casi enseguida la descartó pues no tenía sentido alguno llamar a médicos de otra ciudad para ello. Con la intriga creciendo a cada momento, Trafalgar regresó a la sala con un par de vasos con agua cristalina y se las entregó a sus superiores, quienes ya descansaban a sus anchas en el sofá- ¿Y bien?- pese a su curiosidad, la voz del moreno se escuchaba tranquila - ¿Hay algo en que pueda ayudarles?

- de acuerdo, joven Trafalgar. Ya lo había mencionado, hemos escuchado mucho de ti- el doctor Hiruluk examinó a contraluz el vaso antes de beber su contenido de un solo sorbo y lo dejó a un lado sobre uno de los muebles- no sólo eres el mejor de la clase, también tienes el talento para ser uno de los mejores médicos del país. Escuché que fuiste de gran ayuda en un incidente de un incendio y...

- sólo ve al grano, anciano...- no le gustaba hablar de ese tema pues implicaba a cierto bombero que, aunque fuera contra su profesión, desearía no haber ayudado

- queremos que vayas con nosotros a Drum- intervino la mujer

- lo que la doctora Kureha quiere decir es que queremos ofrecerte una planta como médico residente en el hospital de Drum- el anciano volvió a tomar la palabra- sabemos que aun eres joven y por supuesto que comenzarías desde abajo, pero con tu asombroso talento no dudo en que llegues a médico especialista en poco tiempo

- No es una oportunidad que se le dé a cualquiera- recalcó la mujer con orgullo- pero un talento como el tuyo no puede desperdiciarse y el hospital de Drum es un buen sitio para iniciar tu carrera

- yo...- con la mirada de ambos médicos sobre él, Law se mordió ligeramente el labio inferior, y con los brazos cruzados sobre su pecho, su mirada pareció perderse en algún punto del suelo, pensativo- no estoy seguro. Hay alguien con quien debo consultarlo primero

- ¿Eh? ¿Alguien?- la sorpresa de la mujer fue más que obvia- Hiruluk, dijiste que vivía solo- le murmuró a su compañero, quien sólo se alzó de hombros

- mi pareja- ambos ancianos se quedaron en silencio y con los ojos bien abiertos, como si no pudieran dar crédito a lo que acababan de escuchar de su joven candidato a médico residente- Ace-ya aún es joven y sigue estudiando, si cambio de ciudad será más difícil verlo, tampoco quiero que deje su trabajo en la cafetería; fue ahí donde nos conocimos, es un sitio muy especial para él...

- ¿joven Trafalgar?- el moreno divagaba en sus propios pensamientos, por lo que Hiruluk trató que su atención regresara a ellos- debo recalcar que no es una oportunidad que tenga cualquiera

- será difícil comenzar desde cero otra vez, además que no estaré solo esta vez, pero...- mordió sus labios con un poco más de fuerza, haciendo que el dolor lo trajera de vuelta a la realidad- será complicado convencer a Ace-ya... a menos... bueno, no podría negarse... será bueno para nuestra relación, podríamos conocernos un poco más...

- supongo que eso es un sí- la anciana se tomó la libertad de soltar un suspiro de alivio y estrechar la mano del joven- esperamos grandes cosas de ti, muchacho. Será mejor que no nos decepciones

- nosotros nos encargaremos del papeleo en el hospital; si todo sale bien en un par de semanas todo estará listo. Será tu responsabilidad encontrar un sitio adecuado para ti y tu pareja en Drum, entre más cerca del hospital estén, mejor- con ese último consejo, el doctor Hiruluk se despidió del moreno, y junto a su colega, se retiraron.

- una vida junto a Ace-ya...- desde que conocía al pecoso, su vida había dado un paso adelante; con Ace a su lado, sentimientos agradables hinchaban su pecho y le hacían suspirar. Se sentía como un maldito adolescente enamorado, y por cursi que sonara, le encantaba.

Le encantaba la idea de tener a Ace a su lado, alguien con quien compartir momentos agradables y le ayudara a superar los momentos difíciles; alguien que alabara todos sus logros y los recompensara de las formas más creativas posibles; alguien que lo esperara en casa y lo recibiera con la sonrisa más deslumbrante del mundo; alguien dispuesto a cumplir todos sus caprichos, que le diera todos los besos y las caricias que tanto ansiaba; alguien con quien pudiera formar un verdadero hogar... alguien que se entregara a él no sólo en cuerpo, también en alma... alguien que lo amara incondicionalmente...

Law haría cualquier cosa para tener un hogar como ese.

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Esa noche, por primera vez en su vida académica, Law no tocó sus apuntes escolares ni hizo los deberes, no hojeó sus libros y tampoco respondió los correos que sus compañeros le enviaron. Esa noche la dedicó enteramente en buscar un departamento en la ciudad de Drum, uno pequeño pero acogedor donde dos personas pudieran vivir sin complicaciones y poder empezar una verdadera vida de pareja.

Antes de darse cuenta, el sol comenzó a asomarse por la ventana, la mañana había llegado. Tras guardar las posibles opciones, el futuro médico de Drum se dio una ducha y se alistó para ir al hospital para ayudar con el turno y después de sus clases buscaría a Ace para darle la buena noticia; seguro que su novio se alegraría tanto como él.

- ¿Law?- Penguin apareció frente a él apenas entró al hospital- te lo he dicho varias veces, no es necesario que vengas antes de clases, ya debes estar lo suficientemente cansado- sus palabras fueron respondidas con una ligera sonrisa, como si Law le deseara los buenos días mientras caminaba por los pasillos hacia la habitación de descanso donde guardaba sus cosas- supongo que no puedo hacer nada para impedírtelo, ¿cierto?- el otro se alzó de hombros y entró a la habitación, se vistió con su impecable bata blanca y salió junto con él a hacer la última guardia. Aunque al caminar a su lado, Penguin notó algo extraño en el ambiente del hospital; algunas enfermeras veían pícaras a su dirección y murmuraban entre ellas- Por cierto Law, sobre los doctores de Drum...

- ¡Oh, Trafalgar!- de la nada, uno de los médicos de turno apareció y se colgó descaradamente del cuello del joven médico, pero lo más sorprendente era que Law no hacía nada para apartarlo- Me enteré sobre tu traslado a Drum, ¡Felicidades! Es una lástima que un chico con un talento como el tuyo deba irse, pero también es una excelente oportunidad para hacerte crecer- le felicitó con alegría, como si fueran los mejores amigos del mundo- Seguramente tu novio va a extrañarte

- no lo hará. Vendrá conmigo a Drum- la voz del moreno sonaba tan seria que parecía imposible que estuviera mintiendo- está dispuesto a seguirme hasta el fin del mundo

- vaya, estos chicos enamorados- el médico le dio unas cuantas palmadas en el hombro al menor y le sonrió sinceramente- pues buena suerte en Drum, Trafalgar... o mejor dicho, colega- con un amistoso apretón de manos, el médico se retiró a seguir con sus deberes

- ¿Desde cuándo te llevas bien con otros?- Penguin, quien hasta ese momento había permanecido en silencio, arqueó una ceja y encaró a su amigo- Además, ¿Novio? ¿Seguirte hasta el fin del mundo? Por Dios Law...- su voz pasó de ser un regaño a un discurso más bien de lástima- Deja de llamar a esa Hotline. No importa lo que digan o lo bien que te hagan sentir, están mintiendo; todo ese amor que te profesan es una fantasía

- Ace-ya no es una fantasía, es real y quiere estar a mi lado

- ¡No sé quién diga ser pero no es real!- tomó a su amigo de sus hombros y lo sacudió para alejar esas ridículas ideas que comenzaban a nublar su juicio- ¡Abre los ojos, Law! ¡Lo único que ese tipo hace es llenarte la cabeza de fantasías para ganar dinero! ¡Si quieres algo real ve afuera, conoce gente! ¡Vive!

- No puedo vivir si Ace-ya no está a mi lado- se soltó con molestia del agarre del otro y se acomodó la bata- si me disculpas, tengo cosas que hacer- le dedicó una última mirada llena de odio a Penguin antes de dar media vuelta y marcharse por uno de los largos corredores del hospital hasta llegar al área de cuidados intensivos para hacer su ronda.

Law fue recibido por la enfermera en jefe del área, quien a pesar de estar sorprendida por su repentino interés por el procedimiento de administración de los medicamentos, tampoco le negó dicho conocimiento. La enfermera tomó uno de los carritos que llevaba todo lo necesario para medicar a los pacientes así como el historial médico de cada uno de ellos. En cada habitación que visitaban, la mujer revisaba el kárdex médico del paciente y verificaba que los datos fueran correctos; esterilizaba tanto los materiales como a ella misma y suministraba el medicamento mientras su joven ayudante se limitaba a observar y escuchar atento cada palabra que la enfermera le decía, absorbiendo cada valioso dato que pudiera obtener de ella.

- bien, el último paciente es bastante nervioso- le comentó la mujer mientras revisaba el historial del paciente y caminaba con Law detrás de ella, empujando el carrito- creo que no podrás practicar hoy con la medicación pero puedes seguir observando, ¿no te molesta?- al ver de reojo cómo el chico asentía, siguió su camino- recuerda que lo primero que hay que hacer es tranquilizar al paciente; debemos recordarles que, pase lo que pase, estamos para ayudarlos- tras llamar a la puerta y recibir la respuesta del paciente, la enfermera en jefe y su joven aprendiz entraron a la habitación- buenos días señor, ¿Cómo se encuentra hoy?- mientras ella hablaba con aquel hombre, comenzó a preparar todo para la administración del medicamento, pero no tardó mucho en notar que la dosis estaba incompleta- qué extraño, el personal nunca se equivoca al repartir las dosis- tras revisar varias veces, la enfermera tomó la prescripción médica del paciente y se la entregó al pelinegro- Bueno, supongo que hay una primera vez para todos. Trafalgar, ¿podrías ir por medicamento al área de fármacos?

- por supuesto- tras tomar los papeles de mano de la enfermera en jefe, Trafalgar caminó con paso calmado hacia el área de fármacos, no sin antes botar a la basura el par de pastillas que había tomado de la dosis del paciente.

Al llegar al área de fármacos, se acercó a la ventanilla donde repartían las dosis, y junto con la prescripción del paciente, entregó unos cuantos billetes con un clip y en el sobre cerrado, de tal manera que la cámara no lograse grabarlo. El hombre detrás del vidrio de contención abrió el sobre y sonrió ladino, tomando discretamente el dinero de entre los papeles y los guardó en su bolsillo

- ¿viniste por otra dosis, Trafalgar?- el hombre se perdió en los pasillos traseros donde se almacenaba el medicamento y pronto regresó con la dosis requerida junto con una ampolleta de líquido transparente- espero que estés usando esto para tu problema de insomnio y no para otra cosa turbia

- no te meteré en problemas si es lo que te preocupa- con meticulosa atención, revisó el medicamento del paciente y luego el suyo, asegurándose que fuera la dosis correcta- no volveré a molestarte con esto...- tomó discretamente los medicamentos y se alejó de la ventanilla, desviándose sólo unos segundos hacia un punto ciego de la cámara para guardar la ampolleta entre sus ropas y seguir su camino.

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Después del hospital, Law se dirigió a la facultad de medicina. Todavía faltaban algunas semanas, pero tenía que arreglar el papeleo antes de marcharse a otra ciudad junto con su amado. Algunos de sus compañeros y profesores le preguntaron qué había sido de él la noche anterior pues había estado prácticamente incomunicado de todos ellos, pero sólo bastó con una excusa como "fallo eléctrico" para que lo dejaran terminar su día con tranquilidad. Y en cuanto terminaron sus clases, lo primero que hizo fue ir a buscar al pecoso.

Por la hora y el día que era, Ace debía estar en la cafetería. Llevaba algo de cambio, lo suficiente para pedir un expreso y beberlo con toda la calma del mundo mientras hablaba con su pareja sobre sus planes no tan futuros. Sin embargo, al llegar a la cafetería no vio a Ace en el mostrador sino a un señor de gesto amable pero que a la vez transmitía ese respeto que sólo un jefe podía. Law se acercó a donde el sujeto. El hombre dejó lo que hacía y, como el moreno lo había esperado, puso toda su atención en él.

- disculpe, ¿No está Ace-ya?- le preguntó al darle el dinero para pagar su expreso. Aquel hombre, que sin duda era el gerente de aquel establecimiento, le miró sin soltar una sola palabra- Ace-ya es mi pareja- completó para darle confianza

- así que es eso- el sujeto tosió un poco y le dio la espalda, dirigiéndose a la cafetera con una taza en mano- ya decía yo que un chico de su edad no podía ignorar todas esas chicas lindas- claro, era de esperar; un rostro como el de Ace no podía pasar desapercibido. Por supuesto que Law se sintió celoso de compartir a su pecoso, sin embargo decidió callar- Ace no ha llegado. Ese muchacho no tiene remedio...- aquel hombre se quejó con un suspiro mientras servía el café que su cliente le acababa de pedir- ha estado faltando mucho y no responde las llamadas; quizá ha tenido problemas con la mudanza

- espere, ¿tiene su nuevo número?- aquel hombre levantó su ceja y volvió a mirarlo a los ojos al darle su café- la última vez que nos vimos no tenía teléfono y no nos hemos visto desde ese día, he estado ocupado con mi trabajo- para recuperar un poco de la confianza del anciano, sacó su celular y le mostró el número del pecoso junto con el último mensaje que le había enviado

- es este- el hombre le mostró el teléfono al moreno, quien no tardó en anotarlo como un número nuevo- quizá a ti sí te responda

- se lo agradezco- después de anotarlo, le dio un sorbo al café y se alejó un poco para hacer la llamada... pero no obtuvo respuesta. Intentó un par de veces más sin éxito, a lo que soltó un suspiro. Necesitaba hablar con él y no podía esperar hasta la noche para buscarlo en la Hotline- tks...

- la mayoría de las veces, cuando Ace no responde, es porque está en la biblioteca- habló de pronto el gerente- quizá no lo parezca, pero Ace es bastante dedicado en sus estudios. Quizá siga en su facultad revisando alguno de esos polvorientos libros para alguna tarea que olvidó hacer- rió al caer en cuenta en la ironía de sus palabras.

Law agradeció la ayuda del hombre con un ligero movimiento de cabeza y unas cuantas monedas en la alcancía de propinas y se marchó hacia la Facultad de Artes de la Universidad Newgate. Cada detalle que lo acercara un poco más a Ace le emocionaba pues era otra manera de conocer un poco más de su amado; incluso se tomó la molestia de hacer el mismo recorrido que el pecoso hacía todos los días hacia su facultad. Caminó hacia la avenida, tomó el autobús y bajó unas cuadras antes de la universidad para admirar el paisaje.

Conforme se acercaba sus latidos se iban intensificando a tal grado de escucharlos tan fuerte en sus oídos que opacaban los sonidos a su alrededor. Deseaba ver a Ace; abrazarlo y besarlo hasta dejarlo sin aliento y decirle cuánto le amaba. Law caminó entre los estudiantes, buscando entre la multitud esas adorables pecas y la enorme sonrisa que adornaban preciosamente, pero el único rostro conocido en esa institución fue el de una linda chica peliazul, quien estaba conversando con unos hombres que destacaban a simple vista pues no encajaban con el ambiente estudiantil en absoluto. La chica pareció sentirse observada pues enseguida se giró en su dirección, y con una expresión extraña, señaló en su dirección, logrando que los hombres que estaban con ella también lo miraran.

Law se acercó a ellos sin temor alguno; sólo eran unos tipos en traje elegante, nada con lo que no pudiera lidiar.

- él es- escuchó decir a la chica, quien en esos momentos no irradiaba esa jovialidad tan característica de ella, más bien parecía preocupada.

El total de tres hombres dejó de prestarle dirección a la chica y se giraron a donde él estaba. Uno de ellos dio un paso enfrente, se quitó las gafas oscuras que ocultaban la mitad de su rostro y lo miró fijo, como quien quiere analizarle.

- la señorita Nefertari afirma que usted es conocido del joven Portgas D. Ace- le habló el intimidante tipo- ¿eso es cierto?

- Es mi novio- quizá a otros les intimidaban esos hombres en traje con gafas oscuras, pero para Law eran como cualquier otra persona- ¿Algún problema?

- Somos del departamento de policía- tras esa última oración, tanto el hombre que tenía enfrente como los otros dos que se encontraban a sus espaldas, rebuscaron entre sus ropas y sacaron una cartera de piel que no dudaron en abrir y mostrar ante el muchacho; la identificación y las placas relucientes eran suficiente evidencia de que la identidad que ostentaban era verdadera- ¿Podría venir con nosotros? Hay algunas preguntas que quisiera hacerle respecto al joven Portgas...

Continued...

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y lamento traerles esta mala noticia, pero el siguiente cappítulo será el final.... espero leer sus teorías locas xD quizá me inspire a escribir más rápido ewé

espero que todos se encuentren bien, recuerden quedarse en casa para terminar pronto con la cuarentena y esta pandemia que aqueja el mundo, sean busnos peques, lávense las manos y pórtense bien uwu

nos leemos en el siguiente capi!!

y gracias por la paciencia~ los amo <3

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