| R | CHAPTER 8: Adiós al Último Hijo.
Hola gente, ¿Cómo están?.
Ha sido un tiempo desde que escribí esto, así que lamento la tardanza. Realmente es un agobio tener que escribir en una habitación donde le da el sol constantemente y además, que el aire acondicionado se quedo sin gas y cuesta un huevo ponerle nuevamente.
Estos días harán menos grados, y espero poder traer actualizaciones o al menos adelantar los capítulos que vienen.
Gracias a todos por ser pacientes conmigo, sin más que decir... los dejo con este capítulo.
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KING'S LANDING
Tres días después.
━━━━━━━━━━━━━ 『 112 d.C 』
Narrador.
La tensión se podía sentir alrededor de la Capital del Reino, y así en el Castillo Real. Aquellas palabras dichas por Rhaegar sobre la Reina, habían causado un enorme malestar alrededor de la capital, se llevó a cabo por parte de los plebeyos un día de luto por la vida del heredero así como cientos de ellos acudieron a los Septos de la ciudad para orar por el bienestar de la reina, quien hasta el momento no había despertado pero su salud comenzaba a mejorar.
Se rumoreaba que no hubieron reuniones del Consejo Privado, y aunque hubo intención de la Mano del Rey en hacer una sección de el, ninguno de los miembros respondió al llamado.
Según un rumor, Ser Rhaegar Velaryon le dio un mensaje a Ser Otto Hightower a través de su sirviente, aquel que lo fue a llamar: "Ve con tus tramas y complots a otro lado, aquí estamos de luto."
Rhaegar no estaba contentó, y sus acciones lo demostraban constantemente, ya que no se junto con casi ningún miembro del Consejo Pequeño, solo con el Maestro de Leyes y de la Moneda que seguían su trabajo constantemente. Además de eso, se decía que se reunió con el Príncipe Daemon para que controlará y vigilará a las masas.
Para muchas personas parecía cómo si fuera el mismísimo rey por las ordenes que había dado.
Con su organización, se detuvieron a varios intentos de escabullirse a la Fortaleza Roja pero muchos de estos antes de poder ser reducidos o encarcelados para ser interrogados, tomaron algo que les ocasionó la muerte. Esto había sido bastante impactante, ya que se extendió por todos lados que alguien le había pasado un poco de este veneno al Maestre Mellos, que poco después fue encontrado muerto en su celda.
Todo esto había pasado cuando surgió un incendio en la Torre del Maestre.
El miedo, la sospecha y toda clase de sentimientos eran palpables en King's Landing... mientras los jugadores del Juego de Tronos movían sus piezas.
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FORTALEZA ROJA
Habitación de Rhaenyra.
⛵ Laena IV ⛵
Abriendo la puerta con suavidad, Laena entró a la habitación de su mejor amigo y observo en silencio como está se encontraba dándole la espalda con su completa atención a la cuna donde se encontraba la más nueva Princesa del Reino, Visenya.
Era una escena que se veía constantemente en la habitación, no importaba que hora fuera... Rhaenyra estaría observando en silencio a su amada hermanita menor.
Usualmente ella o sus otras amigas las estarían a su lado, incluso su hermano estaría al lado de Rhaenyra para acompañarla en este duro momento pero sabía que este estaba en constantemente movimiento por todo King's Landing, debido a disturbios, la condición de la reina, como Maestro de los Susurros o... golpeando a alguien en el patio de entrenamiento.
Laena se encontraba preocupada por ambos, siendo que Aemma era importante para ella como para ellos, así que entendía el sentimiento de irá e impotencia por no poder hacer más para ayudarla. Tanto Nyra como Rhaegar se habían encerrado en su mundo, conteniendo su irá, dolor, tristeza y esperanza en su trabajo o en la forma de cuidar a la pequeña Visenya.
Y sabía que eso no era saludable para ninguno de los dos.
—Nyra...— Saludó suavemente mientras se acercaba hacía la cuna.
—Oh, Lena... Hola— Saludó la Princesa algo distraída.
—¿Cómo están?—
—Ella esta bien, es... una bebe realmente tranquila— Comentó Rhaenyra mirando a su hermanita menor con amor. —Aunque llora mucho cuando me alejo—
—Mmm— Laena espero unos momentos para que Rhaenyra dijera algo más, siendo referente a ella sobre todo pero al ver que no continuo, suspiró y le dijo. —Ella ama mucho a su hermana mayor. Y tú... ¿Cómo te encuentras? ¿Haz comido y tenido un baño caliente?—
Rhaenyra miró a su amiga, y notó que había algunas ojeras debajo de sus ojos pero dentro de todo se veía bien. —*Sigh* Sí, he comido y tomado un baño... tu hermano, de hecho, fue quien más insistió—
—Bueno, estoy feliz de que te lo recuerde pero también enojada con él por no preocuparse por su salud e ingenie propia— Comentó Laena con una sonrisa suave. —... Estoy preocupada por ambos, se han encerrado en ustedes mismos estos días—
Rhaenyra se tomó unos segundos para mirar a su hermana menor, y responder. —Lo se... yo solo... han pasado tantas cosas. En un momento es el día más feliz de mi vida y al otro... escucho que mi padre casi asesina a mi madre a sangre fría por un estúpido heredero... *Sigh* lamento haberte preocupado—
Laena tomó la mano de su amiga, y le dio un suave apretón. —Se que es duro para ti, Nyra... pero ahora mismo eres la cara de la familia real y no puedes encerrarte, debes ser fuerte... por ti, por tu hermana pero sobre todo para tu mamá— Dijo con suavidad. —Sabemos lo fuerte que es... en poco tiempo estará despierta, feliz de verte bien a ti y a Senya—
—S-Solo... quiero que despierte— Murmuró Rhaenyra con un pequeño nudo en la garganta, sus ojos poniéndose llorosos. —L-La quiero a ella...—
La Velaryon atrajo a sus brazos a la Princesa, y le acaricio el cabello con cariño. —Shh... shh... todo estará bien... todo estará bien... verás que el sol va a volver a salir para tu madre, Nyra—
Rhaenyra sollozo un poco pero no pudo evitar, a su vez, reír suavemente por lo dicho por su mejor amiga, ya que eran las palabras que les gustaban a Rhaegar, según él eran unas palabras venidas desde Valyria... aunque nunca se explayó sobre el significado verdadero, más allá del que él le dio.
—Siff...— Rhaenyra respiró, y se limpio las lágrimas de sus ojos. —¿Ya casi es hora del funeral de Bae?— Preguntó, ya un poco más calmada.
—Falta un rato más para que inicie pero... ya deberías ir cambiándote, Nyra— Dijo Laena con suavidad.
—*Sigh*...— Rhaenyra se alejo de la Velaryon, y miró hacia un lugar oscuro en la habitación. —Maria... ven, por favor—
Desde la sombra, Maria de los Ocultos apareció con paso suave, utilizando su capucha habitual, asintió hacia la hermana de su mentor y preguntó. —¿Qué necesita, Princesa?—
—Mientras estoy en el funeral, ¿Te quedarás a vigilar a mi hermana?— Preguntó Rhaenyra, algo paranoica que aquellas que intentaron colarse en el castillo estos últimos días.
—Por supuesto, Princesa— Asintió Maria con seriedad.
—Esta bien, trae a dos miembros más para ayudarte a vigilar la habitación, criadas de confianza y.... seguramente Rhae dará la orden pero quiero que varios vigilen a mi madre— Pidió Rhaenyra.
—El Mentor ya dio esas ordenes, de hecho ya hay varios miembros alrededor de la zona vigilando mientras hablamos— Respondió Maria con tranquilidad.
Laena sonrió ante esas palabras, sabiendo que su hermano no dejaba nada al azar... aunque eso también la preocupaba, ya que estaba muy paranoico y era horrible ver a su hermano en ese estado pero podía entenderlo, ya que el Juego de Tronos era peligroso... y más ahora que parecía que todos estaban detrás del horrible trono de hierro.
—En ese caso, creo que es hora de prepararte, Nyra— Dijo Laena, y tomaba su mano para guiarla hacia su armario donde estaban la ropa de la Princesa.
Estuvieron un rato preparándose, hablando sobre diferentes temas sobre todo los necesarios para mantener distraía a Rhaenyra. Laena se quería asegurar que su mejor amiga estaría mejor y distraída por el momento, sabiendo que estar en presencia de su padre, Otto u cualquier otra persona referente a los eventos de su madre podía causar gran estrés, dolor, tristeza y enojo en ella.
Razón para intentar distraerla el tiempo necesario para que tuviera la mente enfocada, sabiendo que lo que iba a ser Rhaenyra... no era fácil.
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Narrador.
Syrax gruño sobre la pequeña colina en la que se encontraba, Cyriox a su lado estaba acostado pero ocasionalmente miraba hacía abajo de la colina donde se llevaba a cabo el funeral.
En las otras colinas cercanas se encontraban, Vhagar y Caraxes respectivamente, cerca debido a sus jinetes también asistían. La presencia de dragones en los funerales eran bastante importantes para los Targaryen, y era algo que se trajo del Viejo Imperio Valyrio.
Algo que se seguía haciendo hasta los días de hoy.
Hubo una gran multitud de gente pequeña que se movilizo estando algo alejado de los nobles y la familia real pero presentes en el funeral del Heredero al Trono. También era debido, a mostrar sus respetos por el hijo de la reina y muchos de ellos no podían evitar mirar con gran simpatía a la Princesa Rhaenyra ya que se veía muy afectada.
También debido a que corrían los rumores sobre ella por todo King's Landing, sobre todo como estaba teniendo el peso de ser madre hasta que su madre, la reina, estuviera bien en cuanto su salud se tratase.
Rhaegar Velaryon, el Maestro de los Susurros, sabía que muchos estaban fingiendo la tristeza por la muerte del heredero y el posible deceso de la Reina Aemma, por dentro estaban eufóricos por la noticia. Los planes se comenzaron a trazar y sabía que debía poner a trabajar tiempo extra a sus agentes para descubrir todo complot ocurrente, entre ellos aquel donde mercenario u asesinos querían entrar a la Fortaleza Roja... sabiendo o intuyendo que su objetivo era la Reina inconsciente.
Otto Hightower era el mayor conspirador y quien tenía la mayor ambición al Trono de Hierro.
Sería tonto de su parte no darse cuenta de eso.
Al darse la noticia que la Reina posiblemente no sobreviviera u en cuyo caso lo hiciera, esta no podía volver a quedar embarazada. Por lo cual muchos esperaban que el Rey nombrará pronto a un heredero, sea su hermano el Príncipe Daemon Targaryen.
Algunos soñaban incluso que fuera nombrado el 'Rey que Nunca Fue'.
Sinceramente a Rhaegar poco le importaba ser Rey, no necesitaba serlo para intentar hacer del Reino un lugar mucho mejor. Dicha ambición era de Otto y Daemon, si fuera nombrado tomaría esa responsabilidad con todo el peso que eso conllevaba pero para él... para Rhaegar, la siguiente en la línea debía ser Rhaenyra.
Era un cambio, y con el vendría una Nueva Era.
Y quizás muchos hombres orgullosos no podrían verlo, incluso su padre era miope en ese sentido. Siempre sintió que él creía que tendría mucho más poder que su madre, por mucho que la amara y respetará, era un hombre ambicioso que haría lo que fuera por tener más poder... y si su madre fuera reina, el sería el hombre más poderoso del reino.
Era esa cercanía a la ambición, por la cual sabía que Rhaenyra iba a tener un camino difícil si era nombrada heredera pero tendría algo que su madre no tuvo en su momento... y sería él, alguien capaz de cualquier cosa por ver un cambio y él estaba deseoso de eso por que estaba disgustado con muchas normas de la sociedad en la que vivía.
Para Rhaenyra la muerte de su hermano menor había sido un golpe duro, sabiendo que casi hubiera perdido a su madre también e incluso a su hermanita menor, Visenya. Quizá era ese miedo que la invadía dejar sola a Senya la razón por la cual no se movía de su lado, solo sobrevivía al consuelo de su Rhae, Lena, sus amigas y damas de honor, sino fuera por ellos sabía que hubiera caído en el abismo.
Su padre ni siquiera estuvo cerca para consolarla o ver a su hermana menor, era la primera vez en cuatro días que lo veía y era en el funeral, no estaba al lado de su madre, vigilándola a ella o ha su hermana.
Ahogando sus penas en vinos... cómo si fuera nada más que un Caballero Terrateniente.
Ver el cuerpo de un pequeño bebe en vuelto y sobre una pila de madera era una escena que no muchos quisiera ver.
Rhaegar observo la pira funeraria en silencio, era una escena que realmente no disfruto y no quería que Rhaenyra viera, y estaba seguro que Aemma con su bondadoso corazón no sobreviviría al ver otro hijo suyo ser incinerado en el ritual funerario.
No quería imaginarse el dolor que un padre debía sentir al saber que su hijo murió.
Viserys era flanqueado por dos Guardias Real, con Otto y su hija Alicent Hightower detrás de él. Los Velaryon con Corlys, Rhaenys, Laenor y Rhaegar detrás de Rhaenyra y Laena que se encontraba a su lado, Daemon cerca de ellos y el resto de miembros del Consejo Privado cerca de las primeras filas.
Rhaenyra volteó la mirada buscando los ojos de su amante, y al encontrarlos le hizo un gesto para que se acercará a ella, siendo este un momento que no era fácil para ella... necesitaba tener a su amado a su lado. Por eso, con suavidad, se acercó al lado de su Princesa y tomó su mano, ignorando las diferentes miradas, y solo centrándose en ella mientras entrelazaban sus dedos.
La Princesa apretó suavemente la mano de su amado, a pesar de intentar parecer impasible, su mano le temblaba lentamente.
Agradecía que Rhae se acercará a ella sin importarle nada ni nadie más, con él a su lado sentía un gran confort.
Daemon sonrió un poco ante la muestra de apoyo entre ambos, siendo una de las personas más conscientes de los sentimientos que tenían por el otro y no se hacía el tonto por ello. Realmente esperaba que terminarán juntos, y no fueran obligados a casarse con otras personas que no quisieran, tal y como lo hicieron con él.
Sabía que no tenía una buena relación con Rhaegar, diablos recordaba al chico siendo nada más que un niño pero mirándolo sin miedo cuando se entero de su ejercito de mercenarios de Essos para luchar por el Trono de su hermano hace tanto tiempo.
Sus puntos de vistas eran diferentes, y eso chocaba mucho en el Consejo Privado pero a diferencia de Otto, Rhaegar no era alguien que él pudiera provocar sin meter a su sobrina, su cuñada o incluso su prima en la conversación, y sabía que eso terminaría en un combate que no ganaría.
Rhaegar exploró el mundo como él nunca pudo, y tenía un gran conocimiento sobre el arte de la espada, cuerpo a cuerpo y eso lo volvía el guerrero más habilidoso de su tiempo.
Por eso él había logrado tener una paz... intermedia en el consejo pequeño, y sabía que Rhaegar se entretenía mucho cuando se burlaba de Otto, ya que, al menos, tenían ese punto de vista en común... en el que Hightower no era de fiar para el bien de la familia real.
Se acercó suavemente, y se paró detrás de su sobrina.
—Te están esperando...— Comentó Daemon con suavidad, sintió la mirada de reojo por parte del Dragón de los Mares pero no dijo nada, aunque era un momento difícil era lo que su sobrina debía hacer como familiar directo de Baelon con un dragón.
Debería hacerlo su hermano pero este no quería intentar domar otro dragón.
Daemon quizá era una de las pocas personas que sabía como se sentía su sobrina en este momento, no solo por perder a su hermano menor... sino el hecho de casi perder a su madre en la cama de parto.
Puesto que su querida madre murió al dar a luz, y cuando salió de la oscuridad toda la situación no pudo evitar sentirse increíblemente molesto por su hermano y como manejo la situación... ya que sintió que le falto el respeto a su madre y a como su padre se sintió al respecto con su fallecimiento, que se arrepintió de dejarla embarazada hasta su último aliento.
Realmente creyó que Viserys no presionaría a su esposa con tantos partos luego de su madre... pero realmente se equivoco.
Y tampoco había nada que pudiera hacer... ya que su hermano no escucharía a nadie y menos a él en la situación de su heredero.
Laena frunció el ceño, y miró a su mejor amiga preocupada por lo que debía hacer, por lo cual tomo su mano con suavidad para darle fuerzas para hacer lo que debía hacer.
—Ziry eptan issa... Lo rūsīr lī dorolvie seconds skoriot ziry believed Visenya istan Baelon, issa kepa istan able naejot find zȳhon 'biarves'. (Me preguntó... si con esas pocos segundos donde creyó que Visenya era Baelon, mi padre pudo encontrar su 'felicidad'.)— Murmuró Rhaenyra, el resentimiento emanaba de su voz.
Siendo consciente del brillo en los ojos de su padre, hasta que ese mismo se fue cuando su amado declaró que era una 'ella' y no un 'el'.
—Aōha kepa jorrāelagon ao. (Tu padre te necesita...)— Contestó Daemon, mirando de reojo a su hermano. —Tolī than ziry mirre emagon. (Más de lo que jamás lo ha hecho.)—
—Nyke jāhor dōrī sagon nykeā vala. (Yo nunca seré un varón.)— Declaró Rhaenyra con algo de dolor en sus palabras.
—Daor... Yn maybe nyke dōrī jorrāelagon nykeā valonqar. Ao emagon hae olvie nykeā tolī zaldrīzes ānogar than zirȳla, ao issi zȳhon firstborn... se ziry kostagon daor ūndegon ziry sir yn ao issi someone rūsīr nykeā lot hen potential, nyra. Se lo ziry daoriot pāsagon ziry, konīr issi naenie people qilōni gaomagon ūndegon everything ao kostagon become. (No... pero quizá nunca necesito un varón. Tienes tanta o más Sangre de Dragón que él, eres su primogénita... y quizás no lo vea ahora pero eres alguien con mucho potencial, Nyra. Y si él no lo cree, hay muchas personas que si vemos en todo lo que puedes convertir.)— Murmuró Rhaegar mientras le apretaba la mano, Laena asintió lentamente a las palabras de su hermano mientras apretaba la mano de su mejor amiga y Daemon no pudo evitar estar de acuerdo con el Velaryon. —Se gods issi cruel. Yn hae bōsa hae ao emagon baelon isse aōha prūmia, ziry jāhor dōrī morghūljagon. (Los Dioses son crueles... pero mientras tengas a Baelon en tu corazón, él nunca morirá.)—
Rhaenyra lo observo con un ligero brillo en los ojos, sabía que era dolor y tristeza pero también había una esperanza en la forma de que las palabras de su amado calaron profundo en su corazón.
Y con tristeza pero sobre todo determinación, soltó las manos de su amado y mejor amiga para dar un paso hacia adelante.
—¡Syrax!— Gritó la Princesa, haciendo que su dragona se levantará de su lugar y bajara un poco la colina. —Dra...— Tuvo un pequeño nudo en la garganta, y no pudo decir esas palabras, logrando que Syrax mirara a su Jinete con confusión.
Una parte de ella quería el apoyo de su padre, y la busco con la mirada pero él no la miraba, solo miraba el suelo auto-compadeciéndose de si mismo. Sin prestarle el mínimo de atención a su hija mayor.
Cómo sí fuera él único que estaba sufriendo por su egoísmo.
Eso encendió una llama de irá en ella, podía entender el dolor de su padre pero estaba siendo un egoísta al dejarla sola luego de todo el malestar que le causo a su madre, quien hasta el día de hoy no despertaba.
Volteo a mirar a Rhaegar, y él entendió su mirada como nadie pero negó con la cabeza dándole a entender que no era el momento de explotar.
Miró a Syrax con determinación e irá, y finalmente dio la orden con dolor. —¡DRACARYS!—
Syrax bajo un poco más la colina, y abrió la boca y soltó una gran llamarada de fuego contra la pira de Baelon.
Mientras el fuego consumía la pira, Rhaegar no pudo evitar cerrar los ojos un breve momento dando sus oraciones a la pequeña alma de Baelon y con un pesado suspiró, se acercó suavemente al lado de su amada princesa, y la atrajo a sus brazos donde fue rápidamente abrazado por Rhaenyra que ya no pudo aguantar la tristeza de su corazón y sollozo enterrando su cabeza en el pecho de su amado no queriendo ver como el cuerpo de su hermanito pequeño era consumido por el fuego.
Sosteniendo con fuerza a su amada, se prometió a si mismo que este dolor ella no lo vuelva a sentir... protegería su hermoso corazón de los males del mundo.
Por que no quería vivir otro día como él de hoy, donde despidieron con tristeza el último hijo varón de la amable y bondadosa, Reina Aemma... el último hijo que dio al reino.
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¿Qué les pareció?.
Quedan cuatro capítulos para terminar el Acto I de esta historia, y espero que les este gustando esta 'versión', donde principalmente intento poner más puntos de vistas, más sentimientos en las palabras y darle un poco más de desarrollo a los personajes.
Aun... no tengo claro cuando haré que Aemma despierte pero será en uno de estos cuatro episodios.
Cómo he dicho lamento la tardanza con las actualizaciones de este fanfic, pero depende mucho de mi motivación, por ejemplo para este capítulo lo termine en menos de 24 horas y eso que me acosté a dormir un rato.
Siempre depende mucho de lo que yo quiera escribir, seguramente sea la única historia del mundo de George R.R. Martin que este actualizando por el momento.
De todas formas, es todo lo que tenía que decir y agradecer una vez más por la paciencia.
Pero sobre todo... Gracias por el espacio <3
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3600 Palabras.
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