049

- Jiminie -esa voz hizo que Jimin rodara los ojos, simplemente no podía creer que esa chica estuviera allí en esos momentos.

- Bienvenida...

- Chanmi -dijo la chica sonriendole-. Tienes un momento quiero hablar contigo.

Park Jimin no quería hablar con ella, y de eso estaba muy seguro, además, ¿qué es lo que esa chica quería?

- Estoy trabajando por si no lo has notado.

Jimin creía que con eso tal vez esa chica que ahora se encontraba recargada en el mostrador con su mirada puesta sobre él, sería perfecta para que ella desistiera en hablar con él, más no se imagino que la chica sonriera como si estuviera diciéndole que se había percatado de ello, y que tenía un plan.

- Le pedí permiso a tú jefe de que te deje hablar conmigo, ¿sabes? Mi padre que un gran amigo del dueño de la cafetería, así que es fácil, no pasará nada, dijo que no había ningún problema con que hablarás conmigo, otro chico estará trabajando en tu lugar mientras hablamos.

Jimin no lo podía creer, esa chica si que era peor, más insistente, y sobretodo parecía que con esa boca podía convencer a los demás de hacer lo que ella les pidiese.

- Deja de mirarme, y ven, hay que sentarnos por aquí cerca.

El pelirrubio suspiro y se dispuso a ir con la chica quien sonrío victoriosa por obtener lo que quería. Chanmi le encantaba saber que influenciar allí en Buk-Gu era lo mejor de todo, pues casi siempre y la mayoría la conocían sobre todo por el negocio de su padre, después de todo el periódico local era muy leído, todos lo conocían, no había persona que viviera en Buk-Gu que no conociese el periódico local, y sobre todo sobre la hija del dueño del periódico.

- Bien ¿qué es lo que quieres? .pregunto Jimin sin ninguna expresión en su rostro.

La chica se quito las gafas de sol que tenía reposando sobre su cabeza y las coloco en la mesa para después mirar a Jimin.

- Quiero negociar contigo, un trato muy justo a mi parecer.

El pelirrubio sin responder asintió, quería escuchar de que iba a tratar eso, pues se le hacía algo extraño todo eso.

- ¿Qué clase de trato?

- Verás, como ya te has podido dar cuenta, tengo un gran interés por ti desde hace mucho, debo de admitir que es desde que debutaste.

Park Jimin apenas y escucho esas palabras, su mente estaba divagando un poco, y era sobre todo en el recuerdo del beso que Yoongi le había robado, ni siquiera lo podía creer aún.

- ¿Y?

- Y quería decirte que me gustaría que consideraras salir conmigo, ¿sabes? me gustaría saber que se siente salir con un idol tan lindo como tu.

Jimin soltó una risa al escuchar eso, debía de tratarse de una broma, ¿acaso esa chica no se daba cuenta de que ya estaba feliz con alguien a quien de verdad ama y que ahora esta correspondiendo al fin a sus sentimientos?

- No gracias, ya tengo a alguien, así que será mejor que dejes de insistir, ya te había dicho que no, y no necesito repetírtelo más de tres veces, así que, será mejor que me dejes en paz.

La chica soltó una risa cuando Jimin termino de hablar, al idol se le hizo extraño escuchar esa risa departe de la chica, era de burla, se estaba burlando de él, en su propia cara.

- ¿Qué es tan divertido? -pregunto Jimin algo irritado.

- Es divertido porque sabía que dirías eso mi Jiminie -la chica lo miro aun con su sonrisa en sus labios-. Verás sino aceptas habrá consecuencias.

- Já, ¡espera! No me digas, ¿acaso le dirás a tu "papi" que despida a Yoonie? No me hagas reír.

Jimin sonrío le parecía gracioso lo que había dicho pero al ver que la chica sonrió como si quisiera en ese momento saltar de alegría su sonrisa se borro de su rostro.

- ¡Vaya! Me haz leído la mente, no cabe duda que pensamos igual Jiminie.

- ¿Qué me estás queriendo decir?

- Es muy sencillo, mira tú y yo salimos juntos, algunas citas, tal vez demasiadas, nos conocemos, compartimos besos, y nos hacemos novios, y solo así tu querido Yoonie no será despedido.

Jimin trago grueso al escuchar todo eso, ¿acaso esa mujer estaba loca? o lo haría ni por un millón de dolares, ni siquiera por colaborar con algún artista estadounidense famoso.

- No puedes hacer eso.

- Park Jimin, Park Jiminie, no seas ingenuo, estás consciente del poder que tengo aquí en está pequeña ciudad llamada Buk-Gu.

Y Jimin estaba consciente de eso, después de todo había conseguido que su jefe lo dejará hablar con aquella chica solo porque ella se lo había pedido, no había duda esa chica sabía utilizar muy bien las palabras.

- No serías capaz...

- Oh claro que lo sería, no me conoces Jiminie.

Está vez Jimin si sintió miedo al verla sonreír.

- Mira, seré directa, si no aceptas haré lo posible para hacerle la vida miserable a ese paliducho que tanto te gusta. En cambio si aceptas, no haré nada, Yoongi tendrá su trabajo normal, pero claro tú estarás todo el tiempo conmigo, no con él.

Park Jimin negaba con la cabeza, era una locura y es que no quería que Yoongi sufriera solo por un capricho de una fanática suya, en cambio si aceptaba la propuesta, tanto él sería infeliz como Min Yoongi que estaría enojado y tal vez lo perdería de nueva cuenta y eso era lo que menos quería, no quería de nueva cuenta perder a Min Yoongi.

- No lo haré, y ni creas que lograrás convencerme de hacerlo.

- Bueno, pero piénsalo, te haz negado, Yoongi estará triste porque lo despedirán sin razón aparente, estará tan triste y enojado que tal vez incluso te eche la culpa de todo lo que le paso, después de todo para él su vida estaba mejor sin ti cerca.

Las palabras se filtraban una y otra vez en su cabeza, las analizaba, y lamentablemente Park Jimin estaba consciente de que la posibilidad de que esa chica tuviera razón era demasiado cierta.

- Bien, supongo que ya no me querrás ver por aquí, así que iré con mi padre, supongo que estará feliz de que le ayude a despedir a un mal empleado, después de todo siempre toma en cuenta mi palabra.

Chanmi se levanto y se dispuso a caminar.

- ¡Espera! -se detuvo y atenta sin voltear a mirarlo lo escucho-. Acepto, pero no te metas con Yoonie...

La sonrisa de Chanmi jamás había sido tan grande.

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- Jiminie vamos al cine, hoy hay un estreno de una nueva película de terror que he estado esperando, ven.

- No gracias Min.

La contestación de Jimin hizo preocupar a Min Yoongi.

- ¿Ocurre algo?

- Nada, solo... no me siento con ánimos de ir.

Yoongi no lo entendía, sabía que algo le estaba ocurriendo al idol, pues se estaba comportando muy extraño desde que había llegado, ni siquiera lo miraba a los ojos, y eso era algo que no se esperaba.

- Jiminie -ese sobrenombre le dolía a Jimin, no quería escucharlo, le dolía porque ahora se sentía feliz por haber logrado su cometido, pero ahora se sentía que su corazón se encogía cada vez que lo escuchaba-. Sé que algo te ocurre, sabes que puedes decírmelo.

- Estoy bien, deja de preocuparte, no ocurre nada.

- Jiminie...

- ¡Basta! -eso hizo a Yoongi exaltarse un poco-. Estoy cansado Yoongi, solo... quiero dormir.

- Por lo menos come algo antes de dormir Jiminie.

- No gracias, no tengo apetito.

Park Jimin con la mirada más seria que pudo lanzarle a Yoongi se levanto del sofá y con pasos algo pesados se dirigió a su habitación correspondiente.

- Descansa Jiminie -dijo Yoongi.

- Hasta mañana Yoongi -la voz de Jimin apenas y pudo escucharla Yoongi.

El idol se encerró en su habitación y Yoongi trago grueso al ver la actitud de indiferencia que mostraba Jimin ante él, ¿era acaso que Jimin se había hartado de él? Tal vez lo único que quería que era enamorarlo ya estaba logrado y ahora no sabía que hacer.

- Dijo que está cansado, deja de preocuparte Yoongi, mañana será como siempre.

Y con esos pensamientos se fue a dormir.

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