Min Yoongi se encontraba sentado frente al escritorio del señor Kim Gunjoon, ¿dónde se encontraba? Estaba en un periódico local, de hecho el mismo en donde trabaja también Jaebum, su amigo le había dicho que estaban buscando un fotógrafo, y que mejor que el para que ocupe ese puesto.

- Bien Min Yoongi -dijo Gunjoon revisando la solicitud de empleo además del curriculum vitae que le había entregado Yoongi-. Veo que tú último trabajo fue hace -hizo una pausa-. Exactamente un mes, ¿qué estuviste haciendo?

- Bueno, estaba buscando un nuevo departamento, no quería seguir siendo un estorbo para mi compañero, y ahora que encontré uno, me siento listo para un trabajo.

Un mes...

Exactamente ese era el tiempo que había pasado, Min Yoongi había estado viviendo en el departamento de su amigo Jaebum, esto debido a su insistencia, pues Jaebum no estaba de acuerdo con que Yoongi pagará demasiado solo por estar en un hotel.

Así que básicamente lo obligo a que fueran compañeros mientras Yoongi buscaba un departamento, y no tardo mucho en encontrarlo, había sido un gran éxito para Yoongi, pues había encontrado uno que tenía una renta aceptable.

- Comprendo -Gunjoon seguía leyendo los papeles-. Así que trabajaste en ¿HOT World's? Es sorprendente, esa revista es muy solicitada por lo que se, ¿por qué te despidieron?

- Renuncie.

- ¿Por qué renunciaste? Es decir tengo aquí a varios que les gustaría trabajar en ese lugar, es la mejor revista de toda Corea.

Yoongi estaba perfectamente consciente de eso, era uno de sus mejores trabajos, y había renunciado, todo por ese idol de pacotilla, pero no quería recordarlo, eso era historia pasada.

- Tuve algunos problemas allí... sino le molesta no me gustaría hablar sobre eso.

- Comprendo -Gunjoon se acomodo en su asiento-. Hable a la revista para tener referencias tuyas, la señorita Han comento que eres un gran empleado y me pregunto del puesto que ibas a ocupar, cuando le dije que era para fotógrafo me dijo que me arrepentiría de ponerte en esa área -Yoongi se sorprendió al escuchar eso-. Dijo que era mejor que escribieras una columna del periódico, que esa es tu área fuerte, ¿se equivoca?

- No se equivoca, de hecho era periodista, fotógrafo y encargado del área de diseño. 

- Me parece excelente, ¿cuándo puedes empezar?

- Cuando usted diga señor Kim.

- Esa voz me agrada, inicias mañana Min, no me falles.

- Le aseguro que no le fallaré -dijo Yoongi dándole un apretón de manos al señor Kim Gunjoon.

Min Yoongi se retiro con una sonrisa en el rostro, ¿quién no podría estar feliz? Yoongi había sido contratado por el periódico local, con eso le bastaba para tener una sonrisa en el rostro, pues era perfecto, iniciar todo de nueva cuenta sería maravilloso para él.

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- ¿Trabajaremos juntos? -pregunto Jaebum emocionado.

Yoongi puso su cara más seria, como dándole una mala noticia a Jaebum. El castaño al ver la expresión en el rostro del pelinegro, dejo de lado su emoción y alegría, ahora se sentía algo decepcionado.

El pelinegro se sentó en el pequeño sofá que se encontraba en la pequeña estancia de su departamento y suspiro.

- Yoongi... -Jaebum se acerco a él-. Tranquilo encontrarás otro empleo, tal vez de fotógrafo de paisajes y bodas...

- ¿Quién dijo que quiero otro empleo? 

- Pues no fuiste... -Yoongi puso una mano en los labios de Jaebum para que este se quedara en silencio.

- ¡Fui contratado! -dijo Yoongi emocionado y los ojos de Jaebum se abrieron como platos.

Quito la mano de Min Yoongi de sus labios y se abalanzo contra él para darle una abrazo, ambos chicos sonreían muy felices.

- ¡Fabuloso! -Jaebum se separo del abrazo-. Por un momento creí que no te habían contratado, ¿sabes?

Yoongi no pudo evitar comenzar a reírse, pues con eso había confirmado que su actuación fue lo suficientemente creíble para que Jaebum pensará que no lo habían contratado.

- Soy un gran actor -dijo Yoongi con aires de superioridad.

- No exageres -dijo Jaebum-. Aún eres malo cocinando.

- ¿Celoso de que soy buen actor? -pregunto Yoongi.

Jaebum le dio un pequeño golpe en el brazo izquierdo a Yoongi, y el pelinegro no pudo evitar reírse por la reacción del castaño.

- Esto hay que celebrarlo -Jaebum se escuchaba emocionado-. ¿Qué dices? ¿Salimos a comer?

- Mientras no tengas malas intenciones, acepto.

Jaebum le sonrió.

- ¿Cuándo he tenido malas intenciones contigo?

- Pues ese fin de semana cuando llegaste borracho...

- ¡No lo digas! -Jaebum le tapo la boca a Yoongi-. Dijiste que lo olvidarías.

Yoongi aparto la mano de Jaebum -¿Cómo quieres que olvide que me dijiste "oye guapo ¿qué te parece si vamos a mi habitación por un rato?" eh? No puedo olvidar eso.

Jaebum se sonrojo a más no poder al escuchar esa historia de nuevo, pues era cierto que se había tomado unas cervezas de más.

- ¡Ya! -dijo Jaebum muy avergonzado y Yoongi no podía parar de reir.

De verdad que Jaebum era un gran amigo.

Se conocían desde que tenían siete años, toda su amistad había comenzado porque accidentalmente Yoongi había tirado el helado de Jaebum y este estaba llorando, Yoongi tuvo que comprarle uno nuevo para que dejará de llorar.

Pero Jaebum se lo había aventado ensuciando a Yoongi, y se podía ver a dos pequeños peleándose mientras rodaban por el suelo, al final ninguno tuvo la victoria y cuando estaban demasiado cansados para seguir peleándose terminaron embarrados de lodo y algo pegajosos por el helado, pero se comenzaron a reír felices mientras recordaban porque había iniciado su pequeña pelea.

Desde ese día Jaebum y Yoongi se habían vuelto grandes amigos.

- Deja de gritar, es molesto -Jaebum hizo un pequeño puchero-. No hagas eso, te ves raro.

- Bueno, ya dejemos esto, ¿a dónde quieres que este chico -se señalo-. te lleve?

- No lo sé -Yoongi alzó sus hombros desinteresado-. ¿aún existe esa vieja pizzeria?

- ¿Hablas de Jake Pizza? Por supuesto que existe.

Los ojos de Yoongi se iluminaron.

- ¡Dime que aún hacen esa pizza especial! -dijo Yoongi sacudiendo a Jaebum tomándolo de los hombros.

- Si -dijo Jaebum igual de emocionado que Yoongi-. ¡Vamos por el delicioso sabor de peperoni y piña!

Yoongi dio un gesto de asentimiento y agarro las llaves de su departamento, Jaebum ya se encontraba en la puerta esperando a Yoongi.

- No puedo creer que nos hicieran caso cuando pedimos esa pizza.

- Y yo no puedo creer que le hayan puesto en su menú y que fuera un éxito -dijo Yoongi.

Y es que cuando Jaebum cumplió sus diecisiete años Yoongi le había mandado a hacer una pizza especial una de peperoni con piña, una combinación rara, que muy pronto tuvo éxito, Yoongi le había puesto el nombre de pizza JB, en honor a su amigo, y la pizzeria acepto ese nombre.

Sólo ellos dos sabían la historia de esa pizza, y claro que también los empleados de aquella vieja pizzeria.

Definitivamente Yoongi estaba muy feliz.

Un gran comienzo para una nueva vida.