El ruido del timbre fue lo que logro despertarlo, Jimin se encontraba en su cama estaba cansado de la noche anterior, miro a su lado y se dio cuenta que Jennie no estaba a su lado, supuso que seguramente estaría duchándose.

La insistencia de la persona que se encontraba detrás de la puerta era demasiada, Jimin estaba comenzando a hartarse de escuchar ese maldito timbre, con pesadez se levanto y se coloco de manera rápida los pantalones del pijama para disponerse a abrir la puerta.

Jimin abrió la puerta y se encontró con un pelinegro que lo miro de pies a cabeza.

- Jimin lamento... -Yoongi no pudo terminar su disculpa ya que vio de pies a cabeza a Park Jimin.

Yoongi vio su torso desnudo, solo tenía puesto su pantalón del pijama, su cabello rubio estaba desordenado, Yoongi paso su vista al cuello del rubio, no pudo evitar que su corazón se encogiera al ver aquellas marcas rojizas en el cuello y hombros del rubio, Yoongi apretó la mandíbula.

- ¿Qué quieres Min? -pregunto Jimin algo molesto.

- Sólo vine a disculparme. Pero no vale la pena -dijo Yoongi apretando los dientes.

Jimin vio la expresión de Yoongi, quería decirle que era solo un malentendido, pero ya había pasado y no podía remediar nada, además recordó aquellas palabras que le dijo Jennie Kim, y por alguna razón Jimin sabía que aquella chica estaba en todo lo correcto.

- Aunque te disculpes, ¿por qué tendría que perdonarte? 

- Por nada, no mereces ninguna de mis disculpas Jimin -El rubio apenas había escuchado que de nueva cuenta no le decía Park.

- Desde ahora para ti soy Park, no Jimin -dijo el rubio de manera brusca.

Yoongi sentía que sus ojos iban a picar en ese momento, ¿qué demonios le pasaba a ese chico? Primero muere de amor por él y ahora... es como si nada de lo anterior hubiera pasado.

El pelinegro estaba a punto de hablar pero otra voz se unió a la conversación.

- ¿Jiminie? -Jennie se asomo cerca de la puerta.

Yoongi vio que la chica tenía puesta una bata de baño, pensó que no iba a ser posible su suposición, pero al verla así, supo que estaba en lo correcto.

Park Jimin se había acostado con Jennie Kim.

- ¿Es en serio? -pregunto Yoongi incrédulo-. ¿Te acostaste con ella?

- ¿Tienes algún problema con eso, Min? -contraataco Jimin con otra pregunta.

- Claro que lo tengo, pero... ¿por qué?

- Es obvio -dijo Jimin sin ninguna expresión en su rostro-. Sí tú lo haces, ¿por qué no puedo hacerlo yo? 

Yoongi no lo podía creer, Jimin le estaba diciendo que él, Min Yoongi, ha estado con otros y otras mientras ocurría su supuesto cortejo hacia él.

- Así que... ¿crees que me estoy acostando con alguien a tus espaldas? Es decir, ni siquiera somos nada, pero eso no significa que creas que ando como si fuera todo un cualquiera.

- No me mientas Min -dijo Jimin entre dientes.

- Eres un imbécil Jimin, en verdad un verdadero idiota, ¡no haría algo así! -Yoongi estaba comenzando a irritarse-. No soy un cualquiera para andar así.

Jimin sonrío de lado, no le creía en lo absoluto a Yoongi, Jimin sabía perfectamente lo que tenía el pelinegro con Jiho, Yoongi no podía poner ninguna tonta excusa.

- Min, deja de mentirme, se lo de tu relación con Woo Jiho. Al parecer no te importo en lo absoluto lo que yo sentía por ti -dijo Jimin muy seguro de sus palabras.

Yoongi no lo podía creer, esos malditos rumores falsos, pero ¿de dónde los había sacado? Miro a Jennie quien tenía una media sonrisa, como si se estuviera burlando de él.

- Ella te lo dijo -Yoongi señalo a la chica-. ¿Tú le crees?

- Más de lo que puedo creerte a ti Min.

Yoongi sintió que la tristeza se le paso a más que furia, pero también no podía evitar sentir absolutamente nada...

- Bien, muy bien -Yoongi dio un paso atrás-. No me importa, quédate con ella, no puedo creer que le creas a alguien que apenas conoces, en vez de a mi, que estoy aquí diciéndote la verdad.

- Pero yo se que no es la verdad. Deberías irte Min, no te quiero ver.

- Pienso lo mismo Park, no quiero verte nunca más en mi vida -izo una pausa para tragar saliva-. ¡Te odio! Espero te quede claro.

Yoongi comenzó a caminar, Jimin vio como se estaba alejando, pero el pelinegro se detuvo en seco y giro su cabeza viendo como Jimin seguía con su mirada sobre él.

- Se me olvidaba decirte -Yoongi tomo aire-. ¡Felicidades Park!

- ¿Qué? -Jimin estaba confundido, más porque a voz de Yoongi salió alegremente triste.

- Ganaste... me enamore de ti -Yoongi sentía sus ojos picar-. Deberías estar feliz, lograste tu cometido. Pero veo que es tan falso como todo lo que me dijiste.

Y Min Yoongi desapareció de la vista de Park Jimin.

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Min Yoongi camino con sus manos formando puños en dirección a la oficina de Han Hyesoo.

La editora en jefe se encontraba leyendo algunos documentos que contenían algunas noticias importantes del mundo del espectáculo, cuando fue interrumpida al escuchar como la puerta se abría y cerraba, Hyesoo aparto la vista de los documentos y miro hacia el frente encontrándose con Min Yoongi.

El pelinegro suspiro y camino hasta quedar a un metro y medio de distancia del escritorio de la editora en jefe Han Hyesoo.

- Min, ¿qué te trae por aquí en mi oficina? -pregunto Hyesoo entrelazando sus manos sobre el escritorio y con la mirada puesta en el pálido.

- Renuncio.

Yoongi lo había dicho de la manera más segura, no había duda en su voz. 

- ¿Qué? -pregunto Hyesoo levantándose de su lugar pare mirarlo-. ¿Por qué?

- Sólo vine a pedir mi renuncia, ya no me queda nada aquí en Seúl. 

- Yoongi -Hyesoo se escuchaba tanto sorprendida como triste-. ¿Ocurrió algo?

El pelinegro mostró una media sonrisa, pero por dentro no tenía ganas de sonreír.

- No ocurrió nada, solo -hizo una pausa-. Ya no me queda nada aquí. Creo... que llego la hora de que regrese de nuevo a Daegu.

Hyesoo estaba segura de que algo había pasado, pero al ver a Yoongi a los ojos no sabía lo que pasaba, Min Yoongi era perfecto para ocultar la verdad sobre su repentina renuncia.

- Está bien, sí esta es tu decisión, no puedo hacer nada para detenerte -dijo Hyesoo y sonrío con tristeza-. Pero recuerda, tú oficina seguirá allí por si alguna vez decides regresar.

- Será mejor que si la ocupes, porque no planeo volver, mi lugar está allá en Daegu.

Hyesoo trago grueso. Yoongi a pesar de que se mantenía lo más serio y concentrado en su decisión, se sentía terrible, estaba renunciando a uno de sus mejores trabajos.

- Aún así estará vacía, esperándote Yoongi -Hyesoo le extendió la mano derecha-. Fue un placer tenerte como empleado de está revista.

- Al contrario, el placer fue mio por trabajar aquí -Yoongi le dio un apreton de manos a Hyesoo.

Yoongi le dio un último adiós a la editora en jefe y salio de su oficina, tenía que recoger sus cosas además de también hacer una llamada, pues ese día planeaba mudarse, entre más rápido mejor.

El pelinegro llego a su oficina y vio que Hoseok se levanto para hablarle de algo.

- Yoongi, dime que no es cierto.

- ¿Qué no es cierto que?

- En verdad ¿renunciarás?

- Ya renuncie -dijo Yoongi muy seguro.

- ¿En serio? ¿Renunciar a tu sueño, a todo esto, no te parece una locura?

- Es la mejor locura que puedo tomar en estos momentos Hoseok, no sólo me voy de este trabajo, me voy de la ciudad, regresaré a Daegu.

- Te voy a extrañar hermano -Hoseok no resistió y abrazo a Yoongi.- No será lo mismo sin ti Yoongi, ¿quién me traerá mis autógrafos?

El pelinegro sonrío por el comentario de Hoseok, en verdad sabía como sacarle una sonrisa.

- Ya tendrás a otro para manipular -dijo Yoongi en respuesta.

- ¿Podré ir a visitarte?

- Claro, solo avísame con anticipación para ir por ti a la central de autobuses.

Hoseok le dio un gesto de asentimiento y ambos entraron a la oficina de Yoongi, Hoseok le ayudo a guardar las cosas, pues quería pasar un poco más de tiempo con él antes de que se fuera.

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Yoongi se encontraba subiendo la última de las cajas a la camioneta que se encontraba aparcada afuera de su edificio.

- Gracias de nuevo Jaebum -dijo Yoongi cerrando la cajuela-. Te debo una.

- No es necesario, yo te debo más de una Yoon, bueno es hora de regresar, ¿emocionado por regresar a tú ciudad?

Yoongi claro que estaba emocionado, hace tiempo que no regresa a Buk-Gu.

- Por supuesto que estoy emocionado de regresar a Buk-Gu ¿me he perdido de algo?

- No mucho, ahora Jackson está de trainner en una de las agencias, quiere que me una pero no quiero hacerlo, prefiero seguir en mi trabajo en el periódico local.

- ¡¿Aún trabajas allí?! -Yoongi se escuchaba sorprendido.

- Sip, me adoran.

- En aceite -Jaebum le dio un pequeño golpe en el hombro a Yoongi.

- Bien tenemos que irnos, el viaje es algo largo, tenemos que darnos prisa si queremos estar allí en un parpadear.

Yoongi asintió y antes de subir a la puerta del copiloto, le dio una última vista a su viejo edificio, sonrío levemente.

- Hora de comenzar de nuevo -dijo para sí mismo y entro al vehículo.