022

 - ¡Los MAMA están cada vez más cerca! -dijo emocionada Hyesoo-. ¿No estás emocionado Min?

El pelinegro se encontraba en la oficina de Han Hyesoo, hoy parecía que la editora en jefe en verdad estaba muy emocionada con respecto a esa premiación.

- Ni un poco Han.

- Pues deberías estarlo -dijo ella-. Park Jimin está nominado a dos de esos premios, ¿acaso no piensas apoyarlo?

Min Yoongi no había tenido contacto con Park Jimin después de aquel concierto, sabía que el rubio estaba más que ocupado, después de todo dio otros tres conciertos en las anteriores dos semanas.

- Sí lo voy a apoyar, pero eso no significa que me emocione.

- Min, deberías emocionarte, tú futuro novio está a unos pocos votos de llevárselo.

Eso hizo que un rosa pálido se pintará en las mejillas del chico pelinegro. ¿Su futuro novio? Apenas y podía creer lo que había dicho Hyesoo.

- No es mí futuro novio -dijo Yoongi apartando la mirada.

- ¿Te has sonrojado? ¿Min Yoongi sonrojado? -Hyesoo estaba sorprendida-. Min eres épico, ¡Park Jimin ya te hace sonrojarte!

- ¡Por supuesto que no! -suspiro-. ¿Podrías dejar de hablar de él? Es algo incómodo.

- ¿Por qué? Sí mal no recuerdo, tú nunca te sentiste de esa manera cuando te hablaba de él, ¿acaso Park Jimin logró algo en Min Yoongi?

- No ha logrado nada -mentira.

- ¿Seguro?

- Escucha Hyesoo, estoy completamente seguro que ese niño no ha logrado nada en mí -una gran mentira.

- Bueno, digamos que te creo -Hyesoo sonrío.

El pelinegro rodó los ojos, odiaba que su editora en jefe pensará que ese rubio había cautivado el corazón de piedra que él tenía, aunque no estaba del todo equivocada.

- ¿Podrías decirme porque me llamaste?

- Cierto -dijo ella-. Se me estaba olvidando -se aclaro la garganta-. Como sabrás ya están a punto de comenzar las premiaciones, y una de las importantes son los MAMA, este año será en grande Min. Necesito que seas tú quien vaya a tomar fotografías de los artistas en la alfombra roja. Está Mina se encargará de hacer las entrevistas y los artículos, está vez quiero que descanses un poco Min.

- ¿Eh? ¿Por qué? Puedo hacer las entrevistas si gustas.

- No creo que puedas -respondió Hyesoo.

- ¿Por qué?

- Porque estarás conmigo.

Una voz a sus espaldas hizo sobresaltar un poco al pelinegro, se giro para ver si esa voz era la que esperaba por hace dos semanas, retuvo un poco la respiración, se relajo al ver los ojos marrones de aquel rubio, Park Jimin estaba muy cerca de él.

- Hola Yoonie -dijo con una sonrisa.

- Park... -susurró Yoongi, por alguna razón se sentía nervioso hasta los huesos-. ¿Contigo? ¿A qué te refieres con eso?

El rubio soltó una risita para después ver a los ojos del pelinegro.

- Siempre se realiza una pequeña fiesta al final de la premiación, quiero que estés conmigo esa noche. Quiero estar contigo en la fiesta, sino será algo aburrido -sonrío.

- Min, es por eso que te quité algunas responsabilidades -Hyesoo miraba con una sonrisa a esos dos chicos-. Park Jimin me lo había pedido la semana pasada, es muy insistente ese niño. Llamó más de tres veces para poder convencerme.

El rubio se rasco la nuca ante las palabras de Hyesoo, pues era cierto, la anterior semana se la había pasado tratando de convencer a la editora en jefe para que dejará ir a Min Yoongi con él a la fiesta de los premios MAMA.

- Sí, fue difícil convencerla -dijo Jimin-. Pero vale la pena -dijo mirando a los ojos a Yoongi-. Ya quiero que sean los premios para estar contigo Yoonie.

Y una sonrisa se formo en los labios de aquel pelinegro, no podía creer que Park Jimin había hecho tal cosa, con tal de pasar el rato con él, en aquella fiesta, seguramente sería una noche interesante para el pelinegro.

- Oh y también la convencí de otra cosa.

- ¿Qué? -Yoongi se veía curioso, ladeó un poco la cabeza.

- Me convenció para que salieras hoy temprano, ese niño es un gran manipulador.

- ¿¡Para qué!? -dijo Yoongi algo alarmado.

- Quiero llevarte a dar un paseo al rió Han, Yoonie... ¿aceptas?

El pelinegro no estaba seguro si aceptar, era cierto que todos amaban ir a ese amado río, Min Yoongi nunca había estado en aquel río, recordó que antes Hoseok le había dicho que algún día ambos irían a ver ese río, todos decían que por las noches era un lugar muy hermoso.

- No estoy muy seguro -dijo Yoongi.

- Min, deja de ser tan tímido y sólo ve. Disfrútenlo -Hyesoo guiño un ojo y le dio una señal a Jimin para que se llevará a Yoongi.

- Vamos Yoonie -Park Jimin agarró el brazo del pelinegro y comenzó a jalearlo para que salieran de la oficina de Han Hyesoo.

Y así Park Jimin ante la atenta mirada de otros empleados ahí presentes, jalaba a Min Yoongi del brazo, mientras esté le decía que lo soltara, pero era obvio que el pequeño rubio no iba a obedecer al pálido.

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- Park, a veces eres tan terco -dijo Yoongi.

Jimin estaba conduciendo su vehículo, estaban por ir al río Han. Para Jimin eso iba a ser emocionante, le encantaba aquel río, era uno de los paisajes más hermosos que se podían admirar, y sobre todo cuando era de noche.

- Yoonie, deja de ser tan amargado, disfruta del viaje.

- No cuando siento que tú y mi editora en jefe están haciendo planes para que yo salga contigo.

- Pues claro, y espera otro poco, ya casi está todo listo para nuestra boda -dijo Jimin sonriendo.

- ¿Me estás jodiendo?

El rubio soltó una carcajada al escuchar la pregunta del pelinegro, Min Yoongi era muy divertido para él.

- Yoonie, no te enojes, es solo un juego.

El pelinegro rodó los ojos, no dijeron más palabras, sólo Jimin se dedicaba a conducir, mientras que Min Yoongi miraba el paisaje desde el asiento de copiloto, estaba algo ansioso por ver aquel río, pero claro no lo demostraría, pero en verdad se sentía muy emocionado.

En cambio Park Jimin se sentía más emocionado por estar al lado de Min Yoongi, pues hacia una semana que no había estado con Min Yoongi, y es que las anteriores semanas estuvo su agenda muy apretada, conciertos, programas especiales, firmas de autógrafos, en verdad que se sentía muy agotado por todo eso. Pero quería hacerlo todo pronto para poder pasar tiempo con aquel pelinegro que le robaba los pensamientos.

No tardaron en llegar a su destino, Jimin aparcó el automóvil y ambos chicos salieron, Yoongi sintió el fresco aire, estaba a punto de atardecer, y eso le gustaba.

Ambos chicos se encaminaron al puente, y Min Yoongi se percato de que había algunas luces de algunos colores que lo iluminaban, sonrío al ver aquello, Jimin al ver la sonrisa del pálido, no pudo evitar sentir un cosquilleo, en verdad que le gustaba ver aquella sonrisa.

Caminaron juntos hasta quedar en un lugar cerca de la orilla del puente y mirar el hermoso sol rojizo, y las nubes que cambiaban de color a uno rojizo, rosa, o amarillo.

- Arrebol -dijo Yoongi y Jimin lo miró algo confundido-. Es cuando el atardecer le da el color rojizo a las nubes.

- Arrebol -Jimin sonrío-. Es una hermosa palabra para describir tan magnifico evento del diario.

- Lo sé, es precioso -dijo Yoongi-. Gracias por traerme aquí Park.

El rubio solo asintió en respuesta, de nueva cuenta un silencio.

No era incomodo para Min Yoongi, pero Jimin si que estaba algo incomodo, más bien estaba ansioso, Yoongi lo noto al ver que el chico rubio jugaba con sus dedos.

- ¿Ocurre algo Park?

- Nada -dijo algo nervioso.

- Puedes decírmelo, sea lo que sea.

De nuevo un silencio. Pero fue roto al escuchar el suspiro del rubio.

- Nunca te lo pregunte, ¿qué te pareció la canción?

La tensión la sintió Yoongi en sus hombros, apretó la mandíbula, sintió que su garganta de un de repente se seco.

- Es hermosa -dijo en tono muy bajo-. Me encantó.

- Me alegra oír eso -dijo Jimin y se acerco un poco más al pálido-. Yoonie...

El pelinegro que mantenía la vista al frente, giro su cabeza para poder mirar al rubio, pero no pudo preguntar lo que él quería.

Los labios de Park Jimin estaban sobre los de Min Yoongi, de nueva cuenta Jimin lo estaba besando, era un pequeño beso, suave, muy suave. Yoongi sintió como su corazón comenzó a acelerarse, cerró los ojos por inercia, Jimin los tenía cerrados, el rubio coloco una de sus manos en la mejilla del pelinegro, no profundizó el beso, sólo se separaron lentamente y ambos abrieron los ojos, viendose, amándose con la mirada

- Sí vas a golpearme, o quejarte, o simplemente dejarme aquí, hazlo ahora -dijo Jimin.

- ¿Por qué haría eso?

- Se supone que me odias, ¿no?

No respondió.

- Yoonie... ¿me odias?

Con sólo ver la mirada de Yoongi supo que en esos ojos ya no había desprecio, no había enojo, no había nada de eso, sólo había un hermoso brillo en ellos, y eso le indico a Jimin algo bueno.

- Yoonie...

- No... no es lo que piensas...

El rubio suspiro, se alejo un poco de Yoongi.

- Te daré más tiempo Yoonie...

El rubio dejó a Yoongi allí. Yoongi no se movió, no quería ir corriendo con Park Jimin, no quería. Simplemente se quedó allí, viendo como el día le daba la batuta a la noche.

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