018
- Yoonie.
Esa voz lo saco de sus pensamientos, Min Yoongi acababa de salir del edificio de la revista, pues ya había terminado su horario de trabajo y era tiempo de ir a casa para descansar. El pelirosa estaba allí afuera esperándolo.
- ¿Park?
El pelirosa se acerco a él, sin perder el tiempo lo abrazó, se sentía muy feliz de poder ver de nuevo a Min Yoongi, habían pasado tres días, en que sólo pudo llamarlo por teléfono en su oficina, Jimin quería ir a verlo, pero no podía, había terminado de grabar una canción, y tenía planeado mostrarla en su próximo concierto.
- Tengo una sorpresa -dijo el pelirosa.
Yoongi parpadeo un par de veces.
- ¿Una sorpresa?
- Sí -el pelirosa respiro hondo y hablo-. ¡Hoy si podremos ir a cenar juntos! -grito emocionado.
El pelinegro no pudo evitar empezar a reírse, pues le había causado gracia el grito de aquel chico pelirosa. Jimin sonrío le encantaba escuchar esa risa de Yoongi, no era escandalosa, es más era una risa silenciosa, pero le encantaba, sentía que en verdad le alegraba el día.
- Preferiría ir a dormir -dijo Yoongi entre risas.
- Nada de eso, vendrás conmigo, te estoy invitando a cenar.
- Está bien, pero que sea rápido.
- Nada de rápido, será un gran tiempo que aprovecharé contigo -suspiro-. Últimamente he estado ocupado, y no me gusta la idea de eso, no quiero dejarte sólo, ¿que tal si alguien más intenta algo contigo? ¡No lo soportaría!
- Hey cálmate -Yoongi sonrío-. No es para tanto, eres algo posesivo para ser menor que yo ¿sabes?
Jimin sabía que era muy posesivo cuando se trataba de Min Yoongi. No le agradaba que nadie viera al pelinegro de la misma forma en que lo ve él.
- Es que te quiero para mí -dijo Jimin.
- También eres demasiado atrevido.
El pelirosa no pudo evitar hacer un puchero. Yoongi había notado que Jimin había cambiado mucho, seguía siendo muy atrevido, pero se había vuelto demasiado tierno y empalagoso con él.
Jimin agarró el brazo de Yoongi y se lo llevó directo hacia el BMW negro. Yoongi abrió la puerta del copiloto y entro para después ponerse el cinturón de seguridad, Jimin hizo lo mismo pero del lado del piloto y arrancó el vehículo.
- ¡Al fin iremos a ese lugar! Maldición, seguramente me han de odiar en ese lugar.
- ¿Por qué?
- Pues -empezó a emplicar Jimin-. Llevó aproximadamente unas tres veces que cancelo reservaciones, y ahora vamos allá con otra reservación que hice ayer en la noche, inclusive me preguntaron si era seguro que está vez asista y le dije que sí como quinientas veces.
El pelinegro recordaba que hace tiempo Jimin insistía en querer ir a cenar con él, recordó cuando se había arruinado porque él se había quedado dormido durante el trayecto y el pelirosa lo había tenido que llevar a su departamento.
- Bueno, supongo que ya debes de estar en su lista negra de clientes incumplidos.
Jimin sonrío mientras detenía el automóvil, pues el semáforo no estaba a favor de que avanzará.
- Supongo que sí, pero no importa lo que piensen, al fin puedo ir a cenar contigo, ¿no sabes cuanto he ansiado está noche? Es increíble que no me rechazarás.
- Sí te rechace, pero siento que te lo debo aún.
- No me debes nada -dijo Jimin-. Claro que puedes pagarme entregándome tú corazón.
- Sigue soñando Park.
- Vale la pena soñar contigo.
El pelinegro aparto la vista de los ojos marrones del pelirosa. Jimin siguió conduciendo, ya casi estaban a punto de llegar al dichoso restaurante Blue Cardinal.
El pelirosa se dirigió al estacionamiento del restaurante, aparco el vehículo y Yoongi salio seguido de él. Ambos caminaron fuera del estacionamiento y Yoongi siguiendo a Park Jimin, fueron directo al restaurante.
El pelinegro no pudo evitar sorprenderse al ver el edificio en donde se encontraba ese restaurante, era muy moderno, pero por dentro se veía un estilo muy clásico, era muy hermoso, los colores eran muy cálidos, demostrando un ambiente en donde te sintieras tan cómodo como en tú propia casa.
Había un letrero que tenía el nombre del restaurante en letras cursivas de color azul con orillas blancas que decía "Blue Cardinal" Jimin sonrío al ver la expresión que Yoongi tenía.
- ¿Entramos? -pregunto Jimin -Yoongi sólo asintió para darle respuesta a Jimin.
Ambos entraron, Jimin dio su nombre por la reservación que tenía, y los condujeron dentro del restaurante, los aromas de la comida eran tan delicados y te abrían el apetito al instante, Yoongi observaba con atención el lugar, le parecía un hermoso lugar.
Ambos se sentaron uno frente al otro, les entregaron sus respectivos menús a cada uno y ambos se dispusieron a revisarlo. Yoongi veía los precios de cada platillo, eran muy elevados, no podía creer que Jimin lo trajera a un lugar como ese, Yoongi buscaba el platillo que fuera un poco más económico, no le gustaba abusar, Jimin no sabía que escoger, a pesar de que decían que ese era un excelente restaurante, Jimin veía tantos platillos con ingredientes tan simples, pero eran muy costosos, claro el dinero no era problema, pero no le agradaba nada de lo que veía.
La risa de Yoongi fue lo que lo saco de sus pensamientos.
- Es curioso, todo ésto lo encuentro en otros lados y no es tan caro -dijo Yoongi-. Pero es obvio que pagas más el lugar.
Jimin le sonrío.
- Supongo que no te impresione mucho al traerte aquí, ¿no?
- Correcto -asintió el pelinegro-. No necesitas impresionarme con esto, creo me impresionaste más cuando nos vimos en aquel café para ver lo de la demanda.
Ambos rieron, Jimin recordaba muy bien ese día. Había sido divertido y ese café era muy bonito.
- Sí -dijo Jimin y se mordió el labio inferior-. Te propongo algo Min Yoongi.
- Te escucho -dijo Yoongi recargando los codos en la mesa.
- ¿Qué te parece sí escapamos de este aburrido lugar con platillos típicos costosos, y nos vamos a esa cafetería? Me parece que es el lugar perfecto para ambos.
Yoongi puso una mano en su mentón e hizo un gesto como si estuviera pensando la propuesta de Park Jimin.
- Mmm tentador -murmuro-. Me parece excelente Park Jimin.
- Pues vamos a irnos Min Yoongi, supongo que está vez si que me van a odiar en esté lugar.
- Qué quede claro que yo no hice la propuesta.
Ambos se levantaron y salieron juntos mientras se despedían de algunos de los meseros que se encontraban allí.
Se dirigieron corriendo al estacionamiento y subieron al carro, sin ponerse los cinturones de seguridad, Jimin arrancó el vehículo y ya estaban afuera del estacionamiento, Jimin prendió la radio y se escucho la canción "So What" de BTS.
- ¿Sabés? En ese grupo hay uno muy parecido a ti Yoonie -comento Jimin, el pelinegro rodó los ojos.
- Sí ya me lo han dicho -Jimin lo miro preguntando "¿quién?"-. Han Hyesoo me lo dijo cuando me contrato.
Park Jimin comenzó a reírse, ambos estaban disfrutando de aquella canción, tenían que admitir que aquella canción era increíble.
Lo bueno era que no había transito y Jimin podía conducir sin tener que estar esquivando algunos automóviles. Yoongi sonrío al ver el letrero de aquella cafetería, Jimin estaciono el BMW y ambos salieron.
- Ahora sí, entremos -dijo Yoongi animado.
Abrieron las puertas y el olor a café inundo sus fosas nasales, era un aroma amargo-dulce y cálido, era fabuloso, se acercaron a ordenar sus bebidas y después de esperar un rato, las recogieron y fueron a sentarse a una de las mesas que se encontraban pegadas a una de las paredes, de nueva cuenta se sentaron uno frente al otro.
Min Yoongi había ordenado un frappuccino mientras que Park Jimin había ordenado un caramel macchiato.
- Dime Yoongi, ¿de dónde eres? Nunca te lo había preguntado -dijo Jimin dándole un sorbo a su bebida.
- De Daegu, es un lugar tranquilo, me encanta, hace mucho que no he ido. ¿Tú eres de Busan, no? Bueno eso fue lo que leí.
- ¿Lees mi biografía?
Yoongi comenzó a reírse. - Lamentablemente sí, tuve que informarme antes de hacerte la entrevista.
El pelirosa sonrío, adoraba que Min Yoongi lo haya investigado un poco.
- Entonces serás mi espía favorito -comento Jimin.
Siguieron platicando sobre sus trabajos, Jimin le comento sobre su concierto, Yoongi le dijo que lo sabía, hablaron sobre música, comidas que les gustaban, lugares a los que han viajado...
En fin un sin fin de cosas de cada uno, Jimin estaba feliz, ya conocía un poco más a aquel pálido que tanto le había llamado la atención.
Ya habían terminado sus bebidas, pero eso no impidió que siguieran platicando. Y por primera vez, Min Yoongi se sintió muy cómodo hablando con Park Jimin.
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