014
De nuevo era día libre para Min Yoongi, se encontraba con su pantalón de pijama puesto, además de una playera negra cubriendo su torso, se sentó en su sofá con un tazón lleno de cereal, frutas y leche en sus manos, agarró el nuevo número de la revista que Hoseok le había entregado el día de ayer.
Está vez en la portada estaba Jeon Jungkook con una sonrisa mientras disfrutaba de su fiesta de cumpleaños, y el título citaba Welcome To The Hotel California. Yoongi le había puesto ese nombre, le agradaba que la editora en jefe lo hubiera usado, después de todo esa frase era atractiva.
Leyó lo demás que estaba en la portada, "Jisoo tuvo una nueva discusión con su novio." "Park Chanyeol quiere retirarse del modelaje para ser idol." "Nuevas noticias sobre el nuevo dorama en el que participa Kim Taehyung."
Sonrío al no ver una noticia sobre él, pues no quería ver de nueva cuenta su nombre en la portada de la revista. Decidió abrir la revista en dónde se encontraba su articulo sobre la fiesta de Jeon Jungkook.
Seguía leyendo mientras comía su desayuno, pero el timbre de su departamento lo hizo dejar de leer, suspiró algo molestó y se dirigió a la entrada de su departamento, sin preguntar quien era, sólo abrió la puerta, encontrándose ahora no con una cabellera anaranjada, sino con una rosa pastel.
No es que fuera otra persona, era Park Jimin, con su nuevo cambio de look. Sonrío el ahora pelirosa y miro el cabello de Yoongi.
- Veo que no fui el único -dijo Jimin, y era cierto Yoongi se había pintado el cabello de color negro.
- ¿Eh? -miro su cabello-. Ah sí, no fuiste el único.
- Me gusta, se te ve muy bien el color negro, te ves más guapo Yoonie.
Yoongi dejó entrar a Jimin, no quería dejarlo parado esperando, eso sería de muy mala educación de su parte.
- ¿Qué estabas haciendo?
Jimin observo el plato de cereales y una revista que se encontraban en la mesita de centro.
- Estaba desayunando mientras leía una revista.
El pelirosa agarró la revista y con sólo ver las imágenes supo que era el articulo que Yoongi había escrito sobre la fiesta de Jeon Jungkook.
- Fue una fiesta increíble ¿no? Ese día fue uno de los mejores -dijo Jimin sonriendole a Yoongi-. Me encanto que fueras, creo que eso fue lo que me animo más.
Jimin suspiro.
- ¿Por qué? -pregunto Yoongi curioso.
- No iba a asistir a la fiesta de Jeon -Jimin miró a Yoongi-. Mi representante me había dicho que tenía que quedarme para seguir con ensayos y la nueva canción que estoy escribiendo, ¿sabes? Me he atrasado un poco en mis cosas.
Yoongi se sentó en el sofá, Jimin también lo hizo quedando a unos centímetros de poder tocar el hombro derecho de Yoongi.
- Supongo es por culpa de que te distraes conmigo -comentó Yoongi-. Deberías dejar de hacer esto.
Jimin sonrío -No es por eso, soy yo...
Eso sí que sorprendió al pelinegro.
- Verás, no he podido escribir canciones, no me había sentido tan inspirado -dijo Jimin-. He estado pensando en otras cosas, sobre todo en mí padre, pero... cuando te conocí, mi inspiración... fue como si regresará a mí, se sintió increíble, ¿por qué crees que sigo viéndote?
- ¿Así qué crees que tú inspiración surge más gracias a mi presencia? Eso es algo ridículo....
- No es ridículo, es lo que sentí, Yoonie... te considero mi inspiración.
Yoongi suspiro.
- ¿Quieres algo de tomar?
- Mmm, ¿tienes café?
- Pensé que me pedirías algo más dulce, como leche con chocolate o té.
Jimin comenzó a reírse mientras negaba con la cabeza.
- He aprendido que algo amargo puede endulzar mi día.
- No sé porque sentí que te refieres a mí.
- Posiblemente, pero tú eres el chocolate amargo en mí vida y me encanta -dijo Jimin sus mejillas se sonrojaron.
Yoongi sonrío ante lo que dijo Jimin.
- A pesar de ser tan atrevido conmigo, te sonrojas con simples palabras Jimin.
Yoongi se levantó para ir a prepararle un café al pelirosa, Jimin lo siguió con su mirada, aunque era obvio que el pelinegro no lo notaba.
Yoongi encendió la estufa y puso agua a calentar mientras ponía en una taza, una cucharadita de café instantáneo.
- Park, ¿cuántas cucharaditas de azúcar quieres? -le pregunto al pelirosa.
- Una Yoonie -canturreó Jimin-. Por favor.
Yoongi asintió y puso una cucharadita de azúcar en el café del pelirosa, ahora sólo quedaba esperar a que el agua llegará a hervir.
De repente una melodía lo saco de sus pensamientos, escucho con atención, era Jimin, estaba... ¿cantando? Yoongi salio de la cocina y vio a Jimin que tenía un pequeño cuaderno en sus manos mientras cantaba lo que al parecer estaba escrito, sólo tarareaba la canción, pero unas partes si cantaba algo de la letra.
- ¿Qué tarareas Jimin? -su pregunta hizo que Jimin diera un pequeño salto por la impresión.
Park Jimin no esperaba que Yoongi lo estuviera escuchando, miró a Yoongi, y el pelinegro vio como las mejillas de Jimin se iban tornando de un color rojizo.
- ¿Era algo morboso acaso?
- ¡No! -exclamo alterado-. Es... es una nueva canción que escribí, ¡No es muy buena! Pero me gustaría cantarla en mí próximo concierto.
- ¿Puedo verla?
- No está terminada, pero sí puedes.
Jimin se levanto y se dirigió hacia Yoongi, el pelinegro tomo el cuaderno de las manos de Jimin, había algunas partituras, Yoongi había estudiado música por un tiempo, así que podía leer las partituras a la perfección, al instante sonrío.
- ¿Tú escribiste las partituras?
- S-sí ¿tan malas son?
- Al contrario, es una hermosa melodía, deberías cantarla, y no es una sugerencia, en verdad debes cantarla en tú próximo concierto.
Jimin le sonrío.
- ¿Puedo leer la letra?
- ¡NO! -soltó de nueva cuenta Jimin alterado-. Es... muy secreta, quiero que sea secreta hasta ese día.
El pelinegro asintió y de nueva cuenta le entregó el cuaderno al pelirosa, quien sonrió aliviado al ver que Yoongi no quiso leer la letra.
- Cierto, no te lo pregunte, ¿qué haces aquí Park?
- De hecho ya has visto lo que quería que vieras Yoonie -sonrío-. En verdad quería saber tú opinión sobre está melodía, he estado muy preocupado, creí que era mala, pero... gracias a ti ya tengo la suficiente confianza como para cantarla enfrente de miles.
Yoongi sirvió el agua caliente en la taza de Jimin y se la entregó, Jimin aspiro el delicioso aroma amargo.dulce de su bebida y miro a Yoongi.
- Gracias por ayudarme.
- Gracias a ti por mostrarme algo que te importa.
Jimin le dio un beso en la mejilla y se sentó de nuevo en el sofá de Yoongi para poder beber su bebida. El pelinegro recordó la melodía que había leído, le parecía fabulosa, era tranquila, pero sentía que esa canción, y sobre todo la letra, hablaría de algo hermoso.
Y tal vez no se equivocaba.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top