013
- Yoon -Hoseok entro a su oficina con una sonrisa y escondía sus manos detrás de su espalda.
Yoongi se encontraba concentrado dándole los últimos detalles a su articulo para la revista, después colocarle otro tipo de fuente a unas letras del texto, miro a Hoseok.
- ¿Qué sucede?
- La pregunta correcta es ¿qué no sucede? -dijo Hoseok riéndose.
El ahora casi rubio (pues el tinte color verde menta que usaba se le estaba quitando) miro a Hoseok, su cara decía claramente, "No se a que demonios te refieres" y en ese momento Hoseok dejó ver sus manos, en la derecha tenía una caja de color vino.
- ¿Qué es eso? -preguntó Yoongi.
- Dímelo tú -dijo Hoseok-. Acaba de venir un repartidor, y me dijo que alguien te había enviado esto -le entrego la caja-. a juzgar por su tamaño, creo que son dulces -Hoseok sonrío.
- ¿Quién lo envía?
- A eso voy -sacó de una de sus mangas un sobre blanco-. Tú novio, amante, amigo con derechos, y esposo te envía eso y esto -le entrego el sobre.
- Hoseok, deja tus chistes en otro lado, no vuelvas a decir que es mi novio, amante, amigo con derechos y esposo, ¿entendido?
- Sí mi comandante-en-jefe-supremo -dijo hoseok dando un saludo tipo militar.
- Vuelve a hacer eso, y hago que Han Hyesoo se enteré sobre lo que hiciste en su oficina la navidad pasada.
- Ok, ok, cálmate, no volveré a hacerlo.
Yoongi le sonrío en respuesta. Hoseok salio de la oficina para darle privacidad a Yoongi.
El pálido suspiro y abrió el sobre, desdoblo la carta que había allí y comenzó a leerla.
Yoonie...
¿Qué me haz hecho? Ahora no puedo sacarte de mí cabeza para nada, han pasado otros dos días después de la fiesta de Jungkook, y después de aquel beso... créeme que no quería dejarte ese día, quería que me dijeras algo como "Jimin, ¿quieres entrar a mí departamento?" Lo sé es una locura, pero en verdad quería estar contigo, quería acurrucarme contigo y abrazarte por la espalda.
Pensarás que soy un pervertido, pero quería tenerte en mis brazos, Yoonie, estoy perdido, en serio muy perdido. Min Yoongi no me hagas esto, estoy demasiado enamorado de ti, ya no se que hacer, te envío regalos cada que te beso y apenas te he besado dos veces, y eso tengo que robártelos, ¿cuándo será el día en que tú seas quien tome la iniciativa y me robe un beso?
Yoonie... quiero que sepas que te amo, aunque seguramente lo sabes pues te lo he dicho, pero también quiero saber que respondes a eso. ¿Sientes algo por mí? ¿Piensas que debería rendirme? ¿Crees que debería dejar de luchar por este amor que parece ser imposible? Pues grábate ésto Yoonie, no me rendiré, no hasta que estés a mi lado. Sería capaz de hacer cualquier cosa, con tal de que estés a mi lado siempre Yoonie.
Sí créeme un loco, pero es lo que siento, para que veas que en serio me tienes muy enamorado.
Yoonie, iré a recogerte a tú trabajo, quiero que vayamos a mi departamento, ¡No es algo morboso! Claro sí es lo que piensas, sólo quiero estar contigo un rato, y aunque digas que no, de todas manera te llevaré conmigo.
Te veo en unas horas Yoonie. Te amo.
P. Jimin.
Una sonrisa se formo en los labios del pálido y suspiró.
- ¿Hasta cuando entenderás Park? -soltó un bufido parecido a una risa.
Abrió el pequeño paquete vino y se dio cuenta que era una caja de chocolates, sin dudarlo más comenzó a comerlos.
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Yoongi salio del edificio, y su vista cayó en Park Jimin que se encontraba recargado en la puerta del copiloto, llevaba sus lentes oscuros, que se los quito en cuanto vio a Yoongi, paso una mano por sus cabellos (que también ya habían perdido un poco del anaranjado brillante que tenía) llegó con Yoongi, el pálido sólo se quedó parado esperándolo.
- ¿Nos vamos Yoonie? -le guiño un ojo.
- Vayámonos Park -dijo Yoongi.
Ambos se dirigieron al vehículo de Park Jimin. Entraron y se pusieron los cinturones de seguridad.
- Antes de que conduzcas -dijo Yoongi-. Juró que si intentas algo, te golpearé de nuevo en los testículos.
- Entonces volveré a demandarte -dijo Jimin divertido.
- Habló enserio Park.
- Yo también Min -dijo Jimin desafiándolo.
Yoongi bufó mientras Jimin encendía el automóvil, y así comenzaron su viaje directo al departamento de Park Jimin.
- ¿Puedo saber por qué me invitaste a tú departamento?
- Es una sorpresa.
- Sólo dime el porque y déjate de tonterías -Yoongi no miraba a Jimin, pero el pelinaranja si lo miro.
- Voy a casarme y quiero que conozcas a mi futura esposa.
Yoongi con una mirada de sorpresa giro su cabeza para ver directamente a Jimin, pero al ver como Jimin se resistía el reírse, le dio un leve codazo en sus costillas, provocando que Jimin soltará una carcajada.
- Era broma -Jimin dejó de reír-. Debiste ver tú expresión, fue lo mejor del mundo. Te hubiera tomado una foto.
- Púdrete Park -y eso hizo que Jimin volviera a reírse.
Sin más palabras Park Jimin siguió conduciendo directo a su departamento. Llegaron rápido, pues no había mucho transito en esos momentos y eso era una gran fortuna para ambos.
Jimin y Yoongi bajaron del vehículo negro y se dirigieron hacia la recepción para poder tomar el elevador que los llevaría al apartamento de Park Jimin.
Salieron del elevador en cuanto este se detuvo y abrió las puertas, caminaron por el pasillo, Jimin saco las llaves de sus bolsillos y abrió dejando entrar a Yoongi primero, Jimin cerró la puerta, estaba todo oscuro.
- Jimin, ya enciende la luz -dijo Yoongi-. Está muy oscuro.
- ¿Quieres qué te abrace para que no te asustes?
- No empieces con tus tonterías, sólo enciende la maldita luz.
Jimin rodó los ojos, Yoongi no lo podía ver. El pelinaranja se acerco a los interruptores y encendió las luces. Y de nueva cuenta otra sorpresa para Yoongi.
Pues había un gran letrero que decía "Por segunda vez: Yoonie... ¿Quieres ser mi novio?" Jimin sonrío al ver la reacción de Yoongi y se coloco frente a él.
- ¿Qué dices cariño? ¿Aceptas?
Yoongi miro el letrero, luego a Park Jimin, y así se la paso hasta que de nueva cuenta negó con la cabeza.
- No -su voz se escucho firme.
El pelinaranja sonrío con algo de tristeza, pero abrazó a Yoongi, y esté no hizo nada para quitarlo.
- No importa -dijo Jimin-. No me rendiré, algún día me darás el sí.
- ¿Y sí eso no llega a pasar Park? ¿Qué harás?
- Es imposible -dijo Jimin.
- ¿Por qué? -Yoongi ladeó su cabeza con curiosidad?
- Porque me estás aceptando poco a poco, pasos pequeños -dijo Jimin-. No importa si tardo en que me digas que sí, porque desde que no me goleaste por besarte, supe que ya me habías dado el sí, Yoonie...
Y de nueva cuenta dejó a un Min Yoongi algo ruborizado y sin palabras.
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