Epílogo
Narrador omnisciente
¿Qué podría salir mal?
Una pareja, una habitación de hotel y botella rota de whisky.
Él no confió en sus instintos y se había dejado llevar por una desconocida que buscaba ser una cazafortunas, pero en el camino también dañaron a un alma noble.
—¿Habitación 403?—preguntó la muchacha sin saber que ahí su vida se derrumbaría.
—Tercer piso—ella asintió y subió emocionada porque vería a su novio luego de tanto tiempo.
La muchacha tocó la puerta y el novio preguntó soñoliento—¿Ana?
Ella lo saludó llena de amor, sin embargo, esa sería la última vez lo haría hasta dentro de seis largos meses donde ellos volverían a encontrarse.
La vida fue como un infierno para ambos, pero lo que no tenía en cuenta esa mujer es que, él en su dolor encontraría la verdad.
Carlos regresó a la habitación para echar a la cazafortunas, sin embargo, ella ya no estaba ahí.
Él tenía ese presentimiento de que ella lo había drogado así que, fue por las grabaciones de seguridad—Señor observe como en la cámara número 3 aparece la mujer que nos describió—dijo el guardia.
—¿Cómo logró infiltrarse?
—Ella fue muy ágil robando las llaves del personal de servicio para colarse por la mañana cuando usted salió a correr.
—¿Hay cámaras en las habitaciones?
—Sí, pero solamente las pueden ver la policía con una orden de investigación—él asintió y fue tras esas pruebas consiguiendo abrir un caso.
El examen toxicológico arrojó en los resultados ''ketamina'' droga que produce delirios, alucinaciones, pérdida del tiempo y de la realidad.
En las grabaciones lograron ver como ella esparcía polvo blanco en la cama, en el agua y en la ropa de Carlos para cuando él cayera en demencia ella poder entrar sin ningún problema desnuda a su cama.
Él luego de completar esas evidencias no desmayó buscándola por todas partes hasta que obtuvo justicia encarcelándola y se prometió nunca más volverla a ver.
Sin embargo, la promesa no duró mucho gracias a esa frase—Quiero verla.
Ahora Carlos y Ana se encontraban en el penal para enfrentarla—¿Quién eres?—preguntó la reclusa.
—La mujer a quien le arruinaste la vida.
—¿Cuál de todas?
Ana sonrío con ironía—Entonces, ¿Te dedicas a eso?
—Espera ya sé quien eres....Ana, ¿Verdad?
—¿Cómo sabes mi nombre?
—Eres la ex mosca muerta de Carlos.
—¿Te enorgullece lo que haces?
—Bueno...conseguí que se separen.
—Y...¿Al menos lograste que sintiera algo por ti?
—¡ERES UNA PERRA! ¡TE VOY A MATAR!—gritaba mientras intentaba abalanzarse sobre ella.
Ana se acercó al oído de la prisionera para decirle—Si soy una perra, pero una que no ruega amor—luego se retiró.
Media hora después Carlos decidió entrar—¿Vienes para otro round? —preguntó con demencia la cazafortunas.
—Estás loca—él se dio la vuelta para irse, pero ella habló—¿No te gustó lo de esa noche?
—Nunca había despreciado tanto a una mujer como a ti.
—Pues...yo sí lo disfruté.
—¿Sabías que, el amor no se mendiga?
—Me amas.
—No digas demencias, yo ni te conozco.
—Me conoces más de lo que tú crees.
—De hecho...si te recuerdo, eres la mujer más desgraciada que he visto.
—Auch eso dolió.
—Te va a más doler saber que yo moriría por Ana.
—¿Por esa zorra?
—Primero analizate antes de hablar sobre ella—salió del lugar y dejó atrás los gritos de esa mujer.
Él no se imaginó que aquella chica a quien había defendido allá adentro estaría esperándolo afuera—¿Te quedaste?—preguntó con emoción.
—Te creo
—¿De verdad?—ella asintió y él no dudo ni un segundo en besarla demostrándole cuanto la había añorado.
En los días siguientes todo iba cayendo en su lugar, ellos lograron recuperar el tiempo que estuvieron separados, Ana regresó con su familia y volvieron las carreras.
—Se apagan las luces del semáforo para la última largada de la temporada 2024—dijo el presentador.
Aquella era la carrera final en Abu Dhabi para Carlos en Ferrari con ellos había aprendido, ganado, sufrido, llorado, pero era hora de avanzar.
—¿Cómo te sientes?—preguntó Ana en la radio.
—Mejor que nunca, rookie.
—Eres insufrible—con gracia en sus palabras.
—Insufriblemente guapo.
—Buena suerte, chili.
—No la necesito porque ya te tengo a ti—luego de eso los motores comenzaron a sonar.
La vuelta más rápida de Carlos fue de un minuto con once segundos dejando así un antecedente al equipo de la "macchina rossa" (máquina roja) y demostrándole a su nuevo equipo "Williams" lo que puede lograr.
La carrera acabó y él sabía sin saber que le deparaba el destino, pero mientras estará ella no le importaba nada.
—¿Vas a la fiesta de fin de temporada?—le preguntó Lando.
—Si mi novia me deja.
—Ana mis felicitaciones—Lando se refirió a ella.
—¿Por qué?
—Porque lo tienes bien domina...—él no logró acabar la frase por el golpe que le dio Carlos.
—Bro no te enojes.
—Por eso no tienes novia—Lando lo miró mal.
—¿Vas o no?
—Si vamos...
Más tarde Carlos llegó con Ana a la dichosa fiesta con el dress code (código de vestimenta) de la monarquía francesa.
—De verdad que Lando es el rey de las fiestas—dijo Ana gracias a la algarabía.
—Está loco, pero ya no se puede hacer nada—él levantó sus hombros y entraron con una sonrisa en sus labios.
—¡Chicos!—gritó Lando desde la consola del Dj.
Fueron con él y Carlos no dudo en decirle—Te voy a conseguir novia para que nos dejes en paz.
—Buena suerte con eso.
—Ya lo verás caerás rendido a sus pies—Lando soltó carcajadas.
Ya en el carro Carlos se encontraba nervioso por lo que le iba a decir a su novia—Ana quiero proponerte algo.
—Carlos estoy muy pequeña para casarme.
—No es eso.
—¿Entonces?
—Quiero que te vengas a vivir conmigo porque te necesito a mi lado, quiero levantarme cada mañana con esa sonrisa hermosa que ilumina todo mi día y ver cerrar tus ojitos por las noches.
Ella no dudo ni un segundo en besarlo—¿Eso es un sí?
—Chili es más que obvio.
—Te amo.
—Yo también rookie.
Fin
Nota
¡Gracias por el apoyo!
Las quiero chili's fans y las espero ver en ''Speed on your eyes '' (libro protagonizado por Lando Norris con algunas apareciones de Carlos & Ana).
¡Nos leemos pronto!
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