【09】

El suave aroma a cerezas lo tenía rodeado por completo haciéndolo sentir una calidez y una paz inexplicables, muy contrario a como se sentía físicamente pues el dolor y desgaste físico que tenía su cuerpo completamente adolorido era desagradable, pero estar rodeado de ese dulce aroma lograba hacerlo sentir mejor. Sumándole las suaves caricias que alguien dejaba en su cabeza conseguían que algo dentro de él se sintiera reconfortado, alentandolo poco a poco a despertar lograba dejar la bruma del sueño y concentrarse en su alrededor, abriendo con suavidad sus ojos y enfocando la cabellera rubia de la persona a su lado.

Sin poder contenerse enterró su rostro en los claros cabellos, escuchando a su acompañante reír mientras más de ese dulce aroma flotaba a su alrededor, haciéndolo gimotear de gusto y que al fin se diera cuenta que continuaba en su forma lobuna mientras que Jimin en su forma humana lo abrazaba y acariciaba con cariño.

Alzando su cabeza se separó del cabello del menor, dando una rápida mirada a su alrededor para notar que se encontraban solos en una habitación, con él sobre una improvisada cama en el suelo mientras el omega estaba recostado a su lado abrazando una almohada, siendo cubierto únicamente por una amplia camisa de algodón y unos pantaloncillos cortos, dejando a la vista sus piernas desnudas que por un breve momento llamaron mucho su atención.

Dando un gran bostezo se volvió a recostar sobre las mullidas mantas, girando sobre su espalda y quedando como un pequeño cachorro panza arriba y con sus patas flectadas, dándole una imagen demasiado tierna a Jimin quien sin poder contenerse soltó la almohada y se abrazo al gran cuerpo del lobo gris, bajando una de sus manos hasta el vientre de este y comenzando a acariciarlo. Grande fue su sorpresa cuando el inmenso animal comenzó a mover una de sus patas traseras debido a las caricias, causando que soltara una fuerte carcajada que por un momento asustó al lobo, provocando que este notara los movimientos que estaba haciendo.

Con un bajo gruñido se movió hasta liberarse del agarre del menor, golpeando a este repetidas veces con su cola intensificando las risas pues ver a un gran lobo de grandes colmillos sentado como un cachorro regañado, era algo en verdad divertido. De repente la puerta de la habitación fue abierta con lentitud, dejando ver una cabellera negra que Yoongi muy bien conocía, soltando un extraño resoplido que hizo sonreír a su hermano quien rápidamente ingresó al cuarto.

El repentino abrazo que recibió de Jungkook lo sorprendió, aun así fue bien recibido y lo demostró al apoyar su gran cabeza en el hombro del menor y comenzar a restregar su hocico en el cuello de este, escuchándolo reír por la humedad de su nariz. Con un movimiento de sus patas se enganchó a la chaqueta que el pelinegro llevaba y lo hizo sentar frente a él, quedando en una posición mucho más cómoda para seguir abrazados.

-Me sorprende lo cariñoso que puedes ser transformado en perro. -El bajo gruñido que el lobo emitió lo hizo reír.- Lobo, perro, es lo mismo, estas en cuatro patas y moviendo la cola.

-¿Le entendiste? -Jungkook solo asintió a la pregunta del omega, sorprendiendolo.- ¿Cómo es posible? Eres un vampiro, tendrias que tener genes lobunos para entenderle.

-O un lazo lo suficientemente fuerte e inquebrantable para entenderlo. -Yoongi asintió separándose de su hermano, caminando hasta Jimin y sentándose a su lado.- No entiendo tal cual lo que dice en sus gruñidos o gimoteos, pero al escucharlo puedo… Interpretar con mucha facilidad lo que intenta decir.

-Son bastante unidos, entonces. -Ambos Min asintieron.- Con razón Jungkook no quiso volver a la mansión Min… -Yoongi alzó las orejas en señal de atención, mientras que su hermano comenzaba a negar con su cabeza.- ¿Qué?

Los quejidos y leves aullidos que de un momento a otro el gran lobo gris comenzó a emitir asustaron a los jóvenes en la habitación, siendo Jimin quien entendió rápidamente lo que sucedía, alejándose lo más rápido que pudo del peligris le dio espacio y sostuvo a un muy nervioso Jungkook, que al notar como el cuerpo de su hermano comenzaba a perder pelo y volverse cada vez más pequeño, pudo entender qué ocurría.

Frente a ellos el cuerpo desnudo de Yoongi se hacía presente, dejando a la vista su cabello gris completamente desordenado, sus ojos adormilados y varias cicatrices de tonalidad rosa surcando la piel pálida de sus brazos, piernas y parte de su rostro, más específicamente su ojo derecho. La exclamación de sorpresa por parte de los menores al notar como el ojo herido del mestizo tenía una tonalidad rojiza, llamó la atención de este quien rápidamente tomó una manta de la cama improvisada y se cubrió.

-¿Qué? ¿Tan mal me veo? -Bajando la mirada hacia su cuerpo noto las cicatrices, haciendo una mueca ante el desagrado de ver su piel marcada.- Ahora parezco un verdadero lobo.

-¿Cómo es eso? -Acercándose nuevamente al mayor Jimin se sentó a su lado, tomando otra manta y cubriendo la espalda del alfa.

-Ustedes los lobos siempre tienen cicatrices… -Para darle énfasis a sus palabras subió la amplia camisa que el omega llevaba dejando a la vista su tonificado abdomen, donde una cicatriz surcaba la piel desde el pectoral izquierdo hasta el hueso de la pelvis.- ¿Ves? Hasta tú siendo un omega tienes cicatrices.

Con el rostro sonrojado el rubio lobo bajo la prenda de ropa para cubrir nuevamente su cuerpo, haciendo un pequeño mohín al escuchar la risa de ambos vampiros quienes lo observaban enternecidos por su actuar tan tímido, aun cuando en mitad de la batalla con los upires varias veces lo habían visto desnudo al volver a su forma humana.

-Volviendo a lo que antes hablábamos ¿Cómo es eso que no has vuelto a la mansión, mocoso? -Frunciendo el ceño ante la forma de ser llamado, Jungkook se encogió de hombros.

-Llevabas varios días inconsciente, sin comer ni beber sangre, temía que al despertar te dominaran tus instintos vampíricos y pudieses atacar a alguien. -Al escuchar a su hermano repentinamente una extraña sed que muy bien conocía seco su garganta.- Quieres sangre ¿No?

-Si pero no es… -Observando al pelinegro intento encontrar las palabras.- No tengo tanta sed como creí, la verdad tengo hambre y muchas ganas de ir al baño.

Avergonzandose por las risas de los menores se levantó para seguir a Jimin fuera de la habitación, sorprendiendose al sentir el aroma de varios lobos en la casa, pudiendo diferenciar las feromonas alfa y omega que estos liberaban, algo que antes de conocer al lobo que lo guiaba hasta el baño no había podido hacer. Al parecer sus instintos lobunos habían despertado en su totalidad y la facilidad con la que podía diferenciar aromas y controlar su sed de sangre era completamente nuevo para él, después de todo su apetito en ese momento se resumía en unas inmensas ganas de comer carne más que beber sangre.

Una vez en el baño le entregó a Jimin la manta que cubría su espalda, quedando únicamente con una cubriendo su cintura la cual cayó al suelo en el momento que pudo ver su reflejo en el espejo de cuerpo completo que había en el pequeño cuarto, quedando boquiabierto al ver las incontables marcas que ahora adornaban su piel, siendo la más destacable la de su rostro, sintiendo como una extraña rabia subía por su pecho y terminaba en su garganta, soltando un bajo y ronco gruñido que intimido al omega a su lado.

-Mi rostro… -Alzando una de sus manos tocó la cicatriz que iba desde el nacimiento de su cabello hasta su pómulo derecho, quedando absorto en el color rojizo que su iris había adoptado.- Es horrible…

-Es preciosa. -Sintiendo las pequeñas manos de Jimin rodear su cintura vio por el reflejo del espejo como una toalla cubría su desnudez, agradeciendo con una pequeña sonrisa ese íntimo gesto por parte del menor.- Cada marca en tu cuerpo muestra como luchaste por tu familia, por ti y por mi, así que no digas que son horribles porque son parte de ti, y para mi tu eres precioso.

La baja risa que abandonó los delgados labios del peligris causaron un suave pero notorio sonrojo en las mejillas del omega, dandole a Yoongi una imagen demasiado tierna y hermosa como para aguantar el impulso de sostener el rostro del menor entre sus manos y dejar un pequeño e inocente beso en su frente, siendo ahora él quien se sonrojo ante las risas del otro.

-¿Por qué no me traes algo de ropa, Jiminnie? -Separándose del menor lo observó sin borrar la sonrisa de sus labios.- Me daré un baño y luego iremos con tus padres para conversar sobre nuestra… Relación. -Notando como el lobo ladeaba la cabeza en confusión rodó los ojos avrgonzado.- Me críe en un siglo diferente al tuyo, si debo pedir tu mano ante tus padres, lo haré.

Fue turno del omega para avergonzarse, asintiendo a las palabras del mayor se dió la vuelta abandonando el baño no sin antes cerrar la puerta de este, dejando al mestizo solo para que hiciera sus necesidades y pudiera darse un baño, acatando la petición de ir por algo de ropa para que estuviera presentable al momento de hablar con sus padres. Aunque él ya lo había hecho quería saber qué podría decir Yoongi para ganar la aprobación de sus padres aun cuando estos habían expresado estar de acuerdo en su unión, ignorando que prácticamente eran de diferentes especies.

Varios minutos después el peligris apareció en el living de la casa de la familia vistiendo un pantalón de tela negro ajustado a sus piernas acompañado de unos zapatos de vestir bien lustrados, una camisa blanca de mangas largas sobre la cual llevaba una chaquetilla roja con detalles negros que hacían destacar el carmesí de su ojo lastimado, como tambien el de sus labios que luego de haber bebido la sangre que le proporciono su hermano de un pequeño animalillo, se habían tornado de este color.

-Buenas tardes, líderes Kim. -Con una mano en su espalda baja y la otra apoyada en su abdomen hizo una respetuosa reverencia de noventa grados que fue bien vista por los padres del nervioso lobo a su lado.- Agradezco su hospitalidad en estos días que he estado inconsciente y lamento si mi presencia pudo haber causado algún inconveniente en la manada.

Al levantarse pudo notar las furtivas miradas que tanto Namjoon como Seokjin le dirigieron al joven a su lado, soltando un largo suspiro al entender que efectivamente su presencia en la casa de los líderes había ocasionado problemas entre los lobos. Entendía que a pesar de haber luchado codo a codo y que había sido él quien dió muerte a Jiyong, la manada de Jimin no estaría tranquila con su prolongada estadía en el territorio lobuno, mucho menos si Jungkook también se había quedado para cuidarlos, y estaba seguro que ninguno de los miembros de su clan había vuelto a casa y todos rondaban los alrededores para cuidarlo y saber de su progreso.

-Luego de hablar con ustedes me marcharé y mi clan también, para que sus lobos estén tranquilos. -Girando hacia su hermano que permanecía de brazos cruzados a su espalda, le habló.- Reúne a todos y vuelvan a casa, iré en una hora.

-Yoongi, aguarda y toma asiento. -La autoritaria voz de Namjoon lo hizo alzar una ceja, sintiendo como su linaje alfa se disgustaba al recibir una orden.- Por favor.

Asintiendo a las palabras del lobo se sentó en el sofa individual frente a la pareja, sonriendo imperceptiblemente al ver como Jimin rápidamente tomaba lugar a su lado izquierdo y Jungkook a su lado derecho, siendo gracioso como un lobo y un vampiro intentaban cuidar de un mestizo, alguien mucho más fuerte que ellos.

-Mi manada te agradece de corazón por la ayuda que tú y tú clan dieron en la batalla contra esos desalmados monstruos. -Observando a su omega asintió, recibiendo una pequeña sonrisa.- Y tanto Seokjin como yo, líder de la manada Sea, te damos las gracias por salvar y cuidar de nuestro hijo menor.

-Prometí velar por el bienestar de tu hijo, era mi deber como parte del acuerdo que hicimos. -Girando hacía Jimin tomó una de las manos de este dejando una pequeña caricia en la cálida piel, sonriendo al sentir como el aroma a cerezas del menor se incrementaba.- Aunque debo admitir que cuidar de Jimin se volvió un deseo, una necesidad y dejó de sentirse como una obligación.

-Y no sabe lo aliviados que estamos de escuchar eso, conde Min. -La suave voz de Seokjin llenó la estancia, haciendo sonreír a su pareja y a su hijo.- Lo único que espero del alfa… De la persona que corteje a mi hijo, es que lo cuide igual o incluso más de lo que yo como su padre lo cuidaría.

-Tenga por seguro, Luna Kim, que cuidar y adorar a su hijo es lo que planeo hacer por el resto de nuestras vidas. -Soltando la mano de Jimin se colocó de pie siendo imitado por los padres del menor.- Por esa razón me presento ante ustedes para pedir su permiso de cortejar a Jimin y enlazarnos si es lo que él desea.

Haciendo una nueva reverencia ante los lobos el mestizo se permitió respirar, sintiendo como el nerviosismo hacía temblar sus manos y es que por muchos años que hubiese vivido, nada lo preparó para enfrentar a sus futuros suegros y mucho menos para pedir la mano de alguien. Y es que nunca se había interesado en alguien de manera romántica como para querer cortejarlo o para formalizar una relación, pero ahora sentía que eso era lo correcto con el bello joven que lo observaba con una brillante sonrisa adornando sus labios.

Las suaves palmadas que sintió en su espalda lo hicieron levantar de su posición, sonriendo nervioso al notar el rostro serio de Namjoon y la suave sonrisa que Seokjin le entregaba, aunque fue este último quien lo hizo adoptar un semblante serio al sentir la acidez que el aroma del omega mayor había adoptado.

-Hay algo que no me están diciendo. -Musitó alzando una ceja y cruzándose de brazos.

-En los días que llevas inconsciente recibimos un visitante inesperado… -Fue Seokjin quien habló, siendo consciente de la atmósfera peligrosa que se había instaurado entre el mestizo y su alfa, queriendo disipar esta con su aroma a vainilla y fresas.- Este visitante es de la manada Fire y como sabrás…

-El prometido de Jimin es de esa manada, por lo que deduzco que ese visitante es justamente el alfa que debería emparejarse con mi omega. -La forma tan territorial con la que Yoongi nombre al rubio como su omega logró intimidar incluso a su hermano, quien se había mantenido en silencio por respeto a los lobos.

Pero al notar como el aroma del mestizo se tornaba nauseabundo al punto de poder sentirlo sin esfuerzo, supo que debía intervenir por el bien de Yoongi y de Jimin, pues con solo una mirada al omega se dio cuenta que el aroma no solo era nauseabundo para él, sino también para el pequeño lobo.

Avanzando hasta el mestizo colocó sus manos en los hombros de este comenzando a masajearlos aun cuando el gruñido que el peligris dejó escapar pudo haberlo intimidado, pero él bien sabía que su hermano jamás lo atacaría o reaccionaría de manera agresiva hacía él, no cuando su contraparte lobuna era un alfa demasiado sobreprotector.

-Lideres Kim ¿Qué recomiendan hacer en esta situación? -Su pregunta salió suave, queriendo transmitir que su intención solo era ayudar y calmar al molesto mestizo que continuaba gruñendo igual que un perro rabioso.- Les pregunto porque han dado su aprobación a la relación de mi hermano y su hijo omega, y aun así permitieron la entrada del prometido, o ex prometido de Jimin a sus territorios, entonces vuelvo a preguntar ¿Qué recomiendan hacer?

-Como líder de esta manada me reuniré con el joven Taemin para informar de la anulación del compromiso porque si, estamos de acuerdo en la unión de ustedes dos porque lo único que queremos como padres es que seas feliz. -Jimin asintió sonriente a las palabras de su padre alfa.- El único problema es el hecho de que perderemos recursos al anular esta unión.

El repentino movimiento de Yoongi llamó la atención de todos quienes en silencio vieron como se daba la vuelta y volvía a tomar asiento en el sofá de antes, recargando uno de sus codos en un apoyabrazos y sujetando su mentón sobre la palma de su mano, dándole una apariencia despreocupada que estaba lejos de la realidad. Y es que el nerviosismo de antes había vuelto pero por otros motivos, pues nunca se le pasó por la cabeza que su relación con Jimin perjudicaría a la manada en tal magnitud.

-¿Qué tipo de recursos? -Cuestiono sin apartar sus felinos ojos del alfa frente a él.

-Nuestra manada es popular por la pesca, mientras que la manada Fire es conocida por su armamento y su recolección de piedras preciosas. -Tomando asiento junto a su pareja soltó un suspiro.- Hoseok se emparejó con la hija del líder de la manada Solis y gracias a esto no debemos preocuparnos de la carne y las pieles pues esa manada se especializa en la caza.

-Entonces la unión de ese alfa ¿Taemin? -Namjoon asintio.- La unión de Taemin y Jimin era para recibir armamento y joyas.

-No solo es joyería, conde Min. -Acercándose al borde del sofá Seokjin llamó la atención del mestizo.- Estas piedras preciosas o joyas, nos sirven para comerciar con los humanos, con las nayades y las napeas, así podemos conseguir variedad de ropa, libros y cualquier cosa que en nuestro territorio no se pueda obtener.

Asintiendo a las palabras del omega Yoongi giró hacia su hermano, quien ya lo estaba observando con una pequeña sonrisa de marcados colmillos adornando sus labios la cual le regresó soltando una suave risa que llamó la atención de los lobos. Sentándose erguido en el mullido sofá se cruzó de piernas sin dejar de sonreír, entrelazando los dedos de sus manos sobre su abdomen dándole una apariencia relajada que momentos atrás no hubiese podido mostrar. Ahora todo tenía mucho más sentido para él, después de todo como le había dicho antes a Jimin, venía de un siglo completamente diferente y con crianzas igualmente diferentes. Lo más cerca que había estado de los lobos había sido con su madre y con Namjoon aunque esto había ocurrido años antes del nacimiento del rubio omega, cuando el alfa apenas tomaba el liderazgo de la manada.

Su primer encuentro había sido a petición del lobo con el único propósito de obtener beneficios de los vampiros como la protección y vigilancia del bosque, poder cruzar su territorio sin miedo a ser considerados invasores y tener contacto con los otros clanes de vampiros dispersos por la península coreana. Mientras que el segundo encuentro había sido el día que conoció al escurridizo lobo blanco del cual ahora estaba enamorado y por quién haría algo que jamás imaginó.

-Pueden anular el compromiso, líderes. -Fue Jungkook quien habló, tomando su lugar como segunda cabecilla el clan Min.- Todo lo que esa manada podría haberles otorgado con la unión de su hijo y el joven Taemin, se lo daremos nosotros.

-¿A qué te refieres? -Notablemente desconcertado Namjoon preguntó.

En lugar de explicarlo Yoongi extendió una mano hacia su hermano quien en un rápido movimiento se quito el peine de cristal que sujetaba su cabello negro, dejando que este cayera libre por sus hombros dándole una apariencia mucho más juvenil como también varonil, dejando sorprendido a Jimin pues en los meses que habían convivido jamás lo había visto con el cabello sin recoger. El peine que antes sujetaba las hebras oscuras terminó en manos del mestizo quien con suavidad lo extendió hacia Namjoon, sonriendo satisfecho al ver los ojos sorprendidos de este analizar la delicada pieza.

-Son rubíes, puedes dárselo a alguno de tus lobos y que lo lleve al mundo humano, el dinero que saquen de esa pieza lo pueden conservar. -Volviendo a su posición despreocupada se encogió de hombros.- ¿Necesitan joyas? Tengo un montón ¿Armamento? Lo puedo conseguir, y si comerciar con las napeas y las nayades es tan necesario, tengo una bruja en mi clan que es muy amiga de ellas.

-Si es una unión por conveniencia lo que quieren, el clan Min está dispuesto a participar, siempre y cuando salgamos beneficiados. -Alzando una ceja el alfa observó al menor de los Min.- Todo en esta vida tiene un precio, líder Kim.

-Pensé que se emparejaban por amor… -Dejando la delicada pieza de cristal en manos de su omega, se cruzó de brazos sin quitar la mirada de los felinos ojos de Yoongi quien nuevamente se encogía de hombros, comenzando a fastidiarlo.

-No dudes de mi cariño hacía tu hijo, Nam… -Girando hacía el omega noto como este parecía observarlo con duda, algo que no le agrado a su instinto alfa. La sensación de hacer sentir desprotegida a su pareja.- Te quiero Jimin, eso no lo dudes, pero tal cual tu padre busca beneficiar a su manada, yo debo velar por el bienestar de mi familia.

-¿Qué quieres a cambio, entonces? -Fue Jimin quien pregunto, caminando hacia su padre y posicionándose a su lado, para poder observar a ambos Min de frente.

Inclinando la cabeza hacía su hermano permitió que este se apoyara en su hombro para poder escucharlo, asintiendo a los bajos murmullos que el menor emitía con la atención de los tres lobos puesta en ellos, expectantes a lo que los vampiros pudieran pedir pues no lograban imaginar que necesitarían con tanta urgencia como para usar el emparejamiento de Jimin y el conde para obtener algo.

Tanto Namjoon como Seokjin sabían que no estaban siendo manipulados, podían notar en las fugaces miradas que su hijo de daba al mestizo lo enamorado que estaba, y agradecen que esas inocentes miradas fueran correspondidas de la misma forma, con pequeños vistazos por parte de Yoongi a su joven hijo.

-Como sabrán… -Comenzó el peligris colocándose de pie y caminando hasta posicionarse detrás del sofá en el que momentos antes estaba sentado.- Mi casa, mi hogar, fue parcialmente destruido por el ataque de los upires y necesito ayuda para reconstruirlo.

-Mis lobos no tendrán problema en ayudar, a cambio espero recibir un pago por cada miembro de la manada que ayude.

-Hecho. -Acepto el mestizo mientras asntía.- Recibirás diez monedas de plata junto a un artilugio de esos con piedras incrustadas por cada lobo. -Musito indicando con su mano el peine que Seokjin aún observaba.

-Hecho. -Fue Namjoon quien asintió esta vez.- ¿Qué otra cosa necesitan?

-Sangre. -Sonriendo ante las miradas confundidas y asustadas, Jungkook hablo.- Queremos una dotación de sangre de cada animal que cacen o reciban de la manada Solis, junto a unas cuantas pieles.

-¿Por qué necesitan pieles?

-Por ti. -Respondió el peligris a la pregunta de Jimin, apartando los ojos un tanto avergonzado por la intensa mirada del menor.- Comenzará el invierno y la mansión es fría, lo ideal es que tengas las suficientes pieles y mantas para que puedas estar abrigado y no enfermar. -Al ver la expresión perpleja en el rostro del omega mayor, se permitió sonreír con amabilidad.- Luna Kim… -Lo llamó con respeto, teniendo en segundos los bonitos ojos del hombre sobre él.- Jimin puede vivir aquí si así lo desea.

-Agradezco su amabilidad conde, pero corresponde que su omega viva con usted.

-Jimin será mi omega, no mi propiedad, si él quiere permanecer en su manada así será, jamás lo obligaría a alejarse de su familia porque yo no podría alejarme de la mía. -Dándole un vistazo a su hermano lo vio asentir solemnemente, causándole gracia.- Mientras sus lobos no tengan problema, puedo venir a visitarlo hasta que él decida vivir conmigo.

La bonita sonrisa de mejillas abultadas y pequeños ojos arrancó un vergonzoso suspiro por parte del mestizo que intentó ocultar sin mucho éxito, avergonzandose al escuchar la risa de los lobos y la de su hermano quien no se salvó del golpe que recibió en el abdomen por parte del peligris, acción que intensificó las risas de todos. Aunque todas las risas y el buen ambiente luego de una conversación tan tensa se vió interrumpido en el momento que la puerta de la casa Kim fue golpeada y un potente gruñido abandonó la garganta de Yoongi, todo por el potente aroma a pino y hierbabuena que llegó hasta su nariz.

-Aun nos falta resolver un… Desagradable problema. -Musito el mestizo cruzándose de brazos y recargando su cadera en el sofá, rodando los ojos al escuchar a su hermano reir.- Callate bestia, que estarías igual si Taehyung tuviese un pretendiente.

-¡Sabía que te gustaba! -Jimin salto en su lugar mientras apuntaba al pelinegro, riendo más que divertido al verlo avergonzado.

-¡Callate omega! -Grito de vuelta el vampiro mientras le daba manotazos en el hombro al peligris.- Era secreto.

-Un secreto a voces, niño. -Bromeo Namjoon siendo fulminado con la mirada por el vampiro más joven, consiguiendo hacer reír de esa manera tan particular a su pareja.- Nosotros nos haremos cargo del joven Taemin, así que ustedes… -Indicando a los hermanos los vio asentir.- Vayan a casa, revisen que más puedan necesitar y me avisan, desde este momento la manada Sea y el clan Min se han unido, eso significa que sus problemas son nuestros problemas y los lobos nunca abandonan a los suyos.

-Igualmente Namjoon, lo que necesiten no duden en avisarnos, mis vampiros estarán rondando constantemente los límites de tu territorio en casa de necesitar algo.

Con una última reverencia por parte de Yoongi dieron por finalizada la improvisada reunión, caminando hasta la entrada del hogar lobuno en compañía de Jimin quien debía recibir al inesperado visitante detrás de la puerta para dar inicio a otra tediosa reunión que estaba seguro le provocaría una úlcera por el nivel de estrés que estaba sintiendo. Y no se equivocó pues en el momento que abrió la puerta y el castaño alfa detrás de esta le sonrió tan encantadoramente como siempre, supo que nada bueno saldría de ese encuentro si Yoongi no se iba cuanto antes, pues la forma posesiva con la que su cintura fue sujetada se lo confirmó.

La mezcla de los aromas a chocolate, pino y menta comenzaba a marearlo de una manera insoportable, provocando que fuese su turno de gruñir, haciendo callar rápidamente al mestizo y que el joven alfa frente a ellos diera un paso atrás. No era algo común que un omega gruñera, y cuando lo hacían era mejor retroceder en especial al ser un omega macho pues era bien sabido que no eran delicadas florecillas.

-Taemin, que agradable visita, por favor ve a la sala, mis padres te esperan para tener una pequeña platica. -El castaño lobo asintió inclinando la cabeza a modo de respeto, pasando a un lado de Jimin y evitando mirar al peligris.

Aunque toda su atención se la llevo el alto pelinegro que se acercaba a ellos a paso rápido mientras colgaba un pequeño bolso en uno de sus hombros, notando como por una fracción de segundo los oscuros ojos tomaban una tonalidad amarillenta que lo desconcertó, en especial al sentir como su lobo se sentía inexplicablemente amenazado por alguien que acababa de conocer.

Girando sobre sí mismo echo un vistazo a la pareja fuera de casa que ahora eran acompañados por el extraño joven, frunciendo su ceño con molestía al ver como el pálido lobo que le había gruñido besaba la mejilla de su prometido mientras que el pelinegro desordenaba su cabello. Antes de que pudiera decir algo ambos jóvenes le dieron la espalda y en un parpadeo desaparecieron, dejándolo con un muy mal sabor de boca que incrementó al ver la sonrisa en los labios de Jimin y como sus mejillas tomaban un color similar a las cerezas.

Necesitaba explicaciones y no se iría sin recibirlas.










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