【04】
Habían pasado cuatro días desde el ataque a Min Yoongi, cuatro días en los que nadie pudo salir de esa gran casa ni siquiera para cazar, lo cual tenía a los vampiros de este lugar prácticamente caminando por las paredes.
Y Jimin no había salido de su habitación por nada del mundo, abriendo la puerta de esta únicamente para que Jennie entrase con algo de comer, afortunadamente para él, la mestiza de ubyr podía alimentarse de comida normal sin la necesidad de beber sangre.
Comían juntos la mayoría de las veces, otras tantas era Yoongi quien lo acompañaba, aunque esto no duraba mucho ya que ambos lados del peligris, vampiro y lobo, tenían la necesidad de cazar.
-Mi lado chupasangre ve en ti una presa exquisita, y mi lado lobuno... También, pero de otra forma.
Le había dicho Yoongi un día, dejando completamente perplejo al joven lobo. ¿Qué quería decir con eso? ¿El lobo del mayor también se lo quería comer? Esperaba no fuera así pues no sabría qué hacer.
Suspirando se quitó las mantas de encima, pateándolas fuera de la cama una vez quedaron cerca de sus pies. Estaba muy aburrido y aunque le sorprendía, extrañaba hablar con los hermanos Min y con Taehyung, los tres habían sido amables con él y lo estaban cuidando, lo cual agradecía.
-Extraño mi manada... -Murmuró para sí mismo mientras se sentaba en la cama con la mirada fija en la ventana, donde se podía ver el cielo cubierto de nubes, avisando que pronto llovería.
De repente un fuerte golpe en el cristal lo asusto, provocando que un bajo chillido de ayuda abandonara su garganta sin poder evitarlo aun cuando se repitió internamente que no era nada mientras cubría su boca. Fue cuestión de segundos para que Yoongi abriera la puerta de su habitación con rostro preocupado, cepillo de dientes en mano y el cabello completamente revuelto.
- ¿G-gué pafo? -Intento hablar con la boca llena de espuma, provocando la risa del lobo.
-Lo siento, es que escuche un golpe en la ventana y me asuste. -Fue turno de Yoongi para reír al ver el involuntario puchero en los labios del menor.
Cruzándose de brazos vio salir al vampiro de su habitación, quien volvió a los pocos minutos sin espuma en la boca y con una camisa negra en sus manos mientras terminaba de abrocharse los pantalones igualmente negros que ese día ocuparía.
-Bien, veamos que asusto al lobito. -Encaminándose a la ventana mientras dejaba su camisa colgando en uno de sus hombros, ignoro completamente la fija mirada que tenía el omega sobre su torso desnudo.
Sin más observo hacia el jardín escudriñando meticulosamente todo lo que lograba ver, aunque se le dificultaba por la gran cantidad de árboles que rodeaban la casa.
Grande fue su sorpresa cuando una rama fue arrojada hacia el cristal, y no fue el único en sorprenderse pues las pequeñas manos que ahora rodeaban su abdomen se lo demostraban.
Sin esperar más abrió la ventana asomando su cabeza por ella, logrando ver una mata de pelo oscuro que Yoongi conocia muy bien.
-Namjoon ¿Qué mierda haces aquí? ¿Quieres que los otros clanes sepan donde está tu hijo? -Preguntó molesto mientras llevaba una de sus manos hasta las más pequeñas que aun apresaban su torso, dejando una suave caricia en ellas intentando tranquilizarlo.
-Solo vine a ver a Jimin ahora que el bosque esta más calma-... -Su voz poco a poco se fue apagando al darse cuenta de la situación frente a él.- ¡¿Por qué estas sin ropa?! ¡Jimin, suéltalo ya!
Aprovechando la oportunidad ágilmente el vampiro deshizo el agarre del omega, jalándolo de un brazo hasta ponerlo frente a él, siendo el mestizo quien abrazaba al otro desde atrás.
Y antes de que Jimin pudiera reclamar, un corto beso fue dejado en su cuello, justo donde su aroma era más intenso, dejándolo como una bolita de masa moldeable.
-Solo nos divertíamos. - Bromeó Yoongi, aunque era obvio que para el lobo alfa en el jardín no era así.- Si nos disculpas, estamos cansados, así que bye-bye.
-¡¡Min Yoongi!!
Sin esperárselo Jimin comenzó a reír, contagiando en cuestión de segundos al mayor quien sin soltarlo los condujo a la cama, recostándose aun abrazados en ella, quedando Jimin como la cuchara pequeña.
-Mi padre lo debe estar odiando... -Musitó risueño el rubio, escuchando la suave risa a sus espaldas.
-En un rato bajas a hablar con él, ahora que espere... -Afianzando más su agarre en torno a la estrecha cintura del omega se hizo espacio hasta el cuello de este, sintiéndolo estremecer.- ¿Tienes miedo?
-No... -La respuesta fue rápida, complaciendo al vampiro.- Sé que no me hará daño.
-¿Y si lo hiciera? -Preguntó soltándolo y dándole la vuelta a la vez que se apoyaba de costado, afirmando su peso en un solo brazo para poder observar al lobo desde arriba.- ¿Y si te hago daño?
-No lo hará. -Dijo con firmeza pero sin borrar la linda sonrisa que cerraba sus ojos.
Frunciendo su ceño Yoongi suspiro, llamando la atención del menor, y antes de que este preguntara, volvió a hablar.
-Necesito que me hagas un favor... -Asintiendo el rubio le pidió que continuará.- Necesito que... Necesito que me des tu sangre.
Confundido el vampiro mestizo escucho al omega bajo su cuerpo reír divertido, y es que él mismo sabía que lo que acaba de pedir era serio, y por sobre todo raro, entonces ¿Por qué el menor reía?
Obtuvo su respuesta al sentir como poco a poco el dulce aroma de Jimin comenzaba a volverse agrio producto del miedo y de los nervios. La dulce risa que entonaba el chico que ahora intentaba sentarse en la cama, era producto de los nervios que estaba sintiendo en ese momento.
Actuando antes que el lobo al notar como pretendía escapar, se levantó rápidamente de la cama y corrió a la puerta, cerrándola con llave para luego apoyarse en ella quedando de frente al lindo chico que en ese momento parecía querer huir de él. Y eso a su naturaleza vampírica le agrado.
-Deja que te explique, Jimin. -A paso lento se acercó al menor quien junto sus manos sobre su pecho dándole una apariencia verdaderamente adorable.- Jiminnie... -Lo llamo con cariño, intentando calmarlo.- No planeo devorarte o chupar tu sangre hasta que quedes seco.
-¿Entonces? -Preguntó de manera brusca intentando parecer valiente, algo que no conseguiría si seguía jugando con sus dedos y alejándose del mestizo a cada paso que este daba.
-En unos días un clan vendrá a esta casa para quedarse, no sé cuántos días, solo sé que quieren cuidar del bosque y las criaturas que habitamos en él... -Cuando por fin Jimin dejo de alejarse, en dos rápidas zancadas estuvo frente a él, rodeándolo con sus brazos para que no intentase escapar otra vez.- Ellos no saben que estas aquí, y en el momento que se enteren... Temo que te hagan algo.
Más calmado ante las palabras del peligris comenzó a bajar la guardia, notando como los fuertes brazos que rodeaban su cintura afianzaban el agarre.
-Si llegasen a poner un solo dedo sobre ti, me valdrá una mierda que todos estén en mi contra, soy capaz de comenzar una guerra con tal de protegerte... -Suavemente subió una de sus manos hasta el rostro del lobo, acariciando con la misma suavidad una de sus mejillas.- Necesito que me des tu sangre... Más bien necesito morderte, beber de tu sangre e impregnarte con la mía.
-Usted quiere... ¿Cubrir mi aroma a lobo? -Asintiendo soltó el menudo cuerpo del chico quien llevo instintivamente una mano hasta su cuello.- ¿Es necesario que me muerda? Digo, planeo tener un alfa y ser marcado por él, y si se ve un par de colmillos en mi cuello, nadie me querrá.
-No tengas alfa y ya. -Celoso, así había sonado el tan famoso conde Min, provocando que Jimin comenzara a reír con fuerza mientras poco a poco caía al suelo debido a la risa.- ¡Yah! ¡Mocoso!
-A caso... -Conteniendo la risa alzo su rostro, sonriendo divertido al ver al conde aun sin camisa, de brazos cruzados y un divertido pero tierno mohín en los labios.- ¿Le gusto, conde Min?
-Si maldito lobo, me gustas. -Silencio, completo silencio invadió la habitación.- Me gustas desde que te di caza por merodear en mi territorio, desde que te transformaste en humano por primera vez frente a mí... -Acuclillándose frente al sonrojado y sorprendido rostro de Jimin sonrió divertido, intentando ocultar la emoción de al fin decir todo aquello.- Me gustas desde que mi lado lobuno se quiso apropiar de ti.
Completamente en silencio, sintiendo el palpitar de su corazón en sus oídos, el sudor en sus manos y el temblor en sus piernas, se colocó de pie bajo la atenta mirada del mestizo y avanzo a su cama, donde se dejó caer sin importarle que algunas mantas cayeran por la brusquedad con la que se había sentado, pero la verdad ya no sentía sus piernas y el estar de pie le era un verdadero reto.
Lo único que sentía de manera clara era el calor que su rostro albergaba causando que la vergüenza y timidez que en ese momento eran dueños de su cuerpo aumentaran, al saber que su rostro estaba completamente rojo. Podía asegurar que sus orejas y cuello también se encontraban rojos.
Y es que como no sonrojarse cuando un hombre como Yoongi, completamente serio, maduro, responsable, con un clan que cuidar, con un bosque que proteger, siendo temido por muchas criaturas del bosque, se confesaba a su persona, recalcándole que su parte lobuna se quería apropiar de él.
En cualquier otra situación se reiría con verdaderas ganas pues era simplemente absurdo, un mestizo de vampiro y, seguramente alfa puro, enamorado de él, un simple lobo omega, teniendo en cuenta que estos eran repudiados en muchas manadas pues el tener hijos era labor de la mujer en muchas culturas.
Pero allí estaba, siendo observado con lo que podía notar como cariño, mezclado con preocupación y quizás un poco de nerviosismo, por el temible conde Min, de piel pálida propia de su lado vampiro, y cabello grisáceo, demostrando implícitamente que quizás su forma lobuna portase este color de pelaje.
Al pensar en eso las ganas de ver al mayor en su forma lobuna fueron inexplicables.
-¿Jimin? –Al escuchar la grave voz del mayor llamarlo salió de sus pensamientos, notando recién en ese momento la cercanía del peligris, pues este se encontraba arrodillado frente a él, acariciando sus rodillas de una manera reconfortante.- Sé que estas sorprendido y quizás sea difícil de creer, pero todo lo que dije es verdad... -Bajando la mirada a sus manos que reposaban en las piernas del menor suspiro, sintiéndose repentinamente triste.- También sé que no soy lo que esperas como pareja, y la verdad ¿Quién me querría de pareja?
Colocándose de pie tomo su camisa que había caído al suelo y se la coloco, volviendo al suelo frente al lobo, sentándose con las piernas cruzadas, llevando sus manos hasta su cabello lo despeino con frustración comenzando a sentirse ansioso de un momento a otro, sintiendo como algo en su pecho se comprimía mas y mas.
Sin darse cuenta la habitación comenzó a llenarse de un aroma agrio que mareo a Jimin como también lo sorprendió pues en ese agrio aroma, la fragancia de la menta y el chocolate se hacían presentes, podía saberlo por el dulzor característico de este alimento, aunque el amargor que sentía en ese momento era producto del miedo.
El lobo de Yoongi se estaba haciendo presente y no de la mejor forma, y Jimin estaba seguro que se debía al "rechazo" que estaba sintiendo por parte de la persona que le gustaba.
Preocupado llevo sus pequeñas manos hasta las grandes del mestizo, tomándolas y dejando suaves cariños mientras liberaba su dulce aroma a cerezas y boldo, avergonzándose un poco pues nunca había dejado ir sus feromonas con nadie, era algo que quería guardar para su pareja y sus hijos, si es que en algún momento decidía tener.
Pero allí, consolando a Yoongi, se sentía correcto liberarlas.
-Yo, Yoongi... -Musitó suavemente, atreviéndose a tomar el rostro del peligris y alzarlo, enterneciéndose al ver esos felinos ojos abnegados de lágrimas.- Yo lo querría como mi pareja.
-¿De verdad? –Preguntó con la voz algo gangosa al estar reteniendo el llanto, provocando una tierna risa en el omega, haciéndolo sonrojar.
-Sí, conde Min, me encantaría tenerlo de pareja. –Sorpresivamente el mayor se puso de pie jalándolo de las manos para así poder abrazarlo una vez él también estuvo parado, sintiéndose inexplicablemente cálido cuando el aroma a menta y chocolate lo rodearon completamente.- Es un vampiro y lobo extraordinario... -Musitó con suavidad intentando arrullar al hombre entre sus brazos, quien se sintió pequeño ante las palabras de Jimin.- Nunca piense lo contrario.
Asintiendo como si de un niño se tratara estuvo de acuerdo con el menor aun abrazado a él, sin tener la más mínima intención de soltarlo, pero el suave golpeteo en la puerta de la habitación del rubio le alentó a dejarlo ir, avergonzándose cuando Jimin comenzó a reír al ver su rostro, de seguro tenía una mueca enfurruñada.
Dándole una suave caricia en la pálida mejilla del mestizo se separó completamente de él, caminando a la puerta y quitándole el pestillo, sabiendo por el aroma que se filtraba por debajo de la puerta quien estaba detrás de esta.
-Hola, padre... -Saludo risueño recibiendo un fuerte abrazo como saludo, sintiéndose como un cachorro nuevamente al estar entre los brazos de su padre alfa.- Te extrañe...
-Yo también te extrañe, mi Jiminnie precioso... -Sin importarle mostrarse amoroso frente al conde Min quien los observaba divertido, arrullo a su hijo, dejando suaves caricias en el desordenado cabello de este, intentando ignorar el aroma a menta que lo rodeaba.
-Yo los dejo, debo hacerme cargo de unos asuntos... -Entendiendo a que se refería el vampiro, Jimin asintió con seguridad, recibiendo una linda sonrisa de encías a cambio.- Jiminnie, háblale a tu padre de... Ya sabes.
-¿La visita? –Asintiendo desordeno el cabello del menor y, luego de recibir unas cuantas palmaditas en el hombro por parte del lobo alfa, abandono la habitación, dejando al par de lobos a solas para que pudiesen conversar con tranquilidad.
Sin saber porque, una vez estuvo en la habitación que ocupaba como estudio, no pudo evitar soltar un largo suspiro acompañado de una enorme sonrisa, sintiendo como en su pecho se formaba un cálido sentimiento que jamás había sentido, sabiendo que de seguro se veía como un tonto al estar sonriendo de la nada.
Pero no podía evitarlo si la única persona de la que alguna vez había gustado había correspondido sus sentimientos, y más que eso, aceptaba tanto su parte lobuna como su parte vampiro, provocando que un centenar de emociones atacaran su cuerpo, llenándolo de una felicidad apabullante.
O así era hasta que la puerta de su estudio fue abierta estrepitosamente causando que diera un salto frente a la ventana por la que observaba el bosque, volteando hacia la entrada de la habitación donde su hermano detenía a un molesto Namjoon quien también era sujetado por las pequeñas manos de Jimin.
No pudo evitar reír a sabiendas de la razón por la que el alfa estaba así, pero la verdad en ese momento nada podía molestarlo.
-No puedes emparejarte con mi hijo... -Hablo Namjoon más que molesto, soltándose del agarre del rubio pero respetando la presencia autoritaria que Jungkook tenía al quedarse frente a él, imposibilitándole el paso.- Min eso sería más que incorrecto.
-Mi madre, una loba alfa, se emparejo con el anterior conde Min. –Sorprendiendo al lobo explicó su linaje, el que solo su hermano, Jennie y Jimin sabían.- Soy mitad vampiro mitad lobo, un lobo alfa, por cierto. –Acercándose al más alto le extendió una mano a Jimin quien rápidamente acepto, colocándose a un lado del mestizo.- Fue tu hijo quien me revelo esto último, yo no tenía idea que era un alfa.
-Un alfa puro. –Musitó Jimin sonriendo emocionado mientras daba pequeños saltitos en su lugar, mostrando una faceta algo infantil que Yoongi nunca había visto, sintiéndose un poquito más enamorado del lobito blanco.
De repente el silencio se hizo lugar en la habitación por lo tenso del ambiente, confundiendo al pálido pues Namjoon parecía estar en una especie de transe mientras pensaba, siendo guiado por su hijo hasta uno de los sofás de la habitación mientras que Jungkook cerraba las puertas de este, quedándose a un lado de su hermano quien se había sentado sobre el escritorio.
Fueron unos cuantos minutos en los que esperaron al lobo para que se recompusiera, entregándole un vaso de agua que el vampiro pelinegro le había ofrecido al notar que se había puesto pálido de un momento a otro.
-¿Cómo se llama tu madre? –Le pregunto Namjoon una vez consiguió hablar, mirando expectante a Yoongi.
-Lee Chaerin. –Respondió aun confundido, notando como incluso Jimin abrió sus ojos sorprendidos, colocándose de pie mientras llevaba sus manos hasta su boca, cubriéndola por el asombro.- ¿Qué saben sobre ella?
-Ella es la responsable de la guerra entre lobos y vampiros. –Respondió Namjoon mientras se colocaba de pie y caminaba hacia el mestizo.- O más bien tú eres el responsable.
-¿Yo? –Preguntó apuntándose, alternando su mirada entre los dos lobos que no dejaban de observarlo como si de un fantasma se tratara.- ¿Por qué yo?
Antes de que pudieran contestar las puertas del estudio fueron golpeadas, abriéndose levemente para dejar ver el rostro preocupado de Jennie junto a Hyuna quien miraba con molestia a los lobos. Pero eso poco importo cuando Minjae y Hyojong también se asomaron, dejando al final a Taehyung quien tenía un rostro sumamente molesto, preocupando a los hermanos Min.
-El clan tailandés llegara en dos días. –Informo consiguiendo que Yoongi gruñera frustrado, se suponía que llegarían en una semana más.- Son cinco vampiros, así que hay que preparar las habitaciones y averigua pronto que harás con Jimin. –Su mirada extrañamente cambio a una tonalidad amarillenta, asustando al antes nombrado.- Si algo le pasa al lobo, te juro que los mato.
Aquello último había demostrado lo mucho que se había encariñado con el omega, como también lo habían hecho Jennie, Minjae e incluso Hyojong, con quien varias veces Jimin converso desde la ventana de su habitación, en los momentos que los vampiros se turnaban para conversar con él, animarlo un poco e incluso llevarle regalos. La única del clan que no podía llevarse bien con el lobo era Hyuna y esto era únicamente por las constantes reprimendas que se llevaba por parte de los hermanos Min.
Toda la atención recayó en el líder del clan quien, más que frustrado se pasaba las manos por el rostro intentando despejar su mente un momento, consiguiéndolo cuando Jimin, con algo de vergüenza, se puso a su costado y comenzó a liberar tenues feromonas para tranquilizar al lobo alfa de Yoongi, sorprendiendo a su propio padre pues nunca había sentido la fragancia de su hijo tan fuerte como en ese momento.
-Bien... -Suspirando llevo uno de sus brazos hasta la cintura del menor, atrayéndolo a su cuerpo para descansar su cabeza sobre la del rubio, restregando sus cabellos para combinar sus aromas, provocando las risas del omega.- Todos nos trasladaremos a las habitaciones de la primera planta, Hyuna y Hyojong compartirán habitación como siempre lo han hecho... -La pareja asintió abandonando el estudio para comenzar con la mudanza.- Minjae, Jennie ¿Les molestaría dormir juntos? –Ambos negaron saliendo del lugar para trasladar sus cosas.
-Solo queda una habitación. –Musitó Jungkook frunciendo su ceño mientras miraba a su hermano quien asentía aun pensativo.- Podría quedarme yo con Taehyung en la habitación frente a las escaleras, y traer tu cama que es grande aquí al estudio.
-Así Jiminnie se queda contigo y lo cubres con tu aroma... -Completo Taehyung asintiendo a sus propias palabras mientras observaba al lobito quien se mostraba nervioso.- Él tendría que ocupar tu ropa mientras este el clan tailandés y por nada del mundo liberar sus feromonas o sus orejas y cola.
-Puedo traer unos perfumes del mundo humano para cubrir tu aroma... -La repentina ayuda de Namjoon los sorprendió a todos, en especial a su hijo quien más que agradecido se volteo a mirarlo.- Puedo notar como tu lobo y el de Yoongi se complementan, y aunque la guerra entre lobos y vampiros se originó por un romance entre estas dos especies y el nacimiento de un mestizo, eso no quiere decir que deba volver a pasar.
-¿De qué hablas? –Pregunto Min algo tenso al darse cuenta que Taehyung seguía en la habitación escuchando todo lo que el lobo decía.
-Tu madre, Chaerin, era la hija del antiguo jefe de la manada Sea, quien estaba comprometida con un lobo de la manada Fire del norte. -Escuchando la ahogada exclamación de sorpresa que su hijo emitió suspiro abatido, desviando su mirada de los ojos del mestizo.- Jimin está comprometido con un alfa de esa manada.
El repentino gruñido que Yoongi dejo escapar junto a sus siempre negruzcos ojos tomando una tonalidad rojiza, sorprendió a todos allí, aunque el mas sorprendido era Taehyung quien, sin entender nada de lo que hablaban, decidió tomar a Jungkook del brazo y sacarlo de allí para que le explicara todo. Él no se quedaría de brazos cruzados sin saber nada cuando su trabajo era proteger a Yoongi y ahora a Jimin.
Mientras tanto dentro del estudio Jimin intentaba calmar al peligris solo consiguiendo que se enojara cada vez más, pues el saber que la persona en quien veía a su pareja ya estaba comprometida con alguien más, hacía sentir a su parte lobuna más que lastimada y traicionada, sintiendo que le estaban ocultando cosas que era obvio él debía saber.
Por eso fue Namjoon quien se interpuso entre él y el rubio, tomándolo por los hombros e intentando que lo observara a la cara, queriendo intentar que se calmara aunque fuese un poco para explicarle.
-Jimin está comprometido desde hace mucho tiempo para juntar a mi manada con la de su prometido, no tenía idea que en algún momento ustedes dos se conocerían o siquiera que se gustarían... -Viendo como los ojos del pálido tomaban una tonalidad oscura pudo respirar tranquilo, sabiendo que lo estaba escuchando y entendiendo.- Puedo hablar con el líder de Fire y decirle que Jimin encontró a su pareja destinada o algo así, el problema es que me pedirán pruebas.
-Querrán conocer a mi pareja alfa. –Musitó el omega quien se encontraba sentado en uno de los sofás, sintiendo como su cabeza daba vuelta ante tantos problemas.- Al ver que Yoongi es un vampiro, se desatara la guerra otra vez.
-A menos que consiga liberar a su parte lobuna. –Ante las palabras de Namjoon la pareja tuvo ciertas esperanzas, observándose con ilusión.- Para eso él debe aprender a conectarse con esa parte y al menos intentar trasmutar o cambiar a su forma animal.
Con fuerzas renovadas el rubio se animó a levantarse y abrazar al vampiro, escondiendo su rostro en el cuello de este y aspirando el tenue aroma a menta y chocolate que aun lograba sentir, siendo rodeado por los fuertes brazos del mayor quien, imitándolo, escondía su rostro en su cabello, deleitándose con el dulce aroma del omega.
Harían hasta lo imposible para conseguir que el lobo de Yoongi tomase más protagonismo en la vida de este, todo para poder estar juntos sin problemas.
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