【02】
Una vez las pertenencias del omega estuvieron empacadas, con ayuda de Taehyung las llevo fuera de la cabaña en donde vivía con sus padres a la espera del vampiro peligris. Un suspiro agotado salió de sus labios mientras se dejaba caer al suelo, quedando sentado mientras murmura en un tono bajo miles de maldiciones.
No quería dejar su manada, nació, creció y se crió en ella ¿por qué debía irse ahora? Bien, había un vampiro loco que quería matarlo, pero para eso estaban los centinelas de la manada, para defender a la familia del líder ¿o no?
Y lo peor de todo, era el tener que vivir rodeado de vampiros por quien sabe cuanto tiempo, teniendo que aguantar sus costumbres y de seguro sus burlas.
Apostaba que serían ellos quienes lo matarían primero.
-Uh... Lobito... -Alzando sus azules ojos hacia el vampiro a su lado lo vio agacharse a su altura, a una distancia que le daba algo de tranquilidad.- Entiendo que estés enojado, y quizás asustado, pero te prometo que no te haremos daño, al menos Min y yo no lo haremos.
-¿Y los demás? ¿Ellos si me lastimaran? -Cuestionó acongojado, bajando sus orejas que aún seguían a la vista, debido a lo estresado que se sentía le era imposible ocultarlas.
-Mira... Nuestro clan consiste de siete vampiros, siendo Min Yoongi el jefe o "Conde" como gusta que le llamen. -Sentándose a un lado del lobo, continuó.- Yo soy quien lo acompaña a otros clanes, ya sea por protección o compañía.
-¿Protección? ¿Quieren lastimar al Conde Min? -Preocupado se volteo para quedar directamente hacia Taehyung, quien sonrió al notar la verdadera preocupación en los ojos del lobo.
-Somos varios clanes los que habitamos estas tierras, pero nuestro clan es el más odiado por tener una tregua con ustedes, los lobos. -Antes de que Jimin pudiese hablar, Tae lo interrumpió.- Yoongi creo esta tregua porque juntos pueden proteger el bosque y a las criaturas que aquí habitan. Si bien el clan Tailandés del Sur también esta incluido en la tregua, ellos no se interesan en las disputas que creen los demás vampiros.
Entendiendo un poco Jimin asintió, algo más tranquilo al saber que los vampiros cuidaban del bosque que él tanto amaba al igual que lo hacia su manada y varias criaturas que habitaban ese lugar.
Aún así seguía teniendo una duda.
-¿Quiénes son los otros que conforman tu clan, Taehyung?
-Bueno, esta Minjae quien es como mi hermano, puedes confiar en él, es amable. -Jimin casi sonrió, dejando continuar al chico.- Luego esta Jungkook, es el hermano menor de Yoongi, es un buen chico, pero algo bruto.
-¿Pero es bueno? -Taehyung asintió colocándose de pie viendo a Min salir de la cabaña junto a Namjoon.
Yoongi se acercó a ambos chicos, indicándole a Taehyung que tomase las maletas de Jimin y comenzara a caminar. A regañadientes el pelimorado asintió, sonriéndole a Jimin de esa forma característica que dejaba mostrar unos colmillos que causaron escalofríos en el más bajo.
Pero no pudo pensar demasiado en ello por el repentino abrazo que su padre alfa le dio.
-Cuídate hijo, pronto iré a visitarte. -Murmuró en su oreja, haciendo sentir protegido al menor.- Solo obedece todo lo que el conde Min diga, menos si tiene que ver con ir a su habitación.
Ante ello Jimin se sonrojo y Yoongi rio sin poder evitarlo, negando divertido y posando su mano en el hombro del pequeño lobo quien volteo a verlo tímido.
-No le hagas caso a tu padre con eso, puedo ser un imbécil la mayor parte del tiempo, pero no dudes en que cuidare de ti y te respetaré. -Guardando silencio un momento volvió a reír pero esta vez algo avergonzado.- Claro, si olvidas como nos conocimos, prometo tratarte mejor.
Algo en el interior del omega se removió feliz, comenzaba a sentir verdadera confianza hacia el vampiro, y eso lo pudo notar su padre quien sonrió más tranquilo al ver como su hijo comenzaba a bajar la guardia.
Luego de despedirse juntos comenzaron a caminar, escuchando a Taehyung quejarse de llevar todo solo. O eso fue hasta que un chico de cabellera castaña se le acercó, quitándole una de las maletas y caminando junto a él.
-Ese es Minjae... -Murmuró Yoongi a un lado del menor, quien asintió observando atentamente al vampiro castaño, intentando memorizar su rostro y su nombre. - Sobre nosotros va Jungkook... -Alzando la vista vio a un ágil vampiro pelinegro caminar sobre las ramas de los árboles, quien al tener su atención agitó su mano en forma de saludo. - A tu izquierda esta Jennie...
Sin entender el lobo volteo, aguantando un chillido al ver a una rubia chica caminar a unos metros de ellos, quien al igual que Jungkook agitó su mano a modo de saludo.
Al voltear al frente se encontró con una mirada sería, perteneciente a una chica pelinegra de rojizos labios quien parecía molestarle su presencia, o eso pensó pues parecía mirarlo con verdadero odio, provocando que bajase sus blanquecinas orejas por lo intimidado que se sintió de un momento a otro.
-Ella es Hyuna y el chico a mi lado es Hyojong, su pareja. -Observando al peligris noto al chico de cabellera rubia caminar con gracia junto al mayor.- Ellos son mi clan, y cuidaremos de ti.
-Yo no lo haré. -Musitó Hyuna, arrugando su nariz para luego saltar hacia Hyojong y prácticamente desaparecer de la vista del lobo.
Yoongi suspiro molesto posando una mano en su frente y corriendo el cabello que cubría esta.
Sabía que no todos en su clan aceptarían al pequeño lobo blanco que en esos momentos lo miraba temeroso, pero debían hacerlo, por el bien del clan y el del bosque.
Luego de varios minutos caminando Jimin se sentía aún más nervioso al estar al fin frente a la mansión Min, si bien el lugar no era tétrico y mal cuidado como se lo imagino, le daba cierto temor el tener que vivir con gente que apenas conocía y que por lo qué podía notar, no lo querían ahí.
O al menos la chica pelinegra y su novio eran los que no lo querían ahí, porque el entusiasmo en Taehyung, las suaves sonrisas de Minjae y Jungkook, y la linda rubia que lo acompañaba en silencio, le daban a entender que no les desagradaba su presencia.
Y claro, las constantes preguntas de Min Yoongi al cuestionarle si se encontraba bien, si estaba cómodo o si tenía hambre, siendo esto último lo que llamó su atención.
Una vez dentro de la mansión y después de que Taehyung fuese a dejar sus pertenencias a una de las habitaciones del lugar, siguió a Yoongi hasta la cocina, siendo acompañado de Jennie y Jungkook en todo momento.
-Jungkook, necesito que mañana vayas con las ninfas, tienen un encargo que les pedí. -El pelinegro asintió desinteresado, sentándose sobre la mesada de la cocina y pateando levemente un taburete hacia Jimin, quien dudoso se sentó. - Jennie, tu serás la encargada de cuidar de Jimin cuando yo no este.
-Lo se Yoonie, no debes preocuparte. -Al escuchar la suave voz de la chica Jimin sonrió, contagiando a esta.- Espero puedas confiar en mi, Minnie.
-¿Minnie? -Cuestionó el rubio, volteando hacia Min quien rebuscaba en el refrigerador algo que pudiera cocinar y ser del gusto del lobo blanco.- ¿Yoonie?
-A Jennie le gusta poner apodos, pero tu no me llames así. -Haciendo una mueca el vampiro saco una fuente con carne que dejó sobre el mesón, empujando a Jungkook para que se bajara de este. - Ya te dije como debías llamarme.
-¡No te diré "amor"! -Exclamó Jimin al recordar la conversación que días atrás tuvo con el vampiro.
Yoongi río divertido por la vergüenza reflejada en el rostro del pequeño lobo, mostrándose un poco más serio a medida que detallaba las peculiaridades en el cabello y espalda del chico pues al fin había dejado ver su cola.
-Jimin, necesito que me hagas un favor. -El rubio asintió acariciando su peluda cola entre sus manos, acto que hacia cada vez que estaba nervioso.- Evita deambular por la casa con tus orejas y cola a la vista ¿si?.
-¿P-por qué? -Preguntó entristecido, sorprendiéndose él mismo al sentir a su omega interior encogerse. - ¿Le desagradan?
La idea de desagradar al vampiro mayor causaba cierto malestar en el pequeño omega, dejando ver esto en sus orejas caídas y su mirada triste, viéndose como un cachorro perdido a ojos de los tres vampiros allí presentes, enterneciendolos.
Jungkook y Jennie se miraron cómplices, dejando la cocina para darles privacidad a la pareja allí dentro.
Yoongi rápidamente se colocó frente al menor, negando casi desesperado al sentir en el aroma del lobo una pizca de tristeza que definitivamente no quería volver a sentir, pues opacaba el dulzor de su característico aroma a omega, volviéndolo amargo y casi desagradable. Se sorprendía de lo bien que lograba sentir el aroma y las emociones que estas reflejaban, nunca antes le había pasado.
-Precioso, tus orejitas y cola son hermosas, en serio, jamás podrían desagradarme... -Jimin asintió dudoso, bajando su mirada la cual rápidamente fue atrapada por el vampiro, quien con manos suaves alzó el rostro del menor, regalándole una suave sonrisa que dejaba ver sus colmillos. - Lo digo en serio, eres el lobo más hermoso que alguna vez pude ver.
-Entonces ¿Por qué me pide ocultar mis orejitas? -Murmuró frunciendo su ceño, sin poder comprender lo que rondaba por la cabeza del peligris.
-Nadie sabe que albergamos un lobo en la casa, sería un crimen si se llegasen a enterar otros clanes, por eso debes evitar mostrarte como un lobo ya sea dentro o fuera de casa. -Alzando su mano acarició la cabeza del cachorro, quien poco a poco escondía sus orejas y cola, mostrándose como un chico "normal".- Si quieres tenerlas a la vista en tu habitación o en la mía, puedes hacerlo con total libertad.
-¿Por qué lo haría en la suya? -Preguntó extrañado con una suave sonrisa adornando sus voluminosos labios.
-Porque me gusta verte como un lindo lobo blanco. -Sonrojando al menor Yoongi sonrió encantado, pellizcando las coloradas mejillas del rubio.
Claro, y porque así puedo sentir tu dulce aroma.
Pensó para si mismo, volviendo a su labor de preparar algo para que Jimin comiera, siendo una verdadera sorpresa la que se llevó el lobo al saborear la carne junto a las verduras que el pálido chico colocó minutos después frente a él en un plato perfectamente elaborado.
-¡Wah! En serio cocina muy bien... -Dudando en como llamar al pálido lo observo agradecido, recibiendo una deslumbrante sonrisa de encías y colmillos de parte del mayor.
-Puedes decirme Yoongi, no hay problema... ¿Jiminnie? -Habló dudoso el vampiro ganándose un sonrojo y asentimiento de parte del lobo.- Jiminnie será entonces... Cuando termines de comer deja los platos en el fregadero, luego ve a tu habitación, subiendo las escaleras es la del fondo a la derecha, la mía esta justo frente a la tuya, cualquier cosa estaré allí.
Estaba a punto de irse cuando una fugaz idea cruzó su mente, volviendo en sus pasos hasta el rubio lo tomó del brazo y plantó un pequeño beso en su coronilla antes de murmurar.
-Si Hyuna o Hyojong te dicen o hacen algo, solo chilla igual que hiciste en el bosque aquella vez... -Jimin con las mejillas llenas volteo a ver al pálido mostrando nuevamente su rostro confundido. - Solo hazlo, yo sabré que estas en peligro.
Sin más se retiró dejando verdaderamente confundido al lobo blanco. Después de todo, los chillidos que emiten los omega solo eran escuchados por los alfas de su manada.
El constante golpeteo en la puerta de su ahora habitación logro despertarlo, causando que refunfuñara molesto, odiaba que lo despertaran y más ahora que debía vivir en esa extraña casa, rodeado de vampiros que de seguro estarían hablando de él a sus espaldas. O así lo imaginaba Jimin.
Suspirando se quitó las sabanas de la cabeza, volteando hacia la puerta donde nuevamente habían comenzado a golpear. Con un quejido se desperezo y, luego de calzarse unas pantuflas que la tarde anterior Jennie muy amablemente le había regalado, se dirigió a la entrada de su habitación.
-Buenos días, pequeño lobo... -Frente a él se encontraba un somnoliento conde Min, lo cual lo sorprendió, pues su rostro reflejaba claro cansancio, y molestia también.- Te traje el desayuno.
Y efectivamente, entre su pálidas manos portaba una bandeja de plata con una taza de lo que lograba oler era café con leche, junto a un vaso de zumo de naranja, tostadas con mantequilla en un plato y un pocillo con arroz blanco.
Curiosamente era el mismo desayuno que su padre Seokjin solía hacerle cuando se sentía triste o molesto. Justo como en ese momento.
Dejando pasar al vampiro se hizo a un lado, yendo hacia su cama luego de juntar la puerta y, después de acomodarse nuevamente entre las sabanas y mantas de la cama, recibió la bandeja la cual coloco frente a él, siéndole más cómodo comer de esa manera.
-Gracias, Yoongi... -Murmuró verdaderamente sorprendido y agradecido, justo eso era lo que necesitaba para empezar un buen día.
- ¿Te molesta si me recuesto a tu lado? -Preguntó el peligris aun de pie a un lado del menor, quien ladeo su rostro curioso ante la petición del conde.- Me levante temprano para ir a tu manada y hablar con tu padre omega, a quien por cierto le he caído de maravilla.
-¿Por qué fue a mi casa? -Palmeando el lugar a su lado, le indico al pálido que se recostase, quien sin pensarlo acato con cuidado de no botar las cosas del regazo del chico.
-Porque note que ayer antes de dormir estabas decaído, y junto a Taehyung creímos que comer algo que te recordara a tu hogar te subiría el ánimo... ¿Funciono? -Yoongi tenía la mirada atenta en el rostro del chico, quien comía entusiasta el arroz. Asintiendo a la pregunta del mayor se llevó el vaso de zumo a los labios.- Me alegra.
Jimin continuo comiendo en silencio, volteando de vez en cuando hacia el vampiro quien parecía dormitar apoyado en uno de sus brazos, causándole cierta ternura al lobo por lo tranquilo que se veía.
Le sorprendía que el hombre a su lado fuese el mismo que días atrás lo ataco en el bosque, e incluso insulto su linaje omega. ¿Podía alguien cambiar de un día para otro? Aun así, le agradaba como se estaba comportando el peligris con él.
Lo hacía sentir cómodo y protegido, haciéndolo olvidar la verdadera razón por la que ahora debía vivir con él y su clan.
Suspirando se llevó la última tostada a la boca, tragándola con ayuda del café que en definitiva, era su favorito en el mundo. Amaba la combinación del café y la leche, le recordaba a sus padres, cálido pero fuerte a la vez.
Un involuntario puchero se formó en sus regordetes labios, llamando la atención del vampiro quien, al sentir como el dulce aroma del omega se volvía agrio, abrió sus ojos alarmado, sentándose rápidamente para observar al menor, quien evitando mirar al pálido continuo bebiendo de su taza.
-¿Por qué estas triste? -Intentando no demostrar demasiada preocupación se levantó de la cama, sentándose esta vez frente al chico.- ¿No te gusto algo del desayuno? Si es así me disculpo, no suelo cocinar cosas así, con suerte me queda bien la carne, en serio me esmere, prometo la próxima vez hacerlo mejor.
La suave risa del rubio llamo su atención y debía admitirlo, la sonrisa que ahora adornaba los voluminosos labios era mucho más hermosa que el tierno puchero que momentos antes había logrado ver.
-El desayuno está muy bueno, conde Min... -Limpiando sus labios con la servilleta que reposaba a un costado de la bandeja le entrego esta al vampiro quien rápidamente la tomo.- Solo... Recordé a mis padres y sentí cierta nostalgia... Sé que apenas llevo un día separado de ellos pero también es la primera vez que lo estoy y... No se...
-Oh, Jiminnie... -Dejando la bandeja en el suelo se acercó al omega, abriendo sus brazos en una clara invitación de afecto.- ¿Me permites? -Algo dudoso Jimin se acercó, siendo rápidamente rodeado por la peculiar calidez del chupasangre.- Está bien que los extrañes, te prometo que en cuanto atrapemos a los vampiros que intentan cazarte, volverás a tu manada.
Jimin solo asintió, restregando su mejilla en el hombro del pálido, dejando allí sin saber parte de su dulce aroma a omega.
Luego de separarse Yoongi abandono la habitación llevándose la bandeja con él, dirigiéndose a la cocina donde un pensativo Jungkook lo esperaba dormitando en la mesada mientras jugaba con lo que parecía ser un pequeño ramo de margaritas.
Yoongi alzo una ceja extrañado, se suponía que su hermano debía ir donde las ninfas a por su encargo, y por lo que veía, no lo tenía.
-Te pedí algo ayer, Jungkook, y esperaba tenerlo a primera hora. -Llevando las cosas de la bandeja al fregadero comenzó a lavar, escuchando como el pelinegro suspiraba.
-Están muertas. -El vaso que en ese momento lavaba se hizo pedazos en sus manos al escuchar la acongojada voz del menor.- Todas y cada una de ellas.
-Es imposible... -Limpiando la sangre que había en su mano volteo a ver a Jungkook, quien miraba el ramo en sus manos con lastima.- Las ninfas no pueden estar muertas, quien en su sano juicio las lastimaría ¡Por satán!
De pronto el pequeño ramo comenzó a removerse entre las manos de Jungkok quien, dejándolo nuevamente sobre la mesada, observo con una tenue sonrisa como este iba tomando la forma de una pequeña niña de cabello blanco adornado con margaritas, quien observaba al conde con miedo.
-Solo pude rescatarla a ella... -Yoongi se acercó a la infante, frunciendo su ceño al notar lo lastimada que estaba.- Apenas tiene diez años... No pude dejarla allí.
- ¿Sabes quién las mato? -Quitándose su sudadera se la dio a la pequeña ninfa, quien con una suave sonrisa se lo agradeció, cubriendo su débil cuerpo con ella.
-Fueron los intrusos... -Levantándose del taburete Jungkook tomo en brazos a la niña quien se aferró con brazos y piernas al cuerpo del vampiro.- Y no Yoongi, no se quienes carajo eran, llegue cuando ya no quedaba nada ni nadie en pie.
Frustrado el peligris llevo sus manos hasta su cabello, jalándolo por la ira que sentía, y es que ya no era algo de los lobos y su clan solamente, habían atacado a las napeas*, las cuidadoras del bosque, esto se estaba saliendo de su control.
Dando un grito que retumbo en toda la casa, los demás integrantes de su clan aparecieron en cuestión de segundos, cada uno sorprendido por la pequeña en brazos del menor de los Min.
-Hyuna, Hyojong, acompañaran a mi hermano a dejar a la ninfa con las náyades*, pobre de ustedes que algo le pase a la niña. -Ambos asintieron, saliendo rápidamente de la casa junto al pelinegro.- Taehyung, ve con Minjae a la manada de Jimin y avisa a Namjoon del ataque.
-Si, conde. -Completamente serio Taehyung asintió, tomando al castaño del brazo y desapareciendo de la vista del pálido sin más.
-¿Qué quiere que haga yo, conde Min? -Pregunto Jennie completamente a su servicio, escuchando como Yoongi suspiraba.
-No te enviare sola a revisar los alrededores, te podrían matar... -Mirando a su alrededor pudo visualizar una cabellera rubia al final de las escaleras. Estaba seguro que pronto tendría un insoportable dolor de cabeza.- Cuida de Jimin hasta que yo vuelva y por favor, si algo ocurre, llévatelo lo más lejos posible.
Sin más se acercó a la puerta de la mansión, girando solo un momento para ver como su rubia amiga intentaba explicarle la situación al lobo, aun cuando este tenía su atención en el vampiro peligris.
Con un último vistazo al lobo abandono su hogar dispuesto a hacer hasta lo imposible por cuidarlo.
*Napeas: Ninfas cuidadoras de los árboles y el bosque.
*Náyades: Ninfas cuidadoras de los lagos y ríos.
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