23

La noche es muy fría sin embargo ambos duermen cómodos y cálidos, sin embargo con la salida de los primeros rayos de sol, 626 ya está listo para iniciar el viaje. Naira, por otro lado, continúa dormida hasta suelta unos ronquidos.

—Hey, despierta —le dice al estar unos centímetros de su rostro azul. Ella actuó bastante extraño en la noche hasta que quedó profundamente dormida—. Despierta-ah-

Se interrumpe a sí mismo cuando ella rodea su cuello con los brazos, la narices de ambos se rozan mientras le pide, aun dormida, que quiere descansar unos minutos más.

En su ensoñación abre los ojos lentamente, encontrando los iris oscuros de 626. Sus ojos se ven tan reales, susurra para sí misma, luego se toma la libertad de lamer su mejilla. Quería saber que tan real es su sueño. Ella sonríe con satisfacción al ver el rostro confundido del 626 de sus fantasías. Pero no esperó que respondiera con un beso. Él toma su boca haciendo que sus lenguas se acaricien, sólo con eso es suficiente para que Naira despierte completamente.

Todo su pelaje se eriza en ese momento y golpea el hombro del morocho varias veces para que se aleje. 626 finalmente lo hace, dándole un respiro.

—¡¿Qué estás haciendo?!

—Tu empezaste y creo que ya sé lo que te sucede.

—No me pasa nada, s-sólo...

—Todos los animales pasan por un periodo de celo cada cierto tiempo. El tuyo llegó, ¿verdad? —supone al levantarse. Le da espacio para que ella se siente y toque su rostro. Sus mejillas están muy calientes.

—Lo dices como si nunca hubieras pasado por esto —le recrimina. Él no conseguirá que se sienta avergonzada por algo que sucede naturalmente y no se puede evitar.

—No, nunca. Tampoco he experimentado el sexo y tus estímulos están haciendo reaccionar a mi cuerpo.

—¡Eso es imposible! ¿Cómo piensas que voy a creer eso? —626 no responde, en su lugar prefiere acercarse. Su mirada fija hace que Naira retroceda al mismo tiempo—. E-Espera. No me interesas, no tienes un atractivo rostro azul —dice al cruzarse de brazos.

—Mi color no te importó anoche. Podría ser beneficioso para ambos —contesta al tomarla de su ropa. Ella rápidamente se cubre el pecho ya que está jalando de la tela y su escote se hace más grande.

—No... eh, no es el l-lugar ni el m-momento —tartamudea al mismo tiempo que él se acerca más y más. Justo ahora se siente muy pequeña—. ¿Qué te pasa? No q-querías que nadie te toque, ¿recuerdas?

—Ya lo hiciste muchas veces, otra no hará ninguna diferencia. —626 la atrapa en un abrazo por la espalda y adentra sus manos bajo su ropa—. Tu abdomen no está cubierto de pelo, tampoco su pecho —comenta mientras toca dichos lugares. Inevitablemente recuerda el cuerpo de Efer, Naira y ella tienen muchas similitudes.

No quiero. No... pero se siente... se siente muy bien, piensa ella al cerrar los ojos. Su cabeza se recuesta en el hombro mientras apoya sus manos sobre las de él para guiarlo hacia los lugares más sensibles de su cuerpo.

De repente sienten que el vehículo se sacude, esto hace reaccionar a Naira, quien empuja a 626 para alejarlo de ella. Ambos miran al frente, encontrándose con los colmillos de lo que parece ser un perro bastante feroz. Un lluvia de cristales cae sobre ellos cuando éste rompe el parabrisas con una arma con rocas afiladas a lo largo.

626 protege a Naira, llevándose los cortes en sus brazos. Entonces de una patada arranca una de las puertas para comenzar con la huida. Él la sube sobre su espalda y correr mientras son perseguidos por más de esos animales.

—Parecen ser chacales, ¿por qué nos atacan? —dice ella al mantenerse aferrada al torso del muchacho, incluso su cola está enrollada alrededor de su cintura.

—Me superan en número, sólo podemos huir —contesta él, quien frena bruscamente ya que otro chacal salió de entre unos arbustos.

—Eres muy rápido. —Naira mira hacia atrás, viendo como sus perseguidores quedan rezagados gracias a la velocidad de 626—. Ya lo entiendo. Son animales tribales, debemos estar en sus tierras.

—Estamos de paso. —626 salta un pequeño barranco de tres metros y se detiene un momento para que ella pueda acomodarse ya que casi cayó.

—No importa. Los animales tribales viven como sus antepasados, no viven en sociedad porque odian a las otras especies, nos están cazando porque sólo somos presas para ellos.

—Nadie nos cazará —le asegura él para luego reanudar su carrera.

—¿No estás cansado?

—Mi cuerpo está diseñado para correr largas distancias —le explica, entonces la escucha decir que el cuerpo de los chacales también. En ese momento siente como la tierra bajo sus pies se desmorona y ambos caen dentro de una trampa. 626 recibe la peor parte porque su cabeza se golpea contra una roca, Naira se sacude el polvo, viendo que él está inconsciente y un pequeño reguero de sangre baja desde su frente.

Ella lo sacude con la esperanza de hacerlo reaccionar. Pero, al levantar la mirada, ve a los chacales asomarse. Una cuerda cae sobre ella aunque no para ayudarla, sino que se envuelve por su cuello y comienzan a jalar.

A pesar de que su respiración sea entrecortada ella reúne las fuerzas necesarias para sostener a 626 mientras es arrastrada fuera del hoyo. Arriba es envuelta por más cuerdas de forma dolorosa al igual que al muchacho de piel negra.

—¡No! —grita al ver que uno de ellos estaba a punto de atravesar el pecho de 626 con un cuchillo, por lo que es golpeada, su mejilla se envuelve de un calor y dolor insoportable. Pero ve como el par de chacales tocan la piel oscura y deciden no hacerle daño por ahora.

Genial, se parece a aquella vez, susurra para sí misma. Los recuerdos de sus padres abrazándola hacen que se distraiga de los dolores, ha sido arrastrada durante horas bajo el sol abrazador y la arena caliente.

En un momento siente que se detienen, el sol es oscurecido por la fresca sombra de unos árboles. Ella se levanta de golpe cuando reacciona, viendo que ya están en el asentamiento de los chacales tribales. Sus brazos están atados pero hace un esfuerzo para arrastrarse hacia 626.

—Despierta, por favor —suplica al empujarlo con su cabeza. Él continúa inconsciente, además es arrastrado hacia la pareja líder de la manada. Desde su lugar escucha a los caninos hablar un lenguaje desconocido para ella, sin embargo no hay duda de que están hablando de 626.

\'Mis alfas, encontramos a estas criaturas. Siguen con vida porque ambas tienen un aspecto muy llamativo\'

\'Es cierto. Tiene la piel tan negra como la oscuridad\' asiente el macho al levantar a 626 del suelo para examinarlo, al momento de tomar su mentón siente la piel suave, a pesar que esté un poco lastimada.

\'No tiene pelaje, ¿qué es esto?\' se pregunta la alfa al tomar unos mechones de su cabello.

\'Parecen ser monos. La otra es muy colorida, creemos que sus pieles serían unas bellas capas para mis alfas\'

\'Deberán arrancar la piel de mi cadáver si la quieren\' murmura 626 al levantar la mirada. El chacal lo deja caer cuando rompe sus ataduras debido a su fuerza. Inmediatamente retrocede hasta quedar junto a Naira y mira a su alrededor. Con una vista rápida cuenta a unos 50 individuos, si es que no son muchos más.

—¿Estás bien? —le pregunta al momento de romper las cuerdas que atan.

—Creí que estabas muerto —responde para luego abrazarlo—. Tengo mucho miedo, ¿qué quieren de nosotros?

—Nuestras pieles —hace rodar los ojos de Naira con su respuesta, ella suelta un suspiro y jala su cabello.

—Siempre es lo mismo, este pelaje... ¡Todo sería diferente si tuviera un tono normal! —exclama al jalar con fuerza, casi arrancándose el cuero cabelludo, pero él la detiene al tomarla de las manos.

—Así eres tú, sólo acéptalo —murmura 626 para luego gruñir hacia los chacales, la pareja de alfas parece un poco divertida con la situación, incluso ríen, mientras que sus subordinados están alerta ante cualquier movimiento sospechoso.

\'Así que sabes hablar nuestro idioma criatura negra\'

\'Fue muy sencillo por lo básica que es\' responde 626, haciendo que el humor de ambos cambie drásticamente.

\'Con una simple orden podría hacer que mis hijos te liquiden\' le advierte \'Pero antes quisiera saber cómo aprendiste nuestro lenguaje, sólo los chacales de este territorio y familia lo hablan\'

\'Ya se los dije, es tan básico que lo aprendí al escucharlo de ustedes\' A pesar de sonar bastante confiado, 626 siente un agudo dolor de cabeza producto del golpe. Él se pregunta cuánto más deberá dañarse su cuerpo para alcanzar el estado que desea \'Escuchen, sólo estamos de paso. Esta lugar es inhóspito y no querría vivir aquí. Yo y la simio azul sólo nos iremos para jamás regresar\'

\'Primero insulta al idioma, nuestra cultura y ahora a nuestro hogar\' habla la alfa al acercarse, 626 le gruñe en advertencia como lo harían ellos. Pero ella no se detiene y lo abofetea, rasguñando su rostro al mismo tiempo \'Mátenlos\'

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