¿Dónde estoy? Todo está oscuro. Se supone que debería estar aquí o... ¿Qué es esto? Siento como algo fino se desliza por mi rostro, con calma pateo la puerta de la cápsula, ésta ya estaba rota en parte. Esa cosa extraña y negra resulta ser mi cabello. ¿Por qué creció tanto?

Las hebras negras danzan a mi alrededor, este es un planeta muy extraño, parece no haber aire. 

—Agua salada —digo para luego levantar la mirada hacia arriba, distingo unos rayos atravesar hasta llegar a las profundidades donde me encuentro.

Rápidamente comienzo a nadar hacia arriba, hasta salir a la superficie, si hay aire pero también puedo respirar bajo el agua. Mis pulmones soportan la densidad del agua, de otra forma ya estaría muerto. 

El cielo se parece al de mi planeta, aunque se ve más celeste. El aire es respirable, debe haber flora que oxigena al planeta y con flora también hay tierra.

Sin tiempo que perder comienzo a nadar hacia una dirección que escogí aleatoriamente, espero encontrar tierra pronto. A pesar de poder respirar bajo del agua mi cuerpo no está diseñado para la vida marina. Un par de kilómetros más decido detenerme para descansar, el horizonte se ve igual, sólo agua y más agua.

De repente algo salta detrás de mí, en una fracción de segundo veo de lo que se trata, encontrando a una gran criatura acuática, la cual muerde mi cabello. La criatura me arrastra hacia el fondo pero sus afilados dientes cortan con facilidad mi cabello, liberándome. Sin embargo ese ser da la vuelta, quiere cazarme.

Con mucha suerte esquivo su embestida junto a sus hilera de dientes. Entonces ataco el único punto débil que alcanzo a ver. Mi brazo derecho perfora uno de sus ojos, mientras que el izquierdo se abre paso fácilmente dentro de su cuerpo a través de las branquias. Tomo cualquiera cosa que siento en su interior y lo jalo. La criatura ya no trata de atacarme, sino que lucha por huir, sin embargo sólo nada un poco conmigo sobre su aleta y colapsa estando rodeado de sangre, también es roja como la mía.

Al salir nuevamente a la superficie veo tierra, finalmente, entonces regreso por la criatura para tomarla de la aleta y llevarla a la costa. La isla tiene una forma bastante extraña, pero son nuevo en este planeta y debe ser algo común aquí. Más adelante hay otra isla mucho más grande con objetos extraños varados en su costa.

Esas formas llaman poderosas la atención ya que, al acercarme veo que no es roca como creía, sino que es metal. Esas son estructuras hechas por alguna civilización, reconozco que se parece mucho a nuestros barcos, aunque el material es infinitamente ordinario a comparación.

—Hay más naves náuticas —murmuro cuando miro la costa, dentro de la selva también puedo distinguir algunas junto a unos contenedores rectangulares.

En la noche disfruto de la carne de la criatura, encendí el fuego con ayuda de un cristal que encontré, fue fácil concentrar la luz de la estrella más cercana y quemar unas ramas secas.

Ahora estoy seco, pero cubierto de arena, mi cabello es un problema aunque me haya salvado la vida. Con los dientes de la criatura, los cuales son puntiagudos, afilados y del tamaño de mi palma, corto lo que queda de mi cabello. Dejando lo necesario para que me proteja de los insectos, hay muchos en la noche y chupan sangre, aunque la segunda vez que la prueban los molestos insectos caen muertos a mi alrededor. 

Muy extraño, debo hacer pruebas al respecto.