Marilyn observaba el pequeño frasco de pastillas que le había dado a Amber en la mañana, dejo el frasco cerca de la cama y miro a la joven dormida. Tomo la manta y la tapo bien, como siempre en Inglaterra, el clima era frio y húmedo, rara vez había sol.

Salió de la habitación y la cerro, luego se colocó su bata blanca y salieron de la pequeña casa caminando hacia el hospital, William se había encargado de avisarle al director sobre el estado de su compañera y por qué no se presentaría a trabajar ese día, el hombre les digo que no pasaba nada.

Entraron al hospital y se registraron en la entrada como de costumbre, luego caminaron a ver a su primer paciente, con forme pasaron los días habían logrado tener tres pacientes en total. La joven que recién había llegado llamada Emily y dos jóvenes más, una llamada Charlie y otro llamado Valentín. Cada uno se repartió, Marilyn se fue con Emily, Mathew con Charlie y William con Valentín.

—Buenos días— saludo William entrando a la sala y cerrando, luego se escuchó el pitido de que estaba bien cerrada.

—¿Qué tienen de buenos? — exclamo Valentín cruzado de brazos— ¿Has traído el Scrable?

—No, hoy no jugaremos nada, hoy toca una evaluación.

—¡Odio las evaluaciones! — soltó Valentín con cierto enojo y se acercó, hablo en voz baja— Y lo sabes bien.

William le sonrió y tomo lugar al frente de él.

—Tengo varias preguntas que hacerte y si todo sale bien jugaremos— hablo William colocando la hoja impresa de preguntas, movió su pluma— ¿Has tenido pensamientos suicidas últimamente?

—No— negó el hombre y William lo miro sorprendido, después de varias semanas al fin cambiaba la respuesta— Ahora tengo pensamientos criminales, he pensado en todas las formas en las que puedo matarte— rio.

William tacho la pregunta y busco la que decía "asesinato" y marco la casilla de si, como comentario coloco "Ahora quiere matarme a mí, otra vez"

—¿Algún dolor muscular?

—Siempre me duele el cerebro, ¿eso cuenta? — chasqueo la lengua el hombre, Mathew negó con la cabeza.

—¿Algún odio o arrepentimiento de tus acciones?

—Si— Mathew lo miro y frunció el ceño— Me arrepiento de matar a mi esposa antes de que lavar la ropa blanca, tuve que hacerlo yo— se encogió de hombros y le sonrió — ¿Ya podemos jugar?

Mathew asintió y el hombre aplaudio con alegría, el joven dejo sobre la mesa el juego y Valentin comenzó a formar palabras, mientras el hombre jugaba Mathew evaluaba su comportamiento, después de dos horas el joven observo el reloj y comprobó que su tiempo ya estaba terminando.

—Bien Valentin, es todo por hoy— se levanto de su silla y Valentin hizo lo mismo.

—Espera, lee, lee— señalo las palabras que habia formado.

Mathew se acercó a las palabras, esta "mesa" "amigo" "libros" "hospital" y "resurrección"

—¿Te gusta la última palabra? — pregunto Mathew al mirar que estaba repetida más de una vez.

Valentín negó con la cabeza.

—No, no, no— repitió, miro de un lado a otro y bajo la voz— Es lo que hacen aquí.

La puerta se abrió y del otro lado el guardia esperaba que el joven saliera, Mathew miro la palabra por algunos segundos y volvió a ver a su paciente frunciendo el ceño.

—Sucede en el edificio de experimentos— hablo de nuevo Valentín, Mathew frunció el ceño y el hombre asintió en repetidas ocasiones con la cabeza— Ella quiere volver.

Mathew se alejó por el pasillo pensando que solo eran palabras demenciales de su paciente.