A la mañana siguiente la lluvia no había parado ni un poco cuando salieron de la pensión que les había tocado y se encaminaron hacia el hospital, varios enfermeros y médicos comenzaron a llegar tomando sus actividades diarias. Marilyn se quedó apartada ayudando a Amber a tomar asiento, una enfermera llego junto los dos chicos y les sonrió.

—Vamos a atenderte— le sonrió a Amber ayudándola a incorporarse y se giró hacia Mathew— Me debes una Moore

El joven le sonrió y de lado los tres la siguieron, Marilyn paso al lado de Mathew golpeándolo en el hombro.

—Oye— exclamo mirándola alejarse, pero Marilyn lo ignoro. Mathew se giró hacia William— ¿Qué trae?

William frunció el ceño y sonrió para sí mismo pensando probablemente lo que sucedida pero solo negó con la cabeza, antes de decir algo así debía confirmarlo.

Llegaron hasta el área de radiografía, Marilyn se encontraba recargada en la puerta y miro de reojo a sus dos colegas llegar. Mathew se colocó al lado de Marilyn, pero esta se alejó de él colocándose al lado de William. Mathew se percató de ellos y la miro por algunos segundos con los ojos entrecerrados y luego regreso su vista hacia Amber quien estaba recostada en una camilla.

Vanesa alzo la radiografía y luego se giró hacia los otros tres chicos.

—Lo mandare a examinar— anuncio caminando hacia la salida— Estará hasta pasado mañana.

—¿Podrías...— comenzó a decir y Vanesa lo miro— ...tenerla hoy?

Vanesa le sonrió y asintió con la cabeza.

—Lo intentare.

Marilyn lo observaba desde la puerta y miro hacia otro lado sintiendo algo extraño en ella, se sentía enojada de que la mirara así. Negó con la cabeza y se dio media vuelta caminando hacia el pasillo en busca de algo de comer.

—¿A dónde vas? — pregunto Mathew observándola alejarse por el pasillo, Marilyn se giró a verlo, pero no le contesto.

Mathew frunció el ceño y se giró hacia William.

—Ya enserio, ¿Qué le he hecho?

William le sonrió y negó con la cabeza entrando a la habitación colocándose al lado de Amber

***

La radiografía de Amber estaba lista y Vanesa la tomo examinándola, miro hacia su compañero de nombre John quien le alzo una ceja. Vanesa le extendió la prueba.

—Altérala— ordeno Vanesa y el joven la tomo con una sonrisa.

***

William observaba la radiografía alzándola frente a un foco para verla mejor.

—¿Y? — pregunto Marilyn detrás de él, a su lado Mathew estaba cruzado de brazos, los ojos de los tres miraron la radiografía—¿Qué es lo que dice William?

El joven negó con la cabeza y se la tendió.

—No tengo idea, solo quería hacerme el interesante pero no sé qué dice.

Mathew le quito la radiografía y sonrió mostrando su dentadura blanca hacia Vanesa quien le sonrió complacida Marilyn los miro y aparto la visa soltando un suspiro. La joven tomo la radiografía, la alzo hacia el foco y luego frunció el ceño.

—¿Todo está bien? — pregunto Marilyn mirando a la mujer, Vanesa negó con la cabeza e hizo una mueca.

—Desafortunadamente su amiga ha sufrido una fisura en el cráneo— señalo con dedo el examen una raya en interna por el cerebro— Pero es curable— aseguro.

La joven se dio media vuelta en el pequeño consultorio y abrió un mueble de madera color caoba, de ahí extrajo un pequeño frasco de cristal con algunas pastillas, se dio media vuelta y les sonrió.

—Se llama Filomandria, son muy buenas para curar cualquier parte de hueso— se los tendió, Mathew tomo las pastillas— Dos veces al día, una en la mañana y otra en la noche durante un mes, eso le ayudara mucho para el dolor de cabeza. Tendrá posibles alucinaciones durante los primeros días, pero estará bien. Ahora, esta noche se quedará aquí en el hospital para valorarla y tenerla en observación— los miro a los tres, les sonrió— No le pasará nada.

Amber escuchaba todo y solo asintió con la cabeza en forma de afirmación. Dos hombres entraron al pequeño cuarto.

***

El sonido del respirador al que había sido conectada Amber aquella noche pitaba una y otra vez mientras el suero en sus brazos, Vanesa se acercó a la cama y sonrió mirando el rostro pálido de la joven, miro de reojo a una de sus compañeras.

—Sabes que hacer— hablo y su compañera se aproximó con una jeringa en su mano, la otra mujer inyecto en el suero un líquido y luego se alejó.