Sᴇsᴛᴏ Aᴛᴛᴏ: 𝕷𝖆 𝖌𝖚𝖊𝖗𝖗𝖆 𝖓𝖔𝖓 𝖙𝖔𝖌𝖑𝖎𝖊𝖗𝖆̀ 𝖎𝖑 𝖘𝖔𝖗𝖗𝖎𝖘𝖔
Sᴇxᴛᴏ ᴀᴄᴛᴏ ;;
ˡᵃ ᵍᵘᵉʳʳᵃ ⁿᵒ ⁿᵒˢ ᵠᵘⁱᵗᵃʳᵃ̂ ˡᵃ ˢᵒⁿʳⁱˢᵃ
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𝓅𝓊𝒷𝓁𝒾𝒸𝒶𝒹ℴ: 12/12/2020
"𝑬𝒔 𝒆𝒍 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓, 𝒆𝒍 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒄𝒉𝒂𝒓"
Sonny caminaba hacia la carpa-comedor para ir a cenar con el resto de sus compañeros. La noche había caído sin que se diera cuenta, después de dejar la compra Kevin fue llamado por Nathan para hablar de algo de lo que no dijeron nada a Sonny, aunque este ya se imaginaba que tendría que ver con el encontronazo con los soldados Fel en la ciudad. Abigail también se fue con la escusa de que tenía que entrenar un poco su número así que el chico volvió a su cabaña algo decaído y allí se encontró con Valentín y Trevor hablando.
Los dos chicos escucharon atentamente la explicación del castaño sobre lo sucedido en la ciudad e incluso intentaron animarlo diciéndole que no le diera más vueltas al asunto, pues ni Nathan ni Kevin o Abigail y mucho menos Zhao lo culparían de lo sucedido. Aunque Sonny seguía algo preocupado por el tema y decidió salir a tomar el aire dando un paseo por los alrededores, paseo que duró prácticamente toda la tarde, pero ahora al menos ya se sentía mejor.
Mientras volvía escuchó varias voces que más que hablar parecían gritar, venían de la carpa de entrenamientos de mutaciones, se asomó discretamente y pudo ver a Misha y Elliot discutiendo a un lado. A parte de ellos dos no había nadie más en el lugar, seguramente todos ya hubieran ido hacia el comedor, pero esos dos parecían más centrados en dedicarse una mirada afilada que en la comida.
—Te dije que no te metieras en esto —habló el chico de hebras bicolor tras varios segundos.
—Claro que me meto ¿Tu te has visto el tobillo? No puedes seguir practicando con el pie así —le contestó el peligris, el otro bufó.
—Eso no es nada.
—No es nada ahora, pero si sigues forzando acabará siendo algo grave.
—Tengo que actuar este fin de semana y tengo que practicar, no me puedo permitir una baja médica a estas alturas —Misha se cruzó de brazos.
—Si no estas recuperado para entonces, simplemente cambiaremos tu número con el de otra persona. Actuarás otra semana y ya está —indicó Ember.
—No —negó alto y claro el más bajo sin alzar la voz, su ceño se frunció aún más—. Nunca he faltado ni a uno solo de mis espectáculos, y esta no será la primera vez.
—¡¿Y qué más da que faltes por una vez?! Tu salud debería de ser mucho más importante —le recriminó al otro—. Eres un cabezota.
—Y tu un pesado. Te lo advierto, no te metas en mis asuntos —y sin añadir nada más o esperar una contestación del otro dio media vuelta y se dirigió a la salida.
Al ver al chico acercarse Sonny dio un salto y rápidamente se ocultó tras unos árboles para no ser descubierto. Sotnikova salió de mal humor dirigiéndose a la carpa-comedor, segundos después Ember siguió el mismo camino. Sonny miró al chico alejándose mientras en su mente se preguntaba que habría pasado, había llegado a comprender que al parecer Misha estaba lesionado, pero no el por qué la recomendación de Elliot de descansar lo había puesto tan hostil.
¡Ah! No le daría más vueltas, no debería de haber escuchado su conversación desde un principio, a veces se asombraba a si mismo de lo cotilla que podía llegar a ser.
Al llegar por fin a la zona del comedor vio que ya todos estaban sentados en las mesas y comiendo tranquilamente mientras hablaban, aunque algunos más tranquilos que otros, pues podía ver a Aiden y Xavier discutiendo mientras que Shawn y Tammy observaban la pelea sin interceder, Marcel y Adriano también mantenían una acalorada discusión sobre... ¿Si los macarrones eran mejores que los espaguetis? Y creía haber visto a Kevin perseguir a Billy con intenciones asesinas.
Su mirada se desvió a Misha, este ya no parecía enfadado, pero no mostraba mucho interés en lo que pasaba a su alrededor a pesar de estar junto a Dragan y Bunny en la mesa en la que Marcel y Adriano armaban jaleo. Pasó a mirar a Elliot sentado unas mesas más a la derecha, donde Aiden y Xavier discutían, pero él no parecía prestarles atención tampoco, aunque en su defensa los demás sentados también en la misma mesa tampoco les hacían caso.
—¡Ey, Sonny! —ante la voz miró a una de las tantas mesas, pudo ver como Mark le llamaba la atención para que fuera con él— ¡Ven, te hemos guardado algo de comer! —señaló el castaño una bandeja enfrente suya.
Fue hacia él y le agradeció con una sonrisa al de banda naranja que le sonrió de vuelta. Se sentó en esa mesa también junto a Celia, Kevin, Silvia y Aurelia, ciertamente nunca había comido con ninguno de ellos, y a excepción de Celia, quien le ayudó a encontrar un espectáculo en el que ayudar, y Mark a quien conoció cuando lo rescataron en Edimburgo y había con quien hablado más seguido, no había tenido mucho trato con los demás.
—Oh, ya vale, son tan pastelosos que me dará diabetes —se quejó Kevin haciendo un gesto de asco sacando la lengua como si le dieran arcadas.
Sonny no entendió y giró discretamente la cabeza en la dirección que el pelirrosa miraba, fue entonces cuando vio a Dragan y Marcel y entendió a lo que se refería.
—Déjalos, son adorables —los defendió Aurelia—. Lo que pasa es que te duele en el orgullo verlos porque tu no tienes pareja con quien hacer lo mismo —le soltó la puya la castaña y el otro hizo un exagerado gesto de indignación.
A lo que Kevin se refería era al trato bastante cercano que tenían Van der Heiden y Serifovic, Sonny ya sabía que eran pareja pues el propio Dragan se lo comentó, y al parecer salían desde hace tiempo, pero no los había visto interactuar tan acarameladamente hasta el momento. Dragan solía ser muy reservado con esas cosas a pesar de lo extrovertido que podía llegar a ser Marcel en muchas ocasiones, el primero había empezado a limpiar la mejilla del más bajo, que se había manchado de salsa sin darse cuenta, y ambos sonreían levemente y a veces soltaban una risita por lo bajo.
—Si no te gusta no mires —se burló Celia sacándole la lengua a su amigo.
—Para hacer sus cochinadas ya están las habitaciones —contestó Kevin y Celia le lanzó un patata de su cena.
—No comprendes nada del romance.
—Chicos calma —intentó poner orden Mark, aunque sus fallidos intentos por contener la risa no ayudaban demasiado.
Aurelia también se metía de vez en cuando, pero en lugar de para calmarlos era para echar leña al fuego y avivar la "pelea" de los otros dos, Silvia simplemente se mantenía al margen mientras terminaba de comer tranquilamente. Sonny rió, ellos también eran bastante divertidos a su modo, y eso que cuando lo conoció pensó que Kevin era un tipo muy serio.
—Venga, déjalos —finalmente Silvia intervino al ver que la conversación no tenía pinta de acabar y ella casi había terminado de comer, mientras que a los demás aún les quedaba más de la mitad de su plato.
—Si insulta al amor me está insultando a mi —se defendió la chica de gafas rojas—. Esto no se va a quedar así, defenderé el orgullo del DraCel.
—¿El qué? —preguntó Aurelia confundida por el ultimo nombre dicho.
—DraCel, ya sabes "Dra" de Dragan y "Cel" de Marcel, It's the new OTP!
A la castaña pareció hacerle gracia el nombre por lo que empezaron a hablar sobre eso y por fin dejaron la discusión anterior.
—¿Ya te vas? —preguntó Mark al ver a Sonny levantándose de su sitio.
—Em, si, quiero dar una vuelta antes de volver a la cabaña —explicó el moreno.
—Cuidado, no te vayan a violar de camino.
—¡Celia! —Silvia le dio una patada por debajo de la mesa— Eso sonó muy ordinario.
—¿Qué? El chico está de buen ver, y ni que todos los que viven aquí fueran castos y puros —se quejó al recibir otra patada por parte de la peliverde.
Sonny rió de nuevo y salió de la carpa, miró fijándose bien en que nadie viera a donde iba, una vez que estuvo seguro de que nadie lo observaba puso rumbo a la parte de atrás donde Byron ya debería estar esperándolo como todas las noches. Aquel chico realmente le había caído muy bien, era una pena que ya no viviera en el circo, podrían hablar de tantas cosas.
Al llegar a la parte trasera el rubio no estaba allí como siempre, eso extrañó a Wright, pero pensó que simplemente llegaba tarde, o incluso que quizás ese día no podría ir por algún imprevisto. De todas formas decidió entrenar un poco su mutación por su cuenta, en su cabeza seguía dándole vueltas al tema de los soldados de la ciudad, no había hecho nada productivo esa tarde y el lunes comenzaba al fin su formación como artista de circo, tenía que tener al menos una base para no estorbarles a Tammy y Acker.
Había pasado ya una hora desde que estaba allí, estaba cansado y casi había decidido irse, pues la hora del toque de queda ya casi iba a llegar. Fue entonces cuando escuchó los arbustos del bosque frente a él moverse, se levantó del suelo donde se había sentado para descansar y pudo distinguir una figura, esto le hizo sonreír, al final si que podría hablar un rato con Byron antes de irse, pero la sonrisa se esfumó al comprobar que la figura no le pertenecía al rubio, un chico albino y de ojos rosas salió y se quedó enfrente de él.
Mantenía una sonrisa divertida en la cara, y sus ojos brillaban con un deje de malicia que no le daba buena espina al de ojos verdes. Debido a esa imagen retrocedió un par de pasos que solo divirtieron más al albino.
—Vaya, que suerte la mía, no pensé que en un lugar tan apartado hubiera alguien solo —dijo el chico una vez salió del bosque que rodeaba el lugar—. No recuerdo haberte visto nunca en las contadas ocasiones que me encontré con alguien de este circo, ¿eres nuevo?
A diferencia de lo que pasó con Byron, la aparente amabilidad del albino no le alivió, quizás era su sonrisa orgullosa y despreocupada, su extraño uniforme blanco demasiado parecido a los de los soldados con los que se topó en la ciudad, o quizás esa sensación de desconfianza que esos ojos le trasmitían, posiblemente una mezcla de todo. En cualquier caso sabía que tenía que salir de allí de alguna manera y alertar a los demás.
—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —dijo al fin y la sonrisa del chico se agrandó.
—Vaya, no esperaba esa reacción —siguió hablando con tranquilidad—. Parece que finalmente no nos vamos a entender, es una pena, pero saciaré tu curiosidad, puedes referirte a mi como A8, no puedo decirte mi nombre, pero si que soy un soldado de la división de fenómenos del ejercito alemán.
Sonny se había quedado congelado, quería salir corriendo de allí, pero no sabía cual podría ser el poder de aquel chico y eso podría ser peligroso. Sus ojos rosas lo miraban fijamente como analizándolo, no podía desviar la mirada y aquel que se hizo llamar A8 solo rió.
—Vaya, es una pena lo que te pasó en Edimburgo, pero nadie dijo que tu madre estuviera muerta en todos los universos posibles —Sonny lo miró confundido, como sabía aquel chico sobre la muerte de su madre, y ¿a qué se refería con lo de universos posibles?— ¿Verdad, Señora Wright?
Sonny se quedó sin aliento al ver como del bosque una mujer salía caminando y se colocaba al lado del albino. No podía creerlo, era imposible, era su madre, su madre estaba ahí de pie enfrente suya ¿Cómo era posible? Se quedó paralizado, nada en él reaccionaba, miles de posibilidades cruzaban por su cabeza a gran velocidad y a ese mismo ritmo las iba descartando una por una ¿Estaba soñando? ¿Era eso una broma de mal gusto? ¿O quizás su madre realmente estaba... viva?
—Sonny, cariño —la mujer le dedicó un cálida sonrisa curvando sus labios y entrecerrando sus ojos, era la voz de su madre, hablaba como ella y sus gestos eran idénticos.
—¿Mamá?
Habló casi sin voz, llegando a sonar así de una forma carrasposa que no pareció ni él mismo. Su madre extendió los brazos hacia él, como si quisiera abrazarlo. Sonny apenas podía retener las lágrimas, todos sus sentimientos se volvían un fuerte torbellino en su interior queriendo salir todos a la vez y de igual forma como si un muro de acero lo impidiera, pero en cualquier momento este se iba a romper en miles de pedazos.
No podía seguir ahí sin hacer nada, era su madre, estaba ahí, no había muerto, todo fue una simple pesadilla que con todo el tema del circo había intentado camuflar, pero ahora la sentía más real que nunca. Ahora ya podría olvidar aquella horrible imagen de verla morir en frente suya, sin que él pudiera hacer nada y sintiéndose miserable por cada día que pasaba y él seguía vivo gracias a un triste sacrificio.
Su cuerpo al fin reaccionó, dio un paso y al poco otro, pudo al fin coordinar sus piernas para caminar hacia Lily, cada vez estaba más cerca y ya no podía contener las lágrimas ni las ganas de abrazarla. Estaba a escasos metros de la mujer cuando un sonido se reprodujo nítido en su cabeza, el disparo. Oyó el disparo con el que mataron a su madre en su cabeza, y a ese sonido le siguió el recuerdo del olor de la sangre y el terror de cuando vio a aquellos encapuchados girarse hacia él.
Su caminar paró en seco y sus lágrimas ya sin ninguna defensa resbalaron por sus mejillas dándose cuenta de la triste realidad.
—¿Hijo? —habló de nuevo Lily extrañada por la reacción del menor.
—No eres real... —dijo en un inaudible susurro— Lo siento mucho, todo fue mi culpa.
—¡Sonny! —Un fuerte tirón de su brazo lo hizo retroceder justo cuando el filo de un cuchillo pasó peligrosamente cerca de su cuello y como si de una ilusión se tratase la imagen de su madre desapareció.
Apolo, quien había estado viendo la escena, chasqueó la lengua. Ya casi lo tenía, pero tuvieron que interrumpirlo.
Sonny giró la mirada encontrándose con Kevin, el de piel morena no se veía para nada feliz en aquel momento. Su mirada chocaba con la del albino frente a ellos como si libraran una feroz batalla con ella.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo has encontrado este sitio? —preguntó con clara agresividad el pelirrosa.
—Vaya, para ser un circo de alegría e ilusión no habláis muy bien con las personas, me quejaré de vuestro trato al cliente —contestó mientras reía levemente.
—Tu no eres un cliente ni mierda, eres del gobierno alemán, ¿cierto? Vuestros asquerosos soldados llevan una semana rondando por aquí —a diferencia del albino, quien se mostraba bastante tranquilo, Kevin apretaba los puños notablemente enfadado—. Si seguís aquí os buscaréis problemas, largaos.
—Me encantaría poder darte el lujo de hacerte creer que tienes el control, pero la verdad es que andamos con un poco de prisa, perdoname —sacó una pistola con la que apuntó al menor y los disparos le siguieron asustando a Wright.
Kevin por su parte reaccionó bastante rápido haciendo crecer unas fuertes escamas en sus brazos con las que se cubrió de las balas haciéndolas rebotar como si de un escudo se tratara.
—Creo que el control si que lo tengo yo.
—Eso sería si no fuera ya demasiado tarde, el ataque ya a comenzado —dijo Apolo y tras eso una explosión se escuchó en la parte delantera del circo.
Kevin apretó la mandíbula y frunció el ceño al mirar hacia atrás y ver el humo que la explosión había generado, eso era malo.
—Sonny —se dirigió al moreno—. Ve rápido a avisar a Travis, hay que defender el circo y de paso ponte a salvo, que no te atrapen.
—Pero no puedo dejarte solo —negó ante la orden del mayor.
—Sonny no va a pasarme nada, creo saber como manejar a este tipo, confía en mi y largate ya —repitió Kevin con una voz segura.
El moreno finalmente asintió, aunque en su mirada aún podía notarse la preocupación por su compañero. Sin añadir nada más salió corriendo en la dirección contraria al albino, justo hacia donde se había producido la explosión anterior.
—Lo siento, pero no puedo dejar que se vaya —A8 dirigió su atención al lugar por donde se iba el otro chico dispuesto a seguirlo, sin embargo una llamarada le cortó el paso, había salido de la boca del pelirrosa.
Tras eso el cuerpo completo de Kevin comenzó a cambiar de forma, mas escamas azules le salieron por todo su cuerpo, sus ojos se volvieron afilados como los de un reptil y de un profundo dorado y todo su cuerpo cambiaba su físico y crecía considerablemente.
El albino bufó al encontrarse frente a frente con un gigantesco dragón de al menos 6 metros de alto. Este soltó un profundo y ronco rugido que tan solo le hizo pensar que todo había empeorado.
—Vaya, la lagartija puede pelear ¿eh? —los ojos de A8 brillaron potenciando su color rosa natural, pero antes de tener tiempo a hacer nada tuvo que esquivar la zarpa del dragón que intentaba golpearlo— ¡Ey cuidado! Pero que bestia.
Kevin volvió a soltar una llamarada de fuego por sus fauces directa hacia el albino, quien ni siquiera se molestó en intentar esquivarla. Antes de que la llama le alcanzara una fuerte ráfaga de viento chocó con ella desaviándola totalmente, el chico tan solo sonrió.
—Llegas tarde —fue lo único que dijo, aunque no obviamente al enorme reptil enfrente suya.
—Tu te largaste demasiado rápido —su compañera de pelo naranja llegó junto a él echándose con elegancia un mechón de pelo que caía por delante de su hombro hacia atrás.
—Bueno, se supone que tu y yo debíamos encargarnos de atacar por detrás, no es mi culpa que te la pases babeando por lo huesos de Emperor, Breeze —la chica frunció el ceño al escuchar las palabra de su compañero, pero se limitó a devolverle la puya.
—Quizás deberías limitarte a agradecerme que salvara tu vida antes de que esta bestia te redujera a cenizas.
—Te escuché llegar, cielo, por eso no hice nada, no pensé que si tu estabas cerca me dejarías morir ¿verdad?
Breeze suspiró, discutir con A8 era como hablar con una pared, inútil, puesto que el albino no iba a dar su brazo a torcer.
Un nuevo rugido proveniente del enorme animal hizo que se centraran de nuevo en su pelea. Ambos tuvieron que agacharse levemente para no salir volando cuando el enorme dragón se elevó en el cielo, iba a ser un combate largo y pesado, no todos los días se tenía la oportunidad de vencer a un dragón como en los cuentos se hadas.
•••
Cuando Sonny llegó a la parte delantera del circo no le gustó lo que vio, había algunas partes que estaban en llamas, suponía que por la explosión anterior, algunos compañeros se enfrentaban a los soldados Fel que los atacaban, mientras que otros ayudaban a proteger a los que no tenían mutaciones aptas para la pelea o ayudaban a apagar el fuego
—¡Sonny! —el chico miró hacia su derecha y vio a Aurelia, Valentín y Mark juntos, no tardaron casi nada en llegar junto a él.
—Sonny vamos a evacuar a los que no tiene mutaciones aptas para el combate —comenzó a explicar Mark—. No encontramos a Zhao y Percival así que voy a ir a buscarlos, pero necesito que tu saques de aquí a Aurelia y Valentín ¿vale?
Sonny asintió y Mark le dio una palmada en el hombro acompañada de una sonrisa.
—Muchas gracias, solo tenéis que salir por la puerta principal del circo e ir hacia el lago que hay montaña arriba, creo que ya fuiste con Valentín, Trevor y algunos más.
—Si, si, se donde es —asintió.
—Tened entonces mucho cuidado —pidió el de banda naranja antes de marcharse.
—Démonos prisa, este no es un lugar seguro —dijo la chica de hebras castañas claras y Sonny asintió corriendo junto a ellos.
Siguió al grupo hasta la puerta de entrada del circo evitando la pelea o cruzarse con algún soldado. Sonny miró toda la zona, a parte de soldados o compañeros suyos no había nadie más, no veía a nadie que vistiera como ese chico, A8, el que lo atacó en la parte de atrás, pues suponía que ese era el traje que el gobierno ponía a los especiales, así que eso lo tranquilizó en cierta manera.
Siguieron corriendo hasta que vieron la salida a lo lejos, pero algo alertó al moreno, como si algo en su cuerpo le indicara que había peligro, un extraño crujido le confirmó sus sospechas. Al mirar hacia el cielo vio como una enorme bola de fuego se acercaba a ellos amenazando con quemarlos.
—¡Cuidado! —sin ni siquiera pensarlo Sonny cogió a Aurelia y Valentín saltando así los tres a hacia un lado.
La bola de fuego cayó justo donde ellos habían estado previamente arrasando con todo a su paso y quemando hasta la última brizna de hierba del suelo. Se habían librado por poco.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó Aurelia aferrándose a Valentín asustada.
Valentín puso su mano en la cabeza de Dingle en un intento de tranquilizarla, mientras que trataba de averiguar desde donde había llegado eso.
—¡Sonny allí! —señaló el de pelo celeste al ver una figura acercarse desde el camino de tierra que llevaba desde el pueblo al circo.
—Es del gobierno —susurró la chica al ver como vestía con un uniforme blanco muy similar al de los soldados Fel.
Sonny se fijó y vio como una chica rubia se acercaba. Reconoció al instante el uniforme que vestía y como había estado temiendo era otro especial del ejercito alemán.
—Es un especial —indicó el castaño haciendo traga saliva a sus compañeros.
—Habéis esquivado una —habló de repente la chica rubia—, pero ¿Podréis esquivar las demás?
En ese momento en las palmas de sus manos creó dos nuevas bolas de fuego rojo que comenzaron a crecer rápidamente.
—Aurelia, Valentín, iros hacia la zona segura que dijo Mark —ordenó Sonny ayudando a sus amigos a ponerse en pie—. Yo me encargaré de ella.
—¿Estás seguro de que podrás tu solo? Ella se ve muy fuerte —dijo Aurelia visiblemente preocupada.
—No está solo.
Esa nueva voz hizo que todos se giraran viendo como Aiden se acercaba desde la carpa central.
—Mi hermano y Sandra se están encargando de controlar el fuego, a mi se me ocurrió venir para ver como iba la evacuación y menos mal —sonrió llevándose su mano derecha al cuello y haciéndolo tronar.
—Aurelia, vamos, ellos se encargarán —le dijo a Valentín tirando de la mano de la fémina que asintió.
—¡Tened mucho cuidado!
—Deberías dejar de quemar las plantas, dañas el ecosistema, desgraciada —decía Aiden mientras su forma cambiaba.
Sonny lo podría comparar con la asombrosa transformación de Dragonfly, solo que a este en vez de escamas comenzó a salir un pelaje de tono marrón y sus colmillos se agrandaron cambiando su físico a un licántropo considerablemente grande, debía de medir al menos 2 metros. Ante Sonny se mostró un enorme lobo que gruñía mirando con decisión a la rubia.
La chica se giró para intentar lanzar una de las bolas de fuego y cortar el camino de los que huían, pero sintió una voz justo al lado de su oreja que le puso el vello de punta.
—Tus contrincantes somos nosotros —al girarse se encontró con Sonny enfrente suya.
El chico mostraba una mirada no muy amistosa se veía enfadado, quizás nunca nadie le había visto así, aquella chica realmente logró hacerlo hervir al intentar atacar a sus amigos. El chico llegó flotando rápidamente a su lado gracias a esas ondas doradas que generaba y con estas mismas la golpeó tan fuerte que la lanzó hacia el bosque.
Aiden, con su forma de lobo ya completa se acercó a Sonny cuando vio como aquella con el nombre en clave de Erin se levantaba del suelo entre los arbustos del bosque y volvía a crear fuego en sus manos con una expresión para nada amistosa.
•••
—Hay que apagar el fuego de la carpa central ya —le dijo Tammy a Xing.
—Sandra y Shawn ya han ido a ocuparse de eso —contestó el de mechones violetas.
—¿Y los demás? ¡Cuidado! —gritó Tammy agarrando a Xing del brazo y tirando de él cuando un poste de luz cayó al suelo por haberse quemado.
—Dragan y Nathan estaban ayudando a evacuar, Kevin creo que están en la parte de atrás, Sonny y Aiden están en la entrada enfrentándose a un especial y Mark había ido a avisar a Zhao de lo sucedido —explicó Xing mientras agarraba el brazo de Di Clay para hacerla correr junto a él y esquivar los disparos de un soldado.
Tammy creó unos afilados cristales que lanzó hacia el soldado golpeandolo y haciéndolo caer al suelo.
—Será mejor que capturemos a alguno para interrogarlo después y saber como encontraron este sitio, además podríamos intentar sacarles información sobre los planes del gobierno —explicó Xing y la chica asintió.
Tammy volvió a repetir la acción de golpear con el cristal a un soldado que estaba cerca, pero esta vez en lugar de matarlo lo dejó solamente inconsciente.
—¿Así va bien? —Xing rió y asintió.
—Chicos ¿todo bien por aquí? —Misha se acercó a los dos chicos.
Unos metros más atrás Elliot también se acercaba a ellos, aunque un poco antes de llegar tuvo que atacar con su sombra a unos soldados que les disparaban a lo lejos, tumbó a al menos tres, dos no parecían moverse, solo uno de ellos se quejaba de dolor en el suelo, seguramente le había dañado una parte delicada.
—Si, todo bien —respondió Tammy—. Hemos dejado K.O. a este tipo para interrogarlo después —señaló al soldado tirado en el suelo.
—Pues ahora también podéis interrogar a este otro —dijo Elliot pateando al soldado Fel que aún quedaba vivo.
—Elliot y yo los llevaremos al subterráneo y los ataremos —dijo Misha bufanfo por la forma de accionar del peligris— ¿Todos los demás han sido ya evacuados?
—Creo que si, aquí solo quedan los adultos, Mark ya a ido a buscarlos, y algunos más como Sandra y Shawn que están apagando el fuego, Aiden que está con Sonny en la entrada, Dragan y Nathan que están echando un último vistazo para que no se quede nadie atrás y nosotros cuatro —explicó Xing.
—¿A donde los han evacuado? —preguntó Elliot cogiendo al soldado y cargándolo en su hombro para llevárselo.
—Creo que al lago que hay montaña arriba —se limitó a contestar el pelimorado.
Misha asintió a las palabras del otro, en eso se giró hacia el cuerpo tendido del segundo soldado inconsciente y en lugar de agacharse a cogerlo lo que hizo fue hacer crecer repentinamente su pelo. Las gomas que sujetaba sus hebras bicolor se rompieron dejando el pelo suelo, este crecía y se movía como si fuese un parte manejable más del cuerpo de Misha.
El pelo envolvió al soldado y lo alzó en el aire como si se tratara de tan solo un saco de plumas. Así los dos chicos se fueron dejando solos de nuevo a Di Clay y Zhou.
—Deberíamos buscar a Travis para preguntar como actuar aho... —pero un fuerte golpe en su estómago hizo caer a Xing al suelo adolorido y sin aire.
—¡Xing! —Tammy trató de acercarse al herido pero tropezó y cayó de bruces al suelo.
—Patético —frente a ellos se alzaba un chico bastante alto y de buena musculatura de ojos grises y pelo de un claro castaño.
Había llegado tan repentinamente que no tuvieron tiempo de reaccionar cuando los atacó. Había tumbado a Zhou de un solo golpe y dejó a Tammy tendida en el suelo demasiado fácilmente, tanto que la rubia se sentía avergonzada.
—Maldito —susurró Xing cuando el dolor había cesado un poco y Tammy se volvió a poner el pie—. Esto va a ser un problema.
Antes de que alguno tuviera tiempo de hacerlo algo el chico volvió a atacarlos golpeándolos de nuevo.
•••
—Por aquí —Misha abrió la puerta del despacho de Zhao, allí no había nadie por lo que supo que Mark ya lo había evacuado junto a los demás.
En cuanto Elliot pasó, se agachó sin soltar al soldado y apartó la alfombra que cubría el suelo del lugar desvelando una trampilla que solo se podría abrir con la llave correspondiente.
—Elliot, ya sabes lo que hacer —dijo Misha echándose a un lado para dejar paso a su compañero.
—Ah, claro, ahora si me diriges la palabra —Misha rodó los ojos ante el comentario.
—Ya hemos hablado de esto y te he dicho que ahora no es el momento, ¿podrías dejar el tema cinco malditos minutos, por favor?
Elliot chasqueó la lengua, pero no insistió. Se acercó a la trampilla e introdujo una de las sombras que él manipulaba por la cerradura, en cuestión de segundos se escuchó como se había abierto.
—Gracias —Misha la abrió dejando a la vista unas escaleras metálicas cubiertas de polvo que bajaban hacia un pasillo oscuro.
Después de pasar aquel largo pasillo llegaron a una nueva puerta, Misha miró a Elliot y el chico repitió el proceso anterior abriendo la puerta con sus sombras sin necesidad siquiera de soltar al soldado que cargaba. Esta puerta era de acero no como la trampilla de madera anterior.
Al entrar encontraron una sala algo oscura, solo iluminada por algunas bombillas que colgaban de los cables que salían del techo. La habitación estaba prácticamente vacía, tan solo dos sillas de hierro en el centro y algunas mesas o muebles pequeños de madera en las esquinas.
Dejaron a los soldados sentados en las sillas de hierro que estaban soldadas al suelo y los dejaron atrapados con unos grilletes en manos y pies. Así no podrían escapar cuando se despertaran.
—Bien volvamos arriba a ayudar a terminar de echar de aquí a esos... —Elliot se detuvo al hablar, acababa de caer en algo que había pasado por alto en el momento en el que entraron— Misha... —ante la cara del peligris el chico de hebras bicolor comenzó a preocuparse—. No estamos solos.
De repente el más bajo abrió los ojos comprendiendo a lo que Ember se refería. Pudo ver como Elliot había extendido su sonora al hasta el exterior, un método que usaba para detectar a personas pues sentía la presencia de otros cuando pisaban las sombras, un método infalible pues ¿quien iba a sospechar de una simple sombra?
—Hay alguien dentro de la cabaña —sentenció Misha y ambos corrieron para volver a subir.
Al llegar arriba Sotnikova fue el primero en salir y como habían pensado había alguien más en la habitación, alguien que no debería estar allí y que llevaba algo entre las manos.
El chico atacó al desconocido que estaba allí alargando de nuevo su pelo, pero este lo esquivó de milagro al ocultarse tras el escritorio. Aunque pareciera solo pelo, Misha no solo podía moverlo y hacerlo crecer a voluntad, también podía manipular su dureza haciéndolo igual de resistente que el acero, un golpe de eso podía atravesar perfectamente un cuerpo y muchos tipos de materiales, cosa que fue comprobada cuando varios mechones atravesaron el suelo de madera del lugar dejando unos visibles hoyos.
En el momento en el que Misha trató de volver a atacar algo se le lanzó encima derribándolo y tirándolo al suelo, era un animal parecido a un lobo, pero más grande y amenazante, además su pelaje era de un tono azul muy oscuro, casi negro. Esto fue aprovechado por el chico de pelo magenta que se había colado en la cabaña para escapar del lugar.
—¡¿Qué ha pasado?! —Elliot trató de acercarse a Sotnikova para ayudarlo.
—¡No, yo me ocupo de este! ¡Persigue al chico que acaba de salir corriendo, he visto que se lleva unos documentos sobre los miembros del circo con él! —aquello sorprendió a Ember que salió corriendo tras el fugitivo.
Al salir vio que corría en dirección a la salida así que trató de alcanzarlo con sus sombras para atraparlo, pero el chico agarró a uno de los soldados que pasaba por el lugar y lo usó a modo de escudo para que las sombras de Ember no lo alcanzaron a él. Dejó allí al hombre y cogió un walkie que llevaba colgado en su cinturón.
—¡Ya tengo los documentos! ¡Nos retiramos! —y Emperor volvió a enganchar el walkie a su cinturón.
Cuando Elliot trató de volver a atacarlo un fuerte placaje por la espalda lo derribó, era el mismo lobo que había atacado a Misha, luego el lobo corrió junto a su compañero y mientras corría recobró su forma humana. Ambos se alejaron a tal punto que Elliot los perdió de vista, regresó al interior de la cabaña temiendo por su amigo, pues si aquel chico-lobo había salido era porque Misha no lo había podido retener porque se encontraba mal.
Efectivamente al entrar se encontró al de ojos violetas tirado en el suelo agarrándose el costado. Aquel tipo le había clavado las garras y ahora se estaba desangrando.
—¡Misha! Iré a buscar ayuda —el herido asintió soltando un quejido y el moreno salió corriendo de la cabaña.
•••
—Vaya, habéis tenido suerte —dijo Duske soltando el cuello de Tammy quien cayó al suelo sin fuerzas—. Me tengo que ir, dejaremos nuestra disputa para otro día —el gruñido por parte de Xing no se hizo esperar.
Se sentían como unos inútiles, aquel chico no usó su mutación en ningún momento, su simple fuerza física y adiestramiento militar le había sido suficiente para dejarlos a ambos para el arrastre.
Y con paso lento, pero seguro y sin prestar atención a los dos menores tirados en el suelo se marchó del lugar.
—¡Arg...! —Lilith intentaba quitarse de encima al enorme lobo que trataba de morderla. La había conseguido tumbar en el suelo y estaba clavándole las garras en los brazos haciéndola sangrar.
Había escuchado el aviso de Moore sobre la retirada, pero la verdad es que no estaba en una buena posición. Estaba cansada de esa pelea que no llevaba a ningún lado, el chico de pelo negro atacaba a larga distancia gracias a sus ondas de choque, y cuando trataba de acercarse era aquel niño lobo de tres al cuarto el que la atacaba a corta distancia.
—¿Qué hace? —preguntó Sonny al levantarse del suelo después de que tuviera que esquivar por los pelos un ataque de fuego desesperado de la rubia.
Los ojos de LIlith brillaron con un rojo tan potente que oculto sus pupilas, como si sus ojos tuvieran brillo propio, y una fuerte oleada de energía lanzó por los aires a Frost y Wright que cayeron al suelo varios metros más atrás. Eso fue aprovechado finalmente por la fémina para retirarse de allí lo antes posible.
—¡Maldición! —Aiden golpeó el suelo con el puño, al volver a su forma humana, se les había escapado.
—Que pena —Apolo guardó el walkie después de avisar que ya volvían—. Esto estaba siendo divertido.
El albino se secó con el dorso de la mano un hilo de sangre que resbalaba por su labio, tanto él como Regina estaban exhaustos y golpeados.
—Odio admitirlo, pero es muy fuerte —dijo la fémina viendo como aquel dragón aún parecía tener fuerzas de sobra.
—Ya sabes lo que hacer, Breeze —le dijo Apolo y la chica asintió acercándose un poco más al bosque y colocándose tras unos árboles.
—Lo siento, pero nos vamos, es una orden de nuestro emperador —sonrió socarrón el albino y antes de que Kevin pudiera hacer algo más con un fuerte soplido Mulgrave creo una corriente de aire lo suficientemente fuerte como para arrancar varios árboles de cuajo.
Estos fueron lanzados hacia Dragonfly golpeándolo y esta distracción fue aprovechada por los dos intrusos para huir desesperadamente de allí.
Kevin regresó a su forma humana una vez comprobó que se le habían escapado, era frustrante, pero ahora ir a ver si sus compañeros estaban bien era más importante que perseguir a esos dos.
El lugar era un desastre, era un campo de guerra con cuerpos de soldados muertos por todos lados y varias cabañas algo destruidas, eso por no hablar de la carpa central cuya tela estaba parcialmente quemada, por suerte parecía que nada del interior se había quemado.
—¿Estás bien? —Sandra y Shawn se reunieron con el chico cuando lo vieron llegar.
—Si, aunque esos dos fenómenos han escapado —dijo Kevin.
—¿Dos fenómenos? —preguntó Frost sorprendido y Kevin asintió.
—Creo que se hacían llamar A8 y Breeze, deben ser soldados del ejercito alemán —explicó.
—¿Cómo es posible que todos estos soldados descubrieran nuestra ubicación? —preguntó ahora Sandra— Se supone que estamos ocultos a cualquier gobierno.
—No tengo ni idea, tal vez un espía de su gobierno logró encontrarnos —se encogió de hombros Shawn—. Ya pasó una vez, no sería nada descabellado.
—¿Los demás estarán bien? —Kevin ahora se veía más preocupado por el resto de sus compañeros.
—Seguro que si, Mark dejó a Sonny encargado de las última evacuaciones y Dragan y Nathan lo han estado haciendo muy bien también —aseguró el de pelo plateado.
—¡Chicos! —Elliot se acercó a los tres chicos con desesperación.
—¿Qué te pasa Elliot? ¿Estás herido? —cuestionó Sandra.
—¡Yo no, pero Misha si! Nos atacaron en el despacho de Zhao y se está desangrando. Tiene una herida con muy mala pinta en el costado.
Aquello los alertó a todos.
—Shawn ve al lago a buscar al cuerpo médico, Sandra ve a comprobar que todos los demás estén bien, yo voy con Ember a ver a Misha —todos asintieron ante las ordenes de el pelirrosa.
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Pues sinceramente no tenía planeado actualizar hoy, pero recordé que ya tenía este capítulo escrito y bueno ¿Por qué no?
Este ha sido el primer enfrentamiento del circo con uno de los equipos del gobierno y parece que no ha habido muchas bajas, excepto mi Misha bonito ;-; pero así mejor porque ya habrá tiempo de maldecirme más adelante XD
Quería aprovechar también para hacer una pequeña pregunta, como ya comenté estoy preparando un especial al navidad de Olympus y pues un especial navidad puede tratar varios temas diferentes desde muchos puntos de vista, formas de escribirlo y demás, por ello quería vuestra opinión sobre una parte de este one-shot.
Me gustaría saber cuales de estas 3 opciones preferís para el tema del shot:
– Navidad/Noche buena.
– Noche vieja.
– Año nuevo.
Ahora si con todo dicho me despido por aquí.
~Nova/Dreamer ♥
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