Capítulo 29
—No era necesario...-Suspiré con cansancio al observar más de un mueble nuevo en mi apartamento.
Recorrí con la vista la nueva cama doble, la cuna del bebé y alguna mesa y silla que andaban en la vuelta.
Sonreí sintiéndome culpable, y de inmediato envolví mis brazos alrededor del cuello de Jimin.
Olía demasiado bien; su colonia se filtró por mis fosas nasales de inmediato, sentí mis pies sorprendentemente más livianos.
Lentamente Park se estaba ganando mi confianza con cada gesto dulce que hacía. Me correspondió el abrazo fuertemente, adhiriéndome a su cuerpo y haciendo que yo dejara de respirar por alguna razón.
¿Por qué ahora me ponía algo nerviosa estar así de cerca de él?
Debía ser que aún no superaba lo bueno que estaba siendo conmigo aunque hubiera rechazado su confesión amistosamente.
Saqué mi rostro de su cuello mirándolo a los ojos, ambos sonreímos apartándonos suavemente. —Te mereces aún más que eso, si tan solo me dejaras...
—Ya hemos hablado de eso...-Caminé hacia la cuna del sin nombre, para luego encontrarlo dormido dulcemente.
Era mi angelito, mi rayo de luz.
Mi estómago rugió audiblemente.
—Me parece que alguien tiene hambre...-Me sobresalté a sentir la voz de Jimin sobre mi oído.
Tragué saliva mirando fijamente al bebé. —Estoy bien...
—No, ___.-Gruñó en desacuerdo, lo vi por el reflejo de la ventana caminar al sillón y coger su abrigo.- Vendrás a comer conmigo.
Me giré apoyando los codos sobre las barandillas de la cuna. —No voy a dejar al bebé solo.
—¿Quién dijo que él se iba a quedar?-Arqueó una ceja sonriendo ladeadamente.- Él viene conmigo también.-Guiñó juguetonamente caminando hacia la puerta.
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—Está muy bueno...-Me devoré parte de los espaguetis que el pelirrojo había pedido para ambos. Sonrió mirándome entre sus pestañas.- Realmente no sé cómo agradecerte todo lo que has estado haciendo por mí...-Suspiré tristemente; acomodé a 'bebé' entre mis brazos queriendo evitar que se cayera al suelo mientras devoraba mi plato.
Jimin le miró frunciendo el entrecejo. —¿No tendrá hambre? No ha comido nada desde ayer...
Él tenía razón. Bebé también debía comer, no era ningún objeto inanimado.
Enrojecí. —No quiero hacerlo aquí...-Evité su mirada.
—¿Hacer qué?-Apoyó sus codos sobre la mesa, inclinándose hacia mí.
—Los bebés no tienen dientes, solo pueden tomar líquidos y esas cosas; leche materna es lo que la partera me solicitó que le diera.
—¿Y qué?
Me atoré con mi comida, para luego verle incrédula. —¿Y qué?-Repetí su pregunta bufando.-No voy a mostrarte mis pechos, Chimchim.
Se volteó a verme con los mofletes colorados y sus ojos entrecerrados. —¡No estaba pensando eso!
Dejé escapar una risita, a veces pensaba que hablaba con un niño pequeño.
Mi bebé comenzó con un insoportable llanto, ganándose miradas de irritación o ternura de parte de otras personas en la cafetería.
Mordí mi labio meciéndolo buscando tranquilizarlo.
—Sh....-Susurré dulcemente, dándole palmaditas en la espalda. Rodeé los ojos al ver que no se callaba.- Lo que sea...-Suspiré encogiéndome de hombros.
Corrí el escote de mi vestido, y aprovechando que no llevaba sujetador, acerqué al bebé para que sacara su lado vampírico.
Sentí las miradas de algunas personas; alguien se dejó caer junto a mí.
—Yo te cubro...-Susurró Jimin enviándome escalofríos y haciéndome tragar saliva.- Nadie va a verte...
Asentí sin mirarle, sintiendo su mirada sobre mi rostro.
—Eres tan adorable cuando tu rostro está rojo, ___.-Volvió a hablar suavemente, dejando que las palabras quedaran flotando entre el silencio incómodo y los ruidos de la criatura sorbiendo violentamente.
Seguidaa------>
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