Capítulo 25

Kai P.O.V.

Luego de lo que parecieron minutos, Jungkook me honró con su presencia, lo sentí ingresar con pasos lentos y pesados a la sala.

—Dime que te has dado cuenta, por favor.-Sentencié sin dejar de ver la lluvia a través de la ventana, sin querer ver su maldita cara.- Dime que te has dado cuenta la imbécil que has sido.-Me corregí.- No, no imbécil... patético, fracasado, miserable, intento de ser humano fallido...

Me detuve esperando respuesta, no obtuve ninguna.

—Eres patético, Jungkook.-Negué con una sonrisa sarcástica, golpeé con mis dedos las gotas del otro lado del cristal, queriendo evitar aquel incomodo silencio con un golpeteo.- Eres tan patético, que ni siquiera puedo odiarte, ¿Sabes?

No obtuve respuesta, ni siquiera fui capaz de escuchar su respiración aunque lo viera de soslayo parado en el portal silenciosamente.

—La tuviste a tus pies todo el tiempo.-Pensé lo que todo este tiempo había ansiado decirle.- Y ni siquiera eso te bastó. No confiaste en ella, la trataste como mierda aún cuando sabías que ella tenía tu hijo en su vientre. Y ella seguía allí, para ti...

Tragué saliva, estaba comenzando a ponerme sentimental.

—No la mereces, ¿Escuchaste todo lo que sufrió por ti? Y esa grabación no es nada comparado a todos los llantos que escuchaba cada noche detrás de la puerta de su habitación, eres miserable.-Gruñí, quería que sufriera.- Nunca más la tendrás, porque ni  el alma más bondadosa te perdonaría por todo lo que has hecho, un error tras otro, un maltrato tras otro.- Me giré finalmente a verle, estaba cabizbaja privándome de ver su cara.

La luz del sol lentamente comenzaba a desaparecer junto con el atardecer y mi poca paciencia.

—Y espero que sufras, de la peor manera...-Tensé mi mandíbula.- Y si llegas a acercártele, deberás cambiar esa maldita personalidad tuya, o de última dejarla ir.-Caminé hacia él calmadamente.- Ella no es una puta tuya, ni de nadie. Ella es una mujer que te amó hasta el cansancio, hasta que tú la pisoteaste sin remordimiento.-Llegué junto a él, ya quería ver su maldito rostro.- Comencé con ese tipo de grabaciones en el momento que noté su relación unilateral, ya que la única que ponía de su parte para que funcionara era ella.-Rasqué mi barbilla sonriendo irónicamente.- Sabía que este día llegaría, el día que pudiera mostrarte tu jodido error que evidentemente cometerías.

Su respiración irregular no llamó mi atención, reí silenciosamente cruzándome de brazos orgulloso de lo logrado.

—¿Sabes qué?- Volví a hablar.- Le tomó tiempo a ___, pero finalmente se dio cuenta lo que todo el mundo ya sabía...-Relamí mis labios contemplando el panorama; sonreí.- Eres una mierda, Jeon.

No contestó en ningún momento.

—¿No vas a verme a los ojos siquiera?- Bufé negando con decepción. –Eres un cobar....

Sus ojos se encontraron con los míos de inmediato; debajo de aquel cabello empapado y desprolijo, vi sus ojos bañados de agua.

Un retorcijón me revolvió la panza.

Sus labios entreabiertos dejaban ir sus respiraciones lentas y disparejas como si estuviera al borde del colapso. Su pecho subía y bajaba al ritmo que parpadeaba, y sin pudor ninguno dejaba algunas lágrimas recorrer sus mejillas acabando en la comisura de sus labios.

Tragué saliva, aunque no sentí nada de culpa

—¿Qué sientes ahora luego de ver tu jodido comportamiento? ¿A dónde has llegado? –Calmadamente aunque con rabia contenida pregunté.- ¿Valió la pena?- Murmuré sin ánimos de ser contestado.

Sus ojos negros atravesaron los míos antes de que comenzara a dirigirse a la salida lentamente, dejando sus pies caer pesadamente y retumbar en el apartamento.
Seguida--->

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