Jimin aclaró su garganta disimulando su incomodidad, mordisqueó su labio inferior; por otro lado... Jungkook.

—¿De qué te ríes?- Park rugió observando a Jeon con desprecio y apretando sus puños.

—De ti...-Sonrió cínicamente.- Debiste haber visto tu cara cuando dijo que necesitaba tener sexo, o una pareja. Literalmente pensé que te iba a venir un orgasmo.

Cubrí mi rostro con las manos.

—Eres repugnante.-Musité sin mirarlo, pude sentir la mirada de ambos sobre mí.

—Es que...-Continuó hablando ignorándome, a través de mis dedos vi las miradas mortíferas que se mandaban.- Realmente pensaste que ___ te vería como algo más que un amigo, ¿Cierto?- Bufó con sarcasmo.- Eres ridículo, Jimin.

Me quité las manos de mi cara molesta. —¿Tú qué haces aquí de todos modos?- Le desafié con la mirada dispuesta a golpearlo.

Sonrió ladeadamente relamiéndose los labios.

Maldito; él sabía lo que hacía.

—No podía arriesgarme a que algo le pasara a mi hijo, ¿No?

Un cuchillo me atravesó.

—¿Y ahora sí es tu hijo?-Me crucé de brazos arqueando una ceja.- Eres tan hipócrita.

—Desde el momento que puse mi polla dentro de ti fue mi hijo.-Se encogió de hombros.- No es como si esté aquí por ti, no te emociones.

Me sentí tan asqueada que me dieron ganas de vomitar, y de golpearlo también.

—Eres tan insensible...-Aparté mi mirada de él.- No puedo ni mirarte, vete, quiero que te vayas.

—¿Segura?-Su voz gruñó.-Porque si te importa tanto mi opinión como para que te duela de esa forma es porque yo te importo tanto que no quieres que me vaya.

—Vete.- Reiteré.- Ahora mismo.

Escuché la silla bruscamente moverse de lugar.

—No podrás apartarme de mi hijo, legalmente puedo destrozarte.-Caminó estampando sus pies fuertemente contra las baldosas.- Nos vemos luego, nena.

Me succionaron el alma en tan solo segundos, solo él tenía el poder para hacer aquello.

Solo él podía hacerme sentir mal con tan solo una palabra.

Solo él era así de insensible y frío, materialista e iluso.

Una mano tomando la mía suavemente me distrajo. —No lo escuches, por favor.

Fruncí el entrecejo. —¿Lo qué?

—No quiero que pienses que te ayudo por motivos no muy nobles...-Murmuró tímidamente.- No lo hago para acostarme contigo.

Mis mejillas se calentaron, y pude escuchar una risita de su parte.

—No es porque estés embarazada...-Rectificó.-Digo... em... Para mí es lo mismo que estés o no embarazada, no cambiaría en nada.-Rascó su cuello nerviosamente.- No... no quise decir eso, sino que follaría contigo aunque estés embarazada, no es asqueroso ni nada...-Su rostro estaba rojo.- No, no es eso... no...

Solté una carcajada.

Era jodidamente tierno.

Le di un apretón en la mano haciéndole entender que estaba bien, no debía ponerse en vergüenza de esa forma.

—Jimin...

—¿Sí?-Musitó sin levantar la vista de nuestras manos. Sus orejas aún estaban rojas.

—¿Me...-Me acerqué a él.- .... Darías un abrazo?

Sus ojos rápidamente fueron a los míos destellantes de una especie de brillo; en menos de un segundo lo tenía sobre mí envolviéndome en sus brazos.

Suspiré; se sentía demasiado bien.

—Jungkook...-Comenzó el a rabiar sin despegarse de mí intentando traer el tema a colación.- Él...

—Olvídalo.-Espeté apretándolo.- Yo también voy a olvidarlo.

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