Pasado



Akutagawa no estaba loco, la fecha lo decía, sus niños eran bebes. No sabía cómo ni cuándo ni por qué pero lo sabía, volvió en el tiempo. Podía arreglarlo, podría hacer todo lo que se negó cuando hizo todo mal. Podría tener una segunda oportunidad.

Miró a Atsushi se veía cansado de tener a ambos bebes entre sus brazos mientras intentaba comer. Era el primer paso, ayudar. — Jinko, come — dijo tomando a los bebes — yo los arrullaré

El menor le sonrió — Gracias

Rashomon arrullaba a los niños, no tardaron mucho en dormirse, fue a buscar en la lavandería, lo sabía, Atsushi lavaba constantemente la ropa de los bebes, así la tomó con Rashomon y colgó todo.

No solo eso, sacudió y barrió el polvo, Atsushi apenas terminaba de comer cuando vio todo limpio — Vaya Ryu, me quitaste varias horas de trabajo

— te ves cansado, somos pareja, somos dos. Estoy aquí, no hagas todo y déjame algo a mi

Atsushi se acercó a besarlo — ahora que me has ayudado... podría ayudarte con algo más privado...

Akutagawa se sonrojó, llevaba 5 años sin tocarlo, y en ese instante su sangre hirvió, tomó al menor llevándolo a la habitación

Atsushi estaba sorprendido de la efusiva respuesta del mayor, sus besos llenaban su cuello y cara, mientras sus manos tocaban todo por encima de la ropa. — Ryunosuke... — le llamo — ¿es por esa pesadilla que estas así?

— Pesadilla... fue lo peor — dijo serio y besó al menor — Jinko, — le miró igual de serio — casémonos, casémonos ahora, déjame marcarte. Estemos juntos por siempre

Atsushi se sorprendió y miró a otro lado — Ryunosuke... nosotros...

— lo se, lo se; dijimos que no hasta estar seguros pero te juro que hoy me siento tan seguro, es como si pasara años sin tocarte y créeme, no podría vivir así

Atsushi suspiró — no, no lo sé... Déjame pensarlo

— claro, si...

Se quedaron así, los ánimos de sus actos apasionados se habían esfumado y el agente por fin suspiró — ¿me sueltas?

— ah, si — soltó al menor y con ello se sintió afligido

— Veré a los bebés un momento

Atsushi salió de la habitación y el mayor se dejó caer en su cama — ¿como lo conquistó? ¿Que debo hacer? No quiero repetir la historia... — se quedó pensando y solo había una respuesta sin fallo — debo contarle todo a Dazai-san

Tomó su abrigo, fue con Atsushi y besó su frente, una vez más sorprendiéndolo y salió. Debía encontrar a Dazai.

Mientras tanto, Atsushi miraba a sus bebés — todo eso fue extraño, suele ignorarme, gritarme y solo los besa a ustedes ¿Que tipo de sueño tuvo?

El pequeño Atsuke solo balbuceó — eres un niño muy listo ¿eh?




Akutagawa encontró a Dazai en la cafetería debajo de la agencia, el castaño al verlo sabía que algo ocurría. — ¿no me pediste no meterme en tu relación? Te recuerdo los pecados que cargas con ella y lo molesta que está la agencia

— Lo se, lo se, hice mal, no debí golpearlo cuando esperaba a los bebés ni abandonarlo en labor de parto, haciéndolos correr y que la doctora los rescatara. Me arrepiento de cada golpe y cada indulto. Cada instante que lo dañe en estos últimos 12 meses de estar juntos

Dazai lo miró sorprendido, sonrió — ¿Que pasó?

— tiempo

— te escucho

— Acabo de despertar en un momento donde mis bebés tienen 3 meses de nacidos. Dazai-san, anoche antes de acostarme, mis bebés tenían siete años ya, Jinko y yo estábamos separados y le pedía matrimonio su nueva pareja

— ¿un mal sueño?

— No, recuerdo lucidamente cada día, cada golpe que le di a Atsushi hasta que nos separamos, cada mal estar de los niños, cada cumpleaños, cada separación y cada angustia. Fui a terapia, Jinko se va a casar con un chico bueno que por más que quiero odiar no puedo — suspiró — Dazai-san, después de esos cinco años supe que amaba a mi familia, me tomó cinco años saberlo y a Haru le tomó 1 años pedirle una familia. Por favor Dazai-san... Necesito ayuda.

El castaño estaba sorprendido pero no molesto, sonrió — Debes demostrarme el grado de esa terapia.

— si, trataré súper bien a Jinko

— Entonces, te ayudaré

Ambos platicaron por un par de horas, Dazai había decidido ir a ver a sus pequeños sobrinos. En el camino seguían platicando — Akutagawa recuerda que si viajaste en el tiempo has creado una paradoja, aún debes tener en mente que de una forma u otra el destino querrá que todo vuelva a cómo deba ser

— lo comprendo

— Eso incluye a Haru

Akutagawa trago saliva — es un chico bueno, ama a mis hijos... pero quiero a mi familia conmigo; no desperdiciaré esta segunda oportunidad. Haré lo que sea por mi familia

— Bien


Akutagawa y Dazai llegaron a casa del menor, Atsushi tenía a los bebés en un corral mientras preparaba leche de fórmula — Oh, bienvenidos

— Atsushi-kun te cae bien el descanso

— Ya quisiera que fuese descanso, creo que tengo más cansancio que ir a entrenar con Kunikida-san

— los mellizos son problemáticos eh

— Déjame ayudarte — decía Akutagawa quitando a Atsushi

— esta bien, aún están dormidos — decía el albino

— Atsushi-kun ¿no te has sentido extraño?

— ¿extraño? Mmm no — le sonrió — solo me siento agotado con los niños— Akutagawa tomó a Atsushi de la cintura y el albino miró extrañado — bueno, esto se siente raro

— Akutagawa está yendo a terapia — dijo Dazai aprovechando aquello — descargar esa ira es lo mejor

Akutagawa rápido tuvo iniciátiva — si Jinko, a partir de ahora, te cuidare, amare y protegeré

— su-suena lindo

El mayor sonrió y tomó al menor por sorpresa para besarlo.

Si, su acuerdo habia sido loco igual que su relación. Todo empezó por una relación meramente de sexo. Aliviando sus celos, pero por el destinó uno de los codones no funcionó y fue como Atsuke y Ryunushi nacieron.

Entonces acordaron volverse novios para cuidar de los niños, y decidieron que el tiempo diría si se quedaban juntos o no; aunque para Akutagawa ahora todo era diferente. Atsushi por su lado, seguía pensando en el mismo plan. Separarse

Akutagawa no soltaba a Atsushi y este se sentía hostigado. Dazai los separo — Atsushi-kun ¿volverás pronto a la agencia? Los bebés podrían estar en la agencia

— el presidente me dio seis meses, cubrimos los gastos con Akutagawa pero tampoco le gusta estar tanto en casa — añadió y miró al azabache — claro, si tú quieres

— No me molesta que jueguen con los agentes, me gustaría que fueran a la universidad algún día

Atsushi sonrió — eso suena genial.

Dazai les miró y sonrió — Volveré mañana, estaré viniendo seguido. Es parte de los cuidados de Akutagawa

— De acuerdo, vaya con cuidado Dazai-San

— Adioscito

Akutagawa miró a los bebés dormidos en su corral y le sonrió — ¿Quieres? — preguntó aunque ya estaba dejando salir sus feromonas

Atsushi sonrió — sabes que me vuelve loco tu olor — menciono abrazando al mayor

Dejaron la cámara encendida y se llevaron el portátil a la cama para vigilar bebés. En su habitación, el mayor no paraba de besar al menor mientras este se quitaba la ropa. Tuvieron que separarse cuando el menor sacó la camisa que llevaba.

¿Vergüenza? Eso lo perdió después de encontrarse por décima vez

Atsushi lo jalo a la cama quedándose el encima — Jinko, estas algo... salvaje, había olvidado esto

— ¿ah? ¿Olvidarlo? Lo hicimos hace 4 días

— es un decir

Aunque Atsushi se sintió extraño por ello, bajo por el abdomen del mayor topándose con su pantalón, bajo el cierre y el azabache lo detuvo — espera, déjame quitarme la ropa

— pero tú no sabes hacer nada sin tu ropa

— Estaré bien, confío en el tigre

Esta vez Atsushi se sentó en la cama, estaba muy confundido. ¿Que pasó con ese Akutagawa que lo azotaba contra la pared y no tenía ni consideración en el sexo? A pesar de eso le gustaba rudo.

Atsushi se cruzó de brazos — ¿seguro que estas bien? Esto es raro.

— estoy bien — decía quitándose su camisa — creo que eres capaz de defenderme y quiero disfrutar esto a lo grande

Atsushi se sentía confundido, aún así no detuvo al mayor, sabía que de hacer algo así pelearían. — listo — dijo el mafioso para ver al albino — ¿Que ocurre?

— ¿ah? Nada. — sonrió nervioso — tengamos sexo

Akutagawa sostuvo sus hombros — oye, no quiero un oral si no te sientes bien

Atsushi ya no pudo más, se cubrió como una monja con la sabana — aaaah deja de ser tan Bueno, es raro

— ¿raro? ¿No te gusta que sea amable?

— no. Digo si... es raro. Estoy acostumbrado que en el sexo me hagas atorarme con tu pene, y me azotes, si eres cariño siento raro todo

El azabache comenzó a reír y el albino suspiró de ello. Tomó al menor abrazándolo de la cintura y comenzó a besar su cabeza — tranquilo, se que es diferente, pero con el tiempo aprendes a apreciar estas pequeñas cosas que al final hacen que todo valga la pena...

— Me preocupa, hablas como si estuviéramos separados

— Así es Justo como le sentía... pero ahora que te tengo, quiero tenerte siempre Atsushi

El menor se sonrojó, el mayor tomó al albino acostándolo en la cama. Los besos aumentaron entre ellos, el menor tenía al mayor bien sujeto de su cuello.

Las embestidas habían comenzando haciendo que su canto saliera de él.

Su sudor corporal se combinaba y sus olores hacían un licuado de ellos. Terminaron sedientos y sudorosos. Atsushi se veía feliz y el mayor simplemente besó su frente — Haré que te enamores de mi... Lo juro

Atsushi sonrió — Esta bien.

...

Espero que les guste este capítulo

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top