Hora de la verdad.
— Te juro que ese hombre es el ser más insoportable del mundo – se queja Mic, mientras desayunamos.
—¿ahora qué hizo? – cuestiono. Llevaba varios días sin ver a Mic, después de todos los problemas que hemos tenido he estado bastante ocupado.
Pero por fin, ambos tuvimos espacio en nuestras agendas para vernos en una pequeña cafetería.
—¿puedes creer que ese idiota intento explicarme como hace mi trabajo? Es decir, es mi trabajo por algo – se queja irritada.
—pero ¿quién fue?, ¿el detective Hernández? – pregunto. Porque hasta donde sé él era el único con el que tenía problemas.
—Déjame terminar de contar la historia – me pide. — yo le dije que se limitara a cargar con su trabajo, que yo sé hacer el mío. El muy ofendido, dijo que era una desagradecida porque él solo quería ayudarme. Ahí entro, Esteban le dijo que mejor no intentara cargar con el trabajo de nadie más porque ni con el suyo podía – culmina. Puede notar como sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba mientras hablaba de, el detective Hernández.
—¿Esteban?, ¿ahora lo llamas por su nombre de pila? – cuestiono, con diversión.
—Pues me di cuenta de que no es tan insoportable como pensé – responde, intentando restarle importancia.
—Interesante... — le digo, mientras tomo un poco de café.
Ella no ha parado de decir lo difícil que es tener que lidiar con los detectives con lo que trabaja, sobre todo de un tal detective Hernández, pero ahora de repente no es tan malo.
Qué raro...
—Sí, bueno, no importa ¿Cómo estás tú? ¿Cómo va lo de las nuevas fotos? – pregunta. Al escucharla solo puede hacer una mueva de incomodidad.
Hace unos días salió otra entrevista, y más fotos. En tan vez fueron fotos de nosotros en el estacionamiento del hospital.
La supuesta fuente cercana a Amelia dijo que estábamos en un momento crítico en nuestra relación, a tal punto que ya habíamos terminado, pero nos reconciliamos.
Al leer solo me puede reír por las tonterías que estaban inventando, pero luego la prensa intento a acercarse a mi casa.
Lo que definitivamente empezó a ser un enorme, problema ya que mis abuelos estaban ahí, pero al ser un recinto privado no lograron ingresar.
Mis abuelos me lo contaron como un chisme de barrio, sin tener ni idea de que venían por mí. Por ahora ellos no sabe nada, pero le dije que Nai que por favor tuviera cuidado con la prensa y que de preferencia alejara a mis abuelos lo más posible de ellos.
Le cuento todo esto a Mic, quien me escucha con atención.
—¿no piensas decirles a tus abuelos? – cuestiona, preocupada.
—Mi abuelo no se lo tomará bien. Él no se puede ni imaginar que salgo con un hombre, imagínate si le cuento, que salgo con dos – contesto, decepcionado.
—Ay Blue... — ella estira su mano, para acariciar la mía.
—Está bien, es algo que asumí hace mucho tiempo ya... Puedo vivir con eso. — la verdad no estoy completamente convencido de poder con eso, solo sé que siempre ha sido mi realidad.
De verdad lo intente, de joven lo intente. Explicarle, de a poco, mostrarle películas o series con parejas homosexuales. Explicarle las orientaciones sexuales, pero solo logré que pasara de darle asco a que empezara a decir que no estaba de acuerdo, pero los respetaba.
Claro, no fue suficiente.
El día en que estaba listo, para hablar con él, empecé de a poco. Y antes de que pudiera decirle algo, él me confesó que, si yo era parte de la comunidad o algo así, no se enojaría, pero que definitivamente estaría decepcionado.
Ese día entendí que era mejor ahorrarse esa conversación.
Por otro lado, mi abuela siempre lo sospecho, se lo confesé esa noche y me dijo que me amaba no importa qué.
Y que estaba dispuesta a pelear con mi abuelo, para que me entendiera.
Yo le pedí que por favor no interviniera.
—¿vas a ocultárselo siempre? – cuestiona.
—Está delicado de salud, quién sabe, podría darle un infarto o algo peor... — le confieso.
Era una guerra interna constante, sé que debería amarme sin importar nada, pero él me crio, me amo y me protegió de todo mal. Desde que tengo memoria, este siempre ha sido el único problema real que hemos tenido.
—¿y si tus novios preguntan por él? – me pregunta.
—Pues les diré la verdad.
—¿Qué tendrán que ser un secreto? – me regaña. La miro completamente indignado.
—No serán un secreto, pero es más complicado que eso. Esto no se trata de que no quiero que los conozca – le respondo, un poco irritado – lo conozco, él va a dejar de hablarme, va a desaparecerme de su vida. Y por si no lo has notado no le queda mucho tiempo – argumento.
—Blue... — ella intenta hablar, pero la irrumpo.
—Ya perdí a mis padres, Mic. No puedo perderlo a él también. Sabes que tú y mis abuelos son la única familia que me queda — le respondo, con el corazón apretado. Ella suavizó su expresión, y me miro comprensiva.
—Él te ama, lo entenderá – expresa.
—¿y si no me ama lo suficiente? – cuestiono. — me encantaría que esto se tratara de amor, pero no. Se trata de creencias.
Ella no supo que responder, así que simplemente suspiro.
Sé que lo mejor sería ser sincero, pero si tuviera que escoger entre mi abuelo o mi bienestar, está más que clara mi decisión.
Se podría decir que no haría lo mismo por mí, pero es mentira. Se la ha pasado la vida entera escogiendo mi beneficio.
—Tienes razón. Me encantaría decirte que él va a aceptarte, pero no me gusta mentirte. Lo que, si puedo decirte Blue, es que cuando amas a alguien, intentas entender sus sentimientos y acciones, incluso si está en contra de sus creencias. Tú estás demostrando lo mucho que lo amas, pero él no es el que necesita ser comprendido... — me dice. — tú eres el vivo ejemplo que, si amas a alguien, estás dispuesto a sacrificar algunas de tus creencias o en su caso prejuicios. — no respondí. Solo la miré, bastante pensativo. — y si no lo acepta a lo mejor no es porque no te ama lo suficiente, sino que no sabe amar. Claro que no es tu trabajo enseñarle, pero sí es su trabajo intentarlo. Y tú no estás dándole la oportunidad de hacer su parte.
—No puedes vivir ocultando quién eres o a quien amas por miedo a incomodar – culmina.
Por un segundo, me quede pensado en lo que sus palabras...
Me enojo un poco al pensarlo, pase toda mi adolescencia fantaseando con su aceptación. Pero al crecer acabé con toda esperanza, pero ante sus palabras está volviendo a renacer.
—Eso no siempre funciona – le recuerdo.
—Lo sé, pero debes admitir si lo ves desde tu perspectiva y no de la de tu abuelo, pues creo que logras ver ocultarte una parte de ti, no es solución.
—No, pero mínimo me habla – respondo. Ella estaba dispuesta a responder, pero mi teléfono sonó anunciando una llamada.
Es la cuidadora de mis abuelos.
Ella solo llama cuando hay problemas...
—Hola, Nai ¿todo en orden? – pregunto, al contestar.
—No – responde, alterada. Ella intentar explicar lo que paso, pero solo suelta palabras incoherentes.
—Cálmate, no estoy entendiendo nada – le pido, preocupado.
—Estamos en el hospital – me dijo. Solo puede sentir como mi cuerpo entero se comisionaba. Mi corazón se empezó a acelerar de manera desesperaba.
Nada parecía coherente, tanto así que Mic tuvo que tomar mi teléfono para hablar por mí.
—Vamos para allá – responde mientras habla por teléfono – tenemos que irnos, Blue.
Salimos lo más rápido posible de la cafetería. Subimos a mi camioneta, pero Mic es la que conduce.
—Lo único que me dijo fue que estaban caminando en la calle y que tu abuelo se calló – responde Mic, ante mis millones de preguntas.
Podría haberse golpeado la cabeza...
Podría estar muriendo...
Podría ser extremadamente grave...
—¿en qué hospital están?
—En el memorial – responde.
Al llegar corro a recepción para preguntar por él y me dice que está en urgencias siendo atendido, por lo que tendría esperar un poco. Veo a Nai quien parece estar aterrorizada, junto a mi abuela, la cual estaba llorando preocupada.
—Blue – mi abuela, se acercó a abrazarme. Su cabeza quedó a la altura de mi corazón. — Hola Mica – mi abuela me suelta y se acerca a abrazar a mi acompañante. La cual la recibe alegremente.
—Lo siento mucho – me dice Nai. — fue mi culpa, sé que me pidió que tuviera cuidado, pero lo siento.
—No fue su culpa – la interrumpe mi abuela – fue de repente, tu abuelo se sintió mal y se descompensó, pero no es culpa de nadie.
—No se preocupen. Lo importante es que mi abuelo esté bien. — respondo.
—No nos han dicho nada, intentamos de todo, pero nadie dice nada. — me explica Nai.
—Yo me encargo. — en lugar de preguntar por mi abuelo, pregunto por Camilo. Al ser consciente de la situación, él ofreció su ayuda automáticamente.
—Déjame busco en el sistema – responde mientras busca algo en una de las tabletas del hospital. Cada doctor tiene uno, donde está toda la información, necesaria. — al parecer está bien, solo se lastimó el tobillo, pero al parecer está bien, solo que hay ciertas cosas por revisar – al escucharlo puedo sentir como poco a poco mi corazón se calma.
—¿Quién está con él? – cuestiono. Él vuelve a buscar en su tableta, su cara se tensó un poco.
—Pérez - responde. Miro a Mic de reojo, quien parece entender mi sorpresa. — le están haciendo unos estudios, pero pedí que lo llevaran a una habitación para que estén más tranquilos.
—¿Quién es? – pregunta mi abuela, al notar la mirada que compartí con Mic. — ¿es malo? Porque lo lamento mucho, pero no voy a permitir que un mal doctor atienda a mi esposo. — se queja. Mi abuela suele ser bastante tranquila, a menos que se trate del bien estar de su familia.
—Su esposo, está en buenas manos. Le aseguro que recibirá el mejor trato por parte de la doctora Pérez, se lo aseguro - la tranquiliza, Camilo, amablemente.
A pesar de que sus palabras ayudaron, mi abuela seguía alerta.
—¿puedo verlo? – le imploró. Antes de que alguien diga algo más.
—Blue no es una buena idea, sabes que no puedo... — intenta explicarlo, pero lo corto.
—Dime donde está o lo encontré yo solo – le advierto, desesperado.
—Tienes que calmarte – me dice, Mic, preocupada.
¿Calmarme? ¿Cómo se supone que vaya a calmarme si mi abuelo está aquí?
—Por favor, Camilo, déjame verlo, aunque sea un rato – insisto.
—Bien, pero si alguien me dice algo, tú mismo tendrás que hablar con los Jackson. — me advierte.
—Lo que tú digas – respondo, menos tenso.
—Pero serás solo tú – dime mirando a mis acompañantes. — la gente aquí te conoce sería más será menos sospechoso.
—Cualquier cosa me dices – me pide mi abuela – dile que lo amo mucho y que más le vale curarse rápido.
—Sé lo diré, te lo prometo – le aseguro.
—voy a esperar aquí, cualquier cosa llámame – me dice Mic. Antes de irme me sonrió, dulcemente.
Caminamos por los pasillos, rápidamente. La verdad no me detuve a mirar a los lados.
Solo puede sentir mi corazón latiendo, completamente desesperado.
En cuestión de minutos llegamos a una de las habitaciones del hospital. Diferente a todo lo que esperaba mi abuelo, está en una cama, bastante tranquilo, comiendo algo que parece ser yogurt.
—¡Blue! – saluda animado.
—¿Qué te paso? – pregunto,
—Nada grave, simplemente me descompensé un poco, por falta de azúcar. — explica.
—Me alegra que estés bien – le digo.
—Preocúpate cuando muera, porque iré a reclamarles a tus padres por irse tan pronto – bromea. Pero siento una especie de vacío.
Algún día los perderé a los cuatro...
—Bueno señor Cooper... — habla una voz que reconozco automáticamente. Me giro para verla, sonriendo. — ¿Blue? – pregunta. Sus ojos brillaron de una manera bastante linda al verme.
—Doctora Pérez – respondo, feliz de verla.
—Blue, ¿conoces a mi doctora? – cuestiona, mi abuelo, desde la cama.
—¿es tu abuelo? – deduce Amelia.
—Somos igual de guapos, ¿verdad? – bromea. Me sorprende la alegría que tiene, considerando la situación y su personalidad, supuse que estaría más amargado.
—Guapísimos. — responde ella, amablemente. Iba a interrumpir, pero mi abuelo volvió a hablar.
—No han respondido mi pregunta – nos recuerda - ¿Cómo es que se conocen?
Tienes que darle la oportunidad...— susurra la voz de Mic, en mi conciencia.
—La doctora Pérez es mi novia – le explico, haciendo que sonría con orgullo.
—Así que tú eres Lexie, tenía muchas ganas de conocerte – responde que la sonrisa de Amelia se desvanezca.
—¿Lexie? – cuestiono.
—Sí, el otro día te escuché hablar con alguien que parecía ser tu novia, creí escuchar que te llamabas Lexie – explica mirándome, con cierta duda.
Mi mente viaja, entre mis recuerdos, hasta hace unas semanas. Ese día Lexie me llamo para vernos, mi abuelo me escucho claramente llamarlo cariño y Lexie.
—No se preocupe. Con tantos nombres es fácil confundirse, soy Amelia – responde, Lia.
Ambos querían una explicación, pero era obvio que no iban a pedírmela, aquí, o no estando el otro presente.
—Bueno, señor Cooper. Pedí una consulta con un cardiólogo, para qué lo revisé y poder descartar cualquier falla del corazón – explica Amelia.
Hay demasiados doctores en este hospital...
¿Cuál es la probabilidad de que sea él?
—Buenos días – saludan.
Maldita sea...
—Soy el doctor Jackson – se presenta. — ¿Blue? – cuestiona, al verme.
—Vaya, con que eres famoso en este hospital – dice mi abuelo. — Soy el abuelo de Blue, Alfonso.
Lexie, parece sorprendido y aun así sonríe de manera genuina.
—Un placar conocerlo – responde. Amelia me mira de reojo sin entender qué está pasando.
Tengo que hacerlo...
No sería justo para ellos...
—Vine, a revisarlo. Pero antes, Blue, no puedes estar aquí – me recuerda Lexie, sonriendo, completamente ajeno a la situación. En lugar de intervenir y decirle a mi abuelo que él también era mi novio, simplemente me despedí y salí de la habitación.
Me arrepentí al instante, pero ya era tarde. Al volver con a recepción donde mi abuelo y Nai, me llenaron de preguntas, pero Mic, no ella notó que algo iba mal.
—Soy un pésimo novio – susurro. Después de contarle todo lo que paso a mi mejor amiga. Hace ya varios minutos, mi abuela y Nai fueron a buscar comida. Mientras que Mic y yo nos quedamos en la sala de espera.
—A ver, no es tan así. Tú mismo lo dijiste, es mal complicado que eso... — defiende.
—Pero tengo que decirle – admito. — no es justo para ellos, Alex y Lexie no merecen ser el secreto de nadie o la sombra de nada. Ellos merecen que vaya y le presuma que son mis novios — confieso. — no puede creer que no le dijera...
¿Cómo puede ser tan idiota?
—No te puedes mortificar por lo que ya paso. Dices que tus novios, no meren ser el secreto de nadie, y tienes razón, pero solo siendo consciente de eso no vas a solucionar nada. Tú tienes que ir y decirle a tu abuelo. Solo tú puedes hacer una diferencia. — dice.
—Sé que tengo que hacerlo, pero el problema es que debí hacerlo desde el principio. — me quejo.
—No puedes cambiar el pasado... A demás es entiendo por qué lo hiciste, hace unas horas estábamos hablando de que es complicado, ese miedo no se va a ir de repente.
—No quiero que ellos piensen que los quiero menos, esa sería de la mayor equivocación. Ellos significan lo mismo para mí, en la misma medida. — le confieso.
Esta relación siempre ha sido planteada como un cuarteto. No importa que, somos los cuatro. Nunca he pensado en que pasaría si no está uno de nosotros, porque la respuesta es más que obvia, estamos los cuatro, o nada.
—Lo sé, Blue. Y ellos lo saben.
No quise responder, me limité a ver el televisor de la sala de espera. Como siempre está en el canal de noticias.
Mi cuerpo entero se congeló al ver que se trata.
—Esta mañana, en la ciudad de New York, fue encontrada en la puerta de una iglesia, lo que muchos llaman; una estatua humana. Según los informes de la policía, la estatua fue hecha con el cadáver de una mujer no identificada. Al parecer la mujer fue embalsamada y adornada, de tal manera que se podría confundir con la estatua de la virgen maría. — anuncia la presentadora. — algunos transeúntes lograron tomarle fotos y videos, los cuales se hicieron virales en las redes sociales, en cuestión de minutos.
En la pantalla se empiezan a reproducir, un video de la estatua y me quedo petrificado al verla. Perfectamente, podría pasar como una estatua, de no ser porque le faltan los ojos.
Se podría creer que por cadáver se refiere a sus huesos, pero no. Está perfectamente conservada. Parada en una extraña plataforma, rodeada de rosas de rojas y negras.
Siento un extraño vacío en el estómago de solo pensar las cosas horribles que tuvo que atravesar esa pobre mujer...
¡Holaaa, querubines!
¿Cómo están?
Empezamos fuerte y terminamos peor...
Muchos podrían juzgar a Blue por sus acciones, pero los que nos hemos enfrentado a una situación como está sabemos lo complicado que puede llegar a ser "salir del closet" con las personas de tu al rededor, sobre todo si son personas a las que amas con todo tu corazón y sabes que les llevará tiempo aceptarte.
Es difícil y complicado.
A todas las personas que atraviesa una situación así les digo; no están solos, sé que es difícil y que todo el mundo espera que sepas enfrentarlo, pero no siempre es así. Eso, está bien. Porque nadie te enseña como hacerlo o te explican que decir.
Incluso si existiera una guía de que hacer no sería útil para todo el mundo ya que todos atravesamos procesos diferentes.
Lo importante es ser sincero contigo mismo y recuerda...
—No puedes vivir ocultando quién eres o a quien amas por miedo a incomodar.
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